Abre Tus Ojos

Por Eduardo Villegas

Si tienes un hambre espiritual que ninguna religin puede saciar, si no puedes conciliar tus creencias y valores con tu realidad, ste libro es para ti.

En una oportunidad le preguntaron a Jess: Maestro, qu debemos hacer para poner en prctica las obras de Dios? Ellos deseaban un mtodo, un ritual. La respuesta de Jess viaja directo al alma: Esta es la obra de Dios, que creis en el que l ha enviado. Jess nunca ense religin sino que sta fue inventada, lo que l busca es una relacin, una verdadera amistad, contigo, hoy.
La religin es ritual, la relacin es amistad.
La religin es costumbre, la relacin es renovada.
La religin te acusa, la relacin te restaura.
La religin te encadena, la relacin te libera.
La religin es muerte, la relacin con Dios es vida.

Eduardo Villegas

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 3 sept 2010
• ISBN: 9781617640803

Eduardo Villegas

Eduardo Villegas nació en Caracas, Venezuela. Está casado con Marvelia y tienen tres hijos: Gabriel, Mariana y Daniel. Durante más de dos décadas ha ocupado posiciones gerenciales en el área de finanzas en una reconocida compañía multinacional, habiendo vivido en diferentes lugares de Suramérica, Centroamérica, los Estados Unidos y más recientemente en Indonesia, al sureste de Asia. Desde su conversión al cristianismo en el año 2000, se ha dedicado al estudio diario de las Escrituras y desarrollado una relación personal con el Espíritu Santo. Sus libros tienen una atractiva combinación de verdadera revelación divina con una sencilla aplicación práctica y diaria. En su opinión: “La religión ha hecho que la gente no lea la Biblia pero yo encuentro en ella tesoros vivos y verdaderos cada mañana.”

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Abre Tus Ojos

Eduardo Villegas

Copyright © 2010 por Eduardo Villegas.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso:   2010912040

ISBN:   Tapa Blanda   978-1-6176-4081-0

ISBN:   Libro Electrónico   978-1-6176-4080-3

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

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ÍNDICE DE CAPÍTULOS

Prólogo / Introducción

1.    De Religión a Relación:

    Juan 8:32: Conoced la verdad y la verdad os hará libres

    Mateo 5: 5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

2.    De yo soy bueno a todos erramos.

¡Yo no he robado ni matado a nadie!

    Romanos 3: 23 Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

3.    De amado por lo que logras a amado por lo que eres.

Dios te ama por lo que eres.

    1 Juan 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios . . .

4.    De nacido por casualidad a creado con un propósito.

Dios te creó con un diseño único y específico.

    Salmos 139: 13 Porque tu formaste mis entrañas; Tu me hiciste en el vientre de mi madre. 16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas

5.    De como me hice a como me hizo Dios.

    Juan 3: 27 Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.

6.    Del Dios en contra al Dios a favor.

Dios está de tu lado, Él quiere lo mejor para ti.

    Jeremías 29: 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

7.    Del Dios imperturbable al Dios que puede cambiar de opinión.

Él puede cambiar hasta una sentencia, solo depende de quien se lo pida.

    Génesis 18: 24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? 25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? 26 Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.

8.    Del romance al verdadero amor a Dios.

El verdadero amor se expresa con el compromiso.

    Juan 14: 15 Si me amáis, guardad mis mandamientos

9.    De suponer a Dios a creerle a Dios.

Es tiempo de que abandones la religión y la superstición y comiences a creerle a Dios, a confiar en Él, a caminar con Él.

    1 Juan 5: 13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

10.    De la responsabilidad de Dios a la nuestra.

¿Por qué Dios permite que sucedan tantas cosas malas?:

    Isaías 55: 8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos . . .

11.    Del trabajo como carga a la bendición del trabajo.

    Génesis 2: 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.

12.    De la mente inquieta a la paz mental.

    Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

13.    De la pasividad a la acción.

    Santiago 1:22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.

14.    De la adversidad a la oportunidad.

    Amenaza: La primera cara de la oportunidad.

    Santiago 1: 2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

15.    De la escasez a la prosperidad

    3 Juan 2: Amado, yo deseo que tu seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma

16.    Del vano hablar a las palabras de poder

    Efesios 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

17.    Del juzgar al bendecir:

    Lucas 6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados . . .

18.    Del Dios lejano al Dios Padre.

Dios es un buen Padre:

    Lucas 15: 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.

19.    De la malcriadez al agradecimiento.

No hay bien para ti fuera de Dios

    Salmos 34:1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.

20.    Vida eterna versus vida ahora.

Dios te ha prometido vida eterna pero ¡quiere bendecirte ya!

    Salmo 23: 1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.

21.    Del perdón a la saciedad.

¿Adonde te quiere llevar Dios?

    Salmos 40: 1 Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

22.    Del sexo para procrear al sexo para disfrutar.

    Proverbios 5: 18 Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, 19 . . . Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.

23.    De la falsa humildad a la humildad verdadera.

    Juan 13: 13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.

24.    De imitar el sacrificio de Cristo a imitar a Cristo.

    Efesios 5: 1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

25.    De cuando me jubile a una vida productiva hasta el fin.

    Génesis 12: 4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.

26.    Algunos términos religiosos.

    Mateo 15: 14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.

27.    De la vana palabrería a la verdadera oración:

    Mateo 6: 7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos..

APÉNDICE A: Breve análisis de la Crucifixión.

APÉNDICE B: Breve análisis de la Resurrección.

AGRADECIMIENTO

Agradezco profundamente a mi esposa Marve y a mis tres hijos Gabriel, Mariana y Daniel, porque mi familia es mi inspiración, a todos mis pastores por su amor al compartir la sabiduría que Dios ha puesto en ellos: Pastor José Tenorio de la Iglesia Bautista Internacional de Caracas, pastor Eliécer Moreira del Centro de Adoración Cristiana en Quito, pastor Carlos Cash Luna de Casa de Dios en Ciudad de Guatemala y al pastor Tim Lucas de Liquid Church, en el estado de Nueva Jersey, y a cada predicador que he escuchado alguna vez, ya sea presencialmente, a través de la radio o por la televisión, porque sus conocimientos y enseñanzas son tesoros invalorables para mi vida, pero en especial vaya mi mayor agradecimiento al Pastor de pastores, al Espíritu Santo de Dios porque éste libro es tan solo el resultado de Su preciosa amistad.

PRÓLOGO

Desde muy niño en Caracas, mi ciudad natal, me atrajeron muchísimo los temas espirituales, y viniendo de una familia bastante supersticiosa, con un papá muy religioso, tuve que reconciliar ciertas incoherencias (en realidad solo procuraba cambiar lo que no me gustaba) y pasar por la experiencia de muchos jóvenes rebeldes: Construir mi filosofía personal de vida, o si prefieres, mi propia religión . . .

Fue así como tomé los principios católicos aprendidos de mi papá y en la primaria del Colegio Claret y los mezclé con la prosa irónica de Gibrán, el Tibetanismo de Lobsang Rampa, las enseñanzas metafísicas de Conny Méndez, Carola de Goya, Buda, Krishna y algo de Krishnamurti, además de leer a algunos brujos, espiritistas blancos y santeros. Busqué asesoría en astrología, me hice vegetariano y comencé a practicar desdoblamientos. Por último añadí algunos cristales, velas de colores, pirámides, incienso y perfumes, con música para meditar e inventé mi propia religión ecléctica, un delicioso cóctel Nueva Era, cien por ciento ajustado a mi carácter y gusto.

Me gustaba porque era fácil: lleno de rebeldía, de libertades carnales, de orgullo y con la ira de mi propia justicia; tenía mucho esoterismo, ocultismo, simbología y numerología que me hacían muy interesante para otras personas. Vivía lleno de compasión hacia los animales y plantas, acusaba a diario a la sociedad, al gobierno, a los ricos y a los mayores y escuchaba a diario Imagine de Lennon, por lo cual siempre sentía que era alguien bueno. Como muchos otros a esa edad, quería cambiar al mundo para lo cual no se me ocurría nada mejor que desvirtuarlo todo, rechazarlo todo, burlarme de todo y reinventarlo todo. No solo tenía mi propia filosofía; yo era mi propio dios y tenía respuestas lógicas y prácticas para defender cada argumento, explicando las verdades más profundas desde mi iluminado (y además gigantesco) ego. No tenía que cambiar, no tenía que rendir cuentas, no tenía que obedecer sino a mis propias convicciones, las cuales podía cambiar y adaptar según mi conveniencia; después de todo, si algo salía mal, el universo reconocería que mi intención había sido buena y siempre podría reencarnar. Ese dios que estaba en algún lugar del universo, parecía tomar nota muy positiva de cada una de mis buenas acciones e ignorar totalmente mis fallas y errores; la verdad es que era un dios bastante tolerante y complaciente. Para darle mayor sustento, estudié unos pocos versículos bíblicos y me armé con algunas interpretaciones muy personales y fuera de contexto que impactaban a mis amigos quienes, afortunadamente para mí, ignoraban la Palabra aún más que yo.

Pero con el pasar del tiempo, a medida que maduraba, mis respuestas inventadas ya no me satisfacían del mismo modo y mis propias teorías comenzaron a desvanecerse dentro de mí; empezaron a perder sentido y verse bastante infantiles. Lo que una vez pareció tan coherente, ahora estaba lleno de parches y lagunas indefendibles. Afortunadamente algunos años después conocí a la que hoy es mi esposa, Marvelia, quien era una creyente cristiana que se encontraba un tanto alejada de Dios. Un día domingo de agosto del año 2000, la llevé a una iglesia evangélica al este de Caracas para que allí pudiera, según yo, reconciliarse con su pequeño Dios que estaba muy atrasado con respecto al mío. Pero durante este acto de compasión de mi parte, escuché algunos versículos que me impactaron. Comencé a hacer algunas preguntas retadoras y las respuestas eran no solo claras y coherentes, eran contundentes e irrefutables. Seguí preguntando, y junto con cada respuesta crecía una hasta entonces desconocida hambre y sed espiritual que me inquietaba más. ¿Por qué? Porque las respuestas eran verdaderas, no se como pero yo lo sabía, mi corazón lo sabía, mi alma lo sabía. Así fue como comenzó a descorrerse el velo y pocas semanas después, en septiembre, mientras escuchaba una canción que decía Señor tu me llamas por mi nombre, desde lejos . . . me levanté de mi asiento, pasé adelante y mi querido amigo, el Pastor José Tenorio me guió en una oración de aceptación a Jesucristo como mi único y suficiente Señor y Salvador.

Así fue como empezó una maravillosa relación (no religión) con el único y verdadero Dios viviente, quien con su inmenso amor se entregó a si mismo en una cruz, derramando toda su sangre por mi. Entonces las cosas si que empezaron a cambiar, para bien. Mi mente comenzó a transformarse por medio de la renovación de mi entendimiento,[1] las fortalezas y paradigmas se desplomaron, el rompecabezas de mi vida empezó a tomar forma y a hacerse absolutamente coherente a la luz de la Biblia, mi ego se fue reduciendo cada vez más y la verdadera iluminación comenzó a llegar, pero no era mía, sino del Espíritu Santo.

Si tienes hambre y sed de algo más, de algo mayor, si nada puede satisfacer ese vacío que cuando estás a solas sientes en tu corazón, si no hay mucha coherencia ni sentido en tu vida, te invito a que no te dejes llevar por cualquier viento de moda sino que busques la fuente, el origen, a aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida, el único que lleva al Padre. No lo dejes para después, comienza hoy, lee, medita, piensa, ¿para que un día más sin rumbo?

En éste libro llamaré mentalidad religiosa a aquella forma de buscar a Dios de una manera ritualista, rutinaria, centrada en los actos externos, en la conducta visible, independientemente de su comunión interna con el objeto de su adoración. Es debido a ésta forma de pensar que podemos identificar la creencia de una persona, tan solo observando la manera como se viste, aunque no conozcamos nada de ella. Sin embargo, no podemos saber si esa persona realmente vive los principios que dicha religión plantea. Yo creo que ésta mentalidad religiosa nace cuando buscamos a Dios únicamente a través de nuestros pensamientos y sentimientos. Queremos entender al Dios Todopoderoso y Eterno del que hemos oído, basándonos en nuestros esquemas mentales, experiencia y educación; nos acercamos a lo desconocido estableciendo límites racionales y lógicos, basados en lo conocido. Aceptamos al dios que cabe en nuestra mente y, cuando se presenta alguna incongruencia entre ambos (ese dios y nuestra manera de pensar), entonces cambiamos a dios en vez de cambiar nuestra mente. Nuestra pereza mental nos invita a ignorar diariamente al ser más maravilloso que existe: Nuestro Creador.

Por eso muchos se acercan a Dios solo cuando se encuentran en peligro de muerte, con una enfermedad terminal, en adicciones, problemas familiares o con fuertes deudas. Estas personas son sacudidas y sacadas de su zona de confort por las circunstancias, y entonces, afortunadamente, buscan al único que puede cambiar las cosas de raíz: Dios. Pero la Biblia tambié nos invita a que busquemos a Dios antes de que nos estemos hundiendo, mientras pueda ser hallado[2]

No lo dudes mas, comienza, solo tienes que pasar esta página.

En el maravilloso reino de la mente he de ser libre como los demás.

Helen Keller

Abre tus Ojos

Introducción: Jesús nunca enseñó religión sino que ésta fue inventada por el ser humano, por eso Él tuvo palabras duras solo para los religiosos: La religión nos acusa, la relación con Dios nos libera.

Lo único que interfiere con mi aprendizaje es mi educación.

Albert Einstein

Existe un Dios vivo, que es real, y que te ama, te anhela y que espera pacientemente a que voltees a verlo, a que te detengas y lo escuches; un Dios que te diseñó desde el vientre de tu madre, que te creó sin faltarte nada, que te ha sostenido y protegido sin tú ni siquiera saberlo. Él te ama tanto que entregó su vida en la más cruel y dura de las muertes, para darte salvación. Él quiere revelarse a ti, quiere iluminar tu vida, sacarte del lugar donde te has metido y llevarte a unas alturas mayores que tus mayores sueños. Él puede satisfacer todos tus anhelos, llenar todos tus vacíos, superar todas tus expectativas.

A través de este libro yo quiero presentártelo . . .

Me gustaría preguntarte algo, ¿puedes en este momento recordar algún mandamiento, quizás aquel de no robarás, o no mentirás o no matarás? Probablemente varios mandamientos vinieron a tu mente, pero ¿que tal éste: Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.?[3] (Énfasis añadido). La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a recibir instrucciones que pueden verificarse en nuestro comportamiento externo, pero aquí Jesús nos da una instrucción diferente, invisible, interna: nos ordena amarlo. Y aún más, luego añade: Este es el principal mandamiento.[4] (Énfasis añadido). Jesús claramente establece que amar a Dios es el principal mandamiento de todos, ¿mayor que no adulterar?, si, ¿mayor que no matar?, por supuesto, es mayor que todos pero ¿por qué? Porque Dios es un buen Padre y Él no desea tan solo que le obedezcas. Aunque la obediencia es muy importante, Él quiere ir más allá, quiere que lo conozcas, quiere iniciar una relación contigo, quiere manifestarse a ti e intimar contigo, quiere sacar lo mejor de ti, todo lo bueno, lo valioso, lo precioso que Él mismo puso en ti. Quiere guiarte a tener éxito en todo y guiar a otros a través de ti. Los seres humanos nos interesamos en lo que amamos. Si amas a Dios de verdad, entonces te interesas en Él. Si lo amas con todas tus fuerzas, entonces te interesas en Él con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.

En Juan 14: 15 Jesús dice: El que me ama, guarda mis mandamientos. Esta palabra guardar no se refiere solo a obedecer sino que va mucho más allá, significa atesorar, valorar, apreciar, resguardar, poner en práctica y cuidar. Por eso te ordena amarlo, porque solo así podrás conocer el amor y el poder del único Dios vivo, y recibir así sus bendiciones.

La Biblia es un gran pacto, donde están descritas todas tus obligaciones pero donde están también escritos tus muchos derechos; tiene mandamientos pero éstos están junto a una larga lista de promesas y bendiciones. Dios no quiere que adoptes una religión, no, lo que Él quiere es que lo dejes entrar en tu vida para tener contigo una relación:

La religión es ritual, la relación es amistad.

La religión es costumbre, la relación es nueva cada mañana.

La religión te acusa, la relación te restaura.

La religión te encadena, la relación te libera.

La religión te estanca, la relación te transforma.

La religión es muerte, la relación con Dios es vida.

La Biblia dice que "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por todos los siglos"[5], Él no ha cambiado, Él está tan vivo hoy como lo estuvo hace dos mil años cuando caminó en esta tierra, entre los hombres: Su plan sigue vigente, su voluntad permanece para siempre . . . pero tu debes abrir tus ojos.

Te animo a seguir leyendo, ya es tiempo de que se derriben algunos paradigmas y que la luz comience a penetrar: ". . . porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra."[6]

Capítulo 1

De Religión a Relación: Juan 8:32: Conoced la verdad y la verdad os hará libres

En una oportunidad un grupo de hombres bienintencionados le preguntaron a Jesús: Maestro, ¿qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Ellos deseaban un método o ritual. La respuesta de Jesús no deja de impactarme . . .

En una oportunidad un grupo de hombres bienintencionados le preguntaron a Jesús: Maestro, ¿qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?[7] Ellos, con sinceridad y buena voluntad buscaban algún ritual, un nuevo hábito, una costumbre que pudieran incorporar en sus vidas, pero en un lugar y horario. Querían conocer más de Dios, sabían que lo necesitaban