stá en su casa, en Toronto. Dentro de una habitación repleta de libros. Se atusa su revuelta melena blanca y se describe a sí misma como una «procrastinadora de grado A». Le contesto que parece improbable, dado lo mucho que escribe, y pone cara de circunstancias. «Lo sé, es horrible, ¿verdad?», dice. Cuando le pregunto cómo ha conseguido condensar en su última colección de ensayos, (Salamandra) –una obra de 500 páginas–, su producción de no ficción de las dos últimas décadas, vuelve a estremecerse ante su propia productividad: «Espantoso». Pero añade: «Si escribir no fuera un placer, no lo haría». Margaret Atwood (Ottawa, 1939) nos plantea en sus discursos si queremos seguir vivos o si vamos a actuar frente a la tragedia que supone el cambio climático; analiza la democracia y nos anima
MARGARET ATWOOD Los viejos nos divertimos más
May 19, 2023
5 minutos
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos