Cuentos antiberrinche

Por Alfredo Rodríguez Peña

Una divertida colección de historias inspiradas en esos momentos en que los niños más pequeños recurren al escándalo para gestionar sus necesidades y expresar sus inconformidades. Aventuras inspiradas en aquellas escenas que protagonizan los niños cuando no quieren comer, no se quieren bañar o no quieren hacer sus tareas, son empleadas como una divertida herramienta para estimular el amor por los libros desde muy temprano entre quienes aún no saben leer y también para que los pequeños adquieran sus primeras normas de convivencia social.

• Idioma: Español
• Editorial: Alfredo Rodriguez
• Fecha de lanzamiento: 7 jun 2020
• ISBN: 9781393650577

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Advertencia

¿Quién no vio a su dulce hijita transformarse en la niña de El Exorcista porque no le compraron la última princesa de Disney o el último juguetito de Mattel?, ¿quién no recuerda al amoroso bebé de la casa convertirse en el Monstruo de Tasmania porque moría de hambre o porque ya no quería comer?, ¿quién no ha vivido aquellas escenas de niños ahogándose en llanto y gritos en plena calle?, ¿quién no volvió a casa del mercado con regalos cuando en realidad solo fue a comprar cebolla y tomate?

Ocurre alrededor de los primeros años de edad, cuando nuestros hijos aún no son capaces de expresarse verbalmente o no han aprendido a resolver los problemas por su cuenta, pero encuentran, en los berrinches, el mejor camino para manifestar sus necesidades.

¿Problemas? Para nada. Aquellas señales de temprana rebeldía y de desobediencia deben entenderse como signos positivos de una personalidad en formación. Los pequeños se encuentran en etapa de descubrimiento y aprendizaje, quieren ser independientes y hacer más cosas de las que pueden, pero poseen pocas herramientas para comunicarse; he ahí el detonante.

Claro, en la medida que los niños crecen y adquieren un mejor manejo del lenguaje, se espera que superen los escandaletes, pero no todos lo hacen. Algunos niños mayores continuarán teniendo problemas para manejar el enojo y la frustración hasta que puedan madurar más.

No soy especialista en psicología infantil, ni vengo a dar recetas; creo que cuando las cosas se salen de control, no queda más que acudir a un profesional que nos pueda orientar a recuperar la armonía. Lo que sí aprendí con mis hijos es que lo ideal es marcar pautas claras desde su nacimiento, mostrarles lo que pueden y no pueden hacer, y poner límites y los NO, con amor y cuidado. Pese a ello, tuve varias anécdotas dignas de compartir.

Cuentos Antiberrinche es esto, una colección de diez historias inspiradas en esos momentos épicos en los que los muchachitos no querían tomar su sopa o de cuando buscaban mil y un excusas para no hacer sus tareas, y de cómo resolvimos en casa algunos de estos conflictos.

Los relatos están escritos sin más pretensión que divertirnos con esos acontecimientos, estimular el hábito de