Laka - Laka

Por Adrián Gómez Torres

Un archivo de vídeo alienígena. Una misteriosa enfermedad. LAKA-LAKA es la crónica de una epidemia sin precedentes y un descubrimiento inesperado. 

An alien video file. A mysterious disease. LAKA-LAKA is a chronicle of an unprecedented epidemic… and an unexpected discovery.

• Idioma: Español
• Editorial: Universo de Letras
• Fecha de lanzamiento: 11 mar 2019
• ISBN: 9788417570712

Adrián Gómez Torres

Alfio Bardolla es fundador, maestro y coach de Alfio Bardolla Training Group, la empresa de formación financiera personal líder en Europa que ha formado a más de 43.000 personas mediante programas de audio, vídeo, cursos en directo y coaching personalizado. Además, es autor de siete libros que a día de hoy han vendido más de 300.000 copias.

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Laka-Laka

Adrián Gómez Torres

Esta obra ha sido publicada por su autor a través del servicio de autopublicación de EDITORIAL PLANETA, S.A.U. para su distribución y puesta a disposición del público bajo la marca editorial Universo de Letras por lo que el autor asume toda la responsabilidad por los contenidos incluidos en la misma.

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© Adrián Gómez Torres, 2018

Diseño de la cubierta: Equipo de diseño de Universo de Letras

Imagen de cubierta: ©Shutterstock.com

www.universodeletras.com

Primera edición: diciembre 2018

ISBN: 9788417569563

ISBN eBook: 9788417570712

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La historia que estás a punto de leer está disponible en castellano y en inglés.

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The story you’re about to read is available in Spanish and English.

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A QUIEN PUEDA INTERESAR:

Me llamo Nicolás Agudo y esta es la crónica de los dos descubrimientos más importantes del siglo XXI. El primero cambió el mundo para siempre; el segundo dio respuesta a una de las paradojas más intrigantes de nuestro tiempo.

Hace seis años, el observatorio Parkes detectó una señal de radio procedente de la constelación de Escorpio. La transmisión no podía ser explicada por ningún fenómeno astronómico conocido. Otros observatorios también la detectaron, así que no se trataba de un error de los sensores o de una nueva clase de interferencia terrestre. Tras realizar las comprobaciones necesarias, solo quedó una manera de interpretar el hallazgo: por primera vez en la historia, la humanidad había descubierto indicios de inteligencia extraterrestre en el universo.

El hallazgo dio la vuelta al mundo. Los noticiarios emitieron comunicados de última hora, las redes sociales se llenaron de hombrecillos verdes y, a lo largo y ancho del globo, docenas de observatorios apuntaron sus radiotelescopios al aguijón de la constelación de Escorpio. Hicieron falta muchos meses de estudio, pero los astrónomos lograron descifrar el contenido de la transmisión extraterrestre.

La señal de radio contenía un archivo de vídeo.

Un archivo de vídeo alienígena.

El vídeo se apoderó de internet y se convirtió en el nuevo fenómeno viral del momento. Dos días después de su lanzamiento había sido reproducido un billón de veces. Dos semanas después, la cifra se había multiplicado por diez, algo nunca visto en la historia de YouTube.

Estática multicolor, estática multicolor acompañada de música alienígena, eso es lo que contiene el vídeo más visto del mundo. Los que escucharon cantar a nuestros vecinos galácticos dicen que sus gemidos retumbaban como si vinieran de muy lejos, como si un grupo de ballenas estuviera hablando entre ellas a kilómetros de distancia, pero el parecido era una ilusión, un intento desesperado del cerebro humano por catalogar lo desconocido. Si los alienígenas eran de veras análogos a las ballenas, sus lamentos no se parecían a nada que los cetáceos terrestres hayan cantado jamás…

En cierto momento de la grabación, las voces recitaban el único verso que el ser humano podía imitar, la palabra que acabó dando nombre tanto a la melodía como a los alienígenas:

«Laka-Laka —gemían las voces—. Lakaakaakala».

Las reacciones al Laka-Laka fueron tan numerosas como diversas. Mientras unos se maravillaban ante la belleza sobrenatural de la melodía, otros desconfiaban de su propósito. Las palabras que las voces entonaban en cierto momento de la grabación tuvieron especial relevancia en Hawái y Polinesia, donde Laka era un conocido héroe de la mitología local, además de la diosa del hula, una danza polinesia. En el Reino de Tonga, la danza tradicional del país se llama lakalaka, que significa «dar pasos rápidos y prudentes» en tongano.

En la comunidad científica también hubo gran disparidad de reacciones. Los astrónomos más escépticos tachaban al vídeo de simple «fuga multimedia».

«La Tierra también emite sonidos e imágenes al espacio —argumentaban—. Cualquier astrónomo extraterrestre que detecte estas emisiones deducirá que nuestro planeta está habitado por seres inteligentes, pero no será capaz de desentrañar el significado de las cosas que verá y escuchará. Las transmisiones pierden potencia a medida que viajan por el espacio; se corrompen, incluso. Hasta donde sabemos, el Laka-Laka podría ser un archivo de vídeo dañado que no podemos reproducir, una maraña de imágenes y sonidos aleatorios que actúa a modo de tabula rasa y nos enseña todo aquello que queremos ver».

Por otro lado, los astrónomos más optimistas creían que los alienígenas habían ocultado un mensaje intencionado en el Laka-Laka del mismo modo que el mensaje que el radiotelescopio de Arecibo transmitió en 1974 forma una serie de pictogramas cuando