El basurero

Por Manuel Arduino Pavón

En un basurero infinito, dos hombres elefantes (Dago y Gado) reflexionan sobre el fin del mundo y la muerte hasta que Agod, una mujer elefante, sale de entre la basura y asegura ser el alma del basurero. La presencia de Agod desencadena una serie eventos, como la súbita resurrección de un gendarme, y pone fin a las reflexiones. Sin embargo, mientras la discusión continúa, la basura sigue llegando, transportada por otros personajes siniestros. Aunque «El basurero» se podría clasificar como una obra dramática del teatro del absurdo, su autor la clasifica como «metafísica de la crueldad».

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Cazam Ah
• Fecha de lanzamiento: 16 feb 2021
• ISBN: 9781005686680

Manuel Arduino Pavón

Nació en Montevideo en 1955. Actualmente reside en Buenos Aires. Estudió literatura por su cuenta y riesgo. Desde 1979 ha publicado más de ciento cuarenta obras en Uruguay, Argentina, Chile, Colombia, España, México, Costa Rica, Puerto Rico, Guatemala, Venezuela, Holanda, Canadá, Taiwán y EE.UU.Incluyendo la dramaturgia, lo intenta todo: ensayo (esotérico), aforística, narrativa, obras misceláneas y poesía. Su principal cualidad es la versatilidad, que le permite deambular por territorios antagónicos y sentirse a sus anchas en todos ellos.Una inclinación natural a la experimentación literaria lo acompaña desde sus primeros años en el oficio, pero los años de vida le permiten atenuar o pronunciar esos rasgos estentóreos según sean las circunstancias. Casi la totalidad de su obra ha sido publicada fuera de su país.

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Escena única

Dago: Hoy es el fin del mundo.

Gado: El fin del mundo debió haber sido ayer, de lo contrario no puede ser el fin del mundo.

Dago: ¡Todos los días son el fin del mundo!

Gado: Usted juega con las palabras y termina creyéndoselas.

Dago: Esa es una característica de las lenguas del fin del mundo.

Gado: Ayer nos entendíamos cuando hablábamos y fue el fin del mundo.

Dago: El fantasma del gendarme conoce el tema mejor que nadie.

Gado: Para él ya fue el fin del mundo.

Dago: Debería de haber más fantasmas en el basurero; quizás alguno nos pudiera decir la verdad.

Gado: Usted pide demasiado: la verdad no es cosa de fantasmas.

Dago: El fin del mundo es la única verdad.

Gado: Usted puede reemplazar el fin del mundo por la muerte y es lo mismo.

Dago: Puede que haya muchos fines del mundo, pero este es el mayor.

Gado: El mundo se murió hace rato, no hay necesidad de exagerar.

Dago: Nosotros seguimos vivos.

Gado: Insisto en que no hay necesidad de exagerar.

Dago: ¡Usted exagera! La exageración es consecuencia de todo lo que le ocurrió al mundo.

Gado: El mundo no se interesa por nada.

Dago: Ese es otro fin del mundo.

Gado: ¡Si vamos a filosofar, terminaremos por decir que hay incontables fines del mundo!

Dago: El fantasma del gendarme es un fin del mundo.

Gado: Digamos que es un pequeño fin del mundo, un fin del mundo insignificante.

Dago: Todos los fines del mundo son importantes.

Gado: Eso depende de qué mundo estemos hablando.

Dago: Este basural es un mundo inmenso, inconmensurable: es el cosmos.

Gado: ¡Los basureros nunca llegan al día del fin del mundo!

Dago: Algún día dejarán de existir basureros.

Gado [ríe a carcajadas]: Me temo que usted cree en cuentos de hadas.

Dago: Los cuentos de hadas son historias del fin del mundo.

Gado: Y las latas de cerveza… y las colillas de cigarrillos… y las moscas pegajosas: todo es