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Abre Tu Mente
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Libro electrónico144 páginas2 horas

Abre Tu Mente

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Información de este libro electrónico

Una de los versos que ms me impacta de la Biblia es aquel donde dos varones, con vestiduras resplandecientes, les preguntaron a las perplejas mujeres que hallaron la tumba de Jess vaca: Por qu buscis entre los muertos al que vive?

Jess nunca fund una religin pero, poco despus de Su partida fsica, la gente espontneamente comenz a llamar a sus discpulos: cristianos, que simplemente significa: como Cristo. No por sus ritos, no por sus tradiciones sino porque ellos, al haber desarrollado una relacin con l, se comportaban como l y hacan lo que l hizo.

Abre Tu Mente te ayudar a identificar y deshacerte de paradigmas religiosos que hacen tu relacin con Dios montona y estril, y te introducir a una relacin personal con Su Santo Espritu. Es imposible relacionarte con Dios y no ser cada vez mejor, ms fructfero y ms feliz. l producir xito y trascendencia en tu vida pero tienes que aprender a pensar como l, y deshacerte de la mentalidad religiosa que cree que es l quien piensa como nosotros. Dios tiene planes grandes para tu vida pero es necesario que te acerques a Su Presencia para ser transformado bajo Su Luz y gua, desarrollando tu amistad con la persona ms maravillosa de todo el Universo. Comienza hoy! Abre tu Mente.

IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento8 dic 2011
ISBN9781463313357
Abre Tu Mente
Autor

Eduardo Villegas

Eduardo Villegas nació en Caracas, Venezuela. Está casado con Marvelia y tienen tres hijos: Gabriel, Mariana y Daniel. Durante más de dos décadas ha ocupado posiciones gerenciales en el área de finanzas en una reconocida compañía multinacional, habiendo vivido en diferentes lugares de Suramérica, Centroamérica, los Estados Unidos y más recientemente en Indonesia, al sureste de Asia. Desde su conversión al cristianismo en el año 2000, se ha dedicado al estudio diario de las Escrituras y desarrollado una relación personal con el Espíritu Santo. Sus libros tienen una atractiva combinación de verdadera revelación divina con una sencilla aplicación práctica y diaria. En su opinión: “La religión ha hecho que la gente no lea la Biblia pero yo encuentro en ella tesoros vivos y verdaderos cada mañana.”

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    Abre Tu Mente - Eduardo Villegas

    Indice

    Agradecimientos

    Prólogo

    Introducción

    Los Primeros Cristianos

    Una Palabra A

    Favor De Los Fariseos

    La Ruptura Del Velo

    Nuestra Lógica Y Dios Todopoderoso

    El Pobre Liderazgo

    De Los Maestros De La Ley

    El Extraordinario Liderazgo De Jesús

    Otra Lección Para

    Los Sabios

    Abran Paso A Las Rameras

    Y Los Corruptos

    Una Mujer Atada

    Por Dieciocho Años

    Entendiendo La Historia Del Joven Rico

    Rompiendo Las Costumbres Y Limitaciones

    La Arrogancia Espiritual Versus La Sencillez De Jesús

    ¿Quién Es Jesús Para Ti?

    Dios Como Ancianito

    ¿De Arriba O De Abajo?

    La Gracia Y La Verdad

    La Definición Bíblica

    De La Fe

    Apéndice A

    Todas las citas bíblicas fueron tomadas de la Versión Reina -Valera de 1960, a menos que se especifique otra fuente.

    Todos los énfasis y subrayados a dichas citas bíblicas fueron agregados por el autor.

    Agradecimientos

    A Jesucristo de Nazaret, el Libertador por excelencia, por cada paradigma derribado, por cada fortaleza destruida y por cada argumento vencido por Él en mi mente

    A mi esposa, por nuestras múltiples conversaciones transformadoras acerca de nuestra propia religiosidad y costumbres

    A mis hijos, porque escribí este libro pensando en que ellos lo lean

    Prólogo

    ¿T e imaginas a un matrimonio en el que los pasos para la intimidad estén minuciosamente descritos en la alcoba de los esposos, con claras instrucciones secuenciales que pretendan guiar a la pareja paso a paso durante todo el proceso, desde la preparación e inicio hasta la culminación y satisfacción de dicha intimidad? El día de la semana señalado, a la hora exacta pre-establecida, el marido, con la vestimenta apropiada para la ocasión enciende el número prescrito de velas, de izquierda a derecha mientras la esposa, en el baño, se viste con el uniforme que corresponde a ésta celebración. Al salir ella, luego del tiempo apropiado de espera, él toma con su mano izquierda la mano izquierda de ella, abraza su cintura con su brazo derecho y la dirige a la cama, con un poco de prisa porque se hizo tarde, los niños acaban de dormirse así que habrá que acortar el preámbulo porque el servicio termina a las 10:00pm. De todas maneras, si algo no sale bien tendremos otra oportunidad, la semana que viene…

    Seguramente tú estarás de acuerdo conmigo en que el ritual anterior raya en lo ridículo. No se puede amar al cónyuge bajo esa rigidez y rigurosidad. Las relaciones no funcionan así, necesitan fluir, necesitan libertad. Sin embargo, esto es lo que encontramos en muchas iglesias cristianas hoy en día: religión, rutina, legalismo, tradiciones y costumbres, con frecuencia bastante alejados de lo que Cristo nos enseña. Con razón algunas personas, al referirse a una rutina precisa e inalterable, dicen que la cumplen religiosamente mientras otros califican como sagradas ciertas actividades que nada tienen que ver con su vida espiritual.

    Introducción

    Los Primeros Cristianos

    Pero la religión es un invento humano, no divino. Jesucristo, durante su existencia física como hombre en la Tierra, únicamente trató con dureza a aquellas personas que tenían una mentalidad ritualista, externa, legalista; que sufrían de arrogancia espiritual por lo que, basados en su propia justicia, se sentían con el derecho de juzgar y corregir a los demás. Lo lamentable es que han pasado dos mil años y el comportamiento en muchas sociedades que se denominan cristianas, se asemeja más al de los líderes religiosos hipócritas ¹ a quienes Jesús confrontó, que al del Maestro a quien dicen seguir, a pesar de que los primeros fueron los que llevaron a Jesús a la cruz del Calvario. Entonces, ¿a quién seguimos realmente a través de las religiones?

    Después de Su crucifixión, resurrección y partida, Sus primeros discípulos, los miembros de la iglesia cristiana primitiva, comenzaron a ser llamados cristianos² debido a que su caminar, su comportamiento diario, sus acciones y conducta, los identificaban con Jesús. Mucha gente, incluidos los no creyentes,³ sus opositores y aún sus enemigos, podían reconocer la semejanza que había entre su forma de vivir y la de Cristo. Jesús nunca fundó una religión, secta o partido político donde llamó a sus miembros cristianos, pero aún después de la partida física del Maestro, ellos se parecían a Cristo, hacían lo que hizo Cristo, tenían la santidad, la sabiduría, el amor, la compasión y el poder de Cristo, y por eso la gente, espontáneamente, los llamaban cristianos, que simplemente significa: como Cristo. Por eso Pablo afirma osadamente: …nosotros tenemos la mente de Cristo.

    Pero desafortunadamente hoy en día el proceso se ha invertido. En vez de vivir nosotros una vida ejemplar (que nos haga ser reconocidos como genuinos seguidores de nuestro Dios) y ser espontáneamente llamados creyentes, porque nuestro caminar diario es un reflejo de nuestra fe, preferimos en cambio escoger la casilla religiosa de nuestro agrado (o del agrado de nuestros padres, abuelitos o cónyuge), autodenominarnos pertenecientes a dicha religión y, sin poner mucha atención (con contadas excepciones) comenzar a practicar los rituales externos prescritos en ella, como por ejemplo asistir a reuniones semanales, vestirnos de cierta manera, abstenernos de comer algunos alimentos (siempre o en ciertas fechas) y celebrar las festividades específicas, que muchas veces no sabemos lo que significan. Al comenzar a practicar estos rituales y tradiciones, otras personas pueden fácilmente reconocer nuestra religión; sin embargo eso no les dice absolutamente nada acerca de nuestro carácter y de nuestra conducta. A diferencia de los primeros cristianos, hoy nadie confía en nadie basado en las creencias que alguien dice tener, porque éstas son mucho más supuestas que reales, y en demasiados casos se pregonan pero no se practican. La mayoría de las personas simplemente nos consideramos mejores de lo que realmente somos, cuando nos comparamos con la luz de la Palabra; sin embargo preferimos esa sensación de confort antes que dejarnos transformar por Dios. Recientemente escuché a un famoso pastor y evangelista plantear una interesante paradoja que surgió como resultado de una encuesta: El promedio de la gente cree que es mejor que el promedio de la gente.⁵ Es por eso que en países donde, a pesar de que la mayoría de su población se considera creyente, existen altísimos índices de criminalidad, pobreza, violencia familiar, perversión sexual y corrupción. Su convicción de Dios es tan débil que la cultura local prevalece sobre las Escrituras que dicen y creen seguir…

    Por otro lado, otra característica común de las religiones y sus costumbres (todo lo opuesto a una verdadera y fructífera relación con nuestro Creador), es que los rituales tienen que (o deben de) cumplirse, respetarse, observarse, obedecerse, todo lo opuesto a disfrutarse, pero contradictoriamente la Biblia enseña, entre muchas otras cosas, que nos deleitemos en Dios,⁶ que le amemos con todas nuestras fuerzas, toda nuestra mente y todo nuestro ser,⁷ y que lo busquemos desde el amanecer como el ciervo sediento busca el agua.⁸ Jesús dijo que su carga es ligera y su yugo fácil,⁹ y que Él vino para darnos vida abundante.¹⁰ Yo no veo en éstos versos ningún esfuerzo, ninguna penitencia o rígida observancia de rituales externos sino una hermosa pasión hacia nuestro Creador, y de Él hacia nosotros; veo una anhelante búsqueda de Su Presencia, una necesidad personal de relacionarnos con Él, de recibir Su influencia, amor, consuelo, bendiciones y favor en nuestras vidas. Esta incoherencia entre amar y disfrutar a Dios a través de una relación diaria, y el simple acto de cumplir normas visibles de conducta (religión), es el objeto de estudio de este libro. Pienso que el mayor daño causado por la mentalidad religiosa es la gran brecha que comúnmente existe entre los principios propuestos por cada religión y la conducta de quienes dicen practicarla, causando que la relación con Dios se marchite severamente, y que confinemos a nuestro Creador a tan solo alguna pequeña gaveta en el escritorio de nuestra vida, abriéndola solo un poco, en las fechas prescritas, si es que logramos recordar donde escondimos la llave…

    Una Palabra A

    Favor De Los Fariseos

    Hace unos meses, muy temprano en la mañana, al abordar en la ciudad de Buenos Aires el avión que me llevaría de regreso a Nueva Jersey, me encontré a una dama cómodamente instalada en mi asiento, en medio de una amena charla con una pareja sentada al otro lado del pasillo. Antes de que yo pudiera emitir una palabra, el esposo, a su lado, me advirtió: la cambiaron de puesto. Por un instante estuve a punto de preguntar por qué pero, dado que el puesto que yo ahora ocuparía era exactamente el mismo, pero del otro lado, me quedé callado aunque un poco molesto. Mi pequeño Eduardo interior decía: Seguro que se sentaron juntos para poder hablar con sus amigos; lo que me molesta es que digan que fue la gente de la aerolínea. Segundos después, al sentarme en su lugar, me percaté de que el apoya brazo derecho estaba atascado más abajo de la altura normal para poner el brazo, entonces mi diálogo interior continuó: ¡Ajá! Por eso se cambiaron, pero si el asistente de vuelo no lo puede ajustar, voy a pedirle que me devuelvan mi asiento inmediatamente. Llamé a la azafata quien fácilmente lo ajustó. Finalmente me quedé tranquilo, creo…

    Pocos minutos después, con la puerta aún abierta, un empleado de tierra me dijo con voz un poco alta: gracias Señor Villegas por haber aceptado el cambio de puesto, es usted muy gentil, al tiempo que el esposo de la dama se inclinaba hacia mi para decirme con voz baja: Si, gracias, es que mi esposa tiene paralizadas sus piernas y la pusieron de ese lado porque está mas cerca del baño más amplio. ¡Uf! Luego de tragar saliva, le dije algo como: por supuesto, no se preocupe, lo hago con muchísimo gusto, pero por dentro quería desaparecerme a la velocidad de la luz y llegar a un lugar donde el Espíritu Santo no pudiera verme ni hablarme. Pero ese lugar no existe, así que toda mi alma se llenó de vergüenza y le pedí a Dios que me perdonara, que me limpiara una vez más y que me ayude a deshacerme de esa tendencia a prejuzgar sin conocer los detalles; que destruya esa coraza de temor y protección que me hace juzgar y etiquetar a las demás personas, criaturas amadas por Dios Todopoderoso, y clasificarlas como si fuesen tornillos.

    Considerando lo anterior, no se si, de haber vivido en los tiempos de Jesús, hubiese estado de Su lado, o del de los maestros de la ley…

    La Ruptura Del Velo

    En el mismo instante en que Jesús expiró, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, según lo narra Marcos: ¹¹ "Mas Jesús, dando una gran voz, expiró. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios." ¹²

    Es claro que el velo ocultaba algo, bloqueando o guardando el acceso hacia algo o alguien. Cuando Adán y Eva desobedecieron en el jardín de Edén, se separaron

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