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Pequeños inventarios: La vida de las cosas en diez libros chilenos
Pequeños inventarios: La vida de las cosas en diez libros chilenos
Pequeños inventarios: La vida de las cosas en diez libros chilenos
Libro electrónico128 páginas1 hora

Pequeños inventarios: La vida de las cosas en diez libros chilenos

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"Las cosas son evidencia, la vida se acumula en ellas", dice Dorothy Gallagher, citada en el epígrafe de este libro. Los objetos están, actúan y no pasan desapercibidos para María José Navia, quien atenta los observa y los clasifica como elementos de su pequeño inventario: desde los zapatos de Martín Rivas a los computadores de Mis documentos, pasando por las puertas de Hijo de ladrón, siempre listas a cerrarse, la ventana de Los detectives salvajes que nos cuestiona e inquieta, el baile del despojo de tres poemarios de Gabriela Mistral, los productos del supermercado en Mano de obra o los que se acumulan en una animita o en los hogares durante la pandemia en Retrovisor o Preguntas frecuentes. La propuesta de leer la literatura chilena desde el inventario, de identificar las cosas que abundan o que actúan en la historia, que la transforman o la hacen posible, nos hace leer mirando al costado, como esas obras en las que el encuadre incluye al equipo de cámaras. Las cosas pueden ser deseadas o, al contrario, una carga de la que es necesario liberarse. Las cosas pueden ser indispensables y, sin embargo, esquivas, imposibles de conseguir. Las cosas pueden ser cotidianas e invisibles por lo mismo. Las cosas pueden definir la identidad tan claramente que parezca suficiente con reemplazarlas para dejar de ser quien se es. En la literatura todo cuenta. En la vida, también. Ahora hablemos de algunas cosas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 abr 2024
ISBN9789569058691
Pequeños inventarios: La vida de las cosas en diez libros chilenos
Autor

María José Navia

María José Navia (Santiago, 1982). Magíster en Humanidades y Pensamiento Social (NYU) y doctora en Literatura y Estudios Culturales (Georgetown University), Navia actualmente se desempeña como profesora en la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es autora de las novelas SANT (Incubarte, 2010) y Kintsugi (Kindberg, 2018) y de las colecciones de cuentos Instrucciones para ser feliz (Sudaquia, 2015) y Lugar (Ediciones de la Lumbre, 2017), finalista del Premio Municipal de Literatura 2018. Algunos de sus relatos han sido traducidos al inglés, al francés y al ruso y han formado parte de antologías en Chile, España, México, Bolivia, Rusia y Estados Unidos.

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    Pequeños inventarios

    La vida de las cosas en diez libros chilenos

    Pequeños inventarios. La vida de las cosas en diez libros chilenos

    María José Navia

    Santiago de Chile, abril 2024.

    Imagen portada: Lorenzo de San Nicolás. Segunda parte del arte y uso de architectura. Madrid, 1665. p. 268.

    ISBN impreso: 978-956-9058-

    68

    -4

    ISBN epub: 978-956-9058-69-1

    Registro de propiedad intelectual:

    2023-A-11418

    © María José Navia

    Diseño y diagramación: María Soledad Sairafi, Orjikh editores limitada

    orjikh.editores@gmail.com

    www.orjikheditores.com

    Obra realizada gracias al aporte de la Dirección de Artes y Cultura de la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

    Pequeños inventarios

    La vida de las cosas en diez libros chilenos

    María José Navia

    Contenido

    Introducción

    Capítulo I Martín Rivas • Alberto Blest Gana • Con sumo romance: lujo y pertenencia en un romance nacional

    Capítulo II Hijo de ladrón • Manuel Rojas • Ojo de ladrón y la poética de las puertas

    Capítulo III Desolación, Tala y Lagar • Gabriela Mistral • Amo las cosas que nunca tuve con las otras que ya no tengo: leyendo a Mistral desde el inventario

    Capítulo IV Los detectives salvajes • Roberto Bolaño • La espectralidad de los libros, la hospitalidad de las ventanas

    Capítulo V Mano de obra • Diamela Eltit • Y sin embargo se muere: circulación y enfermedad

    Capítulo VI Mis documentos y Retrovisor • El material de lo cotidiano en Mónica Drouilly y Alejandro Zambra

    Epílogo Preguntas frecuentes • Nona Fernández

    Algunos orígenes

    Bibliografía

    Agradecimientos

    Las cosas duermen,

    sueñan pequeños sueños

    y despiertan.

    A veces incluso les da por hablar,

    y es un idioma que parece un zumbido

    o un pestañeo.

    Por eso dentro de la casa hay un secreto.

    El lenguaje de las cosas, María José Ferrada

    Early in my life my mother noticed that I coveted the goods of this world. She saw a flaw in my character. They’re only things, darling, she’d say, they’re not important. I thought then that hers was surely the proper, more elevated perspective. These days I would answer her: Not so, Mama: things are evidence; life accumulates in them, like the snow that falls while you’re sleeping.

    Stories I Forgot to Tell You, Dorothy Gallagher

    Introducción

    Sólo la luz de esta pantalla y las letras del teclado

    mantienen los monstruos a raya.

    Preguntas frecuentes, Nona Fernández

    Este libro iba a ser otro libro. Su propósito era observar los objetos y su circulación en algunas novelas, cuentos y poemas chilenos. Mirar cómo se nos revelan otras trayectorias —e incluso otras interpretaciones— si descentramos la mirada de las acciones humanas. El viaje de las cosas, me parecía, contaba otra historia a la que valía la pena prestar atención. La inquietud tenía sus raíces en mi tesis de doctorado¹, en la cual analicé la idea del cosmopolitismo en relación a novelas y películas latinoamericanas y del Caribe. Allí el ojo estuvo enfocado en las dinámicas humanas, con conclusiones que intentaban ampliar la discusión hacia una globalización o cosmopolitismo en el que tuvieran cabida los animales (la idea de autre mondialisation de la que habla Donna J. Haraway en su libro When Species Meet) y, también, los objetos e hiperobjetos (según la terminología de Timothy Morton). La inquietud floreció en obsesión, poco después, con la lectura de un muy particular libro de la escritora canadiense Leanne Shapton: Important Artifacts and Personal Property from the Collection of Lenore Doolan and Harold Morris, Including Books, Street Fashion, and Jewelry, en el cual se cuenta la historia de una pareja por medio del catálogo de una subasta que ofrece sus pertenencias en el día de San Valentín y también por la colección Object Lessons, de la editorial Bloomsbury, que comprende pequeños libros dedicados a cosas tan distintas como el centro comercial, las maletas, el polvo o el control remoto.

    Entonces llegó octubre 2019. Y, en medio de tantas noticias que veíamos como hipnotizados frente al televisor, una escena muy particular: luego del saqueo e incendio de un supermercado, una nota en la que se entrevistaba a vecinos del sector. Entre ellos, un hombre que parecía afligido. Al preguntarle el periodista por su opinión, contestó que estaba triste porque consideraba al supermercado como parte de la familia.

    Independiente de nuestro juicio sobre esta afirmación (exagerada, incorrecta, conmovedora, dolorosa, terrible), sus palabras pusieron de manifiesto (para mí) el lugar que pueden ocupar las cosas en las vidas (reales, no literarias) de algunas personas: en este caso, la complicidad y cercanía que puede existir con un supermercado y sus productos². De ahí que el interés de estudiar las cosas y su circulación en la literatura nacional llevara también a una forma distinta de pensar la representación de la familia chilena o las relaciones de pareja en las obras seleccionadas. Las cosas no solo entregaban información en tanto su circulación y características (el tipo de objetos que abunda en Martín Rivas es muy distinto de aquellos que habitan los relatos de Alejandro Zambra, por ejemplo), sino que también servían para desafiar dinámicas afectivas oxidadas y proponer otras marcadas por una, a ratos, más que bienvenida obsolescencia.

    La literatura chilena se ha analizado muchas veces desde la vereda de las relaciones familiares. Se ha estudiado así el romance nacional (siguiendo a Doris Sommer), la novela de los huérfanos o huachos (según Rodrigo Cánovas o Sonia Montecino) o la literatura de los hijos (propuesta por Alejandro Zambra). En ninguna de estas miradas se han incluido las cosas, al menos no de forma importante, si bien figuran en muchas de las ficciones analizadas por los académicos mencionados. Algunas de las preguntas que guían mi investigación son: ¿qué pasa si consideramos a las cosas dentro de las relaciones afectivas y familiares? ¿Es posible postular una la literatura de las cosas? Y ¿qué estamos iluminando con esta categoría en términos políticos, en tanto una lectura en relación al capitalismo y su forma de entender la circulación de materiales?

    Porque este libro iba a ser otro libro. Y entonces, también, llegó la pandemia, que sigue aquí con nosotros (de una forma u otra) y que también complicó nuestra relación con los espacios (que podíamos o no transitar) y las cosas (que se volvieron interlocutores, que se agotaron en los supermercados, que debíamos llevar a todas partes, como el alcohol gel o las mascarillas). Y así, también, mientras escribía una primera versión de este libro, en Estados Unidos Joe Biden asumía como presidente, en una ciudad en la cual las personas —que habrían estado allí apoyándolo— debieron ser reemplazadas por cientos de miles de banderitas que llenaron el National Mall.

    Pequeños inventarios aborda la vida de las cosas en diez obras literarias chilenas. El adjetivo de pequeño se relaciona con el carácter acotado de la empresa, un muestrario de obras significativas, muchas de las cuales nunca antes habían sido analizadas desde la perspectiva de la materialidad o de la cultura material³. La idea es acercarse a la literatura de Chile con una mirada más atenta a la velocidad de las cosas que a las dinámicas entre los personajes humanos.

    Entenderemos los objetos aquí según la categorización de Bruno Latour, que colapsa la distinción entre sujeto y objeto al tratarlos a todos de actantes. Este análisis se acerca a lo que la académica norteamericana Jane Bennett, define como materia vibrante (vibrant matter) o el poder de las cosas (thing-power)⁴. También entenderemos por objetos a cosas no vivas, si bien hay quienes, como Jean Baudrillard, incluyen en esta categoría a las plantas o los animales: para propósitos de este análisis, el interés se centrará en los artículos o productos, muchas veces considerados como mercancías dentro de la novela (por ejemplo el caso de Mano de obra, de Diamela Eltit).

    En cada capítulo el enfoque estará centrado en un par de cosas. En el caso de Alberto Blest Gana, pondremos la atención en los zapatos y los muebles; en Manuel Rojas serán las puertas y los bolsillos, en Bolaño las ventanas, mientras que en Gabriela Mistral veremos una cierta performance de la desposesión (siguiendo a Judith Butler), en Eltit un movimiento que marca la violencia e impacta los afectos y, en Zambra y Drouilly, cosas que llegan a hacer fricción en relaciones de pareja y que nos hablan de una cierta obsolescencia e imposibilidad de una herencia (es lo que pasa con los computadores de Zambra en Mis

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