El liberalismo y la sociedad libre en el siglo XXI

Por Brad Lips y Colleen Cummings

En 2021, el mundo está saliendo de una extraordinaria crisis sanitaria. Ahora se enfrenta a una extraordinaria crisis de libertad.

El Liberalismo y la sociedad libre en el siglo XXI, de Brad Lips, examina con sobriedad cómo las

• Idioma: Español
• Editorial: Atlas Network
• Fecha de lanzamiento: 24 may 2022
• ISBN: 9781737723080

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PRESENTACIÓN

Liberalismo para hoy y mañana

No sé cuántas veces he escuchado que el liberalismo está muerto, que los tiempos han cambiado, que la sociedad tiene hoy otras prioridades. También he leído numerosos artículos y libros de quienes se dicen «liberales», pero proponen políticas públicas que restringen las libertades. A todos ellos hay que ponerles un alto.

No, las políticas realmente liberales no solo no han fracasado, sino que han promovido el «gran enriquecimiento», como lo ha llamado la economista estadounidense Deirdre McCloskey. Las personas que hoy viven en países que adoptaron un sistema de libertades individuales son hasta 30 veces más ricas de lo que eran antes del liberalismo. Muchos de los problemas que hoy se achacan al liberalismo son más bien producto de las restricciones que los gobiernos han impuesto a las libertades individuales en las últimas décadas. La solución no radica en adoptar nuevas restricciones y prohibiciones, sino en recuperar las libertades que los gobiernos nos han venido socavando.

Brad Lips ofrece en este libro una reflexión indispensable sobre los logros del liberalismo, pero también sobre los retos que enfrentan la filosofía y la práctica de la libertad. Entiende que en estos tiempos el liberalismo se enfrenta «a los vientos de la derecha populista y de la izquierda colectivista», pero es muy preciso cuando señala: «Para nuestro movimiento por la libertad, el camino a seguir debe centrarse en la dignidad humana».

Efectivamente, más que defender la libertad porque trae beneficios económicos y sociales, que los trae, hay que impulsarla porque es el cimiento de la dignidad humana. Si no se nos permite tomar nuestras propias decisiones, aunque podamos cometer errores, se está violando nuestra dignidad como personas.

Los amantes de la libertad, sin embargo, debemos aprender a explicar mejor nuestra causa. Los defensores de las prohibiciones y las restricciones, ya sea de izquierda o de derecha, han provocado miedos enormes a la libertad. Por eso es tan importante que hoy comuniquemos a la gente, a los pobres y a los ricos, y por supuesto a las crecientes clases medias, que la libertad no solo nos hace más prósperos y disminuye la pobreza, sino que, sobre todo, nos permite preservar nuestra dignidad como seres humanos.

Ricardo B. Salinas Pliego

Presidente, Grupo Salinas

PRESENTACIÓN

El liberalismo, una pasión compartida

Si hay algo en relación con la libertad que se hace cada día más claro es el hecho de que la libertad es un estado, capacidad o condición que no forma parte de la naturaleza del ser humano, pero sí de sus expectativas, de sus fines, de aquello que anhela y por lo que se moviliza, trabaja, combate, conquista. De manera que para alcanzarla es necesario estar en permanente vigilancia de sí mismo tanto como de las sociedades de las que formamos parte. Es muy fácil en ocasiones, incluso de manera inconsciente, que cedamos libertades sin darnos cuenta, porque así parece pedírnoslo el cumplimiento de un bien común. Es el sueño o la utopía de los Estados que prometen el cumplimiento de una vida idílica y terminan estableciendo inmensas cárceles del espíritu y del cuerpo, como sucedió con todos los Estados del llamado socialismo real y con muchos de épocas recientes donde al socialismo se unen las visiones populistas, muy difundidas en América Latina.

Desde el momento de su fundación, en 1984, Cedice Libertad se ha comprometido a trabajar por la libertad individual, económica, los derechos humanos y la economía de mercado, buscando con ello el establecimiento de gobiernos y sociedades verdaderamente democráticas y responsables.

Esa es la misma razón que nos ha llevado a publicar la traducción al español de este importante libro de Brad Lips: El liberalismo y la sociedad libre en el siglo XXI, con uno de nuestros grandes aliados, Atlas Network, institución de la cual Brad Lips es director general desde 2009.

En este obra, Lips, en el contexto de la pandemia que ha enfrentado la humanidad –la cual, hay que decirlo, ha dado pie para que muchos gobiernos de distinto tipo hayan coartado libertades que han costado mucho conquistar– traza un repaso general del movimiento por la libertad, evalúa el estado del liberalismo y la sociedad libre con ejemplos del mundo entero e instrumentos de medición creados para ello, y bosqueja, por último, el «camino a seguir», pero plenamente consciente de que no hay uno solo, sino muchos y desde distintos flancos. Invitamos a leer y compartir este importante texto que nos invita a continuar la tarea en pro de las Ideas de Libertad.

Carlos H. Blohm

Presidente, Cedice Libertad

PRÓLOGO

Los desafíos de la libertad en una era de incertidumbre radical

El 2021 comenzó con una esperanza colectiva cuyo deseo era ver la luz al final del túnel, en este episodio de nuestra historia tan «atípico» que se nos vino encima con la pandemia del Covid-19. Sin embargo, a pesar de los avances alcanzados con las vacunas y el rebote económico en varias sociedades, seguimos aún sin un sendero claro a la vista, y más bien frente a la aparición de nuevas cepas del virus, que amenazan con regresar a las sociedades a ese mundo zombi donde no hay demanda ni oferta, y donde el largo plazo son las 5 p. m. de la tarde.

En palabras de Mervyn King, afamado exgobernador del Banco de Inglaterra, enfrentamos un escenario de «incertidumbre radical» caracterizado por el miedo generalizado ante centenares de vidas perdidas y el colapso de los sistemas de salud, sobre todo en economías emergentes. De hecho, los expertos en la materia confirman que debemos empezar a ver el futuro como uno donde los humanos aprendan a convivir con el Covid-19 y sus variantes, presentes y futuras, en vez de seguir en modo de «espera» hasta que el bicho desaparezca.

Por otro lado, sociedades alrededor del mundo (particularmente en América Latina) han mostrado un fuerte malestar colectivo, ante las terribles consecuencias económicas ocasionadas por el colapso de las actividades y el comercio que representó la pandemia. Se cayó la demanda, pero también la oferta; el comercio exterior se concentró solo en lo esencial. Las deudas, públicas y privadas, explotaron; y con ello, los déficits fiscales y el deterioro en los balances financieros de empresas, familias, y vaya, también en los bolsillos de la gente de a pie.

En el campo político, autócratas de todos colores y sabores (derecha, izquierda, arriba, abajo, del centro, lo que sea) han aprovechado la tempestad para montarse en una nueva ola de lo que Mario Vargas Llosa caracteriza como «caudillismo rampante» –desde el despotismo de Ortega, que ha metido en la cárcel a todo aquel que se le ha puesto enfrente en Nicaragua, hasta una ola de prohibiciones sobre qué hacer, cómo y cuándo hacerlo– a veces, independientemente de si un individuo está vacunado, o se ha administrado los boosters consecuentes. En palabras de la revista The Economist, estamos en la antesala del surgimiento de un bossy state, donde el gobierno expande su alcance para normar todos los aspectos de la vida de los ciudadanos –como si fuéramos, según la nueva autocracia, «pobres animalitos» necesitados del criterio y el cuidado de lo que Octavio Paz llamó el «ogro filantrópico».

Empero… tal como ironizaba George Orwell en su magnífica alegoría Rebelión en la granja, una vez que los cerdos se consolidan en el poder: «todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros». Así parece estar sucediendo en varios de los rincones de la polis global.

Este trabajo de Brad Lips, El liberalismo y la sociedad libre en el siglo XXI, es una contribución fundamental a los debates en torno a los desafíos de la libertad en nuestro momento actual. Sin desconocer el complejo escenario que atraviesa el movimiento de la libertad, el libro también pone en contexto las oportunidades para redefinir la misión y la visión sobre las ideas de libertad, como un sendero que nos da un sentido de esperanza cautelosa, pero a la vez un llamado que nos obliga, en el campo de las ideas, a pensar «fuera de la caja» e impulsar los principios de la democracia liberal, reimaginando narrativas que permitan una expresión clara y convincente de estas ideas en vox populi.

Brad Lips nos invita a considerar las interrogantes fundamentales ante el desafío de avanzar en dirección de una cultura de libertad –por ejemplo, explorar los caminos que nos orienten hacia una sociedad libre en un escenario pospandemia, o el desarrollo de políticas públicas inteligentes que ataquen con todo para poner fin a la pobreza generalizada, así como deconstruir la red de clientelismos que tanto daño ha hecho a nuestras sociedades (el «cáncer del amiguismo»), por no decir la nueva política identitaria (ellos contra nosotros, los buenos contra los malos) que ha surgido, y que anima la enorme polarización en los debates de la plaza pública. Las ideas de la libertad no son producto de una etiqueta vacía (digamos, esa tonta palabra que merece una moratoria, el «neoliberalismo»), ni de un manual predeterminado, ni mucho menos del monopolio intelectual de lo que William Easterly ha denominado «la tiranía de los expertos».

El liberalismo bien entendido, las ideas de la libertad, son parte de una tradición dinámica, donde hay y debe haber diferencias de opinión, y donde el gran enemigo es el autócrata, el farsante que presume saber más que todos los demás, aquel que cae en la fatal arrogancia de decirnos cómo se debe vivir la vida de los individuos, e imponer un «modelo» preconcebido de ingeniería social. La libertad, al fin y al cabo, parte del propio hecho de tener autonomía para elegir. Esa es una decisión individual, donde todo debe ser tolerable en la medida en que no implique una violación de los mismos derechos de mi vecino, de mi conciudadano, de mi socio comercial, de mi protagonista o de mi antagonista.

En este sentido, 2021 marcó una fecha fundamental, un auténtico parteaguas en el movimiento de la libertad, para pensar y repensar los temas claves, para entender las causas y consecuencias de los desafíos. El presente ensayo es, valga la redundancia, un ensayo en «inteligencia», que se anima a poner sobre la mesa diversos temas fundamentales, pero que, en un espíritu abierto de ensayo y error, de tolerancia y de temperamento liberal, se apoya en varios representantes para plantear las preguntas difíciles, a modo de entrevistas con voces relevantes del movimiento de la libertad en diversas regiones geográficas del planeta.

Así visto, el producto final aquí presente es un ejercicio comunitario, de varios autores, varias voces, así como una amplia gama de temas. Es, pues, un excelente ejemplo para continuar en futuras publicaciones, y que valida ese maravilloso lema popular en sociedades latinoamericanas, «hablando se entiende la gente».

Es por ello por lo que la innovación, la adaptabilidad y la disrupción tecnológica exigen una sociedad abierta, que respete la libertad de elegir, la libertad de seguir nuestros propios senderos. La libertad no tan solo es un valor en sí misma, sino la única opción viable para recuperar una normalidad que sea congruente con la prosperidad incluyente. El odio y la división polarizante de los caudillos son eso, odio y división.

El gran reto, a partir del 2021, de cara a la próxima década, es tomar en serio el concepto The Path Forward –el camino a seguir–, viendo hacia el futuro, conscientes del presente, pero siempre fieles y atentos a observar y evaluar lo que ha sucedido en el pasado. Una de las conclusiones del libro subraya la importancia de esta reflexión, de este diálogo alrededor del mundo: el futuro pertenece a quienes «abrazan la razón, la civilidad, y la oportunidad» para salir adelante, para cosechar prosperidad incluyente y progreso humano.

Ese es el sendero de la libertad para nuestras sociedades.

Felicidades a Cedice Libertad (Venezuela) por el esfuerzo de traducir este ensayo y a Caminos de la Libertad (México) por su importante apoyo en publicar el libro; y gracias al autor, Brad Lips, por darse a la tarea de trazar, en medio de esta era de incertidumbre radical, el camino a seguir para las ideas de la libertad.

Roberto Salinas León

Director, Centro Latinoamericano, Atlas Network

Enero 2022

INTRODUCCIÓN

El significado que le demos al 2020 depende de lo que venga a continuación

1776. 1848. 1917. 1989.

Hay determinados años en los que el curso de la historia ha dado un giro brusco, a veces para bien y otras para mal.

¿Acabamos de vivir uno en 2020?

¿Las restricciones impuestas para hacer frente al COVID-19 nos han llevado a una «nueva normalidad» que nos ha dejado menos libres que antes?

Es posible que tardemos años en responder a esta pregunta; al igual que los significados completos de 1776 y 1917 no fueron inmediatamente obvios. No está predestinado que el futuro sea menos libre, menos seguro o próspero que el rumbo que llevábamos en 2019. Hay un número menor de futuros alternativos que parecen muy plausibles desde mi punto de vista, mientras este libro se imprime en junio de 2021 (versión en inglés). Cuál de ellos viviremos, todavía es una pregunta que está muy en el aire.

¿Qué cree usted sobre el futuro del liberalismo? ¿Es un sol naciente o poniente el que aparece en la portada de este libro?

Si piensas como yo, tienes la esperanza de que estamos, de hecho, en los albores de una nueva era para la sociedad libre. En este escenario, el futuro no solo verá la supervivencia de la democracia liberal, sino su florecimiento.

Será un futuro que ofrezca dignidad, oportunidades económicas e igualdad jurídica a todas las personas.

Un futuro en el que nuestros problemas más acuciantes se resuelven mediante la experiencia ascendente de innumerables innovadores.

Un futuro que acabe con los «privilegios» otorgados por el gobierno que, estoy convencido, algún día parecerán tan anacrónicos como los títulos de nobleza.

Tal vez usted no se limite a alentar este futuro, sino que trabaje activamente por él e invierta en él. Si es así, este libro –que es una evaluación del estado del liberalismo¹ y la sociedad libre en 2021– se ha escrito pensando en usted.

Mi público objetivo se compone principalmente de integrantes de lo que llamamos el «movimiento de la libertad». Son personas que creen que la libertad es un fin noble en sí mismo y también el catalizador esencial para producir otros resultados importantes: paz, prosperidad, tolerancia y enriquecimiento cultural, entre otros. Los miembros del movimiento de la libertad entienden que si bien hay un momento y un lugar para la política partidista, nuestras energías y recursos pueden tener un mayor impacto promoviendo y popularizando los principios liberales clásicos. Muchos miembros de este movimiento dedican sus carreras o su filantropía a organizaciones que colaboran con Atlas Network, en la que trabajo desde 1998 y de la que soy director general desde 2009.

Por supuesto, tengo la esperanza de que este libro llegue no solo a mis allegados dentro del movimiento por la libertad, sino también a un público más amplio. Llamémosles los «libercuriosos». Se trata de personas que pueden poner una etiqueta diferente a su ideología, o ninguna, pero que están lo suficientemente preocupadas por el rumbo de la sociedad como para querer explorar nuevas perspectivas para comprenderla.

Si acabo de describirlo a usted, querido lector, le agradezco que se interese de verdad por cómo las nuevas ideas y coaliciones pueden alejar las amenazas a la sociedad libre y ayudar a más personas a alcanzar sus sueños.

El libro está organizado en tres partes:

La primera parte examina el pasado y el presente del movimiento por la libertad.

El cuadragésimo aniversario de Atlas Network hace que sea un momento oportuno para examinar los avances de la libertad en las últimas décadas, que han sido alentados –y, a menudo, apoyados– por los socios visionarios de Atlas Network.

En esta sección, hago observaciones sobre el estado del movimiento por la libertad basándome en la información que he recogido de los socios y aliados de nuestra red.

Hago especial hincapié en el innovador trabajo reciente de los socios de Atlas Network –documentado en este volumen con un fotoperiodismo realmente magnífico– que transmite cómo la libertad y la dignidad son los denominadores comunes del liberalismo.

La segunda parte evalúa el estado del liberalismo y la sociedad libre en todo el mundo, utilizando una serie de índices que miden la libertad y las instituciones que la sustentan.

Entre ellos, hay un nuevo proyecto de investigación que me enorgullece haber ayudado a desarrollar: el Índice