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Elogio de la irreverencia
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Libro electrónico119 páginas1 hora

Elogio de la irreverencia

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El 7 y el 8 de marzo de 2007, tuvo lugar en París el juicio de "las caricaturas", con repercusión mundial. Un año antes, el semanario satírico Charlie Hebdo había decidido publicar unas caricaturas del profeta Mahoma, acompañadas por un llamado a la lucha contra el islam radical. En la portada se veía al Profeta desbordado por los integristas, tomándose la cabeza y exclamando: "¡Qué difícil es ser amado por imbéciles!".
El semanario fue llevado a juicio por asociaciones e instituciones —entre ellas, la Mezquita de París— que exigían la censura del periódico. En esos dos días estuvieron en juego el derecho a burlarse de las ideas y de las religiones, el derecho a la caricatura, el derecho a la irreverencia, el derecho a la ironía salvadora. Los debates fueron ásperos.
Este libro expone los alegatos de Richard Malka y Georges Kiejman, soberbios elogios a la libertad de pensamiento y de defensa del derecho a reírse, no de las personas, pero sí de sus ideas. Se confían al lector las tiernas armas democráticas para seguir riendo, creyendo o no creyendo en nada.
Años más tarde, Charlie Hebdo conocería el drama del atentado del 7 de enero de 2015 con su cortejo de muertos. Este juicio de 2007 es histórico y constituye el ensayo original de un drama que no deja de repetirse.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento29 mar 2023
ISBN9788419496737
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    Elogio de la irreverencia - Richard Malka

    Georges Kiejman

    Richard Malka

    Elogio de la irreverencia

    Traducción: Iair Kon

    Cet ouvrage, publié dans le cadre du Programme d’aide à la publication Victoria Ocampo, a bénéficié du soutien de l’Institut français d’Argentine.

    Esta obra, publicada en el marco del Programa de ayuda a la publicación Victoria Ocampo, cuenta con el apoyo del Institut français d’Argentine.

    Título original: Éloge de l’irrévérence

    © 2019. Editions Grasset & Fasquelle

    Diseño de tapa: Enric Jardí Soler

    Foto de los autores en solapa: © JF PAGA

    © 2022. Libros del Zorzal

    Buenos Aires, Argentina

    978-84-19496-73-7

    Comentarios y sugerencias: info@delzorzal.com.ar

    Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, sin la autorización previa de la editorial o de los titulares de los derechos.

    Impreso en Argentina / Printed in Argentina

    Índice

    Introducción | 6

    Cronología de los acontecimientos establecida

    por Richard Malka | 22

    Alegato del abogado Richard Malka | 26

    Alegato del abogado Georges Kiejman | 59

    Tribunal de Primera Instancia de París | 88

    Durante las audiencias del 7 y 8 de febrero de 2007, el presidente del Tribunal de Primera Instancia de París¹ autorizó excepcionalmente la presencia de un estenotipista, lo que permitió conservar los alegatos reproducidos en esta obra.

    Introducción

    "Si condenan a Charlie Hebdo,

    el silencio caerá sobre nosotros".

    Élisabeth Badinter

    Ahora sabemos cuál es el precio de la irreverencia, esa transgresión a las idolatrías y las sacralizaciones que, según la descripción que hace Flaubert del espíritu francés, constituye la más libre expresión de la virtud crítica por ser la más audaz, impertinente y desenfadada. Una vez más, ante nuestros ojos, esa imprudencia se paga con la muerte. Los tribunales de la Ley revelada que dictan la pena capital son virtuales, sus sentencias son eternas y sus verdugos, espontáneos. Así funciona la justicia divina en la era de la democracia invertida, en la que el derecho favorece la venganza en lugar de reparar el daño. Cuando el castigo supremo cae del cielo, el impío ya no puede tener defensores en la tierra.

    Ese es el contexto en el que deben leerse y releerse los alegatos de los abogados Richard Malka y Georges Kiejman reunidos en este libro. Si bien datan de 2007, siguen resultando trágicamente actuales. Nos hablan de nuestro terrible presente desde el pasado. Siguen siendo un llamado a resistir no sólo a los sectarios fanáticos, sino también a todos aquellos que, por su complicidad o pasividad, ayudan a propagar o legitimar su proyecto liberticida.

    Estos dos abogados, de diferentes generaciones pero movidos por los mismos ideales, asumieron en 2007 la defensa de Charlie Hebdo en el juicio que diversas organizaciones musulmanas entablaron contra él por ofender la dignidad de los creyentes. La Gran Mezquita de París, la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (uoif) y la Liga Islámica Mundial le reprocharon a la revista haber reproducido las caricaturas de Mahoma publicadas tres años antes en el diario danés Jyllands-Posten.

    En realidad, el caso comienza un poco antes, en 2004, en los Países Bajos, con Sumisión, la polémica película de Theo van Gogh sobre las condiciones de vida de las mujeres en el islam. El asesinato del cineasta por parte de un yihadista siembra el terror en el ambiente artístico y hace que los intelectuales se cuestionen los límites de la Ilustración. Al año siguiente, en 2005, en Copenhague, el escritor Kare Bluitgen busca en vano un ilustrador para su biografía de Mahoma destinada al público joven. Advertido de la situación, Flemming Rose, jefe del servicio cultural del Jyllands-Posten, decide enfrentar lo que a su entender representa un ataque a la libertad de expresión, pero sólo logra enrolar a catorce de los cuarenta dibujantes con los que cuenta la corporación en Dinamarca. Algunos optan claramente por la caricatura, pero todos desafían el aniconismo que el sunismo considera un dogma y el islamismo, un principio inviolable. Sus ilustraciones se publican el 30 de septiembre de 2005 bajo el título Las caras de Mahoma.

    En las semanas siguientes, la aparición de esos dibujos adquiere rápidamente dimensión internacional. Los imanes y ulemas daneses apelan a los Estados árabe-musulmanes, que protestan por vía diplomática, mientras el Frankfurter Allgemeine Zeitung y el Slobodna Bosna publican también las caricaturas. Por iniciativa de Arabia Saudita, se crea un grupo de boicot a los productos daneses; a su vez, otros diarios europeos siguen los pasos de sus colegas. La escalada continúa hasta que el 4 de febrero de 2006 las embajadas de los países escandinavos en Damasco, Siria, son incendiadas y la Embajada de Francia, tomada por asalto. A partir de esa fecha, el mundo musulmán se verá surcado por disturbios sangrientos.

    En París, precisamente, se realiza una primera publicación el 1° de febrero de 2006 en France-Soir, en nombre de la resistencia de las sociedades democráticas y laicas contra el islamismo. El rector de la Gran Mezquita de París reacciona asimilando a los caricaturistas con los negacionistas, puesto que el sentimiento de lo Sagrado no debe ser juzgado ni ridiculizado, y aún menos caricaturizado, por los no creyentes. El 2 de febrero, despiden al director editorial de France-Soir, Jacques Lefranc. El 3 de febrero, Le Monde y Libération publican dos de las caricaturas y abogan por la libertad de expresión. El 4 de febrero, Charlie Hebdo anuncia un número especial dedicado a las caricaturas. El 6 de febrero, el Consejo Francés del Culto Musulmán (cfcm) presenta una demanda contra el semanario para que se prohíba su venta, pero la solicitud es rechazada por vicios formales. El número especial sale el 8 de febrero.

    Seis meses más tarde, Charlie Hebdo es citado a declarar por una denuncia de la Gran Mezquita de París, la uoif y la Liga Islámica Mundial. Esta acción judicial es el resultado de tres pedidos oficiales para que se adopte una legislación que castigue explícitamente la blasfemia, entre ellas, una del cfcm enviada al presidente de la república. Por otra parte, se lanza una petición: Nos permitimos solicitar su intervención a fin de que se tomen las disposiciones legislativas necesarias para impedir la islamofobia, el insulto y la difamación a Dios y sus profetas. Finalmente, el 28 de febrero y el 29 de marzo los diputados de la Unión por un Movimiento Popular (ump)² Jean Marc Rubaud y Éric Raoult presentan una propuesta para modificar la Ley sobre la Libertad de Prensa de 1881 para prohibir la banalización de la blasfemia religiosa a través de caricaturas, pero la propuesta se ve rechazada por la Asamblea Nacional. Estos repetidos fracasos llevan a toda esta gente a enfocarse en los tribunales, lugar por excelencia de la blasfemia y su compensación.

    El juicio aprovecha también uno de los debates nacionales que más tensa y divide a Francia. En pocas palabras, la querella tiende a repetir las viejas cantinelas ideológicas, pero las divisiones políticas o culturales impiden ver la triple novedad que presenta la situación. Para empezar, el uso del aparato judicial con fines de reivindicación y de reconocimiento comunitarios. En segundo lugar, el reemplazo de la lucha de clases por un frente de razas y de la pertenencia étnica por la pertenencia confesional en el seno de un islamo-izquierdismo que, como el Movimiento de Indígenas de la República (mir), sostiene que los debates teológicos sobre la libertad de expresión son sólo la fachada de un discurso de odio. Y, finalmente, que a pesar de la pretensión francesa de universalidad, el regreso de la blasfemia se inscribe dentro de una lucha internacional.

    El juicio a Charlie Hebdo comienza el 7 de febrero de 2007 ante el Tribunal de Primera Instancia de París. De las doce caricaturas publicadas por el semanario, sólo dos forman parte de la demanda: la que representa a Mahoma con un turbante

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