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La Última Cena
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Libro electrónico193 páginas2 horas

La Última Cena

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Información de este libro electrónico

¿Quién podría imaginar que la costumbre de cultivar hongos, y usarlos para preparar las sopas más sabrosas, podría costarle la muerte a Lia? 
Ahora, al otro lado de la vida, está angustiada y quiere encontrar al asesino que planeó todo. 
Mary, una escritora de suspenso en su paso por la vida terrenal, recibe permiso para ayudar a Lia a desentrañar el crimen del que fue víctima. En esta búsqueda, intrigantes revelaciones sorprenderán al lector. Al igual que La Última Cena, el misterio está servido...

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 feb 2023
ISBN9798215080467
La Última Cena

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    La Última Cena - Vera Lúcia Marinzeck de Carvalho

    Romance Espírita

    La Última Cena

    Por el espíritu

    António Carlos

    Psicografía de

    VERA LÚCIA MARINZECK

    DE CARVALHO

    Traducción al Español:      

    J.Thomas Saldias, MSc.      

    Trujillo, Perú, Febrero, 2023

    Título Original en Portugués:

    O Último Jantar

    © Vera Lúcia Marinzeck de Carvalho

    World Spiritist Institute      

    Houston, Texas, USA      
    E - mail: contact@worldspiritistinstitute.org

    De la Médium

    Vera Lúcia Marinzeck de Carvalho (São Sebastião do Paraíso, 21 de octubre - ) es una médium espírita brasileña.

    Desde pequeña se dio cuenta de su mediumnidad, en forma de clarividencia. Un vecino le prestó la primera obra espírita que leyó, El Libro de los Espíritus, de Allan Kardec. Comenzó a seguir la Doctrina Espírita en 1975.

    Recibe obras dictadas por los espíritus Patrícia, Rosângela, Jussara y Antônio Carlos, con quienes comenzó en psicografía, practicando durante nueve años hasta el lanzamiento de su primer trabajo en 1990.

    El libro Violetas na Janela, del espíritu Patrícia, publicado en 1993, se ha convertido en un éxito de ventas en el Brasil con más de 2 millones de copias vendidas habiendo sido traducido al inglés, español, francés y alemán, a través del World Spiritist Institute.

    Del Traductor

    Jesús Thomas Saldias, MSc., nació en Trujillo, Perú.

    Desde los años 80s conoció la doctrina espírita gracias a su estadía en Brasil donde tuvo oportunidad de interactuar a través de médiums con el Dr. Napoleón Rodriguez Laureano, quien se convirtió en su mentor y guía espiritual.

    Posteriormente se mudó al Estado de Texas, en los Estados Unidos y se graduó en la carrera de Zootecnia en la Universidad de Texas A&M. Obtuvo también su Maestría en Ciencias de Fauna Silvestre siguiendo sus estudios de Doctorado en la misma universidad.

    Terminada su carrera académica, estableció la empresa Global Specialized Consultants LLC a través de la cual promovió el Uso Sostenible de Recursos Naturales a través de Latino América y luego fue partícipe de la formación del World Spiritist Institute, registrado en el Estado de Texas como una ONG sin fines de lucro con la finalidad de promover la divulgación de la doctrina espírita.

    Actualmente se encuentra trabajando desde Perú en la traducción de libros de varios médiums y espíritus del portugués al español, habiendo traducido más de 160 títulos, así como conduciendo el programa La Hora de los Espíritus.

    Índice

    MARY

    EL GRANERO

    LOS CHAMPIÑONES

    EL INTENTO

    ZÉ GRILLO

    LA HISTORIA  DE ISAURA

    CONOCIENDO LOS HECHOS

    VISITANDO A EDSON

    CENTRO ESPÍRITA

    LA INVESTIGACIÓN

    ESCLARECIENDO  LOS HECHOS

    ALGÚN TIEMPO DESPUÉS

    MARY

    Mary cuando encarnó, fue escritora de espectáculos, siempre le gustó la literatura, le encantaba imaginar historias y plasmarlas en papel. Y cuando amas lo que haces, lo haces bien. Terminó el período de la encarnación, murió su cuerpo físico y el cambio y el plano la inquietaron. Lo que encontró en la espiritualidad fue muy diferente de lo que pensaba. Fue, después del entierro de su sobre carnal, llevada a un Puesto de Socorro, pero no quiso quedarse y regresó a su antiguo hogar.¹

    El sufrimiento la hizo desear la ayuda de los buenos espíritus, y fue nuevamente socorrida. Aceptando el cambio de planos, se adaptó a la nueva forma de vida. Activa, quería ser útil, aprendió y empezó a servir, entró a trabajar en un Puesto de Socorro. Una tarea especial despertó su deseo de trabajar con la literatura y pidió estudiar sobre el tema y fue a capacitarse en la colonia Casa del Escritor.²

    Le encantaba estar allí, le pareció hermosa la colonia, todo fue simple y práctico. Le gustaba especialmente el amplio y cuidado jardín, donde la mayoría de sus residentes, profesores y alumnos, gustaban de charlar e intercambiar información entre los macizos de flores y las cómodas bancas.

    Hizo nuevos amigos, y todos allí tenían el mismo objetivo: ser útiles, hacer algo bueno en la tarea de educar a la gente a través de escritos, conferencias y películas. Se sorprendieron de la forma sencilla y sabia en que enseñaban los consejeros de la casa, y los nuevos conocimientos la fascinaron. Mary siempre decía:

    - ¡Cómo podemos ayudar, aclarar con buena literatura! No utilicé bien mi talento, lo siento. Estoy feliz de saber que tendré otras oportunidades y, para aprovecharlas, quiero aprender y prepararme.

    Y, como no debemos detenernos rumiando el pasado, sino disfrutar el presente, María decidió estudiar mucho, aprender, ser útil de la mejor manera posible. No quería dejar para el futuro lo que tenía que hacer, había entendido que lo importante es el presente, es hacer, lograr en el momento actual.

    La literatura era el tema predilecto de la Colonia de estudio y también de Mary, quien siempre estaba conversando, especialmente con las personas que, cuando encarnadas, se dedicaban a instruir, educar y enseñar a través de la escritura.

    A Mary le encantaba asistir a conferencias, asistía a todas las que se daban en la Colonia, y anhelaba algún día poder enseñar así.

    Una tarde fue a uno de los salones a escuchar a un orador que llevaba tiempo en el plano espiritual y que, en su opinión, era un excelente orador.

    La sala de conferencias era grande, con cómodos sillones de color beige claro y solo unos pocos cuadros en las paredes; al frente había una pequeña mesa decorada con flores rosas. La Colonia recibe muchos invitados para estas charlas de espíritus que trabajan en otras casas e incluso en otros países.

    También recibe algunos encarnados, que dejan el cuerpo físico mientras duermen y son acompañados por sus espíritus protectores. Después de una oración rápida, el orador habló sobre las parábolas de Jesús:

    - Las parábolas tienen dos significados: material y espiritual. El material es fácil de entender; son los hechos cotidianos de las personas, de la naturaleza. Pero lo espiritual depende de la evolución, de la capacidad de asimilación de cada individuo. Es por eso que todavía vemos personas dando explicaciones de estas enseñanzas de formas tan diferentes, interpretándolas de acuerdo a su comprensión. Nosotros mismos ya los hemos interpretado de muchas maneras y ciertamente lo haremos de otras maneras en el futuro.

    Las parábolas nos invitan a la meditación profunda. Debemos sentirlas y vivirlas para entender las enseñanzas contenidas en estas gemas.

    Después de una breve pausa, el orador habló de la enseñanza de Jesús: "El amigo molesto y el juez injusto."³

    - Al meditar en estas dos parábolas, entendemos que Jesús insistió en que siempre debemos orar, que nunca, bajo ninguna circunstancia, debemos dejar de decir nuestras oraciones con sinceridad. "Pedid y se os dará; llamad, se os abrirá; Busca y encontraras. Todo lo que pidáis al Padre, os lo dará... Y orad, no dejéis de orar."

    Podemos encontrar en el Evangelio varios textos que nos animan a no perder la esperanza y a hacer lo que podamos para recibir lo que deseamos.

    Y en estas dos parábolas los mendigos llegan a ser impertinentes, insisten - prosiguió el orador.

    Dios no debe molestarse por nuestras peticiones inoportunas ni nos concede ser libres. Y si Él sabe lo que necesitamos incluso antes que lo pidamos, ¿por qué la necesidad de hacerlo? La finalidad de la petición, de la oración, es llevarnos a creer en nosotros mismos, es hacernos actuar para que Dios pueda respondernos.

    Cuando pedimos y nos preparamos para recibir, nos volvemos receptivos a esa recepción. Por eso Jesús recomendó: "busca túnica, haz tu parte, prepárate para recibir."

    ¡Sé receptivo! Todos somos capaces de recibir. Muchos tontos bloquean este recipiente; otros lo estiran. Y pedir, orar, buscar, etc., amplían esta capacidad de recibir el don del Divino Dador.

    Y recibes de acuerdo a tu capacidad de recibir.

    El que vaya a un manantial de agua pura y cristalina con un dedal, traerá un dedal con agua. El que vaya con un vaso traerá un vaso de agua. Así ocurre con los que llevan un balde o un recipiente más grande. Y lo importante es quién va a buscarlo, camina para llegar, toca, pide y recibe, hace su parte. Y para llegar a la fuente debió trabajar y estudiar el mejor camino a seguir, tocar allí, insistir en preguntar, etc. No se quedó quieto esperando, y con todo lo que hizo el mendigo, se volvió receptivo.

    Pedir a alguien que haga lo que es nuestro deber es recibir el agua que la persona fue a buscar en la fuente. Jesús; sin embargo, recomendó que nosotros mismos hagamos lo que es nuestro deber, busquemos, creamos un ambiente de receptividad con nuestro esfuerzo.

    Mary escuchó atentamente. De repente sintió que alguien en algún lugar estaba hablando de ella, y no era algo bueno. Se inquietó y escuchó: ¡Maldita escritora! Parecía un poco asustada a su alrededor. Se sintió aliviada que nadie la hubiera oído. Entendió que la voz se refería a ella, por lo que solo ella la había sentido, oído o recibido por sintonía.

    Trató de prestar atención al fabuloso orador del que era fan. Lo admiraba por haber regresado al plano espiritual con su objetivo cumplido y por haber hecho lo que tenía planeado.

    El orador pronto terminó la conferencia con una hermosa oración y la gente se fue maravillada por lo que había escuchado. Era temprano en la mañana. Las conferencias con invitados encarnados se llevan a cabo en momentos en que el cuerpo físico normalmente duerme.

    Mary salió del salón y fue al jardín. Prefería estar sola mirando al cielo. Reflexionó sobre la conferencia que había escuchado, la memorizó y concluyó que siempre tenemos que hacer lo que tenemos que hacer, ser autosuficientes, aprovechar las oportunidades para aprender, hacer el bien para ser buenos algún día. Pronto el Sol⁴ apareció en el horizonte y nuestro aprendiz quedó encantado con la belleza del astro rey.

    Meditó y concluyó que del Sol podemos tomar un gran ejemplo. Silencioso, da luz y calor a todos por igual. Simplemente hace lo que hay que hacer: existe, es útil. ¿Y por qué no ser así: hacerlo por amor a todos y sin estridencias, ser fuente de luz y calor?, pensó.

    Por las mañanas tenía clases e iba a asistir a ellas. En esta Colonia de estudio había muchas salas y eran muy cómodas. Su clase tenía veintiocho estudiantes, y todos los que tenían ganas de aprender se hicieron buenos amigos. La mayoría de las clases eran durante este período, lo que hacía que la Colonia estuviera ocupada en ese momento; profesores y alumnos tenían mucho que hacer.

    Cuando terminaron las clases, fue a la biblioteca de la Colonia, un lugar muy frecuentado por residentes y visitantes. Espaciosa, tenía muchos estantes llenos de libros. Un lugar maravilloso para los amantes de la literatura.

    Mary saludó a Cecília, que era pasante en la biblioteca, y fue a uno de los estantes a buscar un libro para consultar. ¡Maldita sea! ¡Maldita sea mil veces!

    Volvió a sentir las palabras en su mente, así como la ira hacia quien las decía. Mary se sintió mareada, se agachó en un rincón, se llevó las manos a la cabeza y dijo: ¡No! ¡No estoy maldita! ¡Basta!

    - ¡Mary! ¡Cálmate por favor! ¿Qué tienes? - Preguntó Cecília, levantándola del suelo.

    - No sé Cecília -respondió Mary con dificultad -. Alguien me maldijo y sentí que todo giraba.

    Cecília llamó telepáticamente a la consejera de la Colonia, que era la responsable de los alumnos de la casa, y ayudó a Mary a sentarse en un sillón. Al rato Carlos Augusto entró a la biblioteca y se dirigió a ellos, preguntando:

    - ¿Qué pasó?

    - Mary sintió que alguien la maldecía y se sintió un poco enferma - respondió Cecilia.

    - Disculpe - dijo Mary -. No quería causar ningún inconveniente. No sé qué pasó. Nunca pensé que estando aquí, en la Colonia, podría sentir a alguien, que no sé quién es ni dónde está, hablando. o pensando en mí de una manera tan negativa. No entiendo lo que está pasando.

    Carlos Augusto le dio pase a Mary y cuando se mejoró le dijo:

    - Mary ven a mi oficina para que podamos hablar.

    Mary lo siguió y se sentó en un escritorio⁵. Carlos Augusto se acomodó junto a ella, dirigiéndose a ella cariñosamente:

    - Querida Mary, somos responsables de lo que hacemos. Si alguien se siente agraviado por una de nuestras acciones, aunque no lo hayamos hecho con mala intención, de alguna manera podemos sentir el sufrimiento o la dificultad que le causamos. Y si podemos, debemos ayudar a aquellos que se sienten perjudicados directa o indirectamente por lo que hicimos.

    Tú, amiga mía, cuando encarnaste, fuiste autora de muchos libros. A través de ellos no hiciste daño, nunca quisiste dañar a nadie.

    Pero si alguien se ha sentido agraviado y te maldice, y como de alguna manera estamos ligados a nuestras acciones, ya sean buenas, malas o neutras, tú sientes y escuchas.

    - ¿Qué hago ahora? ¿Soy indiferente a

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