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Pensando en la Antigüedad: Las mejores citas Clásicas
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Libro electrónico380 páginas4 horas

Pensando en la Antigüedad: Las mejores citas Clásicas

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Información de este libro electrónico

Las frases, sentencias y apotegmas fueron en la Antigüedad un instrumento eficaz para la educación moral y cívica de una buena partede la ciudadanía.

Este libro es una recopilación de citas expresadas desde el siglo XIV a.C. (Akhenatón) hasta el siglo IX (Han Shan), a través de ideas, pensamientos, experiencias, etc. de varias celebridades.

Con estas más de 350 páginas que ahora tienes en tus manos -que por orden alfabético recogen el pensamiento de 194 personas, más o menos conocidas, con un total de más de 4000 frases-, quiero mostrarte cómo una opinión, una frase o una idea pueden contener todo el conocimiento y la sutileza del pensamiento más sugerente.

Con esta propuesta literaria, el autor pretende rendir un pequeño homenaje a personas que, si no hubieran existido, a buen seguro que muchas, sino todas, disciplinas de nuestra vida actual no serían tal como hoy en día las conocemos. De ámbito cultural, filosófico, científico, social, matemático, económico, político y de otras muchas esferas. Son personas que pusieron la base doctrinal de la cultura occidental.

IdiomaEspañol
EditorialCaligrama
Fecha de lanzamiento26 feb 2021
ISBN9788418548123
Pensando en la Antigüedad: Las mejores citas Clásicas
Autor

Jordi Amate Pou

Jordi Amate Pou (1969) es diplomado en Educación Social, vive en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). Trabaja en el mundo del ocio y el tiempo libre desde 1999. Actualmente, compagina su trabajo en la oficina de una empresa con labores sindicales y continúa con su hobby: las frases célebres. Es una persona muy curiosa, ávida por aprender nuevos conocimientos y deseoso de poder llevarlos a la práctica y darlos a conocer. De ahí, la publicación de su libro Paseando por una parte de la Historia.

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    Pensando en la Antigüedad - Jordi Amate Pou

    Pensando-en-la-antiguedadcubiertav13.pdf_1400.jpg

    Pensando en la Antigüedad

    Las mejores citas Clásicas

    Primera edición: febrero 2021

    ISBN: 9788418548628

    ISBN eBook: 9788418548123

    © del texto:

    Jordi Amate Pou

    © del diseño de esta edición:

    Penguin Random House Grupo Editorial

    (Caligrama, 2021

    www.caligramaeditorial.com

    info@caligramaeditorial.com)

    Impreso en España – Printed in Spain

    Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a info@caligramaeditorial.com si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

    Prólogo

    Lo que mueve a un coleccionista a reunir un determinado número de cosas buscando una unidad de conjunto son las razones del gusto, de la curiosidad, y las financieras o patrimoniales. Se puede ser un coleccionista pasivo, simple atesorador de objetos o de obras de arte, o un coleccionista creativo, prospectivo, sustantivador de una determinada compilación de obras que, bajo una misma divisa, llegue a dar nombre a la propia colección.

    Estas palabras de Daniel Giralt Miracle i Rodríguez —crítico, historiador del arte y profesor barcelonés— expresan las dos vertientes que yo también he vivido y vivo actualmente como coleccionista de citas o frases más o menos célebres.

    La primera —la de coleccionista pasivo— empezó hace ya veintiocho años, cuando me inicié en el mundo de las frases célebres, anotando y recopilando cualquier frase que —de una manera u otra— caía en mis manos y, sobre todo, me aportaba alguna idea o me hacía reflexionar en lo referente a esta nueva idea, y, en definitiva, abría mi mente y engrandecía mi curiosidad.

    La segunda —la de coleccionista creativo— es más reciente. Hace algo más de cinco años decidí empezar esta aventura, con la intención de poder publicar. Y he aquí que ahora este libro que tienes en tus manos es ya mi segunda publicación, después de haberme podido iniciar en este nuevo mundo para mí.

    Con el título Paseando por una parte de la historia: antología de citas (Editorial Caligrama), hice una recopilación de las mejores citas expresadas a lo largo de casi mil años de historia, a través de ideas, pensamientos, experiencias, etc., de varias celebridades de diferentes culturas. Puedes encontrar más información al respecto en el siguiente enlace:

    http://www.caligramaeditorial.com/paseando-por-una-parte-de-la-historia.htm

    A pesar de que tengo otras propuestas pendientes de realizar —sobre definiciones curiosas, proverbios, refranes y anónimos, etc.—, en esta segunda aventura he querido centrarme en las citas y frases célebres de los grandes clásicos de la Antigüedad.

    Con estas más de trescientas cincuenta páginas que ahora tienes en tus manos —que por orden alfabético recogen el pensamiento de ciento noventa y cuatro personas más o menos conocidas desde el s. 

    xiv

     a. C. (Akenatón) hasta el s. 

    ix

    (Han Shan), con un total de más de cuatro mil citas literarias—, quiero mostrarte cómo una opinión, una frase o una idea pueden contener todo el conocimiento y la sutileza del pensamiento más sugerente.

    Introducción

    Cuando decimos de algo que es un clásico, podemos estar refiriéndonos a diferentes temas: un coche, una canción, un partido de fútbol, un libro, una comida, una frase, un pensador, un escritor, etc.

    Pero ¿a quién se puede considerar como pensador o escritor clásico?

    Pienso que encontramos un buen ejemplo en los antiguos griegos, romanos, chinos, hindúes, etc., quienes, pese al paso del tiempo, continúan interesando a muchas personas porque, aunque se puedan leer de manera diferente, siempre se encuentra una cosa importante en ellos, en sus palabras.

    Sí, porque yo soy de los que creen que, hoy en día, el pensamiento y las culturas clásicas de la Antigüedad todavía despiertan mucho interés entre un amplio sector de público.

    El mismo Aristóteles, uno de los pensadores más influyentes de la historia de Occidente, pensaba que todos los hombres desean saber por una inclinación natural. Que, en cuanto que seres racionales, los humanos buscamos y tenemos pasión por saber. Ya en la Edad Media, por ejemplo, tanto el pensamiento cristiano como el musulmán y el judío fueron muy aristotélicos. De hecho, tanto él como otros muchos pensadores clásicos han tratado con acierto temas y cuestiones que, aún actualmente, nos interesan a todos los seres humanos: el sentido de la vida, la felicidad, cómo hay que dirigirse y convencer a los otros, etc. De aquí su modernidad.

    Actualmente, el mundo antiguo continúa ofreciendo toneladas de material para construir y crear permanentemente sentencias atractivas en cada momento, o para parafrasear o adaptar las propiamente antiguas.

    En mi caso en particular, poco a poco, fui trabajando en esta nueva propuesta literaria.

    Uno de los principales objetivos que me planteé fue el hecho de dar a conocer muchas personas que han sido importantes en el momento histórico que vivieron; tanto por lo que hicieron como por lo que dijeron, pero que hoy en día son unos completos desconocidos para la gran mayoría de nosotros.

    Pero, por ejemplo, ¿quién no ha leído u oído hablar, al menos alguna vez, de personajes como Alejandro Magno, Platón, Julio César o Pitágoras?

    A menudo, viajando por diferentes ciudades del mundo, tenemos la posibilidad de ver grandes cantidades de monumentos, estatuas, etc., que hay dedicados a estas personas que recibieron un reconocimiento en su momento, y que ahora son solo un espacio donde varias aves hacen sus necesidades. Qué triste, ¿no?

    No obstante, como dijo Pericles: «Ya sea para bien o para mal, hemos dejado monumentos imperecederos a nuestras espaldas».

    Pero ¿y las mujeres de aquella época?, ¿qué papel tenían?, ¿podemos también hablar de pensadoras clásicas?, ¿había entonces mujeres pensantes que se pudieran igualar a los hombres? La respuesta a todas estas preguntas es sí. La historia atestigua que existieron mujeres que —a pesar de ser muy pocas las que tuvieron el privilegio de ser elevadas al nivel de los hombres— debatían de igual a igual con ellos sobre temas como la política, la filosofía y el arte, entre otros. Algunas de aquellas mujeres fueron:

    •Teano de Crotona: matemática, filósofa y astrónoma griega. Esposa de Pitágoras y miembro de la escuela pitagórica (s. vi

     a. C.).

    •Diotima de Mantinea: filósofa y sacerdotisa griega (s. 

    v

     a. C.).

    •Aspasia de Mileto: maestra de retórica, logógrafa, científica, hetaira y médica griega (470 a. C.-400 a. C.).

    •Arete de Cirene: filósofa de la escuela cirenaica. Hija de Aristipo de Cirene (s. iv

     a. C.).

    •Agnócide: médica, comadrona y ginecóloga griega (s. iv

     a. C.).

    •María la Judía, también conocida como María la Hebrea o Miriam la Profeta: vivió entre el s. 

    i

    y el s. 

    iii

    en Alejandría. «Fundadora de la alquimia» en la época helenística y gran descubridora de la ciencia práctica.

    •Safo de Mitilene (o de Lesbos): escritora, compositora y poeta lírica griega (650 a. C.-580 a. C.).

    •Hiparquía: filósofa cínica y feminista griega (346 a. C.-300 a. C.).

    •Hipatia: matemática, escritora, maestra neoplatónica, filósofa, astróloga, inventora y astrónoma griega (355-415).

    Seguramente, muy pocas personas han tenido o tienen conocimiento de esto que acabo de comentar, pero cabe destacar que estas mujeres fueron muy reconocidas y valoradas en su tiempo. La propia Safo de Mitilene dijo: «Os aseguro que alguien se acordará de nosotras en el futuro».

    Pero, como desgraciadamente a menudo suele ocurrir, la misma historia se encargó de desdibujarlas o de invisibilizarlas. Desconocidas, olvidadas o poco reconocidas. Y yo, humildemente, pretendo sacar a la luz a algunas de ellas. Pues, tengo que decir que, de hecho, solo he encontrado citas de las tres últimas mencionadas.

    Por otra parte, también, como compilación histórica, he querido que formaran parte de esta propuesta literaria frases y pensamientos expresados por:

    •Varias personalidades que son consideradas fundadoras de diferentes religiones que hoy «continúan gobernando» el mundo actual. Por eso, aquí también podrás leer citas de Jesús de Nazaret, Buda, Lao Tse, Confucio, Mahoma, Zoroastro, etc.

    •Libros como la Biblia, el Talmud de Babilonia y el libro del Eclesiastés.

    •Figuras como Akenatón, Salomón, Aníbal Barca, Atila, san Agustín y Carlomagno. Pero también varios filósofos, escritores, etc., tanto hindúes como chinos: Kalidasa, Shantideva, Mencio, Han Shan y Sun Tzu, entre otros.

    Con el paso de los años, aprovechando una parte de mi tiempo libre para recopilar opiniones, ideas, etc. de personalidades de la Antigüedad, a pesar de que ahora no entraré en más detalles, he podido comprobar cómo algunas frases que han sido atribuidas a personalidades posteriores en el tiempo tienen su origen en los grandes clásicos. Sin ningún tipo de duda, estos últimos han sido leídos y estudiados por grandes protagonistas de nuestra historia más contemporánea.

    Sea como fuere, se trate de personas más lejanas o próximas en el tiempo, a veces podemos encontrar opiniones relacionadas con el contenido de este libro. Por ejemplo, el escritor inglés G. K. Chesterton dejó escrito que «el gran clásico es un hombre de quien se puede hacer un elogio sin haberlo leído».

    Pero a mí me gustan más las palabras del orador ateniense Isócrates, quien nos regaló esta definición: «Una colección de bellas máximas es un tesoro más estimable que las riquezas».

    Pues, estimado/a lector/a, este es mi tesoro que quiero compartir contigo.

    Leer las frases y las biografías de estas personas —tengo que reconocer que a muchas de ellas no las conocía—, no solo ha sido una experiencia muy positiva y agradable para mí, sino que también me he dado cuenta de que —una vez más y desgraciadamente—, a pesar de haber sido expresadas muchos siglos atrás, algunas de ellas hoy en día continúan siendo de plena actualidad.

    Dicho esto, me daré por más que satisfecho si con esta propuesta literaria que ahora te presento, además de despertar tus ganas de saber más sobre la persona que estás leyendo, consigo hacerte pensar y reflexionar. Porque, como dijo Hipatia, «conserva celosamente tu derecho a reflexionar, porque incluso el hecho de pensar erróneamente es mejor que no pensar en absoluto».

    Agradecimientos

    Quiero hacer un agradecimiento especial a grandes músicos —entre los cuales se hallan Joe Satriani, Craig Chaquico, Sting, Loreena McKennitt, Enya, Paul Voudouris, Chris Speeris, Himekami y Yanni—, por haberme acompañado con su música tantas horas a lo largo de este camino.

    También quiero dar las gracias a Fernando Macías y a la Editorial Caligrama por acompañarme en este segundo proyecto.

    Pero quien realmente me ha apoyado con su ayuda, su saber estar, sus silencios, su paciencia y, sobre todo, su comprensión es mi mujer. Imma, esto también es por y para ti. Por y para nosotros dos.

    A

    Accio, Lucio: poeta trágico, dramaturgo y escritor romano (170 a. C.-84 a. C.)

    1.«Que me odien, con tal de que me teman».

    2.«Desgraciado es el hombre cuya fama da fama a sus desdichas».

    3.«No creo en los augures, que enriquecen con palabras los oídos ajenos para llenar sus casas de oro».

    4.«Un hombre cuya vida ha sido deshonrosa no tiene derecho a escapar de la desgracia de la muerte».

    5.«A ti, dios santo, invicto, te invoco, dirigiendo mis preces, para que los portentos sean favorables al pueblo, a la patria».

    Agatón de Atenas: poeta trágico y dramaturgo ateniense (448 a. C.-400 a. C.)

    1.«El arte ama el azar. El azar ama el arte».

    2.«Ni siquiera los dioses pueden cambiar el pasado».

    3.«Hay una parte de probabilidad de que muchas cosas improbables pasen».

    4.IV. «Cada gobernante tiene que recordar tres cosas. En primer lugar, que gobierna hombres. En segundo lugar, que gobierna según las leyes. En tercer lugar, que no gobierna por siempre jamás».

    Akenatón: faraón egipcio (1372 a. C.-1336 a. C.)

    1.«¡Oh, único dios, como quien no hay otro!».

    2.«Cuando la virtud y la modestia iluminan sus encantos, el brillo de una mujer es más brillante que las estrellas del cielo, y la influencia de su poder es en vano de resistir».

    3.«Escucha las palabras de prudencia, da oído a sus consejos y guárdalos en tu corazón. Sus máximas son universales, y todas las virtudes se apoyan en ella, que es la guía y la señora de la vida humana».

    4.«La verdadera sabiduría está en presumir menos de locura. El hombre sabio duda a menudo. Eso cambia su mente. El tonto es obstinado y no duda. Él sabe todas las cosas, menos su propia ignorancia».

    Alcmeón de Crotona: filósofo pitagórico, médico y naturalista griego (510 a. C.-450 a. C.)

    1.«La oposición es fundamental».

    2.«La salud es la mezcla proporcionada de las cualidades».

    3.«Es más fácil guardarse de un enemigo que de un amigo».

    4.«El sueño es el resultado de un aumento de la cantidad de sangre».

    5.«La mayor parte de las cosas de este mundo son duales. Por ejemplo, lo blanco y lo negro, lo dulce y lo amargo, el bien y el mal, lo grande y lo pequeño. Todo lo demás se explica de una manera igualmente indeterminada».

    6.«El alma es inmortal y está en continuo movimiento circular. La inmortalidad es, por tanto, cíclica. En cambio, los hombres mueren porque no son capaces de juntar el principio con el fin. El mantenimiento de la vida depende del acoplamiento circular de todos los órganos en un continuo. Si esta relación se rompe, sobreviene la muerte».

    7.«El cerebro rige todo el cuerpo. Es el órgano central de toda la actividad humana, tanto psíquica como corporal. En él terminan los nervios y en él está el centro de toda la vida psíquica. A él debemos nuestras sensaciones, pensamientos y memoria. El cerebro lleva a la conciencia las sensaciones que los nervios traen desde los órganos sensoriales».

    Alejandro Magno, seudónimo de Alejandro III de Macedonia: rey de Macedonia, hegemón de Grecia, faraón de Egipto, gran rey de Media y Persia (356 a. C.-323 a. C.)

    1.«Yo no robo victorias».

    2.«No toda la luz proviene del Sol».

    3.«Mi tesoro reside en mis amigos».

    4.«No hay más mundos que conquistar».

    5.«Para mí he dejado lo mejor: la esperanza».

    6.«Dios es padre común de todos los hombres».

    7.«Si espero, perderé la audacia de la juventud».

    8.«Preveo un gran concurso de funerales sobre mí».

    9.«No hay nada imposible para aquel que lo intenta».

    10.«Los griegos no deben ser esclavos de los bárbaros».

    11.«Sinceramente, si no fuese Alejandro, sería Diógenes».

    12.«El cielo no puede tolerar dos soles, ni la tierra dos amos».

    13.«Me estoy muriendo con la ayuda de demasiados médicos».

    14.«De la realización de cada uno depende el destino de todos».

    15.«El sexo y dormir solo me hacen consciente de que soy mortal».

    16.«Una tumba es suficiente para aquel a quien no bastó el mundo».

    17.«Lucharemos para Grecia y nuestros corazones permanecerán en ella».

    18.«Al final, cuando todo se acaba, lo único que importa es lo que has hecho».

    19.«Con la actitud correcta las limitaciones autoimpuestas desaparecen».

    20.«Mientras de su lado haya más hombres de pie, en nuestro lado más lucharán».

    21.«Es mejor no tener ninguna mujer en la cena en absoluto que tener una fea».

    22.«No considerar lo que Parmenio debería recibir, sino lo que Alejandro debería dar».

    23.«¡Qué excelente caballo pierden por falta de destreza y denuedo para manejarlo!».

    24.«¡Cuán grandes son los peligros que enfrento para ganar un buen nombre en Atenas!».

    25.«Hay algo noble en escucharme a mí mismo hablando mal cuando estoy haciendo bien».

    26.«Yo preferiría vivir una vida corta y llena de gloria que una larga sumida en la oscuridad».

    27.«El verdadero amor nunca tiene un final feliz, porque no hay final para el amor verdadero».

    28.«Estoy en deuda con mi padre por vivir, pero con mi maestro (Aristóteles) por vivir bien».

    29.«Ninguna fortaleza es tan inexpugnable que no pueda entrar en ella una mula cargada de oro».

    30.«Que Dios los guarde del veneno de la cobra, los dientes del tigre y la venganza de los afganos».

    31.«El final y la perfección de nuestras victorias es evitar los vicios y enfermedades de los que sometemos».

    32.«Cuando damos a alguien nuestro tiempo, en realidad damos una parte de nuestra vida, que nunca vamos a recuperar».

    33.«Habría preferido superar a otros en el conocimiento de lo que es excelente que en la medida de mi poder y dominio».

    34.«Mis estrategas carecen de sentido del humor. Saben que, si fallo en mi campaña, son los primeros a quienes yo voy a matar».

    35.«Vamos a comportarnos de manera que todos los hombres deseen ser nuestros amigos y todos teman ser nuestros enemigos».

    36.«No tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león».

    37.«El esfuerzo y el riesgo son el precio de la gloria, pero es una cosa preciosa vivir con valor y morir dejando una fama eterna».

    38.«Amigos, ahí tenéis al hombre que se disponía a pasar de Europa a Asia: pasando de un lecho a otro ha acabado por los suelos».

    39.«El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar».

    40.«¿Será posible, amigos, que mi padre se anticipe a tomarlo todo, y no nos deje a nosotros nada brillante y glorioso en que podamos acreditarnos?».

    41.«¿No considera que un asunto digno de llanto que, cuando habiendo una gran multitud de ellos (mundos), todavía queda alguno que no hemos conquistado?».

    42.«No me siento feliz por esta victoria. Estaría alegre, hermano, si la obtuviera estando parado al lado suyo, puesto que nos une la misma sangre, la misma lengua y deseos».

    43.«Santas sombras de los muertos, yo no tengo la culpa de su destino cruel y amargo, sino la rivalidad maldita que trajo naciones hermanas y pueblos hermanos a luchar entre sí».

    44.«En cuanto a los límites de las propias labores, yo, por ejemplo, no reconozco ninguna para un hombre magnánimo, excepto aquellas que deberían conducir a logros nobles».

    45.«No tengo una sola parte de mi cuerpo, por lo menos enfrente, que no tenga cicatrices. No hay arma, que se use de cerca, o que se lance desde lejos, de la cual no lleve su marca».

    46.«Enterrad mi cuerpo y no construyáis ningún monumento. Mantened mis manos fuera, para que las personas sepan que quien ganó el mundo no tenía nada en sus manos cuando murió».

    47.«No has hecho bien en publicar tus libros de doctrina oral. Pues, ¿en qué aventajamos a otros ahora, si las cosas en las que hemos sido particularmente instruidos se revelan a todos?».

    48.«Usted teme el castigo y pide por su vida. Lo dejaré libre y usted verá la diferencia entre un rey griego y un tirano bárbaro. No espere sufrir ningún daño de mí. Un rey no mata a los mensajeros».

    49.«Sus antepasados vinieron a Macedonia y al resto de Grecia, y nos hicieron gran daño, aunque no le habíamos agredido. Me han designado líder de los griegos, y el deseo de castigar a los persas lo he tomado de usted».

    50.«Estoy involucrado en la tierra de un pueblo valiente y aguerrido, donde cada pedazo de tierra es como un pozo de acero, confrontando a mis soldados. Has traído un solo hijo al mundo, pero todo el mundo en esta tierra puede ser llamado Alejandro».

    51.«A través de todas las generaciones de la raza humana ha habido una constante guerra: una guerra contra el miedo. Los que tienen el valor de vencerlo son hechos libres. Los que son conquistados por él sufren hasta tener el valor para derrotarlo, o se los lleva la muerte».

    Anacarsis: príncipe, filósofo y sabio escita (s. 

    vii

     a. C.-s. 

    vi

     a. C.)

    1.«Cada uno de nosotros es el enemigo de sí mismo».

    2.«La vista del borracho es la mejor lección de sobriedad».

    3.«Los hombres sabios discuten los problemas; los necios, los deciden».

    4.«Es un gran mal no poder sufrir mal alguno. Es menester sufrir para sufrir menos».

    5.«El primer trago da salud, el segundo placer, el tercero vergüenza y el cuarto locura».

    6.«Hay tres tipos de hombres: los vivos, los muertos y los que navegan por el mar».

    7.«Las leyes son como las telarañas: los insectos pequeños quedan atrapados en ellas, los grandes las rompen».

    8.«No es el sonido de las palabras aquello que hace a los hombres más o menos importantes, sino el pensamiento».

    Anaxágoras: matemático, astrónomo, físico y filósofo presocrático griego (500 a. C.-428 a. C.)

    1.«Todo está en todo».

    2.«El espíritu gobierna el universo».

    3.«El origen de la inteligencia del hombre está en sus manos».

    4.«Si me engañas una vez, tuya es la culpa. Si me engañas dos, es mía».

    5.«Nada nace ni es destruido, sino que hay mezcla de las cosas que son».

    6.«De todos aquellos a quienes se tiene por dichosos, no hay uno que lo sea».

    7.«La ciencia daña tanto a aquellos que saben servirse de ella cuanto es útil a los otros».

    8.«Es preciso suponer que en todo lo que se combina hay muchas cosas de todas clases, y semillas de todas las cosas, que tienen formas diversas y colores y sabores diferentes».

    9.«La inteligencia es lo más puro de todas las cosas, es infinita, se gobierna a sí misma y no está mezclada con nada. Tiene un conocimiento total de cada cosa y es la máxima fuerza. Ordenó todas las cosas que van a ser, las que fueron, las que son ahora y las que no son».

    Anaximandro de Mileto: astrónomo, matemático, geógrafo y filósofo presocrático griego (610 a. C.-545 a. C.)

    1.«Las cosas están llenas de dioses».

    2.«La naturaleza es eterna y no envejece».

    3.«El agua es el arché (principio) del universo».

    4.«Las cosas se originan por la separación de los contrarios».

    5.«Lo indefinido es divino, pues es inmortal e imperecedero».

    6.«Lo ilimitado no tiene principio; pues, en tal caso, sería limitado».

    7.«Todos los seres derivan de otros seres más antiguos por transformaciones sucesivas».

    8.«Hay muchos mundos y muchos sistemas de universos que existen todos al mismo tiempo, todos ellos perecederos».

    9.«Los hombres aparecieron en forma de pez. Cuando fueron capaces de desenvolverse por sí mismos, marcharon a tierra firme».

    10.«Lo indefinido es ingénito e incorruptible, pues lo que comienza necesariamente tiene un fin y toda corrupción tiene un término».

    11.«La tierra es cilíndrica, tres veces tan ancha como su profundidad y solo la parte de arriba está habitada. Pero esta tierra está aislada en el espacio y el cielo. Es una esfera completa en cuyo centro se encuentra, sin apoyo, nuestro cilindro. La tierra se encuentra situada a la misma distancia de todos los puntos del cielo».

    Anaxímenes de Mileto: astrónomo, matemático y filósofo presocrático griego (585 a. C.-524 a. C.)

    1.«Filósofo es el que ya no se queja».

    2.«Sé filósofo. Pero, en medio de toda tu filosofía, sé hombre».

    3.«Es propio del filósofo poder especular sobre todas las cosas».

    4.«El filósofo no es ciudadano de ninguna comunidad de ideas. Esto es lo que lo hace ser filósofo».

    5.«Todas las cosas se originaron por el grado de condensación o enrarecimiento del aire, a causa del frío y del calor».

    6.«Así como nuestra alma, que es aire, nos conserva en la vida, el aliento y el aire envuelven y mantienen vivo al mundo».

    7.«El filósofo tiene hoy el deber de desconfiar, de mirar maliciosamente de reojo desde todos los abismos de la sospecha».

    Aníbal Barca: general y estadista cartaginés (247 a. C.-183 a. C.)

    1.«Encontraremos un camino; y si no, lo crearemos».

    2.«Dios no le ha dado al hombre un estímulo más agudo para la victoria que el desprecio de la muerte».

    3.«Libremos a Roma de este pobre viejo que tanto le causa miedo» (últimas palabras de Aníbal antes de suicidarse).

    4.«No estoy llevando a cabo una guerra de exterminio contra los romanos. Estoy luchando por el honor y el imperio. Mis antepasados cedieron al valor romano. Me estoy esforzando para que otros, a su vez, se vean obligados a ceder a mi buena fortuna y mi valor».

    Antífanes de Quíos: comediógrafo y poeta griego (388 a. C. -311 a. C.)

    1.«El afán de riquezas oscurece el sentido de lo justo y lo injusto».

    2.«¡Cómo! ¿Que se ha casado? ¡Y pensar que lo dejé gozando de tanta salud!».

    3.«Hay dos cosas que el hombre no puede esconder: su embriaguez y

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