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Las alegorías de Olodumares: Símbolo y memoria cultural en la regla Oscha e Ifá
Las alegorías de Olodumares: Símbolo y memoria cultural en la regla Oscha e Ifá
Las alegorías de Olodumares: Símbolo y memoria cultural en la regla Oscha e Ifá
Libro electrónico647 páginas14 horas

Las alegorías de Olodumares: Símbolo y memoria cultural en la regla Oscha e Ifá

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A través del despliegue de imágenes, metáforas y símbolos presentes en las historias, mitos, leyendas, fábulas, poemas, cantos, refranes y parábolas en los que se apoya el cuerpo literario, filosófico y ceremonial de la Regla de Osha y el Sistema Oracular de Ifá, el lector no solo podrá conocer múltiples aspectos de la vida en la sociedad yoruba, sino también cómo, en esos ejemplos fruto del ingenio colectivo y transmitidos oralmente de generación en generación, se revela, en su mayor pureza, el poder creativo de un pueblo cuyas raíces históricas y culturales están ancladas en las civilizaciones más antiguas de la Humanidad.
IdiomaEspañol
EditorialRUTH
Fecha de lanzamiento25 oct 2022
ISBN9789593140683
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    Las alegorías de Olodumares - Valentina Porras

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    Edición: Dulce María Sotolongo Carrington

    Diseño y composición: Carlos Javier Solis

    Ilustración de cubierta: Dulce Márquez. Alegoría de Dolores.

    Pastel sobre cartulina

    Corrección: Rayman Vega

    Dirección de arte y conversión a e-Pub: Rafael Lago Sarichev

    © Valentina Porras Potts, 2020

    © Sobre la presente edición: Ediciones Cubanas Artex, 2020

    ISBN 9789593140669

    ISBN E-book versión ePub: 9789593140683

    Queda prohibido todo tipo de reproducción o distribución

    del contenido sin la autorización de la Editorial.

    Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.

    Ediciones Cubanas, ARTEX

    5ta. Ave., esq. a 94, Miramar, Playa, Cuba

    E-mail: editorialec@edicuba.artex.cu

    Telf: (53-7) 204 5492, 204 3586, 204 4132

    Tabla de Contenido

    Índice

    Sinopsis

    Òró1 introductorio

    ANTECEDENTES HISTÓRICOS

    Y CULTURALES

    Egipto a través de Nubia

    El país yoruba

    Los yoruba

    Ilé-Ifé

    El reino de Oyó

    El reino de Benin

    El reino de Owo

    MITOS, SERES Y PODERES

    Presencia de los Seres sobrehumanos

    La figura del rey y su representatividad

    Los seres sobrehumanos y los mitos

    REALIDAD, MÍSTICA Y SIMBOLOGÍA EN EL HOMBRE AFRICANO

    La relación entre el hombre africano y su entorno

    El empleo de los metales. Valor práctico y simbólico

    Historia y cultura en el valor simbólico de los colores

    LOS SÍMBOLOS Y LAS REPRESENTACIONES EN LA REGLA DE OSHA Y EL SISTEMA ORACULAR DE IFÁ

    La concepción del mundo de los yoruba en la Regla de Osha y el sistema oracular de Ifá

    Los símbolos y las representaciones en las ceremonias de la Regla de Osha e Ifá

    El baño en el río

    La Naturaleza y sus componentes en el osain o lavatorio

    La entrada del iyawó al igbodún

    La pintura en el osun igbodún y el fifí okán osun

    El ashé lerí

    Los paños o caretas

    El trono

    La jícara

    El saludo

    La estera

    El nuevo nombre del iyawó

    La presentación del iyawó al tambor

    El itutu o ituto y las honras fúnebres

    Los símbolos y las representaciones en los sistemas oraculares de la Regla de Osha e Ifá

    Sistema Oracular de Obbi o de Biawé

    El Sistema Oracular de los Caracoles o Diloggún

    El Sistema Oracular de Ifá

    Los símbolos y las representaciones en el fundamento de los orisha

    La piedra como fundamento, representación e imagen de la deidad

    El coco como fundamento de la deidad

    Deidades que utilizan al coco como fundamento

    El caracol como fundamento de la deidad

    Deidades que utilizan al caracol como fundamento

    El agua como fundamento de la deidad

    Los cuernos como fundamento de la deidad

    Deidades que utilizan a los cuernos como fundamento

    Los símbolos y las representaciones en las herramientas de los orisha

    Los símbolos del cristianismo

    Deidades que incluyen a los símbolos del cristianismo en sus herramientas

    El Sol

    Deidades que incluyen al Sol en sus herramientas

    La Luna

    Deidades que incluyen a la Luna en sus herramientas

    El bastón o cetro

    Deidades que incluyen al bastón o cetro en sus herramientas

    La serpiente

    Deidades que incluyen a la serpiente en sus herramientas

    El lagarto o camaleón

    Deidades que incluyen al lagarto o camaleón en sus herramientas

    Las máscaras o caretas

    Deidades que incluyen a la máscara o careta en sus herramientas

    La corona

    Deidades que incluyen a la corona en sus herramientas

    El eddán o addán

    Deidades que incluyen al eddán en sus herramientas

    Las manillas o pulseras

    Deidades que incluyen manillas en sus herramientas

    El agoggó o campana y el asheré o maraca

    Deidades que incluyen el agoggó o campana en sus herramientas

    Los instrumentos para la navegación: los remos, el ancla y el timón

    Deidades que incluyen a los remos en sus herramientas

    Deidades que incluyen al ancla en sus herramientas

    Deidades que incluyen al timón en sus herramientas

    El pez

    Deidades que incluyen al pez en sus herramientas

    La sirena

    Deidades que incluyen a la sirena en sus herramientas

    El perro

    Deidades que incluyen al perro en sus herramientas

    Los instrumentos para excavar y trabajar la tierra

    Deidades que incluyen a los instrumentos para excavar y trabajar la tierra en sus herramientas

    Los instrumentos para cazar: el arco y la flecha

    Deidades que incluyen al arco y a la flecha en sus herramientas

    Los instrumentos para guerrear: la espada, el hacha, la lanza, el sable, el alfanje, la cimitarra y el machete

    Deidades que incluyen a los instrumentos para guerrear en sus herramientas

    Los símbolos y las representaciones en los atributos de los orisha

    La silla

    Deidades que incluyen a la silla en sus atributos

    El pilón

    Deidades que incluyen al pilón en sus atributos

    El caracol

    Deidades que incluyen al caracol en sus atributos

    Deidades que incluyen al caracol en su ornamentación

    El coco

    Deidades que incluyen al coco en sus atributos

    Los granos o miniestras

    Deidades que incluyen a los granos o miniestras en sus atributos

    La arena

    Deidades que incluyen a la arena en sus diversos usos

    El iruke y el já

    Deidades que incluyen al iruke en sus atributos

    Deidades que incluyen al já en sus atributos

    La escalera

    Deidades que incluyen a la escalera en sus atributos

    El tambor

    Deidades que incluyen al tambor en sus atributos

    La piedra de rayo

    Deidades que incluyen a la piedra de rayo en sus atributos

    El mariwó

    Deidades que incluyen al mariwó en sus atributos

    El algodón u oú

    Deidades que incluyen al algodón —o a partes de la planta— en sus atributos

    La manteca de cacao

    Deidades que incluyen a la manteca de cacao en sus atributos

    La manteca de corojo

    Presencia múltiple de la manteca de corojo

    El caballo

    Deidades que incluyen al caballo en sus atributos

    El carapacho de jicotea

    Deidades que incluyen al carapacho de jicotea en sus atributos o como parte de su fundamento

    El mono

    Deidades que incluyen al mono en sus atributos o como parte de su fundamento

    El leopardo y el tigre

    Deidades que incluyen al leopardo y/o al tigre en sus herramientas y atributos, o en la carga de sus respectivos fundamentos

    El marfil

    Deidades que incluyen al marfil en sus atributos

    Las aves y sus plumas. La pluma del loro

    Deidades que incluyen a la pluma del loro en sus atributos

    El pavo real

    Deidades que incluyen al pavo real en sus atributos

    El coral

    Deidades que incluyen al coral en sus atributos

    La calabaza y la güira o calabazo

    Deidades que incluyen a la calabaza y a la güira o calabazo en sus atributos

    El melón de agua o sandía

    Deidades que incluyen al melón de agua o sandía en sus atributos

    La miel

    Deidades que incluyen a la miel en sus atributos

    El abanico

    Deidades que incluyen al abanico en sus atributos

    Los símbolos y las representaciones en los collares y el iddé de los orisha

    Las cuentas

    Los ensartes de cuentas: valor simbólico y herencia cultural

    Los símbolos en la disposición por colores, cantidades y tipos de cuentas en los collares y el iddé de los orisha

    Relación de deidades

    Bibliografía

    Otras fuentes consultadas

    Sobre la autora

    Landmarks

    Cover

    Table of Contents

    Índice

    Sinopsis

    Òró introductorio

    ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y CULTURALES

    Egipto a través de Nubia

    El país yoruba

    Los yoruba

    Ilé-Ifé

    El reino de Oyó

    El reino de Benin

    El reino de Owo

    MITOS, SERES Y PODERES

    Presencia de los Seres sobrehumanos

    La figura del rey y su representatividad

    Los seres sobrehumanos y los mitos

    REALIDAD, MÍSTICA Y SIMBOLOGÍA EN EL HOMBRE AFRICANO

    La relación entre el hombre africano y su entorno

    El empleo de los metales. Valor práctico y simbólico

    Historia y cultura en el valor simbólico de los colores

    LOS SÍMBOLOS Y LAS REPRESENTACIONES EN LA REGLA DE OSHA Y EL SISTEMA ORACULAR DE IFÁ

    La concepción del mundo de los yoruba en la Regla de Osha y el sistema oracular de Ifá

    Los símbolos y las representaciones en las ceremonias de la Regla de Osha e Ifá

    El baño en el río

    La Naturaleza y sus componentes en el osain o lavatorio

    La entrada del iyawó al igbodún

    La pintura en el osun igbodún y el fifí okán osun

    El ashé lerí

    Los paños o caretas

    El trono

    La jícara

    El saludo

    La estera

    El nuevo nombre del iyawó

    La presentación del iyawó al tambor

    El itutu o ituto y las honras fúnebres

    Los símbolos y las representaciones en los sistemas oraculares de la Regla de Osha e Ifá

    Sistema Oracular de Obbi o de Biawé

    Los apere ti

    El Sistema Oracular de los Caracoles o Diloggún

    El obbá-oriaté

    El Sistema Oracular de Ifá

    Deidades que incluyen elementos del Sistema Oracular de Ifá en sus atributos

    Los símbolos y las representaciones en el fundamento de los orisha

    La piedra como fundamento, representación e imagen de la deidad

    El coco como fundamento de la deidad

    Deidades que utilizan al coco como fundamento

    El caracol como fundamento de la deidad

    Deidades que utilizan al caracol como fundamento

    El agua como fundamento de la deidad

    Los cuernos como fundamento de la deidad

    Deidades que utilizan a los cuernos como fundamento

    Los símbolos y las representaciones en las herramientas de los orisha

    Los símbolos del cristianismo

    Deidades que incluyen a los símbolos del cristianismo en sus herramientas

    El Sol

    Deidades que incluyen al Sol en sus herramientas

    La Luna

    Deidades que incluyen a la Luna en sus herramientas

    El bastón o cetro

    Deidades que incluyen al bastón o cetro en sus herramientas

    La serpiente

    Deidades que incluyen a la serpiente en sus herramientas

    El lagarto o camaleón

    Deidades que incluyen al lagarto o camaleón en sus herramientas

    Las máscaras o caretas

    Deidades que incluyen a la máscara o careta en sus herramientas

    La corona

    Deidades que incluyen a la corona en sus herramientas

    El eddán o addán

    Deidades que incluyen al eddán en sus herramientas

    Las manillas o pulseras

    Deidades que incluyen manillas en sus herramientas

    El agoggó o campana y el asheré o maraca

    Deidades que incluyen el agoggó o campana en sus herramientas

    Los instrumentos para la navegación: los remos, el ancla y el timón

    Deidades que incluyen a los remos en sus herramientas

    Deidades que incluyen al ancla en sus herramientas

    Deidades que incluyen al timón en sus herramientas

    El pez

    Deidades que incluyen al pez en sus herramientas

    La sirena

    Deidades que incluyen a la sirena en sus herramientas

    El perro

    Deidades que incluyen al perro en sus herramientas

    Los instrumentos para excavar y trabajar la tierra

    Deidades que incluyen a los instrumentos para excavar y trabajar la tierra en sus herramientas

    Los instrumentos para cazar: el arco y la flecha

    Deidades que incluyen al arco y a la flecha en sus herramientas

    Los instrumentos para guerrear: la espada, el hacha, la lanza, el sable, el alfanje, la cimitarra y el machete

    Deidades que incluyen a los instrumentos para guerrear en sus herramientas

    Los símbolos y las representaciones en los atributos de los orisha

    La silla

    Deidades que incluyen a la silla en sus atributos

    El pilón

    Deidades que incluyen al pilón en sus atributos

    El caracol

    Deidades que incluyen al caracol en sus atributos

    Deidades que incluyen al caracol en su ornamentación

    El coco

    Deidades que incluyen al coco en sus atributos

    Los granos o miniestras

    Deidades que incluyen a los granos o miniestras en sus atributos

    La arena

    Deidades que incluyen a la arena en sus diversos usos

    El iruke y el já

    Deidades que incluyen al iruke en sus atributos

    Deidades que incluyen al já en sus atributos

    La escalera

    Deidades que incluyen a la escalera en sus atributos

    El tambor

    Deidades que incluyen al tambor en sus atributos

    La piedra de rayo

    Deidades que incluyen a la piedra de rayo en sus atributos

    El mariwó

    Deidades que incluyen al mariwó en sus atributos

    El algodón u oú

    Deidades que incluyen al algodón —o a partes de la planta— en sus atributos

    La manteca de cacao

    Deidades que incluyen a la manteca de cacao en sus atributos

    La manteca de corojo

    Presencia múltiple de la manteca de corojo

    El caballo

    Deidades que incluyen al caballo en sus atributos

    El carapacho de jicotea

    Deidades que incluyen al carapacho de jicotea en sus atributos o como parte de su fundamento

    El mono

    Deidades que incluyen al mono en sus atributos o como parte de su fundamento

    El leopardo y el tigre

    Deidades que incluyen al leopardo y/o al tigre en sus herramientas y atributos, o en la carga de sus respectivos fundamentos

    El marfil

    Deidades que incluyen al marfil en sus atributos

    Las aves y sus plumas. La pluma del loro

    Deidades que incluyen a la pluma del loro en sus atributos

    El pavo real

    Deidades que incluyen al pavo real en sus atributos

    El coral

    Deidades que incluyen al coral en sus atributos

    La calabaza y la güira o calabazo

    Deidades que incluyen a la calabaza y a la güira o calabazo en sus atributos

    El melón de agua o sandía

    Deidades que incluyen al melón de agua o sandía en sus atributos

    La miel

    Deidades que incluyen a la miel en sus atributos

    El abanico

    Deidades que incluyen al abanico en sus atributos

    Los símbolos y las representaciones en los collares y el iddé de los orisha

    Las cuentas

    Los ensartes de cuentas: valor simbólico y herencia cultural

    Los símbolos en la disposición por colores, cantidades y tipos de cuentas en los collares y el iddé de los orisha

    Relación de deidades

    Bibliografía

    Sobre la autora

    Sinopsis

    A través del despliegue de imágenes, metáforas y símbolos presentes en las historias, mitos, leyendas, fábulas, poemas, cantos, refranes y parábolas en los que se apoya el cuerpo literario, filosófico y ceremonial de la Regla de Osha y el Sistema Oracular de Ifá, el lector no solo podrá conocer múltiples aspectos de la vida en la sociedad yoruba, sino también cómo, en esos ejemplos fruto del ingenio colectivo y transmitidos oralmente de generación en generación, se revela, en su mayor pureza, el poder creativo de un pueblo cuyas raíces históricas y culturales están ancladas en las civilizaciones más antiguas de la Humanidad.

    Acerquémonos, pues, al mundo eterno de símbolos, alegorías, metáforas e imágenes presentes en las ceremonias, fundamentos, herramientas y atributos de estos dos complejos religioso-socioculturales; al valor histórico y artístico de una cultura llegada a nuestras tierras con los que se convertirían en uno de los componentes más importantes de nuestra identidad nacional; y a una sabiduría milenaria, atesorada y defendida por nuestros antepasados con valentía, perseverancia y orgullo, durante generaciones.

    A mis siempre acompañantes Yemayá, Oshún,

    Francisco y Dolores.

    A mi hija Nadia, por su asistencia

    y presencia incondicionales e irremplazables.

    A Rafael García (Oggundá Eyi), José Manuel Pérez Andino (Orí ni Ifá)

    y a todos los sabios de Ifá que, durante generaciones,

    han preservado este milenario legado cultural.

    A todos los sabios de la Regla de Osha y, en especial,

    a los obbá-oriaté Saúl Fernández (Babá Ni Igbeleké),

    Agustín Cabrerizas (Ayé Letí) y Yolexis García (Shangó Relékun),

    así como a la MSc. e Iyalosha Oní Shangó Antonia Oneida Gómez (Obbá Niké),

    por su siempre entusiasta y eficiente colaboración.

    Nada es caprichoso en ninguna iconografía como en ninguna liturgia.

    Todo en ellas arranca de las más remotas concepciones de la magia

    y de la religión, o se forma por la más penetrante conceptuación popular

    o letrada; todo en ellas obedece a un lenguaje de símbolos cuyo sentido

    a veces se nos escapa por lo arcaico o exótico,pero que es indudable

    y se descubre siempre, cuando se puede seguir la evolución del concepto

    hasta las fuentes ideológicas de que brota.

    La Virgen de la Caridad del Cobre. Historia y etnografía.

    Fernando Ortíz

    A-bá-mò-ó-tán-ìbá-se.

    Tener un conocimiento completo de sí mismo es ser exitoso.

    Alabanza a Orúnmila o Espíritu del Destino

    Òró

    ¹ introductorio

    Si poseéis un garabato-brújula

    para internaros en este monte hirsuto:

    ¡Adelante! Os convido.

    Gritad a los cuatro vientos: ¡Àgò l´òna!²

    Eshu (Oriki a mí mismo) y otras descargas.

    Rogelio Martínez Furé

    Cuenta una leyenda del Oddu³ de Ifá Eyiogbe,⁴ que Amure Awo Awo Ebba Ono fue el sacerdote requerido por Orúnmila para que lo consultara y saber así cómo llegar a tener una fisionomía completa, ya que todas las divinidades carecían de cabeza.

    En la consulta, se le indicó que se frotara las palmas de las manos con los brazos levantados y rogara tener una cabeza. Luego, debía hacer una ofrenda con cuatro nueces de kola,⁵ una cazuela de barro, una esponja y un jabón y guardar las nueces en el lugar sagrado de Ifá sin partirlas, ya que sería un visitante el que vendría posteriormente a realizar esa tarea.

    Por su parte, Orí también invitó a Amure para que lo consultara y este le indicó que ofreciera a su orisha tutelar cuatro nueces de kola —que no podía costear—, si quería prosperar.

    Luego de hacer la ofrenda, Orúnmila dejó las nueces en su lugar sagrado, mientras que Eshu corrió la voz de las cuatro hermosas nueces de kola que esperaban a que una divinidad las partiera.

    Encabezadas por Oggún, todas las divinidades visitaron a Orúnmila, pero este les respondió que no eran lo suficientemente fuertes para llevar a cabo esa tarea. Finalmente Orí, quien no podía comprar las nueces para ofrecérselas a su orisha tutelar, se acercó rodando a la casa de Orúnmila.

    Cuando este lo vio, lo cargó, buscó la cazuela de barro, la llenó de agua y usó la esponja y el jabón para lavarlo. Luego de secarlo, Orúnmila llevó a Orí hasta su lugar sagrado y le pidió que partiera las nueces de kola que esperaban por él desde hacía mucho tiempo.

    Después de agradecer el hermoso gesto, Orí rezó con las nueces de kola para que todo lo que hiciera tuviera cumplimiento y manifestación. A continuación, utilizó las nueces para orar por él mismo, tener un lugar de residencia permanente y muchos seguidores. Acto seguido, rodó hacia atrás, arremetió con fuerza contra las nueces de kola, y estas se partieron con una ruidosa explosión que se escuchó a todo lo ancho y largo del cielo.

    Al enterarse de lo sucedido, todas las divinidades, que sintieron curiosidad por saber quién había logrado partir las nueces que habían desafiado a todos, vieron con asombro que la cabeza había sido quien había logrado hacerlo.

    Inmediatamente, el tronco y las extremidades, que hasta entonces habían tenido identidad específica, decidieron reunirse e irse a vivir con la cabeza, algo cuya importancia no habían comprendido antes. Todos levantaron a Orí sobre ellos y allí, en el lugar sagrado de Orúnmila, lo coronaron como rey del cuerpo. Por eso y hasta el día de hoy, dado el papel desempeñado por Orúnmila en la obtención de su prosperidad, la cabeza toca el suelo para demostrar al orisha su reverencia y respeto.

    Así quedó explicado alegóricamente, en este caso a través de una de las leyendas del Sistema Oracular de Ifá, el papel desempeñado por la cabeza no solo como una divinidad en sí, sino, sobre todo, como parte vital e inseparable del cuerpo humano, por ser fuente de fuerza, conocimiento, inteligencia, y por tanto, de desarrollo.

    Con gran despliegue de imágenes, metáforas y símbolos, aparecen plasmados en las historias, mitos, leyendas, fábulas, poemas, cantos, refranes y parábolas, así como en los conocimientos transmitidos oralmente de generación en generación en los que se apoya el cuerpo filosófico, literario y ceremonial de la Regla de Osha y el Sistema Oracular de Ifá, muchos aspectos de la vida en la sociedad yoruba tales como su estructura, su cosmogonía y ontología, su filosofía, su interpretación de la vida y la muerte, sus ritos religiosos, las alabanzas a sus reyes y dioses, las hazañas de sus héroes, su quehacer diario en la lucha por la subsistencia, sus guerras, su forma de amar y de odiar, en fin, todo lo que de bello, interesante e instructivo se puede encontrar en una cultura del ser y del por qué se es y donde se revela, en su mayor pureza, el genio artístico de un pueblo cuyas raíces culturales están ancladas en las civilizaciones más antiguas de la humanidad.

    Gracias al tesón de individuos que fueron verdaderas bibliotecas vivientes y cuya misión —al decir del escritor e importante investigador cubano de temas africanos Rogelio Martínez Furé—, consistió en ser la «memoria del grupo», se conservaron los anales de los estados y de los pueblos pertenecientes a ellos, las genealogías de las grandes familias, las creencias religiosas, y las costumbres y aconteceres políticos, jurídicos y sociales. Ellos contribuyeron —y aún contribuyen— a mantener la continuidad histórica con las generaciones pasadas y a preservar las características específicas de cada grupo humano y su historicidad, poniendo de manifiesto el papel capital desempeñado por esta memoria en la conservación de ese patrimonio cultural.

    Otros investigadores, como el sacerdote de Ifá Víctor Betancourt, hablan del empleo de los símbolos, las metáforas y las parábolas como mecanismo para proteger la pureza de estos conocimientos:

    La transmisión de conocimientos de una generación a otra generalmente ha sido simbólica, tal como lo es el cuerpo literario de Ifá. Esto fue concebido por los antiguos sacerdotes para inducir a los futuros iniciados a deducir, interpretar y desarrollar el significado simbólico.

    Los mensajes simbólicos tienen una estructura difícil para la vista del profano e impedían que este los conociera, ya que los conocimientos escondidos en estos se consideraban propios de un limitado número de privilegiados. Los criptógrafos de la Antigüedad entendían que los profanos no poseían la suficiente preparación para asimilar los mensajes y, cifrándolos mediante símbolos, metáforas y parábolas, protegían su pureza y aseguraban que fueran conocidos por las futuras generaciones. La divulgación de las enseñanzas que encerraban se consideraba un sacrilegio, más aún si se alteraba el cuerpo literario de las metáforas o las figuras que conformaban un símbolo.

    Este mundo simbólico y metafórico, fruto de múltiples e importantes contactos culturales y conservado por la tradición, estará también presente en los objetos que formaron parte de la vida diaria de ese pueblo y que incluyen las herramientas para remover y cultivar la tierra, realizar la pesca fluvial o marítima y la caza, o emprender guerras de conquista o de defensa; en un arte de incontestable refinamiento y belleza ligado al mundo religioso, al cortesano y al cotidiano del ciudadano común y que contará con esculturas, tallas, repujados, orfebrería, tejidos y joyería; en los materiales escogidos para confeccionar y/o revestir el fundamento, las herramientas y los atributos de sus deidades, ya sean estos diversos tipos de metales y de arcillas, cuentas y caracoles, u otros elementos como el coral, el marfil, el azabache, el lapislázuli y las piedras preciosas y semipreciosas; en los colores o combinaciones de colores empleados en estas tareas; y en la relación objetiva y subjetiva de esta sociedad con la naturaleza, sus fuerzas y sus componentes:

    El acercamiento a los grupos étnicos, en su fluidez geográfica y temporal, permite observar cómo estos se mezclan, se separan, se transforman; es posible valorar los objetos como receptáculos de metáforas e imágenes significativas, toda vez que son el resultado de una experiencia humana, y la interpretación de los mismos depende de la articulación de lo visto con lo vivido. […] Las herramientas, los instrumentos y los procesos de producción desarrollados por los artistas africanos son la consecuencia de múltiples experiencias que consolidan largas tradiciones nutridas de disímiles contactos culturales.⁸ […] «El espacio africano puede imaginarse como un campo de relaciones en el que la identidad de todo lo que existe depende de la fuerza de cada uno y esta, a su vez, de la posición que cada uno ocupa en el entramado que constituye el mundo, cuyo mapa nos lo proporciona la tradición».⁹

    Acerquémonos pues, con la mirada limpia y el merecido reconocimiento, al mundo eterno de símbolos, alegorías, metáforas, imágenes e historias presentes en las ceremonias, fundamentos, herramientas y atributos de la Regla de Osha y el Sistema Oracular de Ifá; al valor histórico y milenario de una cultura llegada a nuestras tierras con aquellos que se convertirían en uno de los componentes más importantes de nuestra identidad nacional; y a la sabiduría, atesorada y defendida con valentía y ahínco por nuestros antepasados durante generaciones, así como por los investigadores y escritores que tan afanosamente se han dedicado al estudio y valorización de este tema.

    Comprendamos, en toda su extensión, el poder de la memoria y del discurso oral en la preservación de la cultura de este pueblo, encerrado en el apelativo yoruba Ayé Letí, que significa:«Todo lo que usted diga lo tendrá que oír el mundo».Y concluyamos que es muy cierto lo que proclamara un antiguo literato africano, hace más de tres mil años, al reconocer con emoción, humildad y orgullo, la validez intemporal de esa sabiduría: «¡Pensar que no puedo decir nada nuevo, que nuestros antepasados no hayan dicho!»¹⁰


    ¹ Òró: En español: Oro u orun: Canto o ruego vehemente.

    ² ¡Àgò l´òna!: Vocablo yoruba que significa: ¡Permiso! ¡Abrid paso! ¡Dejad pasar!

    ³ Oddu (del yoruba odù): Signos o «letras» de los principales sistemas oraculares yoruba, a saber: Ifá y el Diloggún u Oráculo de los Caracoles. También uno de los doce tipos de cuentos entre los yoruba del África Occidental.

    Antes de continuar, es menester aclarar que, salvo en los casos del título de la obra y el de la introducción, así como en el de aquellas citas en que los autores la emplean, se ha sustituído la ortografía original de los vocablos procedentes del idioma yoruba usados en la Regla de Osha o Santería cubana y el Sistema Oracular de Ifá, por aquella que pudiera reproducir, lo más fielmente posible, la pronunciación de los mismos por sus practicantes en la Isla. (N. del A.).

    ⁴ Eyiogbe (Ogbe Meyi, Babá Eyiogbe): Oddu de Ifá donde nacen no solo la gran consagración de Orí (orí u erí: cabeza) —su trabajo más importante, ya que esta era en sí una divinidad y pasó a formar parte permanente del cuerpo—, sino también los vasos sanguíneos y la linfa, el itá de los orisha, la gran virtud de la palabra de obbi (el coco), y el estado de las provincias. En este signo la ceiba se hizo sagrada y se formó el agua, las palmas, las espinacas y las nueces de kola. En él habla la voluntad, Eyiogbe resultó ser el más importante de los apóstoles de Orúnmila en la Tierra, a pesar de ser originalmente uno de los más jóvenes. Pertenece a la segunda generación de profetas que se ofrecieron para venir al mundo y, mediante el ejemplo, hacer de él un lugar mejor para sus habitantes. Fue un apóstol muy caritativo, tanto en la Tierra como en el cielo.

    A partir de este momento y a menos que se cite otra fuente, toda la información referente a los oddu de Ifá, así como sus leyendas, provendrán del Tratado Enciclopédico de Ifá, versión digital s/n, s/f. y s/p. (N. del A.).

    ⁵ La nuez de kola (Cola acuminata) es una especie de árbol originario de Centroamérica y del África tropical, perteneciente a la familia de las malváceas. En África, las semillas se usan todavía de forma tradicional, empleándolas en la alimentación, como medicina, y en ceremonias, mientras que su madera es utilizada como material de construcción. (Enciclopedia Wikipedia, 31 de enero de 2015).

    ⁶ Rogelio Martínez Furé: Poesía Anónoma Africana, t. I, p. 13.

    ⁷ Victor Betancourt: Ifaísmo y Ciencia, pp. 8-9.

    ⁸ Lázara Menéndez: «De ida y vuelta» en Argeliers León: Introducción al estudio del arte africano, pp. 18-19.

    ⁹ I. Bargna: Arte Africano, Libsa, Madrid, 2000, p. 15, citado por Lázara Menéndez en: Ibídem.

    ¹⁰ Discurso de Ankú, 1900 a.C. citado por Rogelio Martínez Furé: Ob. cit., p. 22.

    ANTECEDENTES HISTÓRICOS

    Y CULTURALES

    Egipto a través de Nubia

    Las guerras de Egipto contra Nubia, un estrecho de África cuya mayor parte se ubicaba en lo que ahora es el Sudán, no fueron obra del capricho.

    Las investigaciones del arqueólogo suizo Charles Bonnet realizadas en el lugar, revelaron la pasada existencia de un centro urbano que dominaba vastos campos y extensas crías de ganado, al tiempo que se beneficiaba del intercambio del oro, el ébano y el marfil.¹¹ «Era un reino totalmente emancipado de Egipto […]»,¹² surgido durante la caída del Imperio Medio egipcio en 1785 a.C. y cuyo territorio, ya para el año 1500 de esa misma época, se extendía entre las cataratas segunda y quinta del Nilo. Estudios posteriores hablan también de la presencia, hasta la transición de Egipto al período histórico, de contactos tenues pero sostenidos entre el África subsahariana, Egipto y el Asia sudoccidental, e incluso de un cierto sincronismo en su historia cultural,¹³ lo que coincide con lo que aparece en las epopeyas de los nubios,¹⁴ en las que se confirma la existencia, en tiempos pasados, de una civilización de la remota África que no solo había prosperado, sino que por momentos había sido dominante al entremezclarse o casarse con los egipcios, sus vecinos del norte.¹⁵

    A los gobernantes egipcios, que ambicionaban apoderarse del oro de Nubia, no les gustaba tener un vecino tan poderoso al sur, por lo que los faraones de la xviii dinastía (1539–1292 a.C.) enviaron legiones para conquistar ese país y erigir fortificaciones a lo largo del Nilo. Subyugada, la élite nubia comenzó a adoptar la cultura y las costumbres religiosas de Egipto: veneraron a sus dioses, se valieron de su idioma y adoptaron sus ritos funerarios para después, entre otras cosas, construir sus propias pirámides.¹⁶

    Ya alrededor del año 1000 a.C. se había conformado en Nubia un reino en el que, sobre una base africana y por asimilación de elementos de diversos orígenes entre ellos el libio, el egipcio y el del Oriente Cercano, se había ido gestando una cultura mixta peculiar.¹⁷ Pero en el año 730 a.C., aprovechando que Egipto estaba siendo destrozado por las rivalidades y ambiciones de sus jefes militares, un nubio de raza negra llamado Piankhi, quien se concebía a sí mismo como auténtico gobernante de Egipto y legítimo heredero de las tradiciones religiosas de Tutmosis III y Ramsés II, alistó un ejército cuyos soldados bogaron al norte del Nilo y desembarcaron en Tebas, capital del Alto Egipto, después de purificarse en las aguas del Nilo y salpicarse el cuerpo con el agua proveniente del templo de Karnak, lugar sagrado del dios Amón a quien consideraba su deidad personal. Luego de consagrarse él y sus huestes, emprendió la guerra contra todas las legiones que encontró a su paso hasta obtener la capitulación total, proclamarse Señor de los Dos Reinos y dar inicio a la dinastía de los llamados «Faraones Negros», una sucesión de reyes nubios que reinaron en Egipto por tres cuartos de siglo durante la xxv dinastía. Estos faraones negros, que no habían surgido de la nada sino que procedían de esa vigorosa civilización africana que medró en las riberas septentrionales del Nilo a lo largo de 2 500 años y cuyos orígenes se remontan hasta la primera dinastía egipcia, se encargaron de reunificar a un país desgarrado, colmaron su paisaje de gloriosos monumentos, y construyeron un extendido imperio desde la frontera sur hasta lo que hoy es Jartum, en la ruta septentrional hacia el Mediterráneo.¹⁸

    Por la vecindad y contactos comerciales, estos reinos de Nubia fuertemente permeados por la cultura egipcia, ejercieron su influencia sobre el África subsahariana y sobre todo sobre los pueblos que posteriormente estarían englobados dentro del término yoruba,¹⁹ a partir de los cuales y con la presencia de ciertos aspectos de las prácticas religiosas egipcias en sus complejos religiosos, surgiría en Cuba la llamada Regla de Osha. Un ejemplo de ello es el avatar de Obbatalá Ogbón el cual, cuando es la deidad tutelar de la persona, lleva, como parte de sus atributos, un cofrecito minúsculo con un escarabajo de metal dorado dentro, símbolo de resurrección. Según la tradición, es un secreto de Obbatalá que vino de Egipto,²⁰ al igual que la presencia de la cruz anzada²¹ entre las herramientas de Odduduwa, fundador del imperio yoruba y considerado en la Regla de Osha «el muerto mayor». Para los egipcios, dicha cruz representaba la vida que no acaba con la muerte sino que resurge y continúa, y se aplicaba sobre la frente de los faraones para que su visión de la eternidad prevaleciera durante todo su mandato por encima de cualquier contratiempo.

    En cuanto al surgimiento de los reinos yoruba y la posible influencia de la cultura egipcia en ellos, algunas investigaciones plantean que en el siglo iv d.C., al ser Nubia invadida y saqueada por inmigrantes del sur de Arabia fundadores del reino abisinio de Axum, los monarcas y príncipes nubios, con su cultura fuertemente marcada por la egipcia, emprendieron la marcha en dos direcciones: una parte remontó el Nilo y se internó en el África oriental; otra se dirigió hacia Kordofán y Darfur, desde donde sus descendientes continuaron hacia el oeste hasta llegar al Benne. Allí, torcieron hacia el sur hasta Camerún y nuevamente hasta la Costa de Oro. A lo largo de la ruta seguida, los nubios, sus descendientes y/o sus asimilados fundaron Kordofán, Darfur, Wadai, Baguirmi, Kanem-Bornu y Hausá (ver nota 31), hasta quizás, ya en la región guineana y en un orden y fechas difíciles de precisar, los reinos sagrados de los djukun,²² nupe,²³ yoruba, godja,²⁴ y akan,²⁵ de rasgos políticos, sociales y culturales que recuerdan al Egipto faraónico, tales como:

    El carácter divino del rey.

    Las prescripciones rigurosas en cuanto a las más insignificantes relaciones de los súbditos con sus reyes.

    La concepción de los reyes como entes divinos y por lo tanto intangibles, invisibles e incluso inaudibles.

    El rey visto como máximo responsable del bienestar de su pueblo.

    El alto rango otorgado a la madre y hermana del monarca (esta última se convierte en esposa del rey, o a veces una hija de ella).

    La ocasional sucesión matrilineal, donde la herencia recae sobre el hijo de la hermana del rey.

    La posibilidad, con carácter excepcional, de que reinen las mujeres.

    La conservación de los tambores sagrados, del fuego real y de otras insignias de la realeza.²⁶

    Como Nubia se hallaba en la encrucijada del más antiguo comercio mundial, es decir, en el punto de cruce de las rutas que se adentran en África partiendo del Mediterráneo, de Egipto, del Océano Índico y del sudeste asiático, esta se enriqueció con elementos culturales que sus mercaderes y artesanos itinerantes se encargaron de llevar al oeste. A través de Nubia, penetraron en el Sudán el cultivo del algodón; su hilado y tejido en telares verticales; el teñido de las telas con índigo, también conocido como añil; y lo que resultó aún más importante: poco antes del comienzo de nuestra era, herreros nubios habían llevado el conocimiento de la fundición y del trabajo del hierro —ya generalizado en Nubia en los siglos v y iv a.C.—, hasta el territorio de la actual Nigeria,²⁷ fenómeno que resultó capital para que los pueblos négridos pudieran ejercer la recolección agrícola.²⁸ Por la misma ruta del Sudán septentrional comenzará, tres siglos más tarde, una nueva invasión alto cultural donde se distinguirán los reinos de Ghana, Mali y Songhai.²⁹ Desaparecidos estos reinos, se mantuvo el secular comercio con el norte de África a través del Sahara, pero en el sur no volvió a existir otro gran estado que lo monopolizara.

    Los reinos del Sudán occidental que vinieron después, debieron su existencia a la hegemonía militar que alcanzaron sobre los decaídos y desmembrados reinos vecinos, siendo los fulbé o fulani³⁰ los que consiguieron imponer su dominio. En el siglo x ya se encontraban asentados en el curso bajo del Senegal, desde donde comenzaron una lenta migración hacia el este y el sur. Finalmente, en el siglo xv, lograron establecerse en el norte de la actual República de Nigeria.

    Siglos después, en 1805, Othman dan Fodio, un jefe poeta, teólogo y pensador fulbé, además de musulmán fervoroso, nacido en el reino de Gobirde ese territorio y criado en el ambiente intelectualmente refinado de la élite fulani, minoría étnica inserta en la mayoría hausá³¹ a la cual debía una incómoda obediencia, organizó un levantamiento donde predicó la guerra santa contra los paganos, incluídos los hausá, tan islamizados como él, pero a los que no consideraba como tales. La campaña tomó el cariz de una guerra que siendo religiosa era también fulbé, es decir, nacional.³²

    Ya en 1812, Othman dan Fodio se había convertido en califa de un gran imperio, el de Sokoto, controlado por una aristocracia fulbé que rápidamente se mezcló con la hausá. Dicho imperio cubría la mayor parte de los territorios hausá, pero también el norte de los territorios yoruba, influenciando con su cultura a zonas que, como Ilorin, estuvieron antes bajo el dominio del reino de Oyó. Solo los tupidos bosques de la zona pudieron contener el avance de la poderosa caballería fulbé, engrosada con tropas hausá, estos últimos famosos por el comercio de caballos y su empleo en la guerra. Fue finalmente en 1840 que las huestes fulbé y hausá fueron vencidas en Oshogbo por los ejércitos de Ibadán.³³


    ¹¹ Robert Draper: «Faraones Negros», p. 28.

    ¹² Charles Bonnet citado por Robert Draper: Ibídem, pp. 28 y 32.

    ¹³ Instituto Gallach [compiladores]: Las razas humanas, tomo I, p. 58.

    ¹⁴ Nubios: Pueblo mezcla de caucasoides y negroides que vive en el sur de Egipto y el norte de la República de Sudán, junto al río Nilo. Practican la agricultura y muchos emigran a las ciudades. Los barabra son uno de sus grupos más representativos. (Ibídem, p. 104).

    ¹⁵ Robert Draper: Ob. cit., p. 32.

    ¹⁶ Ibídem.

    ¹⁷ Instituto Gallach: Las razas humanas, tomo I, p. 59.

    ¹⁸ Robert Draper: Ob. cit., pp. 26-27.

    ¹⁹ Término lingüístico que engloba a un gran número de pueblos hablantes de una de las lenguas kwa de la familia Níger-Congo. Dicho grupo habita en la zona oeste de Nigeria meridional, se extiende hasta Benin y Togo, y es uno de los de mayor desarrollo cultural y artístico de la zona. (Instituto Gallach: Las razas humanas, t. I, p. 123). Esta lengua, hablada por los pueblos y reinos de esa región, era llamada yariba por los hausá, sus vecinos al norte, quienes inicialmente emplearon el término para referirse a los pobladores del reino de Oyó. Fueron los misioneros ingleses, unidos a la administración colonial, quienes en su interés por unificar la región y catequizarla, utilizaron el término para referirse, de manera general, al área donde habitaban los hablantes del yariba o yoruba —por deformación fonética del término— y que pasó a llamarse Yorubaland.

    El doctor en Ciencias Históricas en la especialidad de Antropología, Jesús Guanche, agrega que antes de la colonización británica, la mayoría de los yoruba habitaba en una compleja organización urbanizada en torno a poderosas ciudades-estados. Estas ciudades, densamente pobladas, estaban centradas en la residencia del soberano u obbá. Las unidades sociales básicas se asentaban a partir de la descendencia patrilineal, la cual, a su vez, tenía la potestad de obsequiar el derecho de la herencia y el acceso a los cargos políticos. Los hombres cultivaban maíz, ñame, plátano, cacahuete, mijo y frijoles en las áreas circundantes. Muchos adquirieron también gran destreza como herreros, textileros y tallistas. Tradicionalmente, las mujeres se especializaron en el comercio, lo que les permitió acceder a una determinada independencia económica. Todos los grupos englobados dentro de este término comparten una cultura material similar, así como una mitología y una tradición artística.

    Las guerras contínuas entre los grupos yoruba de las ciudades-estados, que se prolongaron durante todo el siglo xix, contribuyeron decisivamente a su gran vulnerabilidad para ser capturados y vendidos como esclavos. (Jesús Guanche: Africanía y etnicidad en Cuba, pp. 123-125).

    ²⁰ Marcos Antonio González: Tratado Enciclopédico de los Orishas [sic], versión digital, s/f., p. 108.

    ²¹ El ankh o cruz anzada, junto con el udjat u ojo de Horus y el escarabajo, componen la trilogía de amuletos del Antiguo Egipto ligados al renacer y por tanto a la vida eterna. La imagen de esta cruz es similar a la de la cristiana, solo que su parte superior presenta una forma ovalada en forma de argolla o asa. Los egipcios la consideraban símbolo de vida y era uno de los principales atributos de la diosa Isis, quien logró devolver la vida a su esposo y hermano Osiris, aunque la mayoría de los dioses la llevaban por su condición de inmortales. Son muy numerosos los grabados y esculturas en los que aparece un dios o diosa con esa cruz en la mano, acercándosela a la nariz de algún otro dios o protegido. Con este gesto, el portador de la cruz insuflaba el aliento de la vida al otro, quien lo recibía a través de las fosas nasales. (Luis Tomás Melgar: El libro de los muertos. La verdad oculta del antiguo Egipto, p. 18.

    ²² Djukun o Jukun: Pueblo del este de Nigeria dedicado a la agricultura y a la pesca. Las razas humanas, t. I, p. 104.

    ²³ Nupe: Pueblo asentado a orillas del río Níger, en el centro-oeste de Nigeria. Son agricultores, pescadores y comerciantes. (Ibídem). Hablan una lengua de la familia Níger-Congo y poseen antiguas relaciones con los yoruba y los ibo del este de Nigeria. (Jesús Guanche: Ob. cit., p. 123).

    ²⁴ Godja o gondja: Pueblo del norte de Ghana. (Ibídem, p. 103).

    ²⁵ Akan: Grupo de pueblos con afinidades lingüísticas y culturales. Habitan al este de Costa de Marfil, en Togo y, mayoritariamente en Ghana meridional. Están agrupados en clanes y la descendencia es matrilineal. Hablan lenguas kwa. (Instituto Gallach: Las razas humanas, t. I, p. 122).

    ²⁶ Instituto Gallach: Las razas humanas, t. I, pp. 60 y 62.

    ²⁷ Ibídem, p. 59.

    ²⁸ Argeliers León: Ob. cit., p. 98.

    ²⁹ Songhai: Pueblo que habita en Malí, a orillas del Níger y en el oeste de Níger. Practican la agricultura, la pesca la caza y el comercio. Su origen es mezclado, fruto probablemente de la fusión de tuareg y nupe. Son musulmanes. (Instituto Gallach: Las razas humanas, t. I, p. 105).

    ³⁰ Fulbé: Pueblo mezcla de negroides y caucasoides distribuídos en Senegal, Mauritania, Gambia, Malí, Guinea-Conakry, Guinea-Bissau, Burkina Faso, Benin, Níger, Nigeria, Camerún y Chad. Son musulmanes o animistas, sedentarios los primeros y nómadas ganaderos los segundos. Se han destacado por su notable participación histórica en los lugares donde han vivido. (Ibídem, p. 103).

    Son referidos como afuli, bafilache, fellani, fellata, filani, foula, foulah, ful, fula, fulani, fulanke, fulbé, peul, peulh o pullo y la variedad de estas denominaciones se corresponde con la amplia expansión territorial de este pueblo. Independientemente de sus diferencias, hay rasgos comunes, como la lengua fulfulde con sus variantes dialectales y el código moral o pulaaku que los identifica. (Jesús Guanche: Ob. cit., p. 79).

    ³¹ Hausá: Pueblo con sustrato beréber, que comprende unos 20 millones de individuos y habita el norte de Nigeria, el sur de Níger y el norte de Camerún. Musulmanes en su mayoría, están mezclados con los fulbé, los cuales los conquistaron en el siglo xix. Se dedican a la agricultura, la artesanía y el comercio. Su lengua es camitosemítica. (Instituto Gallach: Las razas humanas, t. I, p. 105).

    Los beréberes conforman un grupo de pueblos caucasoides mediterráneos de lengua camita, y viven diseminados en zonas que se extienden desde el desierto occidental de Egipto hasta el Atlas. Practican la religión musulmana y se dedican a la agricultura y a la ganadería. (Ibídem, p. 90).

    ³² Silvio Castro: Herencia africana en América, pp. 139-140.

    ³³ Ibídem, p. 140.

    El país yoruba

    Los yoruba

    De todos los grupos étnicos presentes en los cargamentos de seres humanos traídos por la fuerza a Cuba y sometidos a la condición de esclavos, los yoruba estaban entre los de mayor representación numérica.

    Los comienzos de su historia solo pueden conjeturarse a partir de sus mitos y de las huellas de civilizaciones anteriores. Parece claro que ya en el siglo xiv habían desarrollado una alta cultura, cuyos elementos están relacionados mayoritariamente con las formaciones altoculturales del Sudán occidental. De origen yoruba es la alta cultura que se desarrolló entre los edo,³⁴ fundadores en el siglo xiv del reino de Beninal Este, el cual alcanzó un extraordinario poder por su monopolio del comercio con los europeos.³⁵

    La noción extendida por todo el país yoruba de una herencia política que liga todo a Odduduwa y a Ilé-Ifé, es un fenómeno del siglo xx. Mientras el imperio de Oyó y el sistema militar/comercial de Ibadán incluyeron a algunos grupos yoruba, nunca incluyeron a los pueblos del noreste, este, sur o sureste. El sistema colonial británico, especialmente su política de gobierno indirecto que ampliaba la importancia de los obbá, o reyes locales, fue el responsable de unir a los

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