7000 años de Patriarcado: 7000 Years, #1

Por Ioana Petra

"7000 años..." es una selección de análisis feministas radicales originales, escritos de la manera más accesible posible, con la menor cantidad de referencias bibliográficas posibles. La sencillez de la exposición —un desafío para la autora que proviene del mundo académico científico— no debe tener nada que ver con la sencillez de las ideas y las conclusiones a las que llegan los análisis a partir de ideas biológicas originales. Este libro parte de un proyecto concebido como capaz de llevar el feminismo radical más lejos, no sólo planteando nuevas críticas al patriarcado (visto también desde otros ángulos), sino también nuevas reivindicaciones feministas radicales. Y, por último, pero no menos importante, quiere iniciar la fundación de una nueva cultura feminista centrada en las mujeres, en sus deseos, y lo más libre posible de la contaminación patriarcal. Quería hacer de este libro un ejercicio de creatividad, libre pensamiento, valentía. Espero que las cosas también sean iguales para las lectoras y lectores.

• Idioma: Español
• Editorial: Ninsun
• Fecha de lanzamiento: 4 mar 2023
• ISBN: 9781667452234

Vista previa del libro

7000 años

....del patriarcado. Hasta la era radical

––––––––

por Ioana Petra

Dedicatoria: A todas las feministas radicales desde el inicio del movimiento hasta ahora

Prefacio

Inicié el blog 7000 años (7000 ani en original) con el fin de promover un proyecto ambicioso: una novela feminista radical, probablemente la primera en la literatura rumana; una novela que explorara, de manera original, aspectos relacionados con la moralidad, la sexualidad, los sentimientos, en resumen, sobre la humanidad, pero también sobre la sociedad y la cultura occidentales, que son dominantes en la actualidad. Fue concebida como una visión crítica de esta cultura, una cultura con partes buenas y malas. Para ello, se habría presentado el paralelismo con otras culturas, culturas tradicionales, eventualmente culturas con fuerte influencia matriarcal.

Este proyecto iba a impulsar aún más el feminismo radical, no sólo trayendo nuevas críticas al patriarcado, visto también desde otros ángulos, sino también nuevas reivindicaciones feministas radicales. Y por último, pero no menos importante, quería iniciar la fundación de una nueva cultura feminista, centrada en las mujeres, en sus deseos, lo más libre posible de la contaminación patriarcal. Mujeres que deben descubrirse a sí mismas, al mundo y, por ello, se benefician del frescor de los primeros pasos. Este proyecto pretendía crear un nuevo lado de la mujer, un nuevo lado del feminismo, mucho más fuerte, más optimista, centrado en la mujer, no en la igualdad; es decir, en el hombre, indisolublemente ligado al patriarcado como imagen, al menos en la cultura occidental. Uno de los propósitos de esta novela es que el lector (mujer u hombre) desee ser mujer al final, pero en un mundo construido por mujeres para mujeres. Al descubrir nuevos lados de la tragedia de las mujeres en el patriarcado, la novela terminará en una atmósfera luminosa, pero también dura, militante, llena de esperanza y llena de nuevas perspectivas. El mensaje enviado será: el mundo puede y debe ser diferente, las soluciones existen, son posibles. Las mujeres tienen derecho a la felicidad real para ellas, tal como la ven y la sienten, no sólo a la supervivencia.

Pero la mayoría de las veces, el camino es más interesante que el final del viaje. Lo mismo ocurre aquí: el enfoque fue más interesante que el resultado final. La documentación, tanto fáctica (entrevistas con personas, especialmente con mujeres de otras culturas) como teórica (muchos libros de filosofía feminista, pero también sociobiología, política, historia, etc.), condujo a las nuevas ideas que cambiaron el concepto original, a veces radicalmente El conocimiento es la mayor aventura cuando es gratis y tienes una conexión afectiva con él. Esto resultó ser cierto en el proceso de escribir esta novela, aún inconclusa, pero muy bien delineada.

Con este libro (7000 años), traté de abordar temas feministas cotidianos, eventos feministas y algunos debates, escribiendo artículos breves, lo más simples posible y más llenos de emociones. No sé cuánto lo logré, pero después de las polémicas que crearon, las reacciones emocionales, no sólo entre los hombres —misóginos en su mayoría—, sino también entre las mujeres, incluso algunas (auto)declaradas feministas, creo que lograron su propósito. El desvelamiento de la misoginia extremadamente pensada y generalizada fue uno de mis descubrimientos durante este proceso.

Recientemente encontré la oportunidad de publicar un libro basado en estos artículos, un fenómeno bastante común que comenzó con la nueva revolución en el mundo editorial, catalizada por las nuevas tecnologías de impresión, la explosión de Internet, etc. Esto es excelente para mi propósito: promover algunas nuevas ideas feministas sin menoscabo de la calidad y la audacia de las ideas, de la manera más sencilla posible para los lectores.

Para preservar la continuidad con el título de la novela 7000 años. El bello rostro de Occidente, el posible título de este libro sería 7000 años....Hasta el feminismo radical, pero la variante final es 7000 años....Hasta la era radical. Esto suena optimista. Afortunadamente parece que fueron menos de 7000 años de patriarcado, unos 6000... No es que esto no fuera suficiente para que la vida y la historia de las mujeres se destruya y no sea fácil recuperarlas.

7000 años proviene de una réplica de la novela que se refiere más a la práctica de la agricultura y la colonización de Europa.

7000 años... de patriarcado. Hasta el feminismo radical es una selección de varios análisis sobre feminismo radical, la mayoría originales, redactados de la forma más accesible posible, con la menor cantidad de referencias bibliográficas posibles. La sencillez de la exposición —un desafío para la autora que proviene del mundo académico científico— no debe tener nada que ver con la sencillez de las ideas y las conclusiones a las que llegan los análisis a partir de ideas biológicas originales.

Quería hacer de este libro un ejercicio de creatividad, libre pensamiento, valentía. Espero que las cosas también sean iguales para las y los lectores.

Patriarcado: historia y presente

¿Qué es el patriarcado y por qué existe?

Es una pregunta que busca respuestas desde hace mucho tiempo. Con este libro, traté de encontrar una respuesta lo más cercana posible a la realidad. Y todavía estoy trabajando en esto. No creo que me detenga nunca. Pero en este momento quiero volver a llorar Evrika, en realidad, quiero llorar más fuerte que en otro momento.

Y por supuesto, cuando empiezas a comprender mejor los fenómenos, sientes que estás más cerca de encontrar soluciones. Una nueva revolución feminista podría comenzar pronto. ¿Por qué existe el patriarcado? ¿Existe en los animales? No. El patriarcado no existe en los animales. Esto sería algo absolutamente imposible. En los animales, la sociedad pertenece a las hembras, se forma en torno a la familia animal, que consiste en una hembra y/o más hembras emparentadas entre sí y su descendencia. En los animales monógamos, la pareja de larga data de la hembra también está incluida en la familia y sus crías viven un tiempo en torno a esta familia dominante y cuidan de sus hermanos menores sin reproducirse (en algunos cánidos, por ejemplo).

Pero el patriarcado tiene sus gérmenes en el mundo animal. Sus gérmenes se encuentran en las relaciones que vemos todos los días cuando dos perros se encuentran. Hay un enfrentamiento y luego se establece una jerarquía. Porque hay agresión, hay miedo. El patriarcado se basa en las relaciones de dominio y obediencia presentes en los animales. La mayoría de las veces, este tipo de relaciones se establecen por separado para cada sexo. Pero en ocasiones también se establecen entre sexos diferentes. En la mayoría de las especies, la mayor parte del tiempo, las hembras son sexualmente poco receptivas. Cualquier acercamiento sexual es tratado como agresión y se abusa del macho. Cuando está en celo, la hembra adopta lo que llaman posturas de sumisión para no asustar más a los machos. Se adoptan posturas de sumisión para reducir la agresión. Son adoptados por animales de menor estatus, pero también por los de mayor estatus que quieren hacer amigos.

Dicen que los simios tienen en común el hecho de que los machos dominan a las hembras. Esto es cierto. Pero, ¿por qué sucede esto y en qué condiciones? La mayoría de las sociedades de primates (pero no solo ellas) se basan en un núcleo femenino. La sociedad animal es femenina, a partir de los insectos (desde las abejas y las hormigas hasta los primates). En los babuinos, por ejemplo, que son animales sociales estudiados como modelo para las sociedades homínidas primitivas, las hembras (primos, hermanas) traen al grupo (familia) un macho al que ahuyentan cuando ya no les agrada. Vemos poligamia masculina, pero en realidad se trata de un hombre que es aceptado por más mujeres. Es lo que se permite considerando las condiciones ambientales. Como las leonas. En los humanos, es un hecho conocido que las familias polígamas aparecen por falta de recursos. Tal vez las hembras podrían atraer más machos si pudieran permitírselo económicamente. Los machos consumen su comida, tal vez las hembras no quieren que su acceso a los recursos se vea afectado. Veamos por ejemplo los leones, donde las hembras cazan y el macho es alimentado por las hembras. ¿Por qué los traen? Probablemente para defender a su familia de otros machos que se comerían a sus crías para que las hembras vuelvan a entrar en celo.

Pero en el chimpancé común (Pan troglodytes) y el bonobo (Pan paniscus), las hembras son extrañas en el grupo. Hasta hace poco no se sabía por qué los machos traían chimpancés hembra al grupo. Muy probablemente lo hagan para mejorar su posición social, propuse. No importa cuál sea el estatus social de una hembra, crece cuando está en celo y una amistad entre un macho y una hembra de menor estatus le ofrece protección. Probablemente los signos de fecundidad hayan desaparecido por este motivo (por ejemplo en humanos). Pero, ¿quién hace estudios de primatología y pone a las hembras primero? En los animales sociales, las hembras quieren un estatus más alto y tendrían beneficios si se ven en celo todo el tiempo. Otra causa sería la baja energía (probablemente en humanos pero también en especies solitarias, como el orangután). Los signos de la fecundidad son energófagos.

El hecho es que los chimpancés machos están protegidos por sus madres, por eso se prefiere la movilidad femenina entre grupos como sugiere Frans de Waal en Bonobo and the Atheist. Trasladar chimpancés machos a otros zoológicos resultó ser muy arriesgado para esos machos, que fueron rechazados violentamente por el nuevo grupo. De hecho, mover hembras era ventajoso. En tales condiciones, podemos concluir que incluso en nuestros parientes cercanos existe una especie de matriarcado.

En los chimpancés y otros simios, las hembras temen a los machos, que suelen hacer demostraciones de fuerza. Pero son extraños en el grupo, aislados de sus familias. La idea es que las hembras pueden ser dominadas solo si están aisladas, y luego las hembras bonobo se unen contra los machos aunque sean extraños en el grupo. También resuelven problemas a través del sexo. Tal vez esta es la razón por la cual el sexo está tan prohibido en las sociedades patriarcales para que las mujeres no puedan tener ninguna agencia. La sexualidad femenina es considerada algo repugnante, miserable, algo que causa repulsión a los hombres. La agencia de la mujer, la agencia de la madre, destruye el patriarcado. No por casualidad los ídolos matriarcales femeninos se transformaron en monstruos cuando se instauró el patriarcado.

¿Qué está pasando en los humanos? El problema es que las mujeres le tienen miedo a los hombres y los hombres se tienen miedo unos a otros. Las jerarquías se establecen todo el tiempo, como ocurre en los animales, tanto entre mujeres como entre hombres. Pero desafortunadamente, las mujeres adoptan posiciones sumisas hacia los hombres la mayoría de las veces. Esto sucede precisamente porque les tienen miedo a los hombres, les aterrorizan, muchas mujeres quieren que los hombres las defiendan. El miedo provoca la sumisión y la aceptación del papel de líder de alguien más fuerte. Es un instinto. Este debe ser el orden natural de las cosas que muchas mujeres y hombres invocaban en el pasado para explicar la dominación masculina. El miedo está en los genes de alguien, es natural, como la agresión. El papel de los hombres en una sociedad patriarcal es protector. Este sería el papel social de los hombres. He escuchado mujeres que dicen sentirse a salvo cuando hay hombres en el grupo, una sensación completamente extraña para mí.

El hombre no es un proveedor como se entiende desde la gran ignorancia de algunos sociobiólogos, sino un espantapájaros para otros hombres. Cualquier abuela de una sociedad fuertemente patriarcal te diría esto, fue algo trivial en los últimos siglos en nuestra sociedad. Se convierte en proveedor por robo, por explotación, más no por producción e inteligencia. En las sociedades primitivas se habla claramente de la defensa que la mujer recibe del hombre. Caminan con las manos desnudas para sostener armas, para estar listos para intervenir, mientras que las mujeres caminan a su lado con cargas.

Esta situación es conocida en Papúa, descrita por Jared Diamond en ¿Por qué es divertido el sexo?, descrita por Aung San Suu Kyi en Birmania en la entrevista a Alan Clement escrita en el libro La voz de la esperanza. Incluso en nuestra sociedad, en Occidente, se hablaba de la protección que ofrecían los hombres en el pasado. De hecho, esto era simbólico. Una mujer era ignorada si no estaba con un hombre.

La diferencia entre las feministas y otras mujeres es que las feministas no quieren protección, no necesitan el rol social de los hombres, ni siquiera lo notan. Al menos algunas de ellas. Sienten diferente, no entienden este miedo a los hombres o el sentimiento de autoridad. Pero las feministas, como otras categorías de rebeldes, son probablemente reclutadas entre las personas que tienen el sentimiento de autoridad alterado desde el principio y probablemente también el sentimiento de miedo. Esto podría influir en otros aspectos del miedo instintivo. Conozco mujeres que sobrestiman el talento de sus hombres, pero en realidad tienen más talento. Se sienten orgullosas de sus hombres, protegidas por su estatus superior.

El aislamiento de las mujeres es el problema, su falta de solidaridad. En las pocas sociedades matriarcales aún existentes y aisladas, las cosas son diferentes. Pero tenemos razones arqueológicas, y no solo arqueológicas, para creer que estas sociedades estuvieron más extendidas en el pasado y que los europeos habrían vivido en algún momento en este tipo de sociedades, y sus huellas culturales también se ven hoy.

Una entrevista con Heide Gotner-Abendroth, la fundadora del estudio de las sociedades matriarcales (matrilineales), quien realizó la mayoría de los estudios sobre Mosuo en el suroeste de China. Mujeres, cuenta algo sobre la organización de estas sociedades. Las madres tienen allí el papel social dominante. Las familias se forman en torno a madres que transmiten su estatus y fortuna a sus hijas. Los hombres viven en la casa de su madre. Los niños son educados por el clan de la madre, la figura del padre es la figura del tío (el hermano de la madre). El padre es conocido, pero no cuenta demasiado socialmente. Estas sociedades son más pacíficas. Es más, es muy posible que allí existan gérmenes de democracia, al menos desde algunos puntos de vista. Se creía que la democracia sería una democracia de puño, que venía de la democracia militar, es decir, multitudes de hombres armados que querían igualdad de derechos entre ellos. El equilibrio de las golosinas hubiera llevado a la democracia, al voto. Pero las sociedades matriarcales están negociando los conflictos todo el tiempo, tienen una gran capacidad para atenuarlos y las cualidades sociales, humanas, están muy bien perfiladas. ¿Deberíamos creer que todo lo bueno en la sociedad vino de allí? Zoon politikon sería de hecho matriarcal. ¿La filosofía, la inclinación general a comprender la naturaleza humana, podría venir también de ahí? Pero no olvidemos que estas sociedades son pequeñas, la gente se conoce, por eso los abusos serían menores. Esto además del hecho de que la fuerza y ​​la agresividad, pero también la virilidad asociada a ellas, no se consideran valores allí. En las sociedades patriarcales, la solución al miedo de las mujeres