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El nirvana: Una guía práctica para emprender y materializar tus ideas
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Libro electrónico195 páginas2 horas

El nirvana: Una guía práctica para emprender y materializar tus ideas

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Ser únicos y hacer cosas diferentes es parte integral del ser humano. Crear sostiene el alma, y la necesidad de hacerlo llama a renunciar a lo establecido.

Muchos atendemos este llamado para seguir nobles ideales. Sin embargo, el mundo es cruel y no entiende de ideales; nos derriba y nos lastima para hacernos volver a lo establecido, a lo existente, a lo seguro…

Este libro es una invitación a hacer frente a las dificultades, un llamado rebelarse ante las circunstancias y lo establecido.

El nirvana no es un resultado que mostrar, sino más bien un estado al que aspirar. El nirvana va más allá de los negocios, es una invitación al atrevimiento, a crear y compartir, a descubrir lo maravilloso del proceso creativo. Es una invitación a constatar que, una vez que se encuentra el camino, se sabe dónde regresar por más.

En estas páginas se cuenta la aventura no desde la seguridad del que ya lo consiguió, sino desde la incertidumbre del atrevido que desafía las circunstancias, del que sigue creyendo que, independientemente de los resultados, no solo es posible, sino indispensable, vivir en nuestros propios términos y entregar nuestras creaciones como una ofrenda que da sentido a la vida.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 dic 2023
ISBN9788468579436
El nirvana: Una guía práctica para emprender y materializar tus ideas

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    El nirvana - Miguel Molina

    PRÓLOGO

    Originalmente pensé que el tema central de esta obra era el emprendimiento y los negocios. De hecho, el título se origina en mi obra previa Soñemos y hagamos de nuestros sueños realidad, donde en uno de los capítulos cuento mi experiencia con una empresa tecnológica.

    Dicho proyecto se gestó en una clase opcional de emprendimiento, y uno de nuestros maestros invirtió y fungió como presidente durante un tiempo. La evolución de la empresa fue lenta y aunque consiguió un margen de rentabilidad positivo, su crecimiento fue mucho más bajo de lo esperado para una empresa tecnológica. El principal limitante para la adopción masiva es que el servicio tiene un componente muy alto de consultoría, por lo que el ciclo de venta es muy largo, lo que limita el crecimiento.

    El dilema clásico de este tipo de empresas es si son consultoría o tecnología. Lo que se persigue es un producto que pueda ser adoptado masivamente, pero en la práctica es difícil de conseguir. Nuestro maestro, quien ya se había retirado de la docencia, también comenzó a retirarse de sus funciones de gobierno corporativo. Con cierta nostalgia y frustración, se despidió de nosotros compartiendo una gráfica que él llama el «dilema de diferenciación».

    En el eje X está el precio pagado o valor percibido por el cliente y en el eje Y está el costo o dificultad para servir. Un producto de bajo valor percibido y alto costo de servir es lo que él denomina «Infierno en la Tierra». Mientras que un producto con alto valor percibido y bajo costo o dificultad de servir es lo que él denomina «el nirvana».

    Inmediatamente después de la despedida busqué el significado de nirvana: «estado supremo de felicidad plena que alcanza el alma y que consiste en la incorporación del individuo a la esencia divina y es la ausencia total de dolor y de deseos».

    Desconozco si nuestro maestro encontró el nirvana en otra de sus inversiones; nosotros, evidentemente, no le dimos la satisfacción. Está claro que el nirvana es difícil de conseguir.

    De hecho, mi pensamiento original era compartir mi experiencia hasta demostrar haberlo conseguido en mi empresa The Botanist Living.

    Emprendimiento que comencé en 2014, originalmente como The Botanist Body Care; con comentarios positivos del público, me aventuré a abrir múltiples puntos de venta, pero pronto descubrí que el punto de equilibrio no era fácil de alcanzar y enfrenté otros problemas, como una demanda para cancelar mi marca registrada en EE.UU.

    Las ventas no despegaron como esperaba y la pandemia eventualmente me forzó a hacer una pausa, hasta que después de examinar mis esfuerzos pasados con atención, descubrí un tesoro de herramientas que había pasado por alto en mi «baúl de los intentos».

    Con esta nueva perspectiva, reinventé la marca, pasando de The Botanist Body Care a The Botanist Living, adicionando nuevas líneas como Green Bouquets, Wood Works y Aromaterapia. Combiné todo en lo que estaba involucrado en un punto central para ofrecer productos al consumidor final.

    A pesar de que aún queda un largo camino por recorrer para que The Botanist Living se convierta en una marca de calibre internacional, creo firmemente que puedo lograrlo y me he comprometido en convertirla en la primera de muchas marcas de calibre internacional originadas en Honduras. Es así que pensé en publicar esta obra hasta poder demostrar y relatar cómo lo conseguí.

    Sin embargo, al ir desarrollando el contenido, me di cuenta de que no estaba completamente convencido de esta idea. Es una de las grandes ventajas de escribir: te ayuda a aclarar tus pensamientos y entenderte a ti mismo. Por eso, cuando me preguntan por qué escribo y para quién escribo, mi respuesta es que principalmente escribo para mí, para organizar mis pensamientos.

    Después de mucho reflexionar, descubrí que el tema central de esta obra no eran los negocios ni el emprendimiento, sino crear y compartir. Esta revelación no solo se aplica a la obra, sino también a mi propia vida, pues me di cuenta de que lo que realmente me mueve es precisamente eso: crear y compartir. En el fondo, los negocios son un medio más de expresión.

    La palabra y la creatividad son dos de las características distintivas del ser humano. La escritura creativa conjuga ambas, a la vez que deja una constancia perdurable de nuestra humanidad. Posee la capacidad de traspasar fronteras, de conectar, de conmover y de transformar.

    Siendo así, concluí que el nirvana no es un resultado que mostrar, sino más bien un estado de nuestro ser al que aspirar. De tal manera que no hay absolutamente nada que esperar ni demostrar. Al contrario, la escritura es parte integral del proceso para organizar mis ideas y caminar hacia mi objetivo de compartir. Pues al escribir, no solo estoy compartiendo mi historia, sino también aprendiendo y refinando lo que deseo llevar a la práctica. Con suerte, esta experiencia no solo me servirá a mí, sino también a otros emprendedores y a cualquier persona que enfrenta obstáculos en su aspiración de crear y compartir.

    Es así que voy a contar esta aventura no desde la seguridad del que ya lo consiguió, sino desde la incertidumbre del atrevido que desafía las circunstancias, del predicador empecinado que afirma que el fracaso no es derrota, del que sigue creyendo que independiente de los resultados, su mejor obra está por venir y que no solo es posible, sino que indispensable vivir la vida en nuestros propios términos para poder entregar nuestras creaciones como una ofrenda. La contaré desde la ilusión del soñador que se rehúsa a resignarse y que cree firmemente que los hondureños podemos.

    INTRODUCCIÓN

    Ser únicos y hacer cosas diferentes es parte integral de nuestro ser; es nuestra individualidad, tan importante como el alimento o el oxígeno que sostiene nuestro cuerpo. El acto de crear sostiene nuestra alma, ya sea en el arte, la ciencia o los negocios. Esta necesidad nos llama de forma incesante, nos invita a experimentar, a probar, a renunciar a lo establecido. Muchos seguimos este llamado persiguiendo nobles ideales.

    Sin embargo, el mundo es cruel y no entiende de ideales ni de intenciones. Así, nos golpea con un garrote, humillándonos una y otra vez, hasta que nos domestica, nos normaliza y nos moldea según lo existente y conocido. Hasta que la gran mayoría se adapta y va dejando la ilusión de ser diferente para conformarse con lo establecido, ya sea por presiones económicas o simplemente por puro agotamiento.

    Cada día, miles o incluso millones de personas se aventuran a emprender con la aspiración de tener éxito, entendiendo el éxito como la capacidad de compartir nuestras creaciones de manera económicamente viable. Nadie que inicie un negocio legítimo busca otra cosa. En las Escuelas de Negocios se habla hasta el cansancio sobre cómo encontrar el éxito, aunque a menudo esas palabras provienen de personas que nunca han emprendido un negocio.

    En la práctica, son muy pocos los que logran la tan ansiada diferenciación, muy pocos los que encuentran el nirvana. No abundan casos como Nike, Apple o Tesla. Y esto no se debe necesariamente a la falta de talento; he experimentado que personas con gran intelecto no son garantía de éxito, pero también he visto lo contrario, personas que no creerías que tendrían tanto éxito lo consiguen.

    Independientemente de los resultados y dificultades, resignarnos no significa que estemos a salvo. Por el contrario, la individualidad y diferenciación se vuelven cada vez más relevantes tanto para personas como para empresas. La ventaja competitiva se vuelve cada vez más efímera; incluso la propiedad intelectual es desafiada, considerando que la inteligencia artificial permite hacer sentido de enormes cantidades de información sin referir fuente. En otras palabras, lo que ya existe es cada vez más fácil de descifrar y encontrar.

    Para brindar contexto desde el punto de vista de negocios, intentaré definir el nirvana al que me refiero. Esta definición puede ser tan compleja o tan sencilla como deseemos, pero dado que este no es un libro académico, la definición será simplista.

    El nirvana es un emprendimiento que surge desde cero y logra construir una base de fans que ama sus productos/servicios, lo que les permite generar y controlar su propia demanda. Logran esto ofreciendo algo diferente, una o muchas creaciones de alto valor para sus clientes.

    Presento esta descripción porque, además de mis propias experiencias, utilizaré ejemplos de emprendimientos o emprendedores a lo largo del libro para obtener pistas en mi propio camino y también para ayudar a aquellos que se encuentren en un proceso similar.

    Recordemos que el punto de partida es el dilema de la diferenciación. En otras palabras, la búsqueda consiste en determinar cómo nuestro producto o servicio se diferencia del resto para ofrecer un mayor valor percibido a los clientes. Ahora bien, la diferenciación está estrechamente ligada a la innovación. No podemos esperar alcanzar el nirvana si ofrecemos lo mismo que los demás. Además, nuestro nirvana no será duradero si nuestra oferta y nuestros productos no evolucionan. Por lo tanto, podemos afirmar que la innovación es indispensable para lograr la diferenciación (el nirvana).

    Para comprender mejor la diferenciación, tomaré prestados los conceptos de David Kord Murray expuestos en su libro Borrowing brilliance. Murray sostiene que no existen ideas completamente nuevas, sino más bien una continuación de ideas previas. Las ideas, al igual que los productos y servicios, evolucionan con el tiempo.

    En el pasado, los productos y servicios eran iguales entre sí, sin diferenciación. El jabón era jabón y la cerveza era cerveza. En ese entonces, la escasez impulsaba el mercado y el precio del producto era el factor diferenciador más importante.

    En el siglo XVIII, el economista Adam Smith no mencionó las marcas en su concepto de mercado libre. Los productos eran simplemente copias unos de otros. En el siglo XIX, el éxito empresarial estaba impulsado por los costos, y la innovación y la diferenciación se centraban en la maquinaria y los procesos productivos, no en los productos o su comercialización. A mediados del siglo XIX, las fábricas comenzaron a utilizar sellos de hierro para marcar los barriles con sus productos, lo que llevó al surgimiento del concepto de marca y la diferenciación del producto.

    Para profundizar en estos conceptos, también utilizaré las ideas presentadas por Daniel H. Pink en su libro A whole new mind. Pink describe la evolución económica como los actos de una película, donde la sociedad son los actores.

    El primer acto es la era agrícola, en la que el agricultor era el protagonista y el trabajo consistía en labores agotadoras en el campo.

    El segundo acto comenzó en el siglo XIX y Pink lo denomina la era industrial. En esta era, el protagonista era el obrero industrial y el trabajo se definía por largas horas realizando tareas tediosas y repetitivas.

    El tercer acto es la era de la información, que comenzó a finales del siglo XX. En esta era, los protagonistas son los trabajadores del conocimiento y la mayoría de nosotros pertenecemos a esta era en la que el trabajo está definido por el manejo y diseminación de grandes cantidades de información.

    Sin embargo, en el siglo XXI, la información se ha vuelto accesible para todos, lo que nos ha llevado a la nueva era que Pink llama la era conceptual. En esta era, el protagonista será el trabajador creativo y la naturaleza del trabajo cambia del manejo de información existente a la creación de nueva información. En la era conceptual, para sobresalir, el trabajador creativo debe saber lidiar con la ola de innovación y pasar de ser administrador y consumidor a ser creador de nueva información.

    Pink publicó su libro A whole new mind el 24 de marzo de 2005. Mencionó estos dos ejemplos, ChatGPT y Canva, para afirmar que su planteamiento fue acertado y que actualmente nos encontramos en plena era conceptual. En un mundo donde todos tenemos acceso a la misma información y la inteligencia artificial supera en muchas tareas, lo único que puede proporcionarnos una ventaja competitiva es lo que nos hace especiales: nuestra forma de ver el mundo, nuestra capacidad para relacionar información y desarrollar nuevos conceptos, y la habilidad de contar historias que apelen a los sentimientos y den significado a los demás y a nosotros mismos.

    Regresando a los ejemplos de ChatGPT y Canva, ellos representan claramente la realidad de estar en plena era conceptual. ChatGPT permite a los usuarios interactuar con modelos de lenguaje de última generación, facilitando la investigación y la obtención de respuestas de manera eficiente. Canva, por su parte, ha democratizado el diseño gráfico al proporcionar plantillas y diseños sugeridos que facilitan el manejo de la imagen. Sin embargo, en casos donde se requiere crear una marca innovadora que estimule

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