El Hombre Que No Quiso Matar a Fidel Castro

Por Filippo Albanese

Hacer una resena de mi libro en pocas palabras no es simple. Tal vez la gente que nunca ha visitado Cuba no puede entender que quiere decir vivir en un pais donde la persona es "controllada a vista". No se puede vivir sin libertad de palabra, sin poder opinar en publico lo que uno piensa.El protagonista del libro, Jess Yanez Pelletier, hubiera podido evitar todo esto si solo hubiera hecho lo que les habian ordenado, o sea envenenar a Fidel Castro.El, por su perfil humanitario, no obedeco a la orden dejando vivir a Fidel y, sin querer, ha producido el desastre en que se encuentra todavia Cuba, aplastada por Fidel Castro. Tal vez este libro logra despertar las cociencias de la gente para invitar Fidel Castro a un cambio democratico en Cuba.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 21 ago 2013
• ISBN: 9781463364250

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Copyright © 2013 por Filippo Albanese.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2013914804

ISBN:   Tapa Dura               978-1-4633-6424-3

             Tapa Blanda           978-1-4633-6423-6

             Libro Electrónico   978-1-4633-6425-0

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Fecha de revisión: 16/08/2013

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ÍNDICE

Introducción

I   Antes de la revolución

II   Por qué le salvé la vida y las consecuencias de aquel gesto

III   Desde el exilio al triunfo de la libertad de Cuba

IV   Retorno a Cuba

V   Inicio de la detención

VI   La detención y las torturas

VII   Protagonistas de la revolución y sus personalidades

VIII   Fidel Castro

IX   Cuál es el futuro para Cuba

Epílogo:   Es tu culpa

Introducción

Mi nombre es Filippo Albanese, soy italiano, nacido en Sicilia, y vivo en Génova. No soy un escritor profesional ni pienso serlo en el futuro; por circunstancias casuales escribí este libro, porque en uno de mis viajes a Cuba conocí, en casa de unos amigos, a Jesús Yáñez Pelletier, protagonista de esta historia (fallecido el 18 de septiembre de 2000, en La Habana). Después de haberlo oído hablar, la curiosidad me llevó a querer saber profundamente de su vida.

Entonces, con su permiso, quise llevar a la luz del mundo esta tragedia, una de las tantas que diariamente se llevan a cabo en esta isla del Caribe que, en contraposición a la belleza que la naturaleza le dio, está condenada a vivir bajo un régimen tan represivo como el comunismo, que hoy en día no tendría razón de existir.

Para realizar esta entrevista, corrí el riesgo de estar en prisión, porque después de dos días de que Pelletier viniera a mi casa, ya la Policía secreta estaba enterada; y dado que él era considerado contrarrevolucionario, estaba vigilado. Entonces la policía instaló micrófonos para escuchar lo que hablábamos, pero como por suerte ya habíamos terminado la entrevista, solo escucharon conversaciones normales entre amigos. Si me hubieran encontrado las grabaciones, probablemente hoy estaría en una cárcel cubana por actividad contrarrevolucionaria.

Verdad es que después de mi regreso a Italia fueron a buscar a Pelletier. Él tuvo problemas con la policía, que lo estaba investigando para saber algo sobre nuestra amistad, y le preguntaron quién era yo y por qué había ido a Cuba para reunirme con él y con otras personas relacionadas con los derechos humanos.

En el curso de la entrevista, que se llevó a cabo el 2 de marzo de 1991, el ya anciano Jesús Yáñez Pelletier, a pesar de sus años pasados en la prisión, todavía tiene ánimos para luchar por la libertad de su país, y es así que recorre las etapas relevantes de su vida y su relación con las vicisitudes políticas de Cuba, recordando con memoria férrea nombres, situaciones y vivencias que tan cruel han hecho su destino.

Este no es uno de los tantos libros publicados sobre la situación política cubana, muchas veces para echar descrédito sobre el régimen de parte de quien vive ya lejos de él y no puede sufrir represalias. En este caso se trata de un testigo que en el momento de la entrevista vivía en la isla, era vicepresidente del Comité Cubano Pro Derechos Humanos y estaba listo para afrontar cualquier desmentida con pruebas ciertas en sus manos.

Este registro, hecho inicialmente por curiosidad hacia una vivencia humana particular, ha sido entregado a la prensa por voluntad del mismo entrevistado, que se propuso, de esta manera, hacer conocer al mundo entero la real situación de Cuba.

Por esto la obra comprende el recuerdo aún vivo, en su indeleble memoria, de los hechos que lo han visto pasar de teniente del Ejército de la época de Batista a sostenedor de Fidel Castro en los primeros tiempos de la revolución y luego a su «traidor» (cuando empezó a darse cuenta del verdadero rostro del nuevo líder político y de sus ambiciones), por algunas consideraciones personales sobre los principales protagonistas de la revolución y sobre los posibles éxitos futuros de una situación política, económica y social ya al extremo límite de la supervivencia.

El protagonista, hombre de sólidos principios morales y religiosos que juega su carrera militar por salvar la vida de un hombre, cuenta, con evidencias terroríficas, los tristes días de su encarcelamiento, las torturas y las violencias morales y materiales soportadas por parte de los detenidos políticos, abrazándolos a todos idealmente y recordando, por lo menos, el nombre, como si quisiera dejar eterno el valor heroico y darles la recompensa que la historia, escrita por Fidel Castro, quería negarles.

El acontecimiento se desarrolla en un ambiente geográfico e histórico bien definido: Cuba, un país que nunca ha tenido un largo período de tranquilidad. En el curso de los siglos, de hecho, ha sufrido la colonización de España, de la cual heredó el idioma como casi todos los países de América del Sur. Después ha padecido la invasión de los ingleses por una breve etapa, para luego ser reconquistada por los españoles, y solamente a fines del siglo XIX, después de treinta años de guerra, pudo librarse de su colonialismo. Luego de haber obtenido su independencia, tuvo que sufrir un fuerte condicionamiento por parte de los Estados Unidos. Desde el inicio del 1900, por la isla pasaron Gobiernos y dictaduras corruptas, hasta que se llegó a la histórica Asamblea Constituyente de 1940 que sancionó el acuerdo de una coalición de fuerzas políticas que habrían debido asegurar a la República de Cuba un crecimiento democrático y económico sin problemas, gracias a los recursos naturales (caña de azúcar, cacao, fruta tropical), a la exportación y a los recursos minerales que la isla disponía en cantidades elevadas.

La coalición gobernó por doce años, hasta 1952. Las promesas hechas no se concretaron. Así, como pasa en cada país gobernado por fuerzas democráticas, se estaban preparando nuevas elecciones. La desconfianza era general, los candidatos al gobierno eran muchos y todos dispuestos a conquistar el poder a toda costa.

1952 es el año en que el protagonista de este libro se vuelve uno de los artífices fundamentales del curso histórico de Cuba, al enfrentarse abiertamente contra el Gobierno de Batista. Por esto su testimonio es muy interesante, y hasta el lector más escéptico se quedará profundamente afectado por la fuerte personalidad de este hombre que habría podido cambiar la suerte de su país si solo hubiese «obedecido» una orden, si solo hubiera matado a un individuo, para evitar así tantos sufrimientos y atrocidades a miles de personas.

El protagonista, verdadero héroe, como los de la tragedia griega, soporta con coherencia y firme convicción cada consecuencia de haberse negado a matar a una persona, porque su alineación moral y sus creencias religiosas no le han permitido esto, y de cualquier modo no está arrepentido. Él espera que esta historia pueda incitar a toda la gente del mundo a una reflexión ponderada sobre la tiranía ejercida por Fidel Castro en Cuba. Ojalá que este nuevo milenio sea para los cubanos el comienzo de un nuevo camino hacia el respeto de los derechos humanos, que hasta hoy sufren una violación frecuente en la isla del Caribe.

I

Antes de la revolución

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Jesùs Yanez Pelletier

Joven oficial del Ejército

P. Yáñez, cuéntanos cómo te encontraste protagonista de la historia de Cuba.

R. Muchas veces uno no tiene la necesidad ni la voluntad de estar en el centro de ciertas situaciones. A veces son las circunstancias las que te trasladan a una determinada posición, y cuando te preguntas «¿por qué estoy en medio de esta historia?», ya estás dentro. Tu destino te lleva a cumplir determinadas acciones que después siguen su curso, a pesar de tu voluntad.

Yo había frecuentado la Academia Militar, y al terminar el curso había salido con el grado de teniente. Era el 10 de marzo de 1952. Ya estaban convocadas las elecciones para el mes siguiente y nos encontrábamos en plena campaña electoral, pero de improviso fueron alteradas las reglas constitucionales del país: Fulgencio Batista, en lista para las elecciones a presidente de la República, dándose cuenta de su improbable victoria (porque estaba fuera del gran juego político), hizo una coalición con algunos altos oficiales del