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El Caso De Cimarosa
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Libro electrónico157 páginas2 horas

El Caso De Cimarosa

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Simone Perugini nos sumerge en este nuevo y elaborado  ensayo en la vida y obra de Domenico Cimarosa, del que es experto.
Perugini estudia con detalle las obras de este afamado compositor de ópera del siglo XVIII. Nacido en Aversa, y que se trasladó muy joven con sus padres a Nápoles, donde de muy joven se inició en la música dentro de los monasterios donde se le instruía en música y literatura.
A la edad de veintitrés años, Cimarosa comenzó su carrera como compositor con una ópera bufa titulada Le Stravaganze del Conte (Las Excentricidades del Conde), primera representada en el Teatro del Fiorentini de Nápoles en 1772. Pero fue en Viena donde compuso su obra maestra Il matrimonio segreto.
Perugini nos desglosa con detalle el trabajo de Cimarosa en su época más álgida, sumergiéndonos en la lectura de su ensayo y mostrándonos al verdadero Cimarosa  tal cual fue en su obra, un genio Italiano en la Europa de la segunda mitad del siglo XVII y principios del XIX.
Una obra esencial para los amantes de la ópera de la Ilustración, y para aquellos que se estén instruyendo en composición y música.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 nov 2018
ISBN9781547521784
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    El Caso De Cimarosa - Simone Perugini

    matrimonial»

    SIMONE PERUGINI

    EL CASO

    DE CIMAROSA

    ADAPTACIÓN Y ALTERACIÓN EN EL TEATRO MUSICAL DEL SIGLO XVIII: EL CASO DE «L'IMPRESARIO IN ANGUSTIE» POR DOMENICO CIMAROSA EN LA ADAPTACIÓN VIENESA DE 1793.

    INTRODUCCIÓN HISTÓRICA

    En el año 1786, año de la primera representación de El empresario en apuros  (L’impresario in angustie) en el Teatro Nuovo de Nápoles basado en el libreto de Giuseppe Maria Diodati, Domenico Cimarosa estaba en la plenitud de su fama en tierras italianas. Habituado a los grandes triunfos relacionados con operas como Giannina e Bernardone (1780), Il Mercato di Malmantile (1784) y l’Olimpiade (1783), el músico estaba a un paso de la consagración internacional. De hecho, en 1787, se trasladará a la corte rusa de Caterina II, como sustituto de Giuseppe Sarti, en su condición de compositor de la corte. En Rusia, el músico no logrará satisfacer plenamente los gustos de la zarina y pronto se verá obligado a volver Italia, después de años dedicados principalmente a adaptar al gusto de la corte rusa las viejas operas compuestas para Italia y a escribir música de poco relieve. Durante su permanencia en Rusia, el compositor también se dedicó a la composición de nuevas obras teatrales, aunque en número relativamente limitado, entre las cuales destacan sus dos óperas La vergine del sole y Cleopatra.

    Antes de partir hacia San Petersburgo el compositor escribe, para la época de Carnaval de 1786 del Teatro Nuovo, una farsetta per musica en un acto: L’impresario in angustie.

    Con el término farsa o farsetta, en la segunda mitad del siglo XVIII se trataba de clasificar, en la cultura musical de área partenopea o napolitana, toda una serie de óperas en un acto principalmente de carácter cómico pero que con el tiempo también cubrieron los nuevos contenidos sentimentales de origen francés. Las farsas se representaban para concluir una noche teatral como tercer acto de óperas cómicas más amplias y estructuradas en dos actos. De hecho, por casi la totalidad de la primera mitad del siglo, las óperas bufas se dividían canónicamente en tres actos. El último acto era de pequeñas proporciones y generalmente constituido de no más de cuatro piezas musicales, entre las cuales estaba obligadamente introducido un dueto entre la pareja de jóvenes enamorados, siempre presentes en los libretos de la época a consagrar, aún más, la derivación dramaturga de la ópera en música de los escenarios de las compañías de la Comedia del Arte, que podía servir como final. Con el paso de las décadas, el tercer acto es cada vez más breve, hasta apagarse en sí mismo. Desde finales de los años setenta se escribieron cada vez con más asiduidad operas en dos actos, y se prefirió introducir como tercer acto, para completar la velada, una nueva ópera, cantada por los mismos interpretes pero con sus propias tramas y personajes.

    El empresario en apuros fue compuesto como tercer acto para la segunda recuperación de la ópera El crédulo en lugar de la farsa La baronessa stramba que Cimarosa compuso en ocasión de la primera representación. La nueva farsetta para música tuvo un éxito extraordinario, hasta tal punto que, caso análogo a aquel de La serva padrona de Pergolesi, comenzó una vida propia, desvinculada de la de El crédulo que, al contrario, pronto fue olvidada, y conquistó los escenarios europeos más importantes.

    El libreto impreso como ocasión de la primera representación de la ópera da a conocer los nombres de los intérpretes de la ópera que fueron; la soprano Santoro, que interpretó el papel de Fiordispina, la soprano Fiorentini que interpretó Melina, la mezzosoprano Mattei en el papel de Doralba, el tenor Bruschi interpretó a Gelindo, el cómico Blasio en el rol de Crisobolo y, para concluir, el bajo Fontana en el papel de Strabinio.

    Desde 1786 a 1813 la ópera se representaba en los teatros de Roma, Paris, Barcelona, Esterhaza (con la revisión y dirección de Haydn), Lisboa, Varsovia, Viena, Dresde, Copenhague, San Petersburgo, por citar sólo las ciudades más importantes. El libreto de la ópera fue traducido al sueco, al danés, al polaco, al ruso, al francés, al alemán y al inglés.

    Con la llegada y el éxito arrollador de Rossini a la ópera, como casi la total mayoría de las óperas del compositor aversano con excepción de Il matrimonio segreto, desapareció de los escenarios para reaparecer, tímidamente, en Italia con una puesta en escena en el Teatro Regio de Turín en 1933 con la previa revisión de Alceo Toni.

    Nada cierto se sabe sobre el libretista de El empresario en apuros. Giuseppe Maria Diodati ha sido uno de los más prolíficos ejemplos durante el último periodo de la escuela napolitana, con seguridad fue una especie de libretista permanente del Teatro Nuovo de Nápoles ya que colaboró con todos los más grandes compositores de aquel tiempo cuando representaban sus propias operas en el teatro. Escribió  gran cantidad de libretos, serios y cómicos, no solamente escritos por Cimarosa sino también por Paisiello, Gazzaniga, Guglielmi, Tritto. El archivo del Teatro Nuovo fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial y, por lo tanto, muy pocos documentos han quedado a nuestra disposición sobre su actividad,  de estos sólo algunos se conservan en el Archivo Nacional de Nápoles, pero ninguno de estos documentos aporta información sobre la actividad de Diodati, que, aún a día de hoy,  es una figura mítica del teatro musical napolitano a quien deben parte de su éxito los más grandes compositores de esa época.

    Como ya se ha dicho, El empresario en apuros tuvo un inmediato reconocimiento internacional, a día de hoy  muchas bibliotecas europeas conservan copias de libretos impresos y manuscritos musicales relacionados con esta ópera. Aquello que se aprecia inmediatamente a ojos del revisor es que cada manuscrito musical y cada libreto testimonian una versión deferente del trabajo que, en el transcurso de su ejecución, fue modificado y adaptado según las exigencias del público y de la compañía de canto, de acuerdo con la práctica habitual de la época.

    Las innumerables versiones de El empresario en apuros, que también cuenta con modificaciones excelentes (como la de la representación en 1790 en el teatro de Esterhaza dirigido por Haydn, que compuso para la ocasión una nueva aria para el personaje de Merlina, o como aquella correspondiente a la puesta en escena en 1791 en Weimar por obra de Goethe que tradujo el libreto en alemán y que escribió el texto para dos nuevas arias a añadir a la ópera), muestran, por una parte el gran éxito que la ópera obtuvo y, por otra parte, la excepcional adaptabilidad de su dramaturgia. El libreto y la partitura proporcionaron, desde su primera aparición en escena, un texto que se ajustaba perfectamente a las exigencias productivas de los teatros de la época.

    Desde la primera representación en 1787,  en la que estuvo presente Cimarosa, parece que el trabajo en el que se centraban principalmente los diversos teatros italianos, fue el de hacer internacional el libreto. El texto, según los procedimientos habituales de los teatros napolitanos, fue concebido por Diodati, en su mayor totalidad, en dialecto napolitano, incomprensible fuera del reino borbónico. Todas las sucesivas actuaciones de la ópera en otros lugares recurrieron de inmediato a traducciones en toscano del libreto original de la ópera, a menudo de traductores y adaptadores que han permanecido anónimos. Los libretos impresos, hoy conservados y relacionados con aquellas actuaciones, de hecho, indican en todo caso como único autor del texto a Giuseppe Maria Diodati sin hacer ninguna referencia al adaptador. No parece posible que Diodati pudiera estar presente, por margen de pocos meses, en los numerosos teatros dispersados por la península, a retocar considerablemente El empresario en apuros, también está el hecho de que, contemporáneamente, hubiera escrito nuevos libretos para el Teatro Nuovo.

    Cuando la ópera traspasó los confines italianos, los teatros tuvieron que afrontar problemas aún mayores, relacionados no sólo a la italianización del libreto sino también a la adaptación de la parte musical percibida en su versión original, no muy acorde con los gustos de diversos públicos.

    No obstante, las innumerables representaciones llevadas a cabo en los teatros europeos parecen referirse a dos ediciones principales de las cuales se conservó sólo la columna vertebral; la versión original de 1787 y la vienesa de 1793, muy diferentes la una de la otra.

    De 1791 a 1793 Cimarosa fue nombrado Compositor de la corte en Viena, en lugar de Salieri, por el emperador Pedro Leopoldo de Habsburgo Lorena que conoció al músico en Florencia años antes, cuando era Gran Duque de la Toscana con motivo de la primera representación, en 1784, de la ópera La vanità delusa ossia il Mercato di Malmantile, compuesta para el Teatro della Pergola sobre una adaptación de un viejo libreto de Carlo Goldoni. El compositor escribió su gran obra para la corte vienesa, Il matrimonio segreto (El matrimonio secreto) y la ópera en un solo acto Amor rende sagace (El amor se vuelve sagaz), puestas en escena en el Burgtheater de Viena en 1792 y en 1793 respectivamente. Pero durante la estancia en Viena, el músico, también se ocupó de dirigir la adaptación de antiguos trabajos suyos, en algunos versos, al gusto refinado y exigente que era aquel napolitano, en la corte de Habsburgo.

    Entre estas adaptaciones está presente aquella relativa a El empresario en apuros, interpretado por primera vez  en el Burgtheater el 24 de octubre de 1793 y reinterpretado, a partir de entonces, decenas de veces.

    La versión vienesa contiene muchos fragmentos musicales no presentes en la versión napolitana de 1786. Probablemente las piezas no fueron compuestas por Cimarosa ya que, cuando la ópera se representa, el músico ya había regresado a Nápoles. La ausencia de Cimarosa en la corte de Habsburgo queda reflejada en el libreto impreso en ocasión de la primera representación de la ópera al Burgtheater.

    En la tercera página, bajo el nombre de cada personaje de la obra, se puede leer: La música pertenece al Sr. Domenico Cimarosa, al actual servicio de S.M. el Rey de las dos Sicilias. El compositor ya había regresado al Reino de Nápoles para empezar a trabajar al servicio los Borbones.

    Los músicos que compusieron, o que eligieron, los fragmentos introducidos en la ópera fueron probablemente los mismos con los que Cimarosa trabajó en una estrecha colaboración durante su permanencia en la capital de Habsburgo, y que, por lo tanto, conocían perfectamente las exigencias del Maestro. No debemos olvidar, aunque sea una hipótesis algo remota, que antes de partir de regreso a Nápoles, Cimarosa instruyera a sus colaboradores bajo la elección (o composición) de las nuevas añadiduras en la revisión de ‘El empresario en apuros’) o que incluso les hubiera dejado los borradores escritos de su puño y letra relativos a la música de esas

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