Siete Principios

Por Rubén Cedeño y Paula Catañy

RESPECTO A LA OBRA “Siete Principios”, de Rubén Cedeño, expone, en lenguaje sencillo y a la vez profundo, las “Siete Leyes Universales”, la manera de vivir de acuerdo a ellas y la forma de no transgredirlas para que, con su cumplimiento, se lleve una vida armónica, positiva y libre de sufrimiento.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Señora Porteña
• Fecha de lanzamiento: 20 mar 2020
• ISBN: 9789874973627

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Catañy

RESPECTO A LA OBRA

Siete Principios, de Rubén Cedeño, expone, en lenguaje sencillo y a la vez profundo, las Siete Leyes Universales, la manera de vivir de acuerdo a ellas y la forma de no transgredirlas para que, con su cumplimiento, se lleve una vida armónica, positiva y libre de sufrimiento.

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SIETE PRINCIPIOS

Los Siete Principios son las Leyes Universales que se cumplen inexorablemente en todo el universo, a través de las cuales el Ser Universal mantiene el orden, la justicia y la armonía; si se las respeta, se vive armónicamente, y si no, se sufren las consecuencias.

Los Siete Principios se agrupan de dos en dos: Mentalismo y Causa y Efecto, Ritmo y Vibración, Polaridad y Generación, y por último, Correspondencia".

El estudiante perfecto, el Gran Mago Blanco y el Maestro Ascendido se hacen viviendo y usando constructivamente los Siete Principios Universales.

OBSERVACIÓN DE LOS PRINCIPIOS

Los Siete Principios Universales se desprenden del Primer Aspecto de la Totalidad de la Vida –el Ser Universal conocido como Dios–, que es Principio y que hace que todo se exprese en Orden Perfecto, Armonía Suprema y una justicia imparcial. Estos Siete Principios Universales son uno y se desprenden de la Ley del Ser, que es la primera Ley del Cosmos, porque ante todo existimos como seres y esta Ley se expresa en infinidad de formas diferentes.

Los Siete Principios Universales parecen distintos, pero son uno en realidad; si se los observa, se puede ver que se relacionan y se entremezclan entre sí, convirtiéndose en una sola Ley o Principio.

Los Siete Principios Universales no son órdenes para ser cumplidas, ni leyes a las que hay que someterse o respetar, como los Mandamientos de Moisés o el Código de Hammurabi, del cual se conoce la frase: ojo por ojo y diente por diente; tampoco es la Constitución Nacional, que si no la obedecemos, somos sancionados, pero que el muy hábil puede evadir. Los Siete Principios Universales se cumplen inexorablemente, jamás se dejan de manifestar; se los conozca o no, actúan en todos los países, personas, condiciones y cosas, y nadie puede escapar de ello, por muy hábil que sea.

Si se vive a favor de los Siete Principios Universales, se lleva una existencia de maravillas, como si se tuviera la Mejor Suerte; si se los transgrede, a la gente le va fatal, como al más vil paria del destino.

El cumplimiento de los Siete Principios Universales es tan cierto que uno mismo lo puede comprobar en su propia vida y en la de los demás, al observarlos.

Conocer y vivir de acuerdo a estos Siete Principios es lo único que convierte a una persona en un conocedor de la vida, un ser feliz, un Maestro de Sabiduría. Desconocer estos Principios e ir en su contra es lo que transforma a cualquiera en víctima de las circunstancias, en un ser ignorante y lleno de problemas, con situaciones incómodas o contrariedades. Cuando se vive en desorden, es porque se actúa en contra del Orden Universal de las cosas que rige la Totalidad de la Vida.

LEYES DE LA VIDA

Un jovencito estaba conversando con otro y les pregunté: ¿De qué tanto hablan?. Entonces me contestaron: De las leyes de la vida. Pero de lo que hablaban era de pillerías, intercambiándose datos para que nadie les sacara ventaja y no se aprovecharan de ellos. Esas cosas no son las Leyes de la Vida; hablaban de eso, porque todo el mundo necesita saber cómo se vive, pero en el hogar, en la religión y en la escuela, lamentablemente, ni se enseña ni se aprende, cuando es una de las ciencias que más se necesita conocer.

Cuando se crece y no se sabe mucho sobre la vida, es necesario que alguien enseñe a vivir e instruya sobre los Siete Principios Universales. Sea de una religión o atea, la gente necesita conocer los Siete Principios Universales, y por eso es imperante que estén publicados y explicarlos exhaustivamente en charlas.

NADIE TE CASTIGA

Cuando te enfermas, se trate de un leve quebranto de salud o de una apariencia más fuerte, como cáncer, sida o alguna perturbación cardíaca; cuando se te altera negativamente la economía; cuando tus relaciones personales se trastornan o sucede cualquier otro movimiento inarmonioso, no pienses que esto es casualidad, que eso está pasando porque a cualquier humano le sucede, que se trata de una prueba, de mala suerte, de brujería o de un castigo divino. Se cree en la mala suerte, la brujería o el castigo divino por ignorancia. Nada de eso existe. Lo que ocurre es que se están cumpliendo los Principios Universales y se te está devolviendo lo que le has hecho a los demás o lo que has mentalizado; te has ido a uno de los extremos de la vida o te has conectado con energías bajas, polarizándote con ellas.

Todo el mundo se cree perfecto, con la razón sobre las cosas de la vida, un ángel que no hace nada malo, y por todo lo desagradable que sucede, culpa al destino, al gobierno, a la familia, a alguien o a las malas influencias. Pero la Vida, por dondequiera que se la mire, es Cohesión o Amor, Buena Voluntad, Sabiduría, Armonía, Belleza, Salud, Abundancia de dinero y Perdón, jamás castiga a nadie, no manda pruebas para que alguien sufra ni es injusta. Apréndete de memoria esto y repítelo cada vez que te acuda a la mente la idea del castigo o la injusticia divina: La vida nunca hace sufrir a nadie.

Los Siete Principios Universales son las únicas y verdaderas Leyes, y funcionan en todo el Universo, siempre se cumplen, se las conozca o no; los seres humanos han estado usándolas continuamente y, por no conocerlas, han hecho mal uso de ellas. La única forma de estar bien en la vida, no importa la religión, si se cree o no en Dios, la orientación sexual, la clase social, la raza, la nacionalidad, la práctica política, es vivir de acuerdo a los Siete Principios Universales.

UNIVERSO SÉPTUPLE

La naturaleza y todo el cosmos funcionan en base a lo séptuple: son siete los Aspectos de Dios, siete las Envolturas del Ser, siete los días de la semana, siete las notas de la escala musical y siete los Principios Universales.

A QUÉ VENIMOS A LA ENCARNACIÓN

Uno viene a la encarnación y vivencia infinidad de circunstancias de toda índole, para aprender a vivir de acuerdo a los Siete Principios, que son las únicas Leyes de la Vida. Acoplándose al uso positivo de los Siete Principios Universales, se cumple con todas las demás leyes, sean estas sociales, religiosas, cívicas o laborales.

Los Siete Principios Universales siempre funcionan para el bien, dan los lineamientos de cómo actuar correctamente y enseñan que hacer mal uso de ellos, acarrea sufrimiento, desavenencias e infinidad de problemas.

En cada cosa, a cada instante, siempre están cumpliéndose los Siete Principios.

El acto de Amor Compasivo más grande que podemos realizar por nosotros y la humanidad es aprender y facilitarle a los demás la forma de liberarse del sufrimiento, viviendo una vida en Orden, de acuerdo a los Siete Principios.

CORRECTA COMPRENSIÓN

El Noble Óctuple Sendero está compuesto por ocho máximas que exponen, en pocas palabras, cómo vivir y dejar de sufrir. Dentro del Noble Óctuple Sendero, el Señor Gautama enuncia la Recta Comprensión. ¿Qué es lo que hay que comprender? Los Siete Principios Universales o Leyes, que se cumplen inexorablemente, creamos en ellos o no, le recemos o no a Dios, ni importa qué supercherías mágicas hagamos, qué tipo de ideas religiosas o filosóficas tengamos.

Para eliminar cualquier sufrimiento en nosotros o en los demás, hay que comprender qué Principio Universal se está ignorando, dejando de aplicar, o en cuál se está fallando, y si se desea dejar de sufrir, hay que restablecer de inmediato la práctica de la Ley o Principio que no se está usando bien.

ENUNCIADO DE LOS SIETE PRINCIPIOS

Cada Principio tiene su axioma o enunciado que lo explica en breves palabras. Debemos saber, estudiar, comprender, reflexionar y ver