La civilización occidental: Una fascinante guía sobre las antiguas civilizaciones griega y romana, el cristianismo, la Europa medieval y los tiempos modernos

Por Captivating History

¿Sabía que la civilización occidental ha influido en la vida de prácticamente todas las personas que viven hoy en día?

¿Qué es lo que sabe de la civilización occidental? Puede parecer una pregunta curiosa, pero mucha gente no se da cuenta de hasta qué punto Occidente ha influido en el mundo. Los valores de la civilización occidental han influido en las leyes, en el sentido de la individualidad de las personas e incluso en nuestra moral.

Este libro se remonta a las raíces de la civilización occidental. En este viaje épico, nos remontamos hasta Grecia, cuando filósofos griegos como Sócrates y Platón se preguntaban por el sentido mismo de la vida. Descubra las profundidades del conocimiento que exploraron las escuelas de pensamiento griegas, como los estoicos y los cínicos.

¿Era mejor sonreír estoicamente y soportar los problemas de la vida, como aconsejaban los estoicos, o era mejor simplemente encogerse de hombros y declararlo todo inútil, estúpido y absurdo?

Y en medio de la búsqueda de estos filósofos, un misionero de Judea llamado Pablo de Tarso intervino para difundir la «buena nueva» de los Evangelios. El cristianismo y otras escuelas de pensamiento convergieron, y el Imperio romano ayudó a facilitar la difusión de estas ideas por todas partes. Pronto se sentaron las bases de la civilización occidental.

Estas ideas sufrirían posteriormente renacimientos, reformas y revoluciones científicas, pero los cimientos básicos se han mantenido intactos. Aquí, en este libro, exploramos todos los aspectos fascinantes del gran marco sobre el que descansa nuestra civilización occidental moderna.

En este libro aprenderá lo siguiente:

• Los descubrimientos filosóficos y científicos griegos.
• La convergencia de las creencias grecorromanas y cristianas.
• Cómo se transformó la civilización occidental durante la Edad Media.
• El Renacimiento, la Reforma y la revolución científica.
• La marcha hacia el modernismo y su impacto en el mundo.
• ¡Y mucho más!

• Idioma: Español
• Editorial: Captivating History
• Fecha de lanzamiento: 2 abr 2024
• ISBN: 9798224371563

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Introducción: ¿Hacia dónde apunta Occidente?

Se ha hablado y conjeturado sin cesar sobre cómo la civilización occidental ha contribuido a dar forma al mundo moderno. Es difícil negar la influencia de las ideas de las filosofías occidentales, pero, al mismo tiempo, también es difícil precisar los orígenes exactos de la civilización occidental. Es probable que la mayoría considere a Grecia como el origen y progenitor del llamado «pensamiento occidental». Pero, ¿es esa en realidad la historia completa?

Cualquier descripción de la historia de la civilización occidental en un solo trazo es una tarea difícil. Y no pretendemos abarcar todos los aspectos de la civilización occidental en este libro. La intención de este libro es ser una guía introductoria, por lo que será un resumen de la civilización occidental en lugar de imágenes detalladas de cada acontecimiento e individuo. Como siempre, recomendamos encarecidamente leer más sobre los temas que le parezcan interesantes mientras hojea este libro.

El primer reto es responder a la pregunta: ¿qué es la civilización occidental? Si la civilización occidental tiene una connotación geográfica, nos encontramos con muchos problemas.

A menudo se identifica a Grecia como la cuna de la civilización occidental, pero lugares alejados de Grecia, como América y Australia, se consideran productos de la misma. Algunas de estas tierras están tan al oeste de Grecia que casi podrían considerarse orientales. Por otra parte, muchos de los habitantes actuales de las naciones occidentales de Europa y América probablemente consideren que Grecia forma parte del antiguo núcleo oriental de civilizaciones, que incluye Turquía, Irán y el Levante.

Muchos de los filósofos griegos más importantes procedían de lo que hoy llamamos Turquía. En otros tiempos, Turquía tenía colonias griegas a lo largo de sus costas. Los puestos de avanzada griegos en lo que entonces se denominaba Asia Menor albergaron a filósofos griegos de peso, como Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Estos hombres no dirigieron su atención a Occidente, sino a Oriente, y contemplaron las diferencias entre la cultura y el pensamiento occidentales (como los griegos) y los orientales (como Asia Menor, Mesopotamia y Persia).

Todas estas regiones estaban mucho menos definidas en el pasado. Si retrocedemos lo suficiente, cualquier idea de fronteras geográficas permanentes parece cada vez menos práctica. En este sentido, quizá la civilización occidental no sea tanto un accidente geográfico como un estado mental. Independientemente de lo que uno pueda pensar de la definición, las mentes griegas de Hellas son lo primero que nos viene a la mente cuando contemplamos la civilización occidental.

Porque por muy vago que suene todo esto, debemos ahondar en el pasado mítico de la antigua Grecia. Los mitos griegos de antaño hablaban de héroes que lo arriesgaban todo para ascender a la grandeza. Estaba Hércules, que luchó contra Cerbero a las puertas del Hades, y estaba Ícaro, que se atrevió a volar demasiado alto. Todos estos héroes, además de sus tremendos poderes, tenían algunos defectos evidentes. Todos tenían sus debilidades. Tal vez esta sea la primera gran lección de la civilización occidental: la lección de hacer todo lo posible para garantizar que los cimientos de la civilización no se resquebrajen y desmoronen bajo nuestros pies modernos, torpes y olvidadizos.

Capítulo 1 - Grecia: El país de los reyes filósofos

«No habrá fin a los problemas de los estados, o de la humanidad misma, hasta que los filósofos se conviertan en reyes en este mundo, o hasta que los que ahora llamamos reyes y gobernantes se conviertan real y verdaderamente en filósofos, y el poder político y la filosofía lleguen así a las mismas manos».

-Platón

Grecia entró por primera vez en la historia a principios del siglo VIII a. e. c.. Durante este periodo, muchos de los antiguos mitos y leyendas griegos que se habían transmitido oralmente comenzaron a escribirse para la posteridad. Como ya se ha dicho, estos primeros escritos griegos no trataban tanto de filosofía como de mitos. Al menos, la mayoría afirmaría hoy que los griegos hablaban de mitos.

Decimos la mayoría porque hay algunos investigadores que han intentado sugerir algunas teorías bastante extravagantes según las cuales los mitos griegos no eran tan míticos como normalmente se cree. Basta con poner un programa como Alienígenas ancestrales para que nos inunden con todo tipo de nociones alternativas sobre lo que podría haber detrás de los antiguos mitos griegos.

También hay algunos teólogos cristianos que han intentado sugerir que las deidades griegas, como los titanes, ¡podrían haber sido en realidad ángeles caídos! Según ellos, los mitos griegos no son historias inventadas, sino recuerdos de antiguos acontecimientos extraordinarios. Pero la mayoría de los eruditos actuales coinciden en que los mitos griegos son solo eso: mitos.

Según el consenso actual, la mayoría consideraría que estos antiguos recuerdos griegos no son más que folclore mítico diseñado para entretener y proporcionar algunas palabras de sabiduría. Nada más y nada menos, ¿verdad? Al igual que una buena historia de ciencia ficción hoy en día, consideramos los mitos griegos como el producto de la pura imaginación humana. Al fin y al cabo, Zeus no bajó de una montaña para lanzar rayos a la gente, ¿verdad?

Pues bien, por mucho que nos cueste creerlo hoy en día, hubo un tiempo en que los antiguos griegos se tomaban estas historias al pie de la letra. Para ellos, no eran mitos, sino una narración real de los hechos. Sin embargo, cabe suponer que los griegos no creían en todos los mitos; incluso para ellos, algunos mitos no eran más que historias. No obstante, adoraban a los dioses y diosas del panteón griego. Muchos de estos relatos surgieron durante la llamada «Edad de los Héroes», que culminó con las obras épicas atribuidas al poeta ciego Homero: la Ilíada y la Odisea.

En el siglo VI a. e. c., la filosofía griega comienza a echar raíces. Muchos de estos nuevos filósofos griegos en ciernes empezaron a ver los mitos de antaño como un mero medio para explicar cosas que los antiguos no podían entender.

Antes de este esfuerzo de lógica y razonamiento, las catástrofes se percibían como el resultado de fuerzas sobrenaturales. ¿Un terremoto destruyó una casa? Debió de ser un dios enfadado. ¿Un tornado arrasó la plaza del pueblo? Habrá sido la caprichosa voluntad de los dioses. ¿Se obtuvo una buena cosecha? Pues habrá sido una bendición divina.

Los primeros filósofos griegos criticaron estas creencias y las consideraron casi universalmente deficientes. Esto provocó nuevas perspectivas y nuevas escuelas de pensamiento. Aun así, los viejos hábitos son difíciles de romper. Y, de hecho, fue difícil deshacerse por completo de la creación de mitos. Los griegos habían creído durante mucho tiempo que descendían de los héroes de antaño.

El hecho mismo de que los griegos se refirieran a su patria como Hellas y a sí mismos como helenos tiene su origen en una leyenda. Según el mito, los griegos descendían de Heleno, hijo de Deucalión, que a su vez era hijo del titán Prometeo. Prometeo fue el titán que se rebeló contra los dioses para traer el calor y la iluminación del fuego a la humanidad.

En muchos sentidos, Prometeo podría ser un símbolo fácilmente reconocible para los posteriores filósofos griegos, ya que ellos también intentaban iluminar la oscuridad del entendimiento humano con sus propias chispas de fuego intelectual.