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" Mi Vida...Hasta Ahora"
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Libro electrónico317 páginas5 horas

" Mi Vida...Hasta Ahora"

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An old popular Spanish adage says Caminante no hay camino , se hace camino al andar which roughly translated means Traveler there is no path, you make the path as you walk.
A saying that accurately describes Mi Vidahasta ahora (My Lifeuntil now).
This book puts an end to the autobiographical trilogy about the life and accomplishments of Doctor Luis R. Pastrana Silva. Mi Calle, Mi Barrio, Mi Pueblo , Mi Vida en uniforme, and this Mi Vidahasta ahora ( My Street, My Neighborhood, My Town, My Lifein uniform. My Lifeuntil now)
By the anecdotes in this book you will undestand that in life there are no inmovible obstacles when it comes to realizing your dreams if you really want to realize the dream. That when it comes to making a dream a reality indeed there is no path and that you must make the path as you walk.
In this book you will also come to understand, in this last saga of the trilogy , that there is nothing that defines us more as a person and as an adult that the childhood that our parents gave us.
Without a doubt, you will also agree that perseverance is the key that opens each door in front of us during our entire lifetime regardless of the difficulties we may encounter as we build the path. That is what will make us leaders .
Mi Vidahasta ahora leaves us in each narrated adventure with a life experience that will forever remain in the memory of those that decide to read this autobiography by a marvelous author and human being.
IdiomaEspañol
EditorialXlibris US
Fecha de lanzamiento25 nov 2015
ISBN9781514426821
" Mi Vida...Hasta Ahora"
Autor

Luis R. Pastrana Silva

I am a product of the University of Puerto Rico- Rio Piedras campus. Born in its clinic a Saturday afternoon the 7th. of November, graduating from the its High School (UHS), receiving degrees in Business Administration, a Commission in the United States Regular Army, and a Juris Doctor. I have lived a varied and fulfilling personal and professional life. A life that would meet the approval of my forever role models and idols; my father, Jacinto Pastrana Pastrana and specially my mother Adelaida Silva de Pastrana. They knew how, by example and with a gentle push, my sister, Professor Ada Pastrana de Perez, and I could go beyond our own expectations of achievements in life. The military phase of my life spanned twenty one years. In those two decades I matured in a hurry. I learned how to manage human resources, time and material. That there is no one style of leadership that can be applied as a constant to different situations. That war is not always justified or justifiable. I worked in journalism, banking and business while pursuing my Juris Doctor degree at the University of Puerto Rico School of Law approving in my first try the Bar examination, Appointed by the Governor as CEO of a subsidiary of the Puerto Rico Industrial Development Corporation (PRIDCO) named “Centro de Fomento de Empresas para Jovenes, Inc” In a period of one year: over three hundred unemployed professionals were employed in the corporation, more than two thousand young men and women were trained in how to manage their own business, and one thousand five hundred new small businesses were started and survived their first difficult year of operations. Indeed an effort to be proud. Leaving the corporation and with three law school classmates, opened our private law practice office. As Senior Partner I built a client base that included: individuals, corporations, and municipal governments. Once again, I was called to public service as Regional Director for the Southeastern states for the Federal Affairs Administration of Puerto Rico. Together with an enviable team of dedicated professionals, faced a great and worthy challenge. Helping to alleviate the concerns of hundreds of compatriots and Hispanics that are far from their place of origin was a very meaningful endeavor. Now, I am back teaching and trying to provide my college students the necessary tools so they can become better than us.

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    " Mi Vida...Hasta Ahora" - Luis R. Pastrana Silva

    Libros por Luis R. Pastrana Silva

    Mi Calle, Mi Barrio, Mi Pueblo

    Mi Vida…en uniforme

    Quod est , Summus? ¿En que quedamos , Supremo?

    Mi Vida…hasta ahora

    "Mi Vida…

    hasta ahora"

    Luis R. Pastrana Silva

    Copyright © 2015 by Luis R. Pastrana Silva.

    Foto de Portada por Francie Ferrad

    Library of Congress Control Number:   2015918953

    ISBN:                  Hardcover            978-1-5144-2681-4

                                 Softcover              978-1-5144-2683-8

                                 eBook                    978-1-5144-2682-1

    All rights reserved. No part of this book may be reproduced or transmitted in any form or by any means, electronic or mechanical, including photocopying, recording, or by any information storage and retrieval system, without permission in writing from the copyright owner.

    Any people depicted in stock imagery provided by Thinkstock are models, and such images are being used for illustrative purposes only.

    Certain stock imagery © Thinkstock.

    Rev. date: 11/25/2015

    Xlibris

    1-888-795-4274

    www.Xlibris.com

    726425

    Contents

    Datos Sobre El Autor

    Gracias Y Dedicatoria

    Prólogo

    Introducción

    Comentario

    Capítulo 1 ¡Mi Primer Trabajo Civil Después Del Ejército!

    Mi Familia

    Capítulo 2 Política En La Isla Y En Los Estados Unidos

    Política

    Capítulo 3 Posiciones Que Ocupé Desde Principio aMediados de los Ochenta: Periodismo, Banca, Gobierno y Leyes Hasta Ahora

    Capítulo 4 El Exilio

    Sobre El Libro

    Datos Sobre El Autor

    N ací un sábado en la tarde un siete de noviembre, (escorpión) para aquellos que sigan esas cosas) en la Clínica Pereira Leal que quedaba al cruzar la calle de la Avenida Ponce de León del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Mi madre lo fue Adelaida Silva Quintana oriunda de San Lorenzo y maestra de profesión. Mi padre lo fue Jacinto Pastrana Pastrana oriundo de Trujillo Alto y en ese tiempo empleado de la banca. No sé cuándo nos mudamos para Arecibo pero tiene que haber sido no más de seis meses desde que abrí los ojos por primera vez y tuve la dicha de ver a la madre más bella del mundo. También tiene que haber sido después que me re-estableciera de una deshidratación grave que puso en peligro mi vida y que causó el que esa gran mujer me entregara a la Virgen del Perpetuo Socorro. La Virgencita me acompaña aún y nunca me ha abandonado. Sin lugar a dudas, ella se mudó con nosotros y me vio crecer y tener una maravillosa infancia y adolescencia en el lugar que con orgullo llamo: MI PUEBLO, ARECIBO.

    Allí comencé mi educación formal de una forma un tanto inusual. Mamy, (siempre escribo Mamy y Papy con y) no tenía quién me cuidara así que a mis cuatro años de edad cargó conmigo para la Segunda Unidad de Sabana Hoyos donde era principal y me endosó a la maestra de primer grado para que me cuidara. No sé qué ocurrió pero parece que a mí me gustó lo que pasaba en ese salón y de golpe y porrazo me graduaron de primer grado. Después fui a la Roosevelt donde estuve hasta que a Mamy no le gustó una maestra que me pusieron y me metió de cabeza al Colegio Católico San Felipe.

    Regreso a Río Piedras a graduarme de la Escuela Superior de la Universidad de Puerto Rico, la famosa UHS. Luego, Bachillerato de Administración de Empresas de la UPR-Río Piedras graduándome a la vez del ROTC comisionándome como Segundo Teniente del Ejército en la rama de Artillería. Dato curioso, en el cuarto año de Bachillerato me dieron la oportunidad de mientras estudiaba, enseñar en el Puerto Rico Junior Collage de Doña Ana G. Méndez. Las vueltas que da la vida, ahora estoy de Profesor en el campus de Orlando del Sistema Universitario Ana G. Méndez.

    Serví en el ejército por veinte años, ocho meses, dos días y cuatro horas, no me recuerdo de los minutos. Estuve con las fuerzas irregulares vietnamesas como Consejero por dos años en las montañas de Vietnam. También estuve como Consejero del Ejército Español por un par de años en Madrid y no sé en cuántos otros sitios del globo terráqueo me quité las botas antes de acostarme. Cuando me retiré, me dio con estudiar leyes y de regreso a la UPR fui a parar de cabeza.

    He trabajado en la banca como Vice-Presidente de Inversiones del Banco Cooperativo, Gerente General de El Reportero, un rotativo diario de San Juan, candidato a Alcalde de Guaynabo, Director de Finanzas del Partido Popular Democrático, abogado litigante y socio principal del Bufete Pastrana, Pérez, Martínez y Quevedo. Director Ejecutivo de Puerto Rico Federal Affairs Administration para el sur-este de los Estados Unidos y ahora, Profesor de Leyes del Bachillerato en Justicia Criminal del campus de Orlando del Sistema Universitario Ana G. Méndez.

    Estoy felizmente casado con la mujer de mis sueños, Mareitssa

    Griggs-Pastrana, también Profesora. Entre ambos tenemos cinco hijos y siete nietos.

    Luis R. Pastrana Silva

    Gracias y Dedicatoria

    U na vez más le doy mil y una, como poco, gracias a todas las personas que han tocado Mi Vida…hasta ahora. Ustedes que de una u otra forma me quieren o me han querido y con ese amor haberme ayudado a ser quién soy. Gracias por haber sido tan buenos conmigo.

    Corriéndome el peligro de dejar afuera a alguien que debía estar adentro menciono a algunos cuantos, en grupos o individuales, empezando por mi familia. Mi adorada por ser inigualable y por ello adorada, mi Sueño, Mareitssa mi esposa. Mis hijos: Wiso, Joselo, María, en la Gloria, Nicy (QEPD), Suzette y José. Mi Tonina, Ada, mi hermana y acompañando a Nicy, mi para siempre querido cuñado, léase hermano, Benny.

    Mis compañeros de escuela: Roosevelt, San Felipe, Jefferson, Arecibo High, High de la Universidad de Puerto Rico, Bachillerato Universidad de Puerto Rico, ROTC clase del 57 Universidad de Puerto Rico y Escuela de Derecho Universidad de Puerto Rico, clase del 86.

    Compañeros de la lucha política en Puerto Rico especialmente en Guaynabo: Víctor y Fela Fuentes, Pedro Núñez y Pedro Santiago, Rafael Sánchez, Félix y Taty Trinidad, Edwin Cátala, Maricarmen León, Goyita Mangual y Benito González, Juancho Fuentes, Gloria Berríos, Juan Berríos, Eduardito Urbina, Miguel La Fuente, Felino Orraca, Leo y Blanca Quiñones (QEPD), Pedro Alicea, la familia de Angelito Piñero, mi hermano que está en la Gloria, William Rodríguez, su esposa Josefina y su hija Josie, Joseíto de Guaraguao, Tebo de Hato Nuevo, Gene Rondón de Camarones, los O’Neill, también de Hato Nuevo, Ernesto Cabrera de Guaraguao, en fin a todos y cada uno de ellos por haberme acogido como amigo y haberme ayudado en una lucha que todos sabíamos que era bien desigual a lo David contra Goliat pero que como quiera la dimos con la frente en alto y por poquito ganamos. Dios sabe lo que hace.

    A todos mis queridos compañeros y ahora colegas de la Clase de Derecho de la Universidad de Puerto Rico del 1986 muy en especial a: Miriam Martínez Ibarra, la causante para bien de que me motivara a estudiar leyes y la que con su respaldo y dedicación logró el que completara los estudios y pasara de primera intención la horrorosa reválida, Norberto Quiñones Gandarillas, José Pérez Anzalota, Brunilda Kercadó, Néstor Quevedo Cordero, Patricia Otón, et al.

    A mi queridísima amiga, casi hermana, Leila Enid López Muñiz, la editora de todos mis disparates como autor y lo curioso es que nunca me regaña a pesar de que no aprendo.

    En fin, como dije al principio, a todos y cada uno de los que han tocado Mi Vida no importa que haya sido para bien o para no tan bien ya que han sido ustedes los que me hicieron la persona que soy.

    ¡GRACIAS!

    Luis R. Pastrana Silva

    Prólogo

    P asar por esta vida como un accidente más en la misma me parece a mí como una solemne pérdida de tiempo y si durante ella no dejas constancia de lo que hiciste, bueno o malo o ambos, es también una falta imperdonable ya que aunque sea una sola criatura la que lea esas constancias con ello es suficiente para ya bien sea ayudar a que los mismos errores no se cometan o que las cosas buenas que hiciste se emulen y tal vez se mejoren. Por ello es que con esta narración completo mi recuento de lo que ha sido mi vida por insignificante que haya sido pero es y será MI VIDA y no la de nadie más.

    Comencé hace unos años atrás hablándote sobre mi infancia y parte de mi adolescencia en un escrito que titulé: Mi Calle, Mi Barrio, Mi Pueblo, el cual, dicho sea de paso, me trajo unas gratas sorpresas al ser galardonado cuando mi pueblo Arecibo me nombrara Hijo Adoptivo y la Cámara de Representantes de Puerto Rico, la Asamblea Municipal y la Casa Alcaldía de Arecibo me felicitaran en Proclamas oficiales por la obra. Hoy día existe hasta una red cibernética que adoptó ese nombre para mantener al día a los que como yo somos Arecibeños ausentes en físico pero no en alma.

    Seguí con Mi Vida…en uniforme donde relato desde mi último año de Escuela Superior, luego, pasando por mis años de estudiante universitario en la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras hasta completar una larga carrera como Oficial del Ejército de los Estados Unidos.

    Ahora estamos tratando a duras penas como un cacharro viejo que prende y no arranca de terminar el recuento de la tripleta que ha sido mi vida con este, Mi Vida…hasta ahora.

    Te repito que no creo que me vaya a ganar un Pulitzer o un Nobel y honestamente me importaría un carajo pero sí me gustaría y haría todo este esfuerzo mental plasmado con dos dedos en una computadora que me está volviendo loco por no decir enco… el que por lo menos a mis hijos y a los hijos de mis hijos y así para arriba para abajo y para el lado por sécula seculorum le sirviera por lo menos a uno de ellos, a encausar los eventos de su vida y lo ayude en algo, lo que sea pero que sea para bien.

    Un abrazo,

    Luis

    Introducción

    M i querido amigo o amiga, benditos con una infinita paciencia. Con esta conversación, ambiciosa de por más, ya que cubre mucho terreno, creo que terminamos el aburridísimo episodio que debe haber sido para ustedes el escuchar la narración de tres etapas de mi largo paso por este mundo.

    Comenzamos hace unos años cuando les conté sobre mi fabulosa infancia y primeros años de mozo que pasé en Arecibo. ¿Te recuerdas? A esa conversación la llamamos Mi Calle, Mi Barrio, Mi Pueblo. Disfruté mucho el conversar sobre ello ya que fue una etapa de Mi Vida sumamente feliz y la que no tengo duda de que me formó como hombre, como un ser humano.

    Después hablamos de un poco más de dos décadas donde te conté de mis peripecias como estudiante de último año de Escuela Superior, cuatro de Universidad y veintiuno como Oficial del Ejército de los Estados Unidos, héroe de otra patria como me llamaría un buen amigo mío. También la disfruté. La llamamos: Mi Vida…en uniforme.

    En esta que vamos a llamar: Mi Vida…hasta ahora, pretendo contarte desde mi perspectiva y según mis mejores recuerdos buenos y malos, todo lo que he tratado de hacer, lo que he logrado, en lo que he fallado y cuáles fueron mis intenciones, en varias de esas creo que las debemos llamar aventuras.

    Espero que como en las otras me concedas la bondad de tu atención y que me entiendas ya que después de todo sólo somos seres humanos imperfectos por demás.

    Un abrazo,

    Luis

    Comentario

    Q uiero felicitar a mi querido amigo del alma Luis por haberme dado la oportunidad de conocer esta parte de su vida plasmada en este formidable libro al cual tituló: Mi Vida…hasta ahora. Al igual que sus dos libros anteriores, (Mi Calle, Mi Barrio, Mi Pueblo y Mi vida…en uniforme) éste, es igual de importante y completa la trilogía de sus libros. Aquí, el autor nos deja saber cómo transcurrió su vida de civil al retirarse del ejército de los Estados Unidos después de veinte años, ocho meses, dos días y cuatro horas. Es un trabajo totalmente diferente a los anteriores. Conociendo a Luis desde muy joven no me sorprende con la sinceridad y naturalidad que dice lo que tiene que decir. Es muy espontáneo al decir sus vivencias y nos cuenta momentos de su vida que lo ennoblecen los cuales lo expresa con dignidad y esplendor. Su estilo de escribir es claro y sencillo para que todos lo entiendan. Nos revela distintos momentos de su vida pero para él es muy importante cuando conoce a quien llama: Mi sueño, Mare. Quedó deslumbrado al conocerla incidentalmente en una entrevista que ella le hizo y de ahí surgió un amor que culminó en un feliz matrimonio.

    La obra está dividida en cuatro etapas y cada una está llena de momentos importantes en la vida de adulto de Luis. En su eterno caminar por la vida encontró algunos caminos que se le cerraron pero siempre con la esperanza puesta en su Virgen del Perpetuo Socorro, (que lo ha acompañado por toda su vida) se le abrieron nuevos senderos para al final alcanzar el éxito y obtener el triunfo anhelado. Me impresionó mucho el capítulo que llamó: El Exilio en el que nos cuenta cómo pierde una gran cantidad de su dinero al hacer unas inversiones. Confía en una compañía dis que de unos amigos parte de su capital y desgraciadamente lo pierde. Esta situación hace que Luis decida establecerse en Orlando, Fl. ya que aquí reside su hermana Ada junto a su cuñado Benny.

    Siempre he admirado en Luis su forma tan genuina de escribir y el orden tan perfecto con que expresa sus ideas. Dios le bendiga esa mente tan privilegiada que tiene.

    Mi querido amigo del alma Luis, es para mí un placer y un privilegio poder ayudarte en este libro y sabes que estoy a tus órdenes para cuando me necesites. Con mi cariño y admiración de siempre, Leila Enid.

    Capítulo 1

    Vivir Es Convivir…Convivir Es Convenir

    ¡Mi Primer Trabajo Civil Después

    Del Ejército!

    B ueno, ¿qué te parece si empezamos hoy 5 de enero del 2014, víspera de los Tres Reyes Magos a las 11:00 de la mañana la última pata de la trilogía? Creo que estamos maduros o por lo menos pintos para comenzar lo que va a ser la tercera y con toda probabilidad la última conversación entre nosotros, por lo menos cuyo tema sea mi vida y lo que he hecho en ella. Conociéndome como me conoces o debías conocerme ya sabes que me reservo el derecho de que hablemos en el futuro de otras cosas siempre y cuando sean interesantes. Te admito que las dos conversaciones anteriores la de Mi Calle, Mi Barrio, Mi Pueblo y la de Mi Vida…en uniforme fueron de veras bien agradables para mí y las disfruté muchísimo. Espero que tú también las hayas disfrutado.

    Tal vez ni hoy ni mañana hablemos ya que tengo varias cosas que hacer y sitios a dónde ir pero como dicen o dijo alguien que no me recuerdo quién fue… caminante no hay camino, se hace camino al andar y hay que dar ese primer paso para que el resto de ellos le sigan de cerca y uno detrás del otro.

    ¿Por dónde empiezo la que probablemente sea la conversación más difícil que habremos sostenido ya que contrario a las primeras dos, esta, no tendrá, o por lo menos no tantas experiencias que nos hagan sonreír y a veces hasta reír? Créeme que lo siento, pero en esta, no habrá reinado de Fiestas Patronales con Ivette en Arecibo, ni Veneno con Libe, Jenaro, Luis y Veterano en la Universidad de Puerto Rico. Así las cosas y para que haga sentido esta trilogía, tengo forzosamente que comenzar por donde terminamos la última conversación y eso fue cuando me retiré del ejército. Aquí vamos y como decía Papy, que nos cojan confesaos.

    Según mi mejor recuerdo, una o dos semanas antes de mi fecha de retiro recibí una llamada al ROTC de una dama de una compañía de esas que se dedican a buscar personas para ocupar posiciones en corporaciones o negocios que tengan ciertas cualificaciones, caza cabezas creo que le llaman en el mundo ese raro de los negocios. En inglés les llaman Head Hunters, un término bastante dramático.

    La dama me estaba preguntando si yo estaría disponible para una entrevista con el presidente de unas empresas cuyo nombre me reservo ya que puedo meterme en líos con el dueño o creo que ahora sus herederos ya que tengo entendido que la figura principal falleció hace poco pero no estoy seguro. Descubrí bastante rapidito que ese señor era de armas tomadas y por eso la precaución. Me cogió la dama totalmente de sorpresa y le pregunté que quién le había dado mi nombre y qué le hacía pensar que yo tenía deseos o necesidad de trabajar una vez me retirara del Army. No me contestó sino que siguió hablando como si hubiésemos sido amigos de siempre y hasta como si hubiésemos volado chiringas cuando niños juntos en el Morro o en el Paseo Víctor Rojas en la boca del Río Grande, el Abacoa, de Arecibo. Como diría el norteamericano… She was good, she was very good.

    Para mis adentros me decía: qué zángano eres, claro que no sólo quería sino que necesitaba trabajar ya que la pensión del ejército aunque razonable, no me daría para mantener una casa recién comprada que hasta ahora la hipoteca la estuvo pagando el Tío Samuel y además tener una familia bastante grande, que los muchachos estaban empezando a entrar en la adolescencia y en Escuela Superior y después yo esperaba que entrarían a la Universidad. Así que los gastos grandes de todo ello lo podía ver bien clarito asomándose por el horizonte. ¡Claro que me entró culillo! ¿Habré hecho bien en retirarme? Bueno, a lo hecho pecho dice el refrán y yo ya había quemado los barcos en la bahía y no podía dar marcha atrás.

    Eso de esas empresas con ese nombre que me dijo la doña para mí era como si me hablaran en chino ya que en mi vida había oído hablar de ellas, así que también le pregunté: ¿qué hace esa empresa? La dama me empezó a vender la idea de que yo era muy joven para no dar un tajo el resto de mi vida, pensé, ¿cuarenta y un años es joven? ¡No jodas! Que la paga era bien competitiva y que las empresas eran múltiples actividades comerciales muy exitosas y que hacían de todo. Bueno, pensé… ¿qué carajo pierdo yendo a la entrevista? ¿Qué me podía hacer el ejército? La contestación era bien sencilla…ni un coño. Con todo y ese raciocinio le dije a la señora que la llamaría tan pronto me dieran los papeles del retiro ya que no creía que debía hacerlo mientras todavía estuviese en servicio activo. En verdad te confieso que esa era una razón bastante monga ya que aun estando en servicio activo por una de esas cosas raras de la vida ya yo estaba metido casi hasta el zoco del medio en la política partidista en Guaynabo, claro está, en cosas del Partido Popular pero te hablo más de esas peripecias más tarde. No quiero cruzar ese puente que va a ser largo de veras muy pronto que digamos. ¿Está bien?

    La cazadora de cabezas me convenció, lo que no le tomó mucho esfuerzo que digamos, de que sólo sería una conversación informal y que el Señor Presidente Empresarial me quería invitar a cenar en el Viejo San Juan. Pensé entonces, ¿qué rayos podía pasar? y lo más importante era que en verdad sería mucho mejor dar ese paso lo antes posible. Además, honestamente me pareció que la Virgencita me estaba allanando el camino cosa de que no pasáramos hambre antes de conseguir otra fuente de ingreso. Sin pensarlo más…acepté.

    Pasaron unos días y ya yo me había olvidado del asunto cuando recibí otra llamada pero esta vez de la Secretaria del Presidente de las empresas invitándonos. El señor quería que Toñita me acompañara para una cena con él y su esposa en un restaurante francés en el Viejo San Juan. No me preguntes cómo se llama o se llamaba porque no tengo idea. Sólo recuerdo que era como decían en mi barrio capota y pintura na’ más ya que la comida era horrorosamente mala y el menú imposible de entender. Llegamos, como militar al fin, precisamente a la hora que nos habían citado y la sorpresa grande no se dejó de esperar. Resulta que la esposa del señor era de la misma clase de la UHS de Toñita y de Ada mi hermana y ella rápido se recordó de Toñita y después de mí o por lo menos eso dijo pero yo de ella no me recordaba en lo más mínimo.

    El señor presidente era una persona bastante mayor de edad, bajito y enjillido que me tuve que preguntar, qué rayos la esposa que era una mujer joven atractiva y elegante había visto en ese tipo. No me cabía duda de que tenían que ser otros factores de pesos los que la influenciaron ya que no había otra explicación racional. Mientras nos presentábamos el señor presidente de las empresas hizo algo que me cayó mal y que debió haberme servido de omen de cómo sería el trabajar para él. En ningún momento se levantó de su silla ni ofreció su mano para saludarnos. A mí qué carajo pero a Toñita que como dama se merecía esa cortesía. Fue un acto o falta ruda por demás. Me chocó no sólo porque ese gesto de cortesía en mi casa era tan natural como el respirar y en el ejército, era también. Era comportamiento esperado de que uno se levantaba de su asiento cuando llegaba una dama y si ella le ofrecía la mano a uno, con mucha delicadeza se la tomaba no volviéndose a sentar uno hasta que la dama estuviese sentada. En ese momento me debía haber excusado y despedido sin más ni más pero te tengo que confesar que en ese instante mi curiosidad era más fuerte que el enojo, así que me quedé a ver de qué se trataba todo ese andamiaje. La conversación que llevó el señor presidente, cogió los topos (como decían en Arecibo) y no los soltó. Tengo que admitir que el monólogo fue la mar de interesante para mí pero por las expresiones en las caras de Toñita y de su esposa, sumamente aburridas para ellas las que ni cortas ni perezosas empezaron a hablar entre sí ignorándonos a los hombres totalmente. No cabe duda de que nos lo merecíamos.

    De todo esto salió algo interesante, mejor dicho, dos cosas interesantes. La primera fue cuando al señor le dio con discutir conmigo sobre las tribus árabes. Que si los Sunní y los qué sé yo quiénes y las peleas milenarias entre ellos ¡Qué carajo sabía yo de eso! Pasaron muchos años antes de que ese problema saliera a flote lo que me hizo pensar muchos años después de esa comida que o ese míster tenía una bola de cristal para adivinar el futuro o en verdad era bien inteligente y estaba como Panasonic adelantado al futuro. Creo que lo último es lo cierto. Lo otro fue y no quiero aburrirte que al verme me dijo que él esperaba que como yo era retirado del ejército a un tipo anciano y todo fastidiado físicamente. Le di las gracias. Nunca habló del trabajo y cada vez que yo trataba de llevar la conversación en ese carril él cambiaba el tema a hablar de los árabes. Al terminar la cena se levantó y me dijo que pasara por su oficina pero que primero me llamarían de la oficina de un psicólogo que me haría unas pruebas y si las pasaba tenía empleo con un salario que era dos veces más alto que el más alto que yo tuve en toda mi carrera militar. Me dejó con la boca abierta y me pregunté: ¿qué trabajo legal podía pagar esa cantidad de dinero empezando? ¡Anda para el soberano coño y su madre! Y ahora, ¿qué rayos hago?

    Bueno, lo primero que hice, esto es broma, fue cogerme un buen y largo rato en seguir hablando contigo. No me vas a creer pero ya es el 13 de abril de 2014 y llevamos la friolera de tres páginas hablando desde que empezamos. A este tajo no acabamos nunca lo que pensándolo bien no es tan mala idea ya que eso querría decir que voy a durar un montón de años más y después que sean con una salud particularmente mental pasable a mí no me molestaría en lo más mínimo. Vamos a lo que vinimos.

    En unos días me citaron de la oficina del Psicólogo para ir una mañana bien temprano a una facilidad que parecía una escuela en Santurce. Me recuerdo que era un edificio de dos pisos en forma de U con estacionamiento en el centro. Militar o mejor dicho ex-militar al fin hice un reconocimiento de donde quedaba el sitio el día antes de la cita y esa mañana llegué como treinta minutos antes de la hora. Estacioné y subí al segundo piso del edificio.

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