Un Hombre Con Sentido En Un Mundo Sin Sentido: Un Legado a La Siguiente Generación

Por Rosalio Contreras

Conforme crecen los hijos, los problemas crecen con ellos. Todos aquellos padres que hoy por hoy tenemos hijos mayores de veinte años, sabemos que el proceso de liberación de nuestro hijo joven-adulto, ha comenzado. En un abrir y cerrar de ojos las cosas cambian; los problemas se agudizan, las personas involucradas en los conflictos aumentan, sean los amigos de nuestros hijos o sus parejas, y el poder e influencia que antes nos caracterizaba, poco a poco se debilita. La tormenta que se avecina, promete ser intensa, tomemos el reto que Dios nos ha confiado. Armémonos de valor e iniciemos el viaje.

Con el pasar de los años, en la práctica profesional y en mi propia familia he descubierto que la mejor manera de ayudar a nuestros hijos está en convertirlos en auténticos gestores de su propio crecimiento. A nosotros nos toca el desafío de acompañar a nuestros hijos a iniciar la aventura de la vida; conviértase en el orientador experto que su hijo necesita.

En este libro encontrará una serie de técnicas prácticas sobre cómo relacionarse con su hijo joven-adulto y facilitar su proceso de liberación. Aún podemos convertirnos en el líder que influya para bien la mente y el corazón de su hijo; permítame contestar a la pregunta: ¿Cómo lograrlo?

• Idioma: Español
• Editorial: WestBow Press
• Fecha de lanzamiento: 7 may 2018
• ISBN: 9781973623144

Rosalio Contreras

El autor cursó sus estudios en comunicación (UAG), Psicólogo Clínico (UNIVA), donde obtuvo el grado de Maestro en Terapia Familiar Sistémica, Doctorado en Psicología (UBC) en trámite, y cursó sus estudios teológicos en el (IBLR). Autor de los libros: Mi rebelde con-sentido, Hombres Infieles y Hasta la tercera y cuarta generación. Ha escrito además numerosos artículos respecto a la familia, ha participado en programas de radio y televisión, y ha dictado conferencias en universidades reconocidas.

Vista previa del libro

UN HOMBRE CON SENTIDO

EN UN MUNDO SIN SENTIDO

UN LEGADO A LA SIGUIENTE GENERACIÓN

Obra publicada para obtener el grado de:

DOCTOR EN PSICOLOGÍA

UNIVERSIDAD DE BAJA CALIFORNIA

ROSALIO CONTRERAS

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Derechos reservados

© 2018 Rosalio Contreras.

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Familia y relaciones / Crianza de los hijos / Padre e hijo adulto

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ISBN: 978-1-9736-2313-7 (tapa blanda)

ISBN: 978-1-9736-2315-1 (tapa dura)

ISBN: 978-1-9736-2314-4 (libro electrónico)

Número de Control de la Biblioteca del Congreso: 2018903892

Diseño de portada, contraportada y de todos los gráficos interiores por B. Samanta Contreras. © B&S DESIGN

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Fecha de revisión de WestBow Press: 09/05/2019

Con amor, a cada uno de mis cinco hijos …

ÍNDICE

MI REBELDE CON-SENTIDO

EL SINSENTIDO DE TODA UNA GENERACIÓN

BRECHA GENERACIONAL

AISLAMIENTO Y CONSUMO DE SUSTANCIAS

CONEXIONES RELACIONALES

RELACIONES FUNCIONALES

COMUNICACIÓN DE FONDO

HACER LAS PREGUNTAS CORRECTAS

LA LIBERTAD NO ES UN DERECHO

HABLEMOS DE DIOS

NUESTRAS DECISIONES

ARREPENTIMIENTO O REMORDIMIENTO

PECADOS CAPITALES

ENERGÍA SEXUAL

EL ÁNGULO OPERATIVO DEL PERDÓN

LA VIDA Y SUS ETAPAS

PRODUCTIVIDAD & ESTANCAMIENTO

PRODUCTIVIDAD CON-SENTIDO

LA MUERTE

UN HOMBRE CON-SENTIDO… NUESTRO LEGADO

PALABRAS FINALES

BIBLIOGRAFÍA

MI REBELDE CON-SENTIDO

Conforme crecen los hijos, parece que los problemas crecen con ellos. Todos aquellos padres que hoy por hoy tenemos hijos mayores de veinte años, comprendemos que la labor de ser padre se complica conforme pasan los años. En un abrir y cerrar de ojos las cosas cambian. Los conflictos se agudizan, las personas involucradas en los conflictos aumentan, ya sean los amigos de nuestros hijos o sus parejas. Poco a poco el poder que antes nos caracterizaba se debilita, y cada vez se hace más difícil hacerlos entrar en razón. Y desde el momento en que los padres comenzamos a añorar «los viejos tiempos…», ante nuestros ojos se materializa el primer síntoma evidente de que paso a paso nos estamos convirtiendo en padres de un joven-adulto.

Formar a los hijos para la vida siempre ha representado un reto para todos aquellos que tenemos el privilegio de ser padres. Particularmente para todos aquellos padres de familia que hemos sido bendecidos con hijos desafiantes y rebeldes, hijos que no califican para llevar una adolescencia y juventud catalogadas como normal o promedio, sino que son doblemente agresivos y hostiles, coléricos y resentidos, desobedientes y bravucones, o simplemente son de «voluntad firme», como los llamó el Dr. James Dobson¹. Todos aquellos padres que nos encontramos en semejante situación, más de una vez nos hemos preguntado: ¿Cómo serán las cosas cuando nuestro hijo sea mayor de edad?. El reto que representa criar a un joven desafiante que paso a paso se convierte en un joven-adulto, está bien descrito en la siguiente referencia:

Actualmente me encuentro en la tercera etapa del desarrollo de la vida de mi hijo (15 a 20 años), y estoy consciente de que las tormentas que están por llegar prometen ser mucho más intensas, porque en la medida en que los hijos crecen, también crecen los problemas y pruebas. A él por su parte le esperan nuevos caminos por seguir y muchas decisiones trascendentes por tomar, como su carrera profesional y su noviazgo. Las tentaciones llegarán en avalancha porque esta etapa estará envuelta por la peligrosa influencia de los amigos y el deslumbrante glamour de la sociedad. A mí me esperan noticias que removerán los cimientos de mi familia. Retos por superar que estoy decidido a tomar, porque estoy convencido de que formarán parte de la misión que Dios me ha confiado… (Contreras, 2013, P. 176)².

Hoy por hoy, con conocimiento de causa puedo confirmar lo antes escrito. Las cosas no han sido fáciles en los últimos años, como seguramente ha ocurrido a muchos de mis lectores y padres de familia que comparten conmigo las mismas presiones. Solo es cuestión de que nuestros hijos terminen el nivel de preparatoria para que se sientan con el suficiente poder sobre nosotros como para exigir un trato preferencial. Esto nos obliga a entrar a otra etapa en su proceso de formación. Pero debemos asimilar que bajo esta circunstancia también nuestros hijos nos colocan en otro nivel de conflictos. Por esto se ha hecho necesario escribir una segunda parte del libro Mi rebelde con-sentido. Hoy tomo el desafío que implica ser padre de muchachos mayores de veinte años con una serie de retos por enfrentar y pruebas por superar. Entre la serie de dificultades que usted, padre con hijos que califican como jóvenes-adultos, deberá superar, se encuentran retos representativos de la etapa, como son comenzar a manejar un auto, la exploración de la calle con todos sus riesgos, ser productivo y traer dinero en la bolsa, la elección de carrera, su entrada al complejo mundo laboral con todas las responsabilidades que esto implica; el manejo del tiempo libre, los noviazgos y la consecuente aproximación con los parientes políticos que anuncian la futura boda, el nacimiento de una nueva familia y la continuidad en la línea del tiempo hasta cumplir con el propósito de Dios al emparentar con otras familias. Todo lo anterior en el mejor de los casos, porque quizá nos esperan no solo aquellos retos representativos y naturales, que en un estado normal o típico nos traen los hijos, y es que es muy probable que tengamos que enfrentar otra clase de complicaciones que también los jóvenes-adultos, en esta etapa, suelen traer a sus padres. Complicaciones que inician con la influencia negativa de los amigos, las fiestas tenebrosas y las llegadas a media noche, el consumo de sustancias ilegales, el inicio de la actividad sexual y posibles embarazos, la avaricia que despierta el dinero y los negocios dudosos que ellos consiguen y una serie de riesgos más. ¡Llore conmigo! Luego, limpiémonos el rostro y continuemos pensando cuál será el mejor camino para ayudar a nuestro hijo que enfrenta esta hermosa etapa en la vida.

¿Cómo hacer que nuestro hijo juzgue si lo que desea es lo que más le conviene? ¿Cómo hacerle ver la importancia de la elección de una carrera? ¿Cómo hacer para que nuestros hijos desarrollen el buen juicio que les empuje a ser selectivos sobre sus amistades? ¿Cómo generar en ellos la fuerza de voluntad para que sean ellos quienes decidan alejarse de aquellas amistades tan tóxicas? ¿Cuál es la técnica que deberá aplicarse cuando vemos que se aproxima la actividad sexual? Después de todo son ellos los que controlan su cuerpo, pero la consecuencia lastimará a las dos familias involucradas. ¿Cómo evitar que el consumo de sustancias que ellos toman con tanta ligereza les arrastre al mundo de las adicciones? ¿Cómo influir positivamente en sus consciencias? ¿Cuál es el mejor camino para asistirles en su proceso de toma de decisiones? ¿Cómo convencer a nuestros hijos sobre la existencia de Dios y persuadirles sobre la necesidad de creer en su Palabra? Finalmente… ¿Cómo enfrentar las consecuencias que vendrán sobre algunos de nosotros ante las malas decisiones de nuestros hijos?

Responder a estas preguntas es el objetivo que persigo con este nuevo proyecto. En este libro encontrará una serie de técnicas prácticas sobre cómo relacionarse con su hijo joven-adulto. Cosas simples pero muy cotidianas como son la manera de comunicarnos con ellos, el proceso de toma de decisiones, la manera de ayudar a nuestro hijo a decidir el mejor camino, etc. Principalmente, el objetivo que persigo en este libro es cumplir con mi responsabilidad de padre al formar, instruir, guiar y liberar a mis hijos. Y como cierro la exposición de la anterior investigación que titulé: Mi rebelde con-sentido, ahora reitero: "Sé que mis hijos –particularmente el desafiante- no están ‘vacunados’ contra las adicciones, embarazos y tantos otros riesgos posibles en sus vidas, por eso he tratado toda clase de temas con ellos, particularmente el tema sexual". Por esto me esfuerzo todos los días, no para garantizar buenas decisiones en mis hijos, sino para cumplir con mi responsabilidad de prevenirlos. La pregunta central se suma a la lista de preguntas anteriores: ¿Cómo lograrlo?

Con el pasar de los años, en la práctica profesional y en mi propia familia he descubierto que la mejor manera de ayudar a nuestros hijos es convertirlos en gestores de su propio crecimiento. Verdaderamente he llegado al convencimiento de que no somos nosotros sino ellos quienes tienen un problema por resolver. A nosotros nos toca experimentar una nueva etapa, el desafío de acompañar a nuestros hijos a iniciar la aventura de la vida. Pero son ellos quienes deberán emprender su propio camino. Aquí está el secreto de todo este asunto: conviértase en el orientador experto que su hijo necesita. Sea el compañero de vuelo que adiestra y permite la experimentación de su hijo. Este es nuestro momento de ser facilitadores de su desarrollo. Sea usted el consejero y padre que usted nunca tuvo. Marque de manera permanente la memoria de su hijo siendo el padre afectivo que él necesita. Podemos convertirnos en el líder que influya positivamente en la mente de su hijo. Aún podemos sembrar en nuestros hijos el amor a Dios y el respeto a su Palabra. Seamos el jardinero que todos los días cultiva con paciencia el corazón de su hijo, con esfuerzo y dedicación, y a su tiempo, el resultado será una voluntad inclinada hacia Dios y su Palabra.

La tormenta que se avecina promete ser intensa. Tomemos el reto que Dios nos ha confiado. Armémonos de valor y con la ayuda del Señor iniciemos el viaje. Nuestra primera parada en la emocionante travesía del proceso de liberación de nuestro hijo joven-adulto, será la exploración del territorio que estaremos a punto de enfrentar; agudicemos los sentidos y conozcamos lo agreste del territorio por el que nuestros hijos deberán peregrinar.

EL SINSENTIDO DE TODA UNA GENERACIÓN

Vivimos en una época en que lo único que le hace sentido a los jóvenes, es el sin sentido. Alcoholizarse, que es en su misma esencia perder el sentido, es lo que parece que les ofrece la máxima diversión a sus continuas reuniones y fiestas. El concepto de precopa que se rumora que en México nació en el occidente y centro del país, específicamente en las ciudades de Guadalajara y Puebla donde más se practica, consiste en experimentar aquel estado de sopor, euforia y alegría que produce el alcohol, previo al festejo de esa noche, lo que les hace suponer que hará más divertida la velada. Lo mismo ocurre con las drogas, en donde veremos que el adicto quiere perder el sentido, perderse en la inconsciencia, anestesiarse hasta olvidar el dolor que le produce la consciencia. Y al paso del tiempo, siendo controlado por el alcaloide, terminará por convertir su consumo, en un estilo de vida.

Y no se tiene que ser tan dramático al describir la búsqueda del sinsentido en esta generación. Si nos concentramos por un momento en el poder que tienen los teléfonos inteligentes sobre nuestros jóvenes, verá que la adicción cada vez más se dirige hacia este fenómeno. Estos muchachos, una vez conectados a sus aparatos, de inmediato se desconectan de nosotros; sean los padres, maestros en la universidad, algún amigo o la misma novia, sea quien sea, sufrirá la indiferencia del joven cuando este se encuentre conectado a sus múltiples redes sociales. Contestar un mensaje o simplemente poner un "Me gusta" a una foto, casi se vuelve cuestión de vida o muerte. La risa momentánea ha cobrado mucha popularidad en nuestros jóvenes. Estos muchachos están muy necesitados de embriagarse hasta explotar con aquella risa encantadora. Si tan solo nos propusiéramos contabilizar la cantidad de horas al día promedio que emplean nuestros hijos en ver, sean videos de internet, mensajes o memes que en segundos se vuelven virales, nos sorprenderíamos sobremanera. Hoy por hoy la risa espontánea se ha vuelto el mayor "sentido" en sus vidas. Hay videos musicales que mágicamente alcanzan billones de visitas en un tiempo récord porque nuestros jóvenes buscan desesperadamente un momento de placer al reír, o imaginar lo romántico que sería su vida bajo ese escenario ficticio. En años recientes se hicieron famosas las imágenes instantáneas llamadas «memes». Esta palabra me hace recordar el término que utilizara el famoso ateo Richard Dawkins³, quien al querer describir un replicador de la cultura utiliza el término «meme» para aludir a la memoria y a la mimesis en la transmisión de la cultura, en su libro publicado en 1976, El gen egoísta. Ignoro si el término moderno «meme» se refiera a lo mismo que describía entonces Dawkins, pero ciertamente nos encontramos con algo que hace transmitir la cultura y que contagia la risa, logrando hacer que nuestros jóvenes se embriaguen por el sinsentido en su mente.

El problema del sinsentido está llevando al fracaso a esta generación en muchas áreas propias de la vida, pero creo que una de las áreas que representa un mayor riesgo para esta generación, está en perder el sentido de la existencia. Si una persona carece de un propósito o no encuentra sentido a su existencia, está en riesgo de entrar en una profunda depresión que le podría llevar a considerar terminar con la agonía de la vida con el suicidio. Es la alegría mal entendida de estos jóvenes lo que está generando cada vez más estados depresivos en ellos. La secuencia es simple, su «felicidad» les lleva a la fiesta a convivir con otros jóvenes, que según ellos, están en la misma búsqueda de pasarla bien; por cierto que la gran mayoría de esta generación no percibe una fiesta como divertida si no se sirven bebidas embriagantes. En este punto la pregunta obligada es: ¿Si estos jóvenes son tan alegres, por qué necesitan tanta fiesta? Y si en la fiesta se la están pasando tan bien… ¿qué necesidad tienen de perderse en el sinsentido de la embriaguez? En fin, una vez reunidos en su fiesta comienza la «diversión» bebiendo cantidades industriales de alcohol, y por supuesto, consumiendo cualquier tipo de droga, sin considerar que poco a poco se están hundiendo en el oscuro mundo de las adicciones. Y como el alcohol es depresor del sistema nervioso, inevitablemente serán arrastrados a una depresión endógena, y una vez que se activa esta clase de depresión, sentirán una apremiante necesidad de consumir cada vez más estupefacientes para lograr sentirse un poco mejor en su deteriorado estado de ánimo, al menos momentáneamente. Lo más absurdo de este juego perverso, es que la alegría o bienestar se comportará cada vez más, como decimos de manera coloquial, como la «zanahoria del burro», que es atada en la punta de una vara que a su vez atan al cuello de esta bestia para que se motive a alcanzarla sin lograrlo. Así nuestros muchachos van tras «algo» que jamás lograrán alcanzar.

Pero no solo este fenómeno se da en el campo de la diversión, creo que ahora más que nunca nuestros jóvenes se enredan en otros juegos perversos de esta misma naturaleza que componen su territorio hostil. Pensemos por ejemplo en sus estudios. Esa creciente inestabilidad en la elección de su carrera no solo es falta de orientación vocacional. La constante migración de carrera también puede obedecer a este mismo fenómeno. Creo firmemente que lo que está de fondo es la filosofía hedonista que permea a esta generación. La gran mayoría de nuestros jóvenes viven bajo la ley del mínimo esfuerzo, y cuando las cosas no se ponen «divertidas», es cuando surge en algunos el deseo de «emigrar» en la búsqueda de nuevos estímulos que les devuelvan el deseo de estudiar. Lo que ellos no están considerando, es que con el simple cambio de escenario no lograrán evitar el lado difícil de ninguna carrera. Explore este territorio preguntando a sus hijos que están por elegir su carrera, cuáles son sus criterios de selección, y verá que el barómetro empleado para su elección carece de fundamento. No estoy diciendo que los jóvenes no deban cambiar de carrera si su primera elección no cubre sus expectativas, el problema está en los motivos por los que ellos deciden modificar su decisión, y si el motivo es la falta de disfrute o que le perdieron el placer a estudiar tal o cual carrera, creo que no encontrarán ese placer en ninguna otra carrera o universidad. Entre todas las variables absurdas que he escuchado en consulta, que estos jóvenes toman en cuenta para elegir su carrera, están: que la carrera no tenga matemáticas, que sus amigos asistan a la misma universidad, que los horarios de entrada y salida sean cómodos, que la distancia del plantel hasta su casa no les consuma mucho tiempo, que los años de duración de la carrera sean pocos, que la fiesta de graduación sea glamorosa, etc.; como verá, toman decisiones tan importantes como la elección de la carrera considerando criterios de juicio tan banales, superficiales y carentes de significado, y lo hacen sin considerar que están decidiendo su futuro.

El problema principal con la migración de carrera está en que algunos de estos muchachos terminarán anegados en el pantano del eterno estudiante, y cada vez son más los jóvenes que se suman a las filas de la deserción de carrera, lo que nos dice que, de fondo, nuestros muchachos ya no quieren crecer. Por eso buscan a toda costa evitar enfrentarse al mundo real. No quieren madurar ni asumir responsabilidades de adulto porque nada de esto les inspira ni motiva. Y en esa incansable búsqueda de su «felicidad» no solo dañan su carrera o su salud, el auto-sabotaje les llevará a deteriorar todo lo que posean o emprendan, y los padres observamos cómo ellos estropean su

Comentarios para Un Hombre Con Sentido En Un Mundo Sin Sentido

[Brenda Blanco · Calificación: 5 de 5 estrellas]

Excelente libro para padres, en el puedes encontrar Consejo para la etapa de crianza eficaz