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Leonora Carrington: Material de lectura Narrativa
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Leonora Carrington: Material de lectura Narrativa
Libro electrónico55 páginas39 minutos

Leonora Carrington: Material de lectura Narrativa

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Para este Material de Lectura, la escritora Brenda Navarro seleccionó siete relatos de la artista anglo-mexicana Leonora Carrington, célebre por sus paisajes y personajes surrealistas y quien en estas páginas se revela como una divertida, mordaz e inquietante narradora.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 ene 2024
ISBN9786073085427
Leonora Carrington: Material de lectura Narrativa

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    Leonora Carrington - Leonora Carrington

    Nota introductoria

    Un cuento de hadas mexicano

    Brenda Navarro

    Leonora Carrington (Lancashire, Inglaterra,1917-Ciudad de México, 2011) entendió desde muy temprana edad que lo más inteligente que podía hacer era habitar este mundo a través de la imaginación. La imaginación como imitación que construye posibilidades, porque se sabe que se imita para transgredir, y ella transgredió la escena artística con la convicción de que lo real no es sino el deseo de construir autenticidad cuestionando el origen. El origen es todo, por ello, combinó mitología, magia y un sentido onírico a través de su obra.

    Se dice que la artista era una inconforme de la realidad: ¿No es suficiente con que el mundo esté lleno de feos seres humanos? ¿Para qué, además, hacer copias suyas?. Y se regodeaba en lo intangible para moldearlo a su gusto. No era a la humanidad en sí, a la que rechazaba, sino la idea de reproducir el mundo desde una perspectiva materialista, y me atrevería a decir que masculina/racional/productiva. Dentro de su arte, siempre encontró la manera de enfrentarnos a la sensibilidad humana y su belleza.

    El mundo de Leonora Carrington, que se mueve entre las fronteras del surrealismo convencional, el subconsciente y la simbología, se alimenta directamente de la rebeldía que cuestionaba las limitaciones impuestas por la sociedad en la que nació. Se le llamó indomable e incluso fue internada en un hospital psiquiátrico, cuando desde la mirada del siglo XXI entendemos que lo que vivió fue una violencia de género estructural que intentaba acallar su mirada desafiante y provocadora. Por eso es tan importante su trabajo: primero, porque da cuenta de la férrea fe que tenía sobre si misma en tanto artista y mujer, y segundo, porque demuestra que no es dentro de la certeza que se crea el arte. Al contrario, es poniendo de manifiesto todo aquello que incomoda y que se quiere eliminar, sobre y dentro del espacio público. Visualizarlo, llenarlo de belleza y de verdades que no se ocultan.

    Y la verdad de Leonora Carrington existe justamente por su capacidad de inconformarse con la visión que le fue heredada y de aprehender [de] espacios ajenos que terminaron por enriquecerla. ¿Qué hubiera sido del trabajo de la artista de no haberse sentido atraída por la mitología mesoamericana y las culturas indígenas? ¿Cómo hubiera creado seres tan híbridos como universales si no se permitía combinar y destrozar postulados de las corrientes europeas? El trabajo de la artista, que se cataloga como esotérico y arquetípico, es mucho más profundo, porque lo que logra hacer a través de las distintas disciplinas en las que puso en práctica su arte es mostrarnos los miedos, los deseos, las pulsiones, la belleza y la conexión humana con el cosmos, sin el filtro de la mal entendida idea de civilización. El mundo es, existe y se materializa, pero no necesariamente a través de los lenguajes que se nos imponen.

    Pienso en la lengua materna de Leonora Carrington, en las muchas veces que tuvo que traducirse a sí misma, dependiendo el lugar que habitaba en ese momento. En la necesidad de reconocer que no todo lo indecible lo es por ausencia de palabras, sino porque a veces llegar a una idea, un trazo, un concepto, no necesita traducción y por lo tanto, una tiene la oportunidad de desprenderse —de a poco o intempestivamente— de

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