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Huellas de Tierra Adentro: Antología de textos
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Huellas de Tierra Adentro: Antología de textos
Libro electrónico248 páginas2 horas

Huellas de Tierra Adentro: Antología de textos

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Información de este libro electrónico

Las historias del Mikilo o del perro negro, la receta del arrope de tuna, las vivencias de una sequía interminable y la falta de luz eléctrica son algunos de los temas que motivaron a muchos niños de escuelas rurales a escribir los textos que se reúnen en este libro. Los autores demuestran haber comprendido y resuelto la complejidad que encierra el oficio de escribir. Se convirtieron en escritores porque, además de enseñar, entretener o convencer con sus historias, han logrado zambullirse en el maravilloso universo de la ficción construyendo "otros mundos posibles". Este libro, escrito e ilustrado por niños, es el resultado feliz del proceso de estudio, reflexión y producción que sus maestras les propusieron. Por eso encierra –y esto hace a su riqueza–, un objetivo que trasciende su lectura: despertar en cada lector el entusiasmo por escribir sus propios relatos.

María Teresa Lerner* * Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA). Autora y Coordinadora General del Proyecto de Capacitación con Producción del Medio Gráfico Abriendo Huellas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 feb 2021
ISBN9789875993365
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    Vista previa del libro

    Huellas de Tierra Adentro - María Teresa Lerner

    Niños de Escuelas Rurales

    Chamical – La Rioja

    Huellas de tierra adentro

    Antología de Textos

    © Libros del Zorzal, 2008

    Buenos Aires, Argentina

    ILibros del Zorzal

    Printed in Argentina

    Hecho el depósito que previene la ley 11.723

    Para sugerencias o comentarios acerca del contenido de

    este libro, escríbanos a:

    info@delzorzal.com.ar

    www.delzorzal.com.ar

    Índice

    Prólogo | 5

    Cómo nació este libro | 7

    Te pinto mi lugar | 23

    Nuestras historias de vida | 38

    Gente linda de nuestro pago | 48

    Preguntando a los que saben | 64

    Después de mirar, te voy contando | 72

    Me contaron, les cuento | 80

    Cosas nuestras | 96

    ¿Será que esto pasó? | 114

    Imaginando mundos posibles | 129

    Ficción | 141

    Anécdotas | 154

    Cuando de poesía se trata | 180

    ¡Así se hace! | 202

    Ahora, ¡opinamos! | 213

    Camino recorrido | 234

    Reflexión y agradecimientos | 236

    Prólogo

    Querido lector:

    Te contamos una pequeña historia para que comprendas cómo logramos ofrecerte esta maravillosa publicación cuyos autores son nuestros alumnos.

    Hace unos cuantos años, un grupo de maestras rurales nos reunimos para pensar juntas por qué a nuestros alumnos les costaba tanto leer y escribir. Entre mate y mate, reflexión y estudio, nos dimos cuenta de que nosotras también teníamos dificultades para lograr textos que se entendieran o que cumplieran con el objetivo que nos proponíamos. A veces, a través de un escrito tratamos de enseñar; en otras ocasiones, procuramos informar, divertir o entretener.

    Entonces, comenzamos a revisar nuestros propios modos de escribir y de leer hasta que un día descubrimos que ya estábamos en condiciones de armar un pequeño periódico; lo bautizamos: Abriendo Huellas. Sentíamos que empezábamos a proyectar caminos y posibilidades.

    Mientras tanto, trabajábamos con nuestros alumnos sobre aquellos mismos temas que eran objeto de nuestra reflexión. Fue así que los niños se entusiasmaron y comenzaron a producir textos cada vez más hermosos. En parte, esas producciones mejoraban porque sus autores sabían que serían leídas por otros niños y vecinos del lugar.

    El año pasado fuimos a Buenos Aires. Aunque todavía no lo podamos creer, en un salón muy solemne del Congreso de la Nación nos dieron un reconocimiento por este trabajo. Nos pusimos muy felices: eran muchos los que decían que nuestro pequeño periódico era importante. Y para no perder el tiempo, aprovechamos que estábamos allí para hacer un Taller de Escritura. ¿Sabés?, nunca se termina de aprender.

    Junto a nosotras también estaban reunidos quienes continúan trabajando para editar nuestro diario. Entonces, en esa tarde de septiembre y entre todos, surgió la siguiente idea: reu-nir todos los textos de los niños que se habían publicado durante estos años.

    Y acá estamos. Felices porque confiamos en que disfrutarás mucho leer este libro, pero además, porque seguramente vas a pensar: si estos chicos pudieron, ¿por qué yo no? Así, el campo y las ciudades se podrán llenar de libros escritos por niños para otros niños.

    Profesoras: María Isabel Agüero, Noemí Leonor Cáceres, Mirta Liliana Castillo, Sandra de los Ángeles Ortiz, Noemí del Valle Mercado y Graciela del Valle Quinteros. Redactoras del periódico rural Abriendo Huellas

    1

    Cómo nació este libro

    La revista Abriendo Huellas

    ¡Con el nombre de la revista hacemos
    un abecedario!
    Mi abecedario

    Abriendo Huellas es su nombre

    Basta con solo mirarla

    Cuántas cosas encierra

    Donde quieras abrirla

    Encontrarás lo que no te imaginas

    Fábulas, cuentos, leyendas,

    Grandes historias escritas

    Homenajearla, claro que sí

    Ilusiones, destellos y magia

    Jamás viste todo junto

    Kilómetros recorren sus páginas

    Llevando consigo todo tipo de información

    Mas no es una simple revista

    No, señores, es mucho más

    Ojearla para comprobar lo que digo

    Página a página te atrapará, entonces,

    Quererla aprenderás

    Risas, entretenimiento, curiosidad

    Sus páginas llenas están

    Tan solo tienes que esperarla

    Única, como ella no hay

    Vivir cada letra con sentimiento

    W, aunque esta letra es poco usada

    X, sin exagerar les quiero explicar que

    Ya no quedan letras en el abecedario

    Z es la última..., pero todas ellas se usan en:

    ¡Abriendo Huellas!

    Maximiliano Brítos y Gabriel Rodríguez, 7º año

    Emanuel Arias y Marcelo Mamaní, 8º año

    Cristian Agüero y Hernán Torres, 9º año

    Receta para hacer la revista

    Ingredientes:

    Esfuerzo

    Sacrificio

    Espíritu aventurero

    Conocimiento

    Alma de periodista

    Amor

    Cariño

    Preparación:

    Comenzar con un buen espíritu aventurero y mezclarlo con mucha ilusión y ganas de incorporar más conocimiento. Agregar bastante alma de periodista y dedicarle esfuerzo y sacrificio para obtener una excelente producción. Además, disponer de tiempo para pensar a quién se le van a dedicar sus páginas. Tener en cuenta a todos: niños, adultos y vecinos de la zona, sin olvidar al público en general. Como últimos ingredientes, añadir mucho, pero mucho amor y cariño. Mezclar todo en forma armoniosa y paciente para que podamos disfrutar del resultado de esta magnífica receta. 

    Producto final: revista Abriendo Huellas.

    Sugerencias: además de publicarla mensualmente, que se imprima a todo color y con más páginas.

    Jessica Luján y Carlos Rivero, 8º año

    Acrósticos

    Alumnos y alumnas

    Busquen información

    Real o ficticia

    Importantes todas son

    En una linda revista

    Nos reflejamos sin cesar

    Donde quiera que esta llegue

    Ofrecemos un ejemplar. 

    Humildes y productivas

    Una por una son sus páginas

    Especiales sus contenidos

    Logrando entretenernos

    Libre expresión nos ofrece

    Abriendo Huellas lleva por nombre

    Siempre presente está.

    Anabel Carrera, 8º año

    Amanece al principio del mes

    Brisas suaves la esperan

    Rocío de cálida mañana

    Impresa en una página a la vez

    Entretiene, atrae y cautiva

    Nunca se vio algo igual

    Desde que esta apareció, es

    Orgullo departamental.

    Humilde, sencilla y novedosa

    Una por una refleja calidad

    Entre todo el alumnado

    La esperan con ansiedad

    Llega una vez al mes y

    A todos les cuento que

    Su nombre Abriendo Huellas es.

    Nahir Molina, 8º año

    Poesías... ¡qué placer!

    Letras, lápices, ilusiones,

    todo es válido al escribir.

    Sol, sonrisa y canción

    emanan al abrir la revista.

    Abriendo Huellas es su nombre

    ¡qué interesante... sí!

    Páginas de sorpresa siempre

    ¡qué emocionante... sí!

    Silvio Agüero, 7º año

    Mes a mes la esperamos,

    preguntándonos qué nos traerá:

    adivinanzas, chistes, colmos,

    con algo nos entretendrá.

    ¿Serán recetas de cocina

    o tal vez un cuento incluirá?

    Lindas imágenes y fotos

    ¿Quién se lo imaginará?

    ¿Ya saben sobre qué preguntamos?

    Una linda revista mensual

    nosotros ya apostamos

    que dudosos deben estar.

    Toda la escuela la admira

    la tienen en lo más alto de la cumbre

    cuatro páginas para el que no adivina:

    Abriendo Huellas es su nombre.

    Alexis Juin, 7º año

    Manitos inquietas

    guardapolvos intrusos

    mochilas cargadas

    de soles curiosos.

    Llega la primavera

    y con esta una linda revista,

    nuestra escuelita

    la espera siempre lista.

    Caritas sonrientes

    dulces y ansiosas

    con páginas llenas

    de juegos y aprendizajes.

    En esta se imprime

    la frescura inmensa:

    un verdadero homenaje

    para Abriendo Huellas.

    Victoria Martínez, 7º año

    Cuentos cortos... y algo más

    Elizabeth, el maestro y un camino

    En un paraje lejano vivía una familia. La única hija se llamaba Elizabeth y tenía 9 años, pero no sabía leer.

    En un día caluroso y bien soleado, por el camino polvoriento y seco, llegó al lugar un maestro joven, pero sin experiencia, que amaba su profesión y que traía en su maletín muchas ilusiones y ganas de enseñar a los chicos. Desde hacía tiempo, estos esperaban con ansias aprender.

    El maestro los abrazó con manos sudorosas y besó cariñosamente a cada uno. Entre el puñadito de guardapolvos blancos observó a una niña rubia como el Sol y sonriente como la Luna. Le llamó la atención que no luciera su guardapolvito blanco como los demás. Se arrimó suavemente a ella y le preguntó su nombre, su edad y si tenía ganas de aprender muchas cosas nuevas.

    Elizabeth le respondió que sí, que eran muchas sus ganas de aprender a leer y a escribir, puesto que un problemita de salud le había impedido asistir a los primeros grados. Ella le aclaró al maestro que solo estaba ahí porque la habían llevado sus hermanos mayores, debido a que nadie podía cuidarla. «¡Manos a la obra!», pensó el maestro.

    El tiempo pasó. Elizabeth aprendió. Pero lo más interesante de esta historia es que al maestro se le ocurrió una gran idea: crear una revista de pocas páginas para publicar todo lo que aprendieran sus alumnos. Una vez que organizaron todo, les preguntó a los niños qué título se le pondría a la obra.

    «¡Abriendo Huellas!», propuso Elizabeth. Seguramente, lo pensó como homenaje a ese camino polvoriento y seco que les abrió el paso al conocimiento y al saber, y que dejó una huella en el corazón de cada alma del lugar. Con un nudo en la garganta, el maestro abrazó a la niña. Todos aceptaron el título y, desde ese momento, nació la revista rural Abriendo Huellas.

    Raúl Martín Rodríguez, 9º año

    ¡Qué personaje!

    Un día muy especial —es decir, uno como cualquiera que solo se distinguió por un hecho muy particular—, se presentó ante los chicos un personaje como una gran cajita de sorpresas: su nombre era Abriendo Huellas.

    Este les comenzó a contar adivinanzas, cuentos, historias y muchas cosas más, pero a los niños los que más les gustaron fueron los chistes. Además, Abriendo Huellas les propuso un gran negocio: intercambiar experiencias, entretenimientos, historias, novedades y todo aquello que se pudieran imaginar. Fue tan grande el rol de ese personaje que, de pronto, se hizo conocido y famoso entre todos los vecinos. Llegó incluso a otras escuelitas. Sin quererlo, su fama trascendió por toda la zona rural.

    Desde hace tiempo —es decir, desde ese día muy especial—, ese famoso personaje nos visita cada mes. Todos lo esperamos. A la gente le gusta, en especial, por la información que trae. Todos están muy felices porque Abriendo Huellas forma parte de la escuelita en la que un día se presentó como una gran cajita de sorpresas.

    ¡Qué personaje!

    Darío Rodríguez, 7º año

    Abriendo Huellas

    Esta historia que les voy a contar es real, sí, señores, muy real. Como ya saben, la revista Abriendo Huellas es la que cada mes trae información, relata acontecimientos y cuenta novedades.

    Bueno, sucedió que una familia —la llamaremos la familia X porque hay que preservar la identidad, ¿o no?— estaba contenta puesto que, como siempre, había recibido la revista. El menor de los hijos —llamémoslo Juan— era el encargado de compilar los relatos de sus antepasados familiares, es decir, los mitos y las leyendas, para que se publicaran.

    Sin embargo, cierta vez sucedió algo inesperado. Un señor —digamos, don Pedro—, les comunicó a todos que debían pagar un porcentaje para que esas historias familiares se pudieran publicar y, por sobre todo, que tendrían que abonar una determinada cantidad de dinero para seguir recibiendo mensualmente la revista. La gente del lugar no quería quedarse sin su publicación. Entonces, se organizaron, hicieron rifas y pidieron ayuda a otros pueblos. En fin, el asunto era juntar plata.

    Juan no entendía nada porque en la escuela a la que asistía, su maestra le había contado que un equipo de docentes redactaba las notas de la revista y que un señor imprimía las publicaciones en Buenos Aires y luego, las enviaba en forma gratuita.

    No conforme con lo que ocurría, Juan movilizó a sus compañeros y juntos se convirtieron en detectives privados. Averiguando y averiguando, como quien no quiere la cosa, descubrieron que don Pedro era un miembro de la Comisión de Periodistas. Este señor había querido poner a prueba a la gente del lugar para comprobar si realmente apreciaban la revista.

    ¡Oh, sorpresa! Cuando volvió don Pedro para averiguar

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