Tocando Estrellas Con Los Dedos

Por Miguel Angel Elizarrarás Cervantes

Amor, soledad, melancolía, felicidad… también de vida y muerte, son solo algunos de los sentimientos que se entrelazan en esta recopilación de poemas, que hoy no solo forman parte de este libro, sino que también forman parte de la vida y transición que vivió el autor como ser humano, como enamorado y como hombre y que hoy se vuelve un simple redactor de su propios sentimientos y acontecimientos por los cuales tuvo que pasar y que, seguramente, alguna vez hemos pasado en nuestra vida.

En Tocando estrellas con los dedos encontraremos no solo un bello poema que nos haga suspirar, una frase que podamos dedicar o una historia que tal vez nos haga reflexionar, sino que también encontraremos un reencuentro con la tranquilidad perdida, que este mundo nos ha arrebatado bajo el ajetreo popular y el arduo trabajo que a cada persona día a día nos acontece y que, a la misma vez, nos priva de regalarnos un poco de paz, de la cual tanto carecemos en la actualidad, ya que el estrés, el trabajo y la rutina diaria no nos han permitido dejar llevarnos por lo suave de una lectura romántica o de permitirnos otra vez conquistar con poesía y romanticismo al ser amado, y que con la ternura y la pasión de un verso, nos remontemos nuevamente en el sabor de lo antaño, de lo antiguo; como en aquellos ayeres los grandes poetas vislumbraban en sus poemas y de los cuales fuimos tan aficionados al dejarnos llevar por la caricia de sus poemas y la narración de sus vivencias…

Dejémonos llevar también ahora y volvamos a ser partícipes y amantes nuevamente de la poesía, demostremos que mientras haya algún lector amante del romanticismo y precursor del amor, seguirá viva la llama de la melancolía y el placer sensual de las rimas y las prosas. Y que lo deleitaran letra a letra en estas páginas, que forman parte de esta obra que a lo largo de los años se han escrito y que por fin salen a la luz estos poemas inéditos, llenos no solo de fracturas en el corazón o recuerdos pasajeros, sino también llenos de esa luz que por más que la tecnología, el desespero, estrés o agotamiento no han logrado apagar, ni que han dejado que merme el amor que de ellos emanan y que en estos tiempos de guerra, de cambios climáticos, de odio racial, enojo o ansiedad, logremos no solo motivar a la lectura, sino también inspirar a la niñez y a la juventud a dejarse llevar por el brillo del amor… el amor al prójimo, a la familia, al semejante y que así este libro logre su cometido… Que volvamos a soñar, a imaginarnos volar bajo los acordes de las palabras y así disfrutar de la simpleza de una caricia, bajo el poder de una palabra y así lograr suspirar, de nuevo enamorar y con tan solo creer y tan solo un momento, toquemos estrellas con los dedos, con tan solo imaginar.

• Idioma: Español
• Editorial: Page Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 19 nov 2019
• ISBN: 9781643342276

Vista previa del libro

Si me has dejado de amar…

Si me has dejado de amar… ¡espera!, no te alejes…

solo robaré un minuto de tu tiempo,

pero esta vez… es diferente…

Solo aliviar una angustia quiero,

una duda que me aqueja el pensamiento,

¿qué me mata? es muy cierto…

pero que también comprendería,

¡bueno, eso creo!

Pero tranquila, no te exaltes…

que no te angustien esos nervios,

es más… ¿Por qué tenerlos?,

si nunca antes nos pasaba esto,

siempre nuestro tiempo fue tan pleno,

nuestros momentos, nuestros encuentros,

si al vernos… ¡vaya! Nos queríamos comer a besos…

Como si hubiesen pasado años sin vernos,

y hoy que en verdad ha pasado el tiempo,

ya no vimos pasar los años;

hemos dejado escapar tantos momentos,

momentos que antes hubiésemos querido,

y que hoy simplemente, ya no los tenemos…

Porque nos buscábamos… ¡Cómo me acuerdo de eso!…

El escaparnos de la gente, el tener que escondernos,

buscábamos la manera de poder vernos,

hacíamos lo imposible por tan solo un beso,

y siempre terminábamos sonriendo… ¡Cómo me acuerdo de eso!…

Pero hoy todo cambió… tal parece que no te faltan ya mis besos,

que no los extrañas, que no los deseas, que te da igual darlos o no tenerlos,

y yo por el contrario… ¡cómo los anhelo!

Me hacen tanta falta que ya no puedo

terminar la jornada e irme a la cama con la misma duda y sin aquellos besos…

Pero no reclamo ni reprocho nada, simplemente es lo que siento,

quisiera saber si me sigues amando o si las cadenas que nos unían,

aun a nuestras almas siguen uniendo…

Pero por ahora, calla… solo guarda silencio…

Que no ha pasado nada … quisiera seguir creyendo…

que mis labios son tan tuyos y que míos son tus besos,

aunque ahora en tus labios, solo guarden silencio.

¡Mejor sí, habla! Dime si aún sigo en tus sueños…

¡Mejor no, no me lo digas! Sigue alargando el momento…

Sé qué si ya no me amas, sabes muy bien que me muero,

aunque ahora me aceche la duda

y tu silencio me cause tormento…

Por ahora solo deseo,

volver a vivir los momentos

que dejamos perder por el tiempo,

como gotas de agua que secara el viento…

y un halo de flores ponerte en tu pelo,

con tibia dulzura abrazarte a mi pecho,

que te acerques a mí y me digas te quiero

decirte te amo en la caricia de un beso…

Perdóname, no te molestes…

Solo me acechan las dudas que tengo,

si ya me has dejado de amar… yo te comprendo,

aunque sé qué si así fuera, yo sé muy bien que me muero…

Pero no pensare más en eso,

no hará caso mi tonto corazón a mis locos pensamientos,

cerraré mis ojos y respiraré tu aliento,

procurando evitar este llanto que seco…

No nos engañemos amor mío y seamos honestos…

Dejemos esta plática y recuperemos el tiempo…

Ven conmigo, déjame darte mis besos…

Qué te parece si seguimos como antes…

Tan siempre enamorados…

Tocando estrellas con los dedos…

Hoy que me encuentro tan lejos

Hoy que me encuentro tan lejos…

Por Dios que anhelo tanto que la distancia

no tuviera la separación por extremo,

ni la tristeza por inicio, ni como termino el sufrimiento;

que fuese como de la gaviota el deseo, que toda la libertad lleva en su vuelo,

que no mide fronteras ni terreno,

trayendo en sus alas el anhelado regreso…

Hoy que me encuentro tan lejos,

he aprendido a valorar las cosas a las que antes

les daba como culminación el desprecio;

quería formarme un mundo único y perfecto,

con facilidad, en abundancia y sin esfuerzo,

prefiriendo todo aquello que no requiriera sacrificio,

sin saber que lo difícil, busca siempre lo correcto,

que el sacrificio nos moldea nuestro propio sendero…

Hoy que me encuentro tan lejos…

Le he puesto valor a lo que hoy carezco,

el amor… de las maravillas secreto,

el centro de toda relación y suceso,

de la vida principio, de la muerte proceso,

antes desprecio, hoy total deseo;

remonto mis recuerdos y la nostalgia me oprime mi pecho;

del amor que formaba parte… hoy deseo volver a tenerlo…

Hoy que me encuentro tan lejos…

sé lo preciado que son mi padre y mi madre,

el escudo que Dios padre nos quiso regalar.

Recuerdo que sus consejos aborrecía y detestaba,

me parecían tontos e ignorantes,

y no soportaba tan siquiera que me pudieran regañar;

no comprendía el porqué de sus achaques, sus dolores o corajes,

y hoy me duele tanto el no tenerlos, el no abrazarlos,

y el no poderlos hoy mirar…

Hoy que me encuentro tan lejos…

sé que la distancia me abrió los ojos

para enseñarme un nuevo camino hacia el amor,

me di cuenta que las cosas que más nos cuestan y más se niegan,

son las que nos dan más experiencia, enseñanza y honor,

sé que el llanto es sacrificio y el amor es esperanza,

que la humildad te da grandeza y el arrepentimiento te trae perdón,

sé la falta que me hacen mis padres ahora,

ahora que tan lejos de ellos estoy…

Hoy quisiera poner remedio a mis errores,