La Cruz

Por Benjamin Osei Kuffour Jr

En el cristianismo contemporáneo, la cruz es un símbolo de redención, y les recuerda a los cristianos el amor de Dios al sacrificar a su propio Hijo por la humanidad. Representa la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte, ya que se cree que, a través de su muerte y resurrección, venció a la propia muerte.

“Y despojando a los principiados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.” (Colosenses 2:15 RVR1960)

La Iglesia Católica celebra el festín del Triunfo de la cruz bajo el mismo nombre In Exaltatione Sanctae Crucis el 14 de septiembre. ¿Cuál es el significado de la cruz?

En pocas palabras, el significado de la cruz es muerte. La cruz era un instrumento de ejecución que resultaba en la muerte de la manera más tortuosa y dolorosa. En la crucifixión, una persona era atada o clavada a una cruz de madera y se la dejaba colgada hasta que muriera. La muerte era lenta y terriblemente dolorosa; de hecho, la palabra en inglés para decir que algo es doloroso o insoportable (excruciating) viene literalmente de crucifixión. Sin embargo, debido a Cristo y a Su muerte en la cruz, el significado hoy en día es completamente diferente.

En el cristianismo, la cruz es la intersección del amor de Dios y Su justicia. Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). La referencia a Jesús como el Cordero de Dios señala la instrucción de la Pascua Judía en Éxodo 12. Se les ordenó a los israelitas a sacrificar un cordero sin defecto y untar la sangre del cordero en los dos postes y en el dintel de la puerta de las casas. La sangre sería la señal para que el ángel de la muerte pasara de largo la casa, dejando a salvo a aquellos cubiertos con la sangre. Cuando Jesús fue a Juan para que lo bautizara, Juan lo reconoció y dijo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29), reconociendo, así, el plan de Dios para Cristo de ser sacrificado por el pecado.

• Idioma: Español
• Editorial: Revival Waves of Glory
• Fecha de lanzamiento: 17 feb 2019
• ISBN: 9781547570799

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Dedicación y Agradecimiento

A Dios por darme la sabiduría para escribir este libro.

Al Reverendo Bill Vincent, editor de Revival Waves of Glory Ministry (Ministerio de Avivamiento Olas de Gloria), que Dios toque vidas y naciones a través de tu ministerio.

A Elvis Asante Kodua quien leyó y fue influenciado por La Cruz, gracias. Que Dios te fortalezca y eleve.

A Mawusi Marilyn Azumah, Akosua Birago Poku, Kojo Sarpong y Roger Ofori por creer en mí y alentarme a ser implacable al escribir, un millón de gracias. Que Dios haga resplandecer Su rostro sobre ustedes.

Dedicado de principio a fin a los perdidos y agobiados. Que Dios, a través de La Cruz, los refresque con su alegría, misericordia y gracia resplandecientes.

Introducción

En el cristianismo contemporáneo, la cruz es un símbolo de redención, y les recuerda a los cristianos el amor de Dios al sacrificar a su propio Hijo por la humanidad. Representa la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte, ya que se cree que, a través de su muerte y resurrección, venció a la propia muerte.

Y despojando a los principiados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. (Colosenses 2:15 RVR1960)

La Iglesia Católica celebra el festín del Triunfo de la cruz bajo el mismo nombre In Exaltatione Sanctae Crucis el 14 de septiembre. ¿Cuál es el significado de la cruz?

En pocas palabras, el significado de la cruz es muerte. La cruz era un instrumento de ejecución que resultaba en la muerte de la manera más tortuosa y dolorosa. En la crucifixión, una persona era atada o clavada a una cruz de madera y se la dejaba colgada hasta que muriera. La muerte era lenta y terriblemente dolorosa; de hecho, la palabra en inglés para decir que algo es doloroso o insoportable (excruciating) viene literalmente de crucifixión. Sin embargo, debido a Cristo y a Su muerte en la cruz, el significado hoy en día es completamente diferente.

En el cristianismo, la cruz es la intersección del amor de Dios y Su justicia. Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). La referencia a Jesús como el Cordero de Dios señala la instrucción de la Pascua Judía en Éxodo 12. Se les ordenó a los israelitas a sacrificar un cordero sin defecto y untar la sangre del cordero en los dos postes y en el dintel de la puerta de las casas. La sangre sería la señal para que el ángel de la muerte pasara de largo la casa, dejando a salvo a aquellos cubiertos con la sangre. Cuando Jesús fue a Juan para que lo bautizara, Juan lo reconoció y dijo: He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29), reconociendo, así, el plan de Dios para Cristo de ser sacrificado por el pecado.

Uno puede preguntarse porqué Jesús tuvo que morir en primer lugar. Este es el mensaje principal de la Biblia: la historia de la redención. Dios creó los cielos y la tierra, y creó al hombre y a la mujer a semejanza de Él y los puso en el Jardín de Edén para que sean sus representantes en esta tierra. Sin embargo, debido a las tentaciones de satanás (la serpiente), Adán y Eva pecaron y cayeron de la gracia de Dios. Además, pasaron la maldición del pecado a sus hijos para que todos heredaran el pecado y la culpa. Dios el padre envió a su Hijo unigénito al mundo hecho carne para ser el Salvador de Su pueblo. Nacido de una virgen, Jesús evitó la maldición de la caída que afecta a los seres humanos. Como el Hijo de Dios sin pecado, Él puede proveer el sacrificio inmaculado que Dios necesita. La Justicia de Dios demandaba juicio y castigo por el pecado; el amor de Dios lo movió a enviar a Su Hijo unigénito para ser la propiciación por el pecado.

Debido al sacrificio expiatorio de Jesús en la cruz, aquellos que ponen su fe y confianza solamente en Él para ser salvos, tienen garantizada la vida eterna (Juan 3:16). Sin embargo, Jesús llama a sus seguidores a tomar su cruz y seguirlo (Mateo 16:24). Hoy en día el concepto de cargar la cruz perdió mucho de su significado original. Normalmente utilizamos este concepto para hacer referencia a un inconveniente o a una circunstancia irritante. Por ejemplo, mi adolescente problemático es la cruz que cargo. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que Jesús llama a sus discípulos a comprometerse a un