¿Ética Periodística? Ja, Ja, Ja

Por Abraham Santibañez Martínez

Este es un libro que pone la ética en tierra firme, recurriendo a distintos casos concretos que han comprometido la práctica periodística, tanto en nuestro país (por ejemplo, caso Spiniak), como en el extranjero (por ejemplo, caso Watergate). El libro tiene un sustrato profundo, pero se despliega con sutileza, principalmente en el plano ejemplar, en situaciones cotidianas y reconocibles. Lectura obligada para cualquier estudiante de periodismo. Lectura recomendada para todo periodista. Abraham Santibáñez M. es un periodista de larga trayectoria, director de medios periodísticos tan importantes como revista Hoy y diario La Nación. El presente texto sintetiza su visión del oficio periodístico.

• Idioma: Español
• Editorial: Edición Digital
• Fecha de lanzamiento: 21 mar 2014

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periodistas.

Presentación

La ética, una preocupación de todos

A comienzos de los 90, cuando era director del diario La Nación, fui denunciado ante el Tribunal de Ética y Disciplina del Colegio de Periodistas. Mi falta: no haber publicado una columna de la abogada Pamela Pereira.

Era –creo– un caso sin precedentes. La reclamante no estaba ejerciendo su derecho a réplica: simplemente había entregado a la editora de Opinión del diario un comentario y exigía, dado que la propiedad de La Nación pertenecía mayoritariamente al Estado, que fuera publicado.

Mi participación en el asunto comenzó cuando la editora, la periodista Lidia Baltra, me hizo llegar el comentario y me pidió mi opinión. El artículo era un duro ataque al Cuerpo de Carabineros. Comprensible, desde luego, ya que el padre de Pamela Pereira fue secuestrado y hecho desaparecer en octubre de 1973.

Recién empezábamos a transitar por la democracia y me parecía que debíamos ser muy cuidadosos. Ya teníamos problemas debido a que el diario había abierto amplio espacio a las denuncias de violaciones de los derechos humanos durante la dictadura y a los hallazgos de fosas clandestinas en todo el país. Como director, me había convertido en cliente frecuente de las fiscalías militares y, aunque en esa etapa nunca me detuvieron¹, procesaron ni pudieron suspender el diario o censurarlo, esa era una posibilidad