Historias de sexo erótico: Fantasías explícitas para adultos para explorar tríos, juegos de rol, lesbianas primerizas, dominación femenina, cuernos, MILFs, Anal, BDSM, intercambio de esposas, bisexuales, swingers, ¡y mucho más!

Por Roxy Sin

¡HISTORIAS TÓRRIDAS PARA ACELERAR LA SANGRE Y EL CORAZÓN!

Dar rienda suelta a tu imaginación es una experiencia estimulante que te ayudará a relajarte después de un día largo y estresante. Pero la imaginación tiene un límite.

Poder leer historias sensuales y llenas de lujuria que incluyan juegos preliminares pervertidos y escenarios sucios que ni siquiera tus deseos más profundos y oscuros pueden imaginar, es la mejor manera de llevar las cosas al siguiente nivel.

Ya es hora de que dejes de forzarte a leer historias aburridas con personajes acartonados y palabrotas que no hacen más que matar el deseo.

¡Historias de sexo erótico es la colección perfecta de historias tórridas llenas de momentos sexys, sensuales y sucios que hará que te frotes las piernas con impaciencia!

¡Tiene todas las fantasías más sucias que puedas soñar!

Desde tríos calientes a intercambio de esposas, cuernos, dominación femenina, lesbianas primerizas, MILFs, ¡y mucho más! — lo tiene todo.

Tanto si sólo tienes unos minutos para acabar antes del trabajo, como si estás listo para sentarte y ponerte travieso toda la noche, ¡este libro está aquí para ofrecerte momentos inolvidables para jugar solo o en grupo!

¿Qué estás esperando?

Toma tu juguete, pareja o parejas favoritas y convierte estas fantasías en realidad.

¡DESPLÁZATE HACIA ARRIBA, TOMA EL LIBRO Y EMPIEZA A LEER!

• Idioma: Español
• Editorial: Publishdrive
• Fecha de lanzamiento: 31 ene 2023
• ISBN: 1915470870

Vista previa del libro

Historias de sexo erótico

Fantasías explícitas para adultos para explorar tríos, juegos de rol, lesbianas primerizas, dominación femenina, cuernos, MILFs, Anal, BDSM, intercambio de esposas, bisexuales, swingers, ¡y mucho más!

Roxy Sin

Copyright © 2023 por Roxy Sin

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Contenido

1. Perdóname, padre

2. Una habitación tranquila

3. Jamie y Manda hacen un video picante

4. Piña

5. La lección

6. Hora de la fiesta

7. La suerte quiso que así fuera

8. El entrenador personal

9. Hornear pan

10. Finales felices

Palabras finales

Perdóname, padre

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Los gruesos tacones de los robustos zapatos de cuero de la hermana María Inmaculada resonaban en la cavernosa iglesia vacía. Era tarde. Las filas de bancos estaban vacías de arrepentidos o de quienes buscaban consuelo en la oración.

El padre Pedro se había despojado de sus ropas de confesor horas antes, pero estaba por aquí en algún lugar, posiblemente atendiendo las velas de devoción o guardando los libros de oraciones.

Cuidaba de esta vieja iglesia con la misma devoción constante que los sacerdotes mayores. Sólo que no era tan viejo. No, el padre Pedro no era viejo y la hermana María se preguntaba constantemente por qué un hombre como él había tomado los hábitos. Parecía de un grupo de rock, aunque ella no se fijaba en esas cosas. O quizá sus anchos hombros fueran más adecuados para un bombero o un rescatista. Era grande y fuerte, con rasgos severos.

Estaba segura de que su continencia asustaba más a los jóvenes comulgantes que las amenazas de condenación y el fuego del infierno. Sin embargo, era popular y siempre tenía seguidores. Su verdadera naturaleza se ocultaba tras una máscara de austeridad.

Hermana María, su voz profunda la envolvió de un modo que la luz de Dios siempre parecía no percibir.

Con una súbita inspiración, la hermana María se giró para ver al sacerdote. Llevaba el pelo oscuro peinado hacia atrás y el cuello blanco de la camisa resaltaba sobre el negro. Llegas tarde. Estaba a punto de cerrar.

Levantó la mano y, con total despreocupación, encajó la lengüeta de la parte posterior del cuello y se lo quitó. Luego se desabrochó el botón superior de la camisa.

A la hermana María se le secó la boca al fijarse en su largo cuello, en la forma en que la barba resaltaba las sombras de los tendones y los músculos, y en la prominente nuez de Adán. Reaccionó como si él se estuviera desnudando por completo delante de ella, y no simplemente quitándose la banda blanca de plástico que lo identificaba como sacerdote. Siguió desabrochándose la camisa.

Padre, fue todo lo que consiguió decir. Una brisa repentina azotó la ingenuidad y ella sintió que el aire más fresco le envolvía las piernas y le subía por los muslos, apagando un ardor entre las piernas que no había querido aceptar que se estaba acalorando.

¿Qué haces?

Voy a hacer ejercicio ahora, si has terminado. Puedo cerrar.

Ella tragó con fuerza. Me temo que tengo una necesidad bastante repentina de confesarme.

¿Ahora mismo?

Inmediatamente, dijo. Se dio la vuelta y caminó decidida hacia el confesionario más cercano.

Se sentó dentro y cerró la puerta tras de sí, esperando a que el padre Pedro entrara por el otro lado. Hacía calor en el pequeño confesionario. Sin pensarlo, se pasó la mano por el pelo y se quitó el pañuelo gris. No tardó en desabrocharse y quitarse la rebeca que llevaba sobre el sencillo vestido gris.

Estaba sudando. Era como si se hubiera metido en un sauna. Se subió la falda por encima de las rodillas, esperando que algo de esa brisa fresca que sintió antes se colara aquí y bajara la temperatura.

La puerta de su lado del confesionario se abrió, la ancha figura del padre Pedro bloqueaba la poca luz que había en el resto de la iglesia.

La hermana María dejó escapar un gemido. Perdona mis pensamientos impuros.

El siguiente gemido no fue suyo.

De repente el padre Pedro estaba en el pequeño espacio con ella. Sus manos se deslizaban por sus muslos, abriéndole las piernas. Su camisa, completamente abierta, dejaba al descubierto un pecho de músculos y vello. Ella no pudo evitarlo, extendió la mano y le acarició el pecho. Estaba lleno de músculos, lleno de tentación y pecado.

Comenzó a desabrochar la parte delantera de su vestido.

Comentarios para Historias de sexo erótico

[Raymond Mason · Calificación: 5 de 5 estrellas]

¡Me encantaron todas las historias! Los diferentes temas de cada una me mantuvieron emocionado durante todo el audiolibro.

[Hubert Snyder · Calificación: 5 de 5 estrellas]

Como alguien que a menudo está solo por la noche, encuentro que este tipo de historias son una gran manera de aliviar mi soledad. Fue reconfortante identificarse con el personaje principal.