Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El carácter es rey 2
El carácter es rey 2
El carácter es rey 2
Libro electrónico237 páginas5 horas

El carácter es rey 2

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

El Carácter es Rey2 proporciona 20 claves para ayudarte a alcanzar tu destino. Estos principios te
harán un campeón para tu familia, tu futuro, tus finanzas, y para tu comunidad.
Aprende la valentía, tenacidad, y estrategia que separan lo ordinario de lo extraordinario. Estas veinte estrategias probadas y comprobadas a través del tiempo te llevarán al éxito que has estado buscando.

"Vamos a lugares en los cuales nunca antes habíamos estado, vemos cosas que nunca antes habíamos visto, pensamos pensamientos que nunca antes habíamos pensado, hacemos lo que nunca antes habíamos hecho, y así nos convertimos en lo que nunca antes habíamos sido."
John Binkley
IdiomaEspañol
EditorialBookBaby
Fecha de lanzamiento26 feb 2021
ISBN9781938629563
El carácter es rey 2

Relacionado con El carácter es rey 2

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para El carácter es rey 2

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El carácter es rey 2 - John H. Binkley

    Primus

    CLAVE UNO

    TU DESTINO

    Dios tiene un destino específico para ti. En Su destino planificado, Él tiene la intención de bendecirte, promoverte, y recompensarte. Al bendecirte, Él desea habilitarte para crecer.

    Tú eres elegido. Tú has sido llamado como familia de Dios. Él dice esto acerca de ti:

    Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.¹

    Tú has sido ordenado desde el principio del tiempo y predestinado para un propósito específico. El destino de Dios para ti ha sido diseñado para un lugar específico en Su reino. Él tiene un propósito específico para tu vida. Y, lo mejor de todo, Él te ha dado la habilidad de cumplirlo.

    ¡Sencillamente piensa en lo que Dios dice acerca de ti!

    Él está pensando en ti en este mismo momento.²

    Él quiere hacerte perfecto. ³

    Él quiere darte un futuro y una esperanza.

    Tú eres hechura Suya, creado para buenas obras.

    Él te ha bendecido con toda bendición espiritual.

    Tu propósito—tu destino—está envuelto en los dones que Dios te ha dado. La esencia del reino de Dios en tu vida es descubrir tus dones, desarrollarlos, aprender a usarlos, y operar en ellos para la Gloria de Dios. Con este tipo de herencia y futuro, y con nuestros dones y talentos singulares, ¿cómo puede alguno de nosotros fracasar en cualquier cosa que tratamos de hacer?

    Hay muchas maneras de fracasar (algunas de ellas posiblemente ya has descubierto). Pero también hay muchas maneras de tener éxito cuando sales del camino en que vas para seguir el camino que ha sido singularmente diseñado por el cielo para ti, que te lleva al destino que Dios tiene para ti.

    En 1983, yo estaba en una crisis en mi carrera. Había perdido mi trabajo, y no sabía quién quería ser ni qué quería hacer. Mi esposa Sharon y yo ya teníamos dos hijos. Mi familia dependía de mí y yo estaba preocupado.

    En aquel tiempo, escuché por primera vez a Edwin Louis Cole de la Red de Hombres Cristianos. Lo que él dijo iluminó ni mente de una manera que me lanzó en un nuevo camino. Este versículo de las Escrituras se volvió vivo en mí:

    Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

    Había sido criado en una iglesia legalista y tenía un sistema de valores torcido acerca del dinero, el trabajo y especialmente acerca de Dios. De repente, me di cuenta de que Dios me amaba intensamente, y Él tenía un propósito y un plan.

    Desde entonces, he llegado a entender que todo lo que Dios hace en nuestras vidas está basado en los principios de Su reino y de acuerdo a un patrón. Cuando basamos nuestras vidas sobre los principios de Su reino, tenemos acceso a las claves que revelan el plan de Dios para nuestras vidas. Mientras más basamos nuestras vidas en principios del reino y en desarrollar nuestro carácter, en lugar de nuestra personalidad, más derecho será nuestro camino. Los patrones y principios de Dios pueden ser encontrados en las parábolas del Nuevo Testamento y en las historias del Antiguo Testamento.

    Otro principio que he descubierto es que Dios no trata con temas solitarios. Todo lo que Él hace afecta todo lo demás. En otras palabras, la Biblia no solamente trata con temas espirituales, sino que también temas acerca del gobierno, la economía, la ciencia, la sociología, la salud, y mucho más. También aprendí que la Biblia tiene mucho que decir acerca del trabajo y el dinero.

    YENDO MÁS ALLÁ DEL MAPA

    Hace varios siglos, los pioneros europeos se establecieron en las Américas. Muchas áreas eran desconocidas por ellos. Valientes aventureros y exploradores estaban dispuestos a ir más allá del mapa hacia lo desconocido. Cuando regresaron a las colonias, cartógrafos locales los entrevistaron, buscando nueva información y preguntando, ¿Qué hay allá afuera?

    Ese sentido de aventura vive hoy en aquellos que están dispuestos a ir más allá del mapa en nuestras vidas personales o en los negocios. Cuando seguimos a Dios hacia lo desconocido, vamos a lugares en los cuales nunca antes habíamos estado, vemos cosas que nunca antes habíamos visto, pensamos pensamientos que nunca antes habíamos pensado, hacemos lo que nunca antes habíamos hecho, y así nos convertimos en lo que nunca antes habíamos sido.

    Cuando aprendí a aventurarme más allá de los mapas de mi inmadurez, de la forma en que fui criado, de mi concepto torcido acerca de Dios, y de mis fracasos, y adopté nuevos patrones y principios sobre los cuales basar mi vida, desarrollé un negocio que no sabía que podía desarrollar. En el proceso, me convertí en el tipo de hombre que había soñado ser, pero nunca me imaginé que podría alcanzarlo.

    Esta aventura, este camino hacia mi destino, vino de estudiar cuidadosamente muchos de los patrones que enseña la Biblia, los cuales te presentaré en las siguientes claves. Dios nos ha dado: (1) principios para vivir; (2) promesas para creer; (3) ejemplos a seguir; y, (4) mandamientos a obedecer. Está en nuestras manos el aprenderlos y vivir por ellos.

    SIGUE LOS PATRONES Y PRINCIPIOS

    Cuando yo era joven, me encantaban las competencias atléticas. Tenía seis hermanos y un padre al cual admiraba. Él todavía es una de las personas con mayor talento que jamás he conocido. En mi percepción, mi padre nunca fracasaba. Él podía cantar como Pavarotti, ser excelente en cualquier tipo de deportes, y pensaba brillantemente. Como siempre ganaba en todo lo que hacía (por lo menos en mi mente), esa perfección se convirtió en mi modelo.

    Mi papá tenía grandes expectativas de mí. Yo no quería desilusionarlo. Quería dar la talla, sobresalir, sobrepasar todas las expectativas. Como el hijo mayor, él me amonestaba a ser el ejemplo. Él literalmente me sentaba, ponía su dedo frente a mi cara y me decía, Tú eres el mayor, espero que des el ejemplo. Si algo les sucede a estos niños, yo te hago responsable. La última cosa que yo quería es que mi padre de seis pies tres pulgadas de estatura y 250 libras de peso me diera una paliza.

    Interpreté lo que él dijo como una responsabilidad de ganar en todo lo que yo hiciera, para de esa manera poder enseñarles a mis hermanos cómo hacerlo. Así que, comencé ganando mis peleas contra mis agresivos hermanos. Yo no era el mejor atleta, pero aprendí a competir contra amigos y compañeros en la escuela, después contra toda la escuela, y realmente aprendí a disfrutar la competencia.

    A medida que crecía, este deseo de competir permaneció conmigo. Yo hacía casi cualquier cosa para ganar. A principios de mi carrera, tu peor pesadilla era compartir una oficina de ventas conmigo porque yo iba a ganar sin importar el costo. Mi filosofía era, Podemos ser amigos, pero no te atravieses en mi camino.

    Con ese deseo de ganar también vino el temor de fracasar. Durante nuestra niñez, mis grandes y traviesos hermanos saltarían de un techo si los dejaba, así que aprendí a nunca tomar riesgos. Debido a que no quería fracasar, evitaba los riesgos.

    Una de las cosas que el Dr. Cole dijo la primera vez que lo escuché fue, Los campeones no son aquellos que nunca fracasan, sino aquellos que nunca se dan por vencidos. Para mí, el escuchar esta declaración fue algo que cambió mi vida. Desde aquel día, me di cuenta de que podía tener éxito sin tener que ganar en todo ni en todo momento. Como resultado, me volví menos temeroso a tomar riesgos.

    Respecto a las competencias, aprendí tempranamente que no ganaría a no ser que compitiera legal y justamente, de acuerdo a las reglas establecidas.⁸ Como adulto, cuando descubrí los principios y patrones de Dios, vi que el reino de Dios opera de la misma manera. Es nuestra responsabilidad el descubrir cómo hacer las cosas a la manera de Dios, a la manera del reino, para descubrir lo que Dios tiene para nosotros.⁹

    EL PATRÓN BÍBLICO

    Cuando seguimos el patrón bíblico, podemos alcanzar el destino de Dios para nuestras vidas. Esto afecta las vidas de nuestros hijos, la salud de nuestras familias, y las vidas de las personas con las cuales trabajamos. Nos lleva a alcanzar nuestro destino.

    Todos los principios en la Biblia son principios del reino. Todos los principios del reino son eternos y absolutos. Los métodos son temporales y pudieran cambiar, pero los principios permanecen a través de toda era y bajo toda circunstancia. Estos patrones y principios son importantes para alcanzar nuestro destino. Para conocerlos, necesitamos sabiduría.

    Caminamos en la sabiduría de Dios, y caminamos a la manera de Dios cuando caminamos en la Palabra de Dios.

    Esta fórmula es vital para el éxito: la Palabra, la voluntad, la manera, y la sabiduría de Dios. Tenemos que conocer la Palabra de Dios y entenderla para adquirir sabiduría. A no ser que la apliquemos y vivamos por ella, no alcanzaremos el supremo plan y propósito de Dios para nuestras vidas. El caminar en la sabiduría de Dios es aplicar Su Palabra a nuestras vidas convirtiéndonos en hacedores de la Palabra y no solamente oidores.¹⁰

    SERÁS PROBADO A LO LARGO DE TU CAMINO

    Sharon y yo comenzamos a practicar y aplicar los principios que habíamos aprendido. Después de un tiempo, nos dimos cuenta de que estábamos en el proceso de desarrollar un matrimonio sólido, un negocio sólido, y dos hijos sólidos. No lo aprendimos todo al mismo tiempo. El crecimiento toma tiempo. Día tras día, año tras año, descubrimos de una manera muy real que, si basábamos nuestras vidas en principios, todo mejoraría.

    El desarrollar un negocio exitoso era mi destino. A medida que alcanzaba mi destino, sencillamente aprendí a hacer las cosas a la manera de Dios. Lo que funcionó para mí funcionará para ti de la misma manera. Cualquiera que sea tu destino, cuando sigues los principios de Dios, haciendo la voluntad de Dios, no hay ninguna razón— ninguna razón en lo absoluto—por la cual no puedas alcanzarlo.

    CLAVE UNA

    TU DESTINO

    PUNTOS PARA RECORDAR

    Dios quiere bendecirte, promoverte, y recompensarte. Al bendecirte, Él desea habilitarte para crecer.

    El destino de Dios para ti está diseñado para un lugar específico en Su reino. Él tiene un propósito específico para tu vida. Lo mejor de todo, es que Él te ha dado la habilidad de alcanzarlo.

    Tu propósito—tu destino—está rodeado por los dones que Dios te ha dado.

    Todo lo que Dios hace en nuestras vidas está basado en los principios de Su reino y de acuerdo a un patrón. Mientras más basamos nuestras vidas en los principios del reino y en desarrollar nuestro carácter, en lugar de nuestra personalidad, más derecho será nuestro camino.

    Aquellos que están dispuestos a ir más allá del mapa en nuestras vidas personales o en los negocios, vamos a lugares en los cuales nunca antes habíamos estado, vemos cosas que nunca antes habíamos visto, pensamos pensamientos que nunca antes habíamos pensado, hacemos lo que nunca antes habíamos hecho, y así nos convertimos en lo que nunca antes habíamos sido.

    Dios nos ha dado principios para vivir por ellos, promesas para creer en ellas, ejemplos a seguir, y mandamientos que obedecer. Es nuestra responsabilidad aprenderlos.

    Los campeones no son aquellos que nunca fracasan sino aquellos que nunca se dan por vencidos.

    Es nuestra responsabilidad el descubrir cómo hacer las cosas a la manera de Dios, a la manera del reino, para descubrir lo que Él tiene para nosotros.

    Caminamos en la sabiduría de Dios, y caminamos a la manera de Dios cuando caminamos en la Palabra de Dios.

    El caminar en la sabiduría de Dios es aplicar Su Palabra a nuestras vidas convirtiéndonos en hacedores de la Palabra y no solamente oidores.

    CLAVE DOS

    ENCONTRANDO TU TIERRA PROMETIDA

    Tu camino comienza con el entendimiento de que Dios quiere llevarte más allá del mapa a un lugar llamado destino.

    Mira el destino de Dios para Israel. Era llamado la Tierra Prometida. Aunque Dios llevó a los israelitas hasta su frontera y era Su intención darles la tierra, la nación israelita rehusó obstinadamente entrar. Ellos tenían miedo de los gigantes que habitaban la tierra. Prefirieron su zona de comodidad. Como resultado, eligieron deambular en el desierto por cuarenta años.

    He escuchado la situación de los israelitas enseñada de la siguiente manera: Los israelitas salieron de la esclavitud en Egipto, donde vivían en la tierra donde no hay lo suficiente. Se encontraron en el desierto, la tierra donde hay solamente lo suficiente, pero Dios los quería llevar a la Tierra Prometida, a la tierra donde hay más que suficiente.

    La Tierra Prometida es a dónde Dios nos quiere llevar a cada uno de nosotros. Es parte de nuestro destino. Él tiene un plan para llevarnos allí, pero el plan de Dios no es revelado todo al mismo tiempo. Es revelado incrementalmente a medida que caminamos en obediencia a Su voluntad. Este plan ha sido diseñado meticulosamente. Involucra visión al igual que fe. La creencia se convierte en fe cuando la ponemos en acción. El antiguo proverbio es cierto, la fe es creencia en acción. Cuando actuamos en fe, agradamos a Dios.

    Para alcanzar nuestro destino, necesitamos una visión. Las Escrituras nos dicen que, sin una visión, perecemos.¹¹ Una visión es un sueño de que Dios tiene algo muchísimo mejor para nosotros que dónde estamos al momento. Con un sueño, podemos conocer nuestra meta. No estaremos fácilmente frustrados. Estaremos enfocados, cambiados, fortalecidos, y sostenidos. Aprendemos a disciplinarnos para vivir una vida de obediencia a Dios de acuerdo a Su voluntad.

    LA VOLUNTDAD DE DIOS PARA TI ES TU TIERRA PROMETIDA

    El plan de Dios para nosotros es para bien y no para mal.¹² Su intención es que alcancemos el destino que Él tiene para nosotros. Por esa razón, Dios ordena nuestros pasos,¹³ establece nuestro camino, nos habilita para esforzarnos, y actuar.¹⁴ Su destino para toda persona es revelar a Cristo al mundo para proclamar las alabanzas a Dios,¹⁵ y para dar gloria a Dios.¹⁶

    Las buenas obras le dan gloria a Dios. El Apóstol Pablo escribió que Dios nos ha bendecido, nos ha escogido y nos ha predestinado de acuerdo a Su voluntad.¹⁷ Él dijo que somos hechura de Dios, Su poiema. Poiema significa diseñado por un creador maestro, un gran artesano; algo hecho y diseñado meticulosamente para un propósito específico.¹⁸ Fuimos creados para buenas obras, o agathos. Agathos significa excelencia; atractividad; de buena constitución o naturaleza; útil, produciendo beneficios; bueno, agradable, contento; distinguido; recto, honorable.¹⁹ Pablo escribió aún más acerca de las buenas obras:

    Pablo les dijo a los corintios que Dios los haría ‘abundar para toda buena obra." ²⁰

    Pablo les dijo a los filipenses,

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1