LA CiENCiA DEL AMOR
CUPIDO, PRESUNTO CULPABLE
¿Quién te gusta? Tal vez alguien de tu escuela, o un personaje famoso e inalcanzable. No se lo tienes que contar a nadie, sólo recuerda lo que te sucede cuando piensas en esa “persona especial”. Las canciones de amor están llenas de frases que intentan describir esas sensaciones. Dicen: “mi corazón late a mil por hora”, “tengo mariposas en el estómago” o “mis rodillas tiemblan como gelatina”. Estas frases suenan cursis y sin embargo es verdad que una emoción intensa provoca reacciones en varias partes de nuestro cuerpo (¡y que algunas nos llenan de vergüenza!). Pero ¿por qué pasa esto? Los antiguos griegos le echaban la culpa a Eros, un Después, los romanos lo convirtieron en un dios niño llamado –seguro lo has visto representado como un angelito cachetón con un arco y sus flechas–. Sigue leyendo y verás por qué.
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