Me Gané

Por Osmery Chirinos

En esta carrera que llamamos vida, muchos de nosotros llegamos a ese momento donde nos hacemos preguntas, pero hay pocas respuestas; esto hace que generemos frustraciones y enredos dentro de nosotros mismos; pero lo que muchos no vemos es que la vida es como un juego.

En estas páginas elaboradas con mucho amor y dinamismo te enseño las posibles respuestas a todas esas preguntas que rondan en nuestra cabeza. Te llevaré de la mano a mirar por medio de otro ángulo, un ángulo que quizás siempre estuvo ahí y nunca lo has notado.

Te acompaño a ganarte a ti mismo.

• Idioma: Español
• Editorial: Osmery Chirinos
• Fecha de lanzamiento: 19 oct 2023
• ISBN: 9798223384274

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AGRADECIMIENTOS

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Es difícil poner en palabras el sentimiento que nace de la gratitud. Gracias al ser supremo, por darme la vida y enseñarme a vivirla. Dios tiene una manera muy interesante de enseñarnos, cuando tomamos la decisión de escucharlo.

Gracias a mí, por mi templanza, fortaleza y valor para enfrentarme a mí misma, por mi voluntad y lealtad a lo que quiero ser y por mirarme con respeto aun en tiempos difíciles.

Gracias a todas las personas que nombro en este libro, porque ellos me estimularon a ver la vida desde un ángulo que yo sola jamás podría haber contemplado. De aquí la importancia de las personas que nos rodean. A todos ustedes, gracias, por ayudarme a ser mejor persona. Gracias por sus opiniones y por esa manera en apariencia sencilla de mostrarme cómo abordar los temas que tienen que ver con la complejidad de la vida cotidiana, porque no sólo penetraron mi consciencia, sino que también me inspiraron a escribir este libro, con el que deseo profundamente poder inspirar y ayudar al cambio y evolución de alguien más. Comparto lo aprendido con más personas para la construcción de una mejor comunidad.

Gracias a mis padres, por darme lo mejor de ustedes. Sin duda los volvería a elegir. Son mis más grandes maestros, Oswaldo Chirinos y Zoraida Ulloa.

Gracias a mis maestros más fuertes, Jeisser Rafaela, Helen Raciel y Leonel Rivero, por su tolerancia, respeto y resistencia, y por acompañarme en mi proceso con tanto amor.

Gracias a mis guías Rafael Emilio Chirinos, Nathaly Colmenares y Pablo Insunza, por esa sugerencia a tiempo, por alentarme en momentos de turbulencia, por compartir un poco de su riqueza humana y por creer en mí y en mi equipo. Que Dios los bendiga a todos.

Gracias por inspirarme, Santiago Molano y Camilo Russi, porque fue de su voz que comprendí otra forma maravillosa de ver la vida y su complejidad. Fue su voz la que abrió el espectro de mi conciencia. Dios los bendiga.

Gracias a mi psicólogo Rene Mancilla, quien me invitó a descubrirme y de alguna manera sembró en mí la semilla de la curiosidad, para ir en busca de mí, a través del autoconocimiento, y mostrarme las herramientas para descifrarme.

Y, en definitiva, gracias a los que ya no se encuentran en este mundo. A ellos los menciono durante el desarrollo de este libro ya que su legado me nutrió para la construcción de este trabajo. Gracias a todos los filósofos, científicos, humanistas y maestros, entre otros. Eternamente, muchas gracias.

PRÓLOGO

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Hay veces en que todo lo que planeaste tiene que derrumbarse, tiene que ser destruido, para que todo por lo que rezas y sueñas pueda reconstruirse. Reconocer el vínculo que existe entre nosotros, la naturaleza, el universo y nuestra herencia divina es lo que abrirá el camino que nos lleve a la libertad, y a ese bendito final de entender y reconocer nuestra humanidad.

Pero, ¿qué es la libertad? Debemos comprenderla desde su naturaleza filosófica, porque la palabra libertad ha sido entendida de muchos modos en el transitar del tiempo, desde Platón a Jesucristo, entre otros. En este prólogo, los tomaré a ellos dos como referencia. De este modo, una de las definiciones de libertad podría referirse a no ser esclavo. Un esclavo es aquel que carece de derechos propios y está sometido a la voluntad y dominio de otros. Abro paréntesis: esa definición de esclavo me recuerda un poco a nuestra forma de vivir, porque cualquier cosa que nos somete, que manda o decide por nosotros nos quita libertad. Mirando como espectador este concepto, me di cuenta que los primeros que atentamos contra nuestra libertad somos nosotros mismos. Cierro paréntesis.

En la antigua Grecia, libertad significaba la capacidad de decidir que tenían los ciudadanos, peeero tenías que ser hombre, adulto y de buena posición social, de manera que ese concepto inicial de libertad era selectivo y condicionado. Por otro lado, el maestro Jesús planteó la libertad como el hecho de conocer la verdad, y la verdad os hará libres. Aquí me detengo y continuo mi prólogo, porque lo que busco es mostrarte esa gran verdad: que la verdad la debes razonar tú mismo, porque cada uno de nosotros tiene verdades diferentes. Aclaro que estoy hablando de una libertad interior, y es que realmente se es libre cuando se sigue la propia razón.

Los seres humanos somos tan libres que podemos escoger nuestra propia esclavitud, pero no lo sabemos. Estamos condenados a ser libres, pero no lo sabemos hacer, porque no conocemos nuestras razones. De hecho, una vez que entiendes esto, no puedes ir en busca de esa libertad siendo la misma persona. Se requiere destruir lo que crees que eres para ir en busca de tu razón, y eso se logra haciendo cambios en ti. El obstáculo se presenta justo aquí, en el cambio, porque nadie quiere autodestruirse.

Tengo que hacer cambios en mí, porque si yo desconozco mis razones, es decir, el por qué quiero lo que quiero y de dónde me nace ese deseo de querer lo que quiero, por qué me afecta lo que me afecta, si no puedo responder esto, quiere decir que no me conozco lo suficiente, y seguiré siendo preso o esclavo de esas emociones. De hecho, la libertad no se puede definir. No existe un concepto real de la libertad, porque los conceptos tienden a encasillar, encierran lo definido, así como no se puede definir a la humanidad, ni a Dios ni al Amor, porque son infinitas sus formas de manifestación, según la naturaleza de cada quien.

Reconocer el vínculo que tenemos con la naturaleza y con nuestro gen divino es entender y ser coherentes con lo que pensamos, lo que sentimos, lo que decimos y lo que hacemos, pero esa conexión no está clara en nosotros, o por lo menos, en la mayoría de nosotros no lo está. La libertad interior es observada en nuestra realidad exterior. Allí es donde la veremos plasmada y materializada en nuestra vida y nuestras relaciones, en nuestra forma de hablar, que nace de nuestra forma de pensar, y esta, a su vez, se forma de todo aquello que creemos. Dicho de otro modo, de tus creencias se forman tus pensamientos y se manifiestan en tu hablar. A menudo, vemos disonancia o sentimos incongruencia en estas conexiones. Pareciera que tus creencias no son compatibles con tu manifestación verbal, o que tu hablar no está siendo coherente con tus creencias. A veces, tu pensamiento no está alineado con lo sientes, y no sabes por qué. Y crees que es normal. Si en mis oraciones, peticiones y plegarias, deseo algo grande e importante para mí, debo estar preparado para ese siguiente nivel que estoy deseando, para esa vida que estoy anhelando, que, al ser más grande o más ambiciosa, trae grandes implicaciones. Todos queremos ser dueños de grandes cosas y protagonizar grandes hazañas, pero ninguno está dispuesto a pagar el precio. El precio que se paga es ese cambio gradual en nosotros mismos, y no lo queremos pagar porque, en ese cambio, se pierden, destruyen o transforman algunas cosas y personas.

Es que, en definitiva, la vida está diseñada para que la vivan los más preparados, y esa preparación se logra desde adentro, con procesos, con trabajo, entendiendo que no todos vinimos a lo mismo ni deseamos las mismas cosas, y por ende, no tenemos los mismos procesos ni el mismo camino para alcanzar la razón y sentir esa libertad. Sólo conociendo esa gran verdad, que está dentro de nosotros, aparece esa hermosa libertad de elegir lo que realmente queremos hacer, ser y vivir.

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Mi pueblo perece por falta de conocimiento

Oseas 4:6

INTRODUCCIÓN

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Abandonado el ego comienzan los milagros. Olvida lo que eres porque lo que eres es creación de los demás. No confundas la actividad con la vida.

Facundo Cabral

Frases como estas y más han transformado mi vida. Me hicieron sentir