Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Mala conexión
Mala conexión
Mala conexión
Libro electrónico60 páginas1 hora

Mala conexión

Calificación: 4 de 5 estrellas

4/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Julia, una adolescente de catorce años, que vive en provincia, sueña con el amor y el modelaje. Cuando conoce a Laurent por internet, cree que lo ha encontrado. Él le dice que es fotógrafo en una revista y promete ayudarla a conseguir sus sueños.
IdiomaEspañol
EditorialZig-Zag
Fecha de lanzamiento11 nov 2015
ISBN9789561228337
Mala conexión

Relacionado con Mala conexión

Libros electrónicos relacionados

Situaciones sociales para niños para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Mala conexión

Calificación: 4.142857142857143 de 5 estrellas
4/5

7 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Mala conexión - Jo Witek

    Mauvaise connexion,

    Escrito por Jo Witek.

    Series EGO, © Talent Hauts (FRANCE), 2012.

    Viento Joven

    I.S.B.N.: 978-956-12-2811-5.

    1ª edición: octubre de 2015.

    Gerente editorial: Alejandra Schmidt Urzúa.

    Editora: Camila Domínguez Ureta.

    Director de arte: Juan Manuel Neira.

    Diseñadora: Mirela Tomicic Petric.

    © 2015 de la presente traducción por

    Empresa Editora Zig-Zag, S.A.

    Inscripción Nº 257.947. Santiago de Chile.

    Derechos exclusivos de edición reservados por

    Empresa Editora Zig-Zag, S.A.

    Editado por Empresa Editora Zig-Zag, S.A.

    Los Conquistadores 1700. Piso 10. Providencia.

    Teléfono 56 2 28107400. Fax 56 2 28107455.

    www.zigzag.cl / E-mail: zigzag@zigzag.cl

    Santiago de Chile.

    El presente libro no puede ser reproducido ni en todo ni

    en parte, ni archivado ni transmitido por ningún medio mecánico,

    ni electrónico, de grabación, CD-Rom, fotocopia,

    microfilmación u otra forma de reproducción,

    sin la autorización escrita de su editor.

    Impreso por Salesianos Impresores

    General Gana 1486. Santiago de Chile.

    Agradezco a Mélys la preciosa ayuda que me ha prestado al aceptar transmitirme su mirada de jovencita sobre este texto.

    Jo Witek

    Prólogo

    Me llamo Julia Nottini. Tengo dieciocho años. Mi caso no es el único.

    Somos miles las niñas que cada año nos sentimos sucias, avergonzadas, manchadas. La mayoría de nosotras no comenta jamás lo que le ha pasado y prefiere callar. Ellas hacen como si no fuera algo grave. Agachan la cabeza y continúan su camino.

    Es lo que hice yo, al principio. Tenía vergüenza. Es difícil hablar de una humillación sin ensuciarse, sin ensuciar a la familia, el futuro. Es difícil describir aquello de lo que huiríamos por siempre.

    Encontrar las palabras precisas, zambullirse nuevamente en un pasado doloroso... no es fácil contar una historia así. Una siempre teme que la gente no te crea, te acusen de mentir, que te juzguen.

    Una se siente tan estúpida por haber sido abusada. El verdadero culpable lo sabe muy bien y se aprovecha de esto para disimular su crimen y seguir con sus maldades con toda impunidad.

    Al contrario de lo que yo pensaba, la violencia entre un hombre y una mujer no siempre es ruidosa. A veces, se cuela, despacio, en los dormitorios adolescentes. Puede incluso tomar la apariencia del amor. Te sientes confiada, amada, adorada, entonces abres tu puerta por completo... y la caricia se transforma en golpe.

    Si estoy contando mi historia es para romper otros silencios además del mío.

    Escribo también para reconectarme con mi vida.

    Me llamo Julia Nottini, tengo dieciocho años, y soy una joven como tantas otras.

    Todo esto ocurrió hace cuatro años.

    1

    Esa noche me había peleado con mi mamá, otra vez. Me sentía sola, abandonada, no querida. Entonces me inscribí en un chat nuevo, entré como Marilú. Así es como empezó todo. Tenía catorce años. Mi mamá me prohibía sacarme fotos de modelo con mis amigas. Odiaba el lápiz labial en mi boca y me decía que le daba vergüenza verme con mis tacos dorados y mi mini de muñeca. ¡Pero eran solo unas fotos, no hay para qué hacer un drama! Con Katia, mi mejor amiga, nos encantaba sacarnos fotos o hacer videos de desfiles de moda.

    Nosotras dos en traje de baño, nosotras dos maquilladas, nosotras dos con peinados, salvajes, producidas, sexys o rockeras con jeans rajados.

    Nos encontrábamos lindas. Lo éramos, se notaba en la mirada de los jóvenes. Incluso los amigos de mi mamá no se cansaban de repetir: ¡Estas dos, va a haber que amarrarlas, la van a romper!. Es exactamente lo que queríamos con Katia: romperla con nuestra belleza. Bailar, cantar, reír, pasarlo bien y desafiar las prohibiciones de los papás. Y además, teníamos ganas de amor, de hacer el amor, también. Sabíamos bien que no teníamos edad para eso, pero igual teníamos ganas. Entonces, mientras tanto, soñábamos con tener carreras como modelos. Mi mamá detestaba mi actitud. No soportaba que su hija se comportara como una puta. Eso es lo que me dijo esa noche, cuando

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1