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El Momio en mi Placard
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Libro electrónico115 páginas2 horas

El Momio en mi Placard

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Ensayo que analiza el pensamiento y la ideología de la derecha conservadora chilena y que reflexiona, en un tono humorístico, respecto de la racionalidad de los postulados de sus políticos y sus pensadores más reconocidos. Como en una suerte de manual de autoayuda, el autor, en su estilo, expone a los adeptos del conservadurismo chileno, las falencias en sus arcos argumentales y plantea nuevas vías de argumentación para sostener posiciones desde una perspectiva política instalada en una derecha más moderna, racional y apartada de creencias asilvestradas, religiosas y fascistas.
Un recorrido por el pensamiento más tradicional y endogámico de la derecha chilena, contrastado con la óptica de pensadores y escritores de la talla de Bobbio, Zizek, Despentes, Maris y otros, desnudando las incoherencias en materia de tolerancia, la postura draconiana sobre el aborto, el miedo frente a la "ideología de género" las libertades individuales y el rol del Estado, que parecen enredar a la derecha más cavernaria del país del fin del mundo y tensar las relaciones en la sociedad civil.

IdiomaEspañol
EditorialCharly Purple
Fecha de lanzamiento25 oct 2017
ISBN9781370859849
El Momio en mi Placard
Autor

Charly Purple

Escritor, rockero travestido de abogado, poeta de musas de sal, sátiro en rehabilitación crónica de los vicios de la carne y la morcilla.El Fan Fiction "The Chilean Fiction", fue su primera novela, aunque ha escrito otras novelas y cuentos que una ex novia quemó en un furioso ataque de celos. Posteriormente publicó en formato papel y digital la novela "Cocinando con Caníbales", una violenta sátira política sobre los parlamentarios chilenos. El ensayo "El Momio en mi placard", es su última publicación digital. Proximamente publicará la novela "Los Vampiros del Huasco", gracias a un Fondart del Consejo nacional de la Cultura y las Artes de Chile.También ha sido dirigente estudiantil y predicador callejero, fue bombero y asistió de polizonte a reuniones de los Masones. Toca la guitarra y compone canciones en que el alcohol y las mujerzuelas son tema recurrente. Tiene múltiples acreedores en la banca, un número inferior de amantes despechadas y cada vez menos clientes insatisfechos, por lo que no contesta el teléfono a números desconocidos.Dice que pagará sus deudas con lo que recaude como escritor digital.

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    El Momio en mi Placard - Charly Purple

    El Momio en mi Placard.

    Manual de Autoayuda para el votante de derecha que no quiere parecer un perfecto idiota.

    By Charly Purple

    Smashwords Edition

    Copyright 2017 Charly M. Purple

    Smashwords Edition, License Notes

    This ebook is licensed for your personal enjoyment only. This ebook may not be re-sold or given away to other people. If you would like to share this book with another person, please purchase an additional copy for each recipient. If you’re reading this book and did not purchase it, or it was not purchased for your use only, then please return to Smashwords.com or your favorite retailer and purchase your own copy. Thank you for respecting the hard work of this author.

    "Nos odian porque nos temen, y nos temen porque nos saben irreductibles".

    Jaime Guzmán.

    Algo ocurrió, una extraña sensación,

    un presentimiento...

    Y ahí lo ví…"

    Gustavo Cerati.

    Introducción.

    Todos lo hemos escuchado alguna vez. Eso de que la gente ya no piensa en un sentido de derecha o de izquierda, la gente está cansada de la política, la gente necesita soluciones a sus verdaderos problemas.

    Nosotros no somos de derecha ni de izquierda, nuestra alianza es de centro, de centro pero de centro-centro, el centro político es a donde apuntamos. Llegamos para solucionar los verdaderos problemas de la gente, del ciudadano de a pie que está cansado de ver como los políticos se pelean y no llegan a ninguna parte. Somos la voz de la señora Juanita, la que está interesada en que no la asalten cuando sale a comprar, antes que discutir sobre sus derechos reproductivos. Yo voto por la persona, no por el color político. Pero si son todos lo mismo, el lunes igual hay que ir a trabajar, mira que yo no vivo de la teta del Estado.

    ¿Le suena común? O peor aún, ¿se ha encontrado usted mismo justificándose o manifestando planteamientos similares, para no admitir, derechamente, una verdad incómoda?

    ¿Y cuál es esa verdad? Lo cierto, estimado lector, es que usted es una persona de derecha, sí. Tanto como la Patricia Maldonado, el peruano Fujimori o el inútil botón de pánico de Lavín.

    Usted comulga con aquellos que han dicho: Basta de politizar la política, Solo una maquinación intelectual es capaz de decir que la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo (ambas joyitas de Jose A. Kast), o que la educación es un bien de consumo (Piñera), o para qué tanto jaleo con la educación gratuita y de calidad si ya existe y está en la internet (Loreto Letelier), o el día que nos llenemos de homosexuales en las Fuerzas Armadas lo que va a ocurrir es que nos va a invadir cualquier país con una facilidad gigantesca (Ignacio Urrutia).

    ¿Lo identifica alguna frase de las anteriores? ¿Cree usted que un pobre puede perfectamente comer con un presupuesto de dos mil pesos gracias al menú de Lavín?

    Que le cueste admitirlo y asumirlo, eso ya es otra cosa.

    Tranquilo. Este manual viene en su auxilio. Imagínelo como un Hawker Hunter rumbo a La Moneda en esa aciaga (para usted gloriosa) mañana del 11 de septiembre de 1973.

    Me he determinado a escribir este manual, no para burlarme o mal tratar al votante de derechas, sino como una ofrenda a ese momio fascista que de una u otra manera, todos llevamos dentro y que creo necesario exorcizar, por el bien de una sociedad que discute sobre la base de una política con estándares de calidad más altos. Creo que si la derecha insiste en rebajar el debate a los argumentos básicos esos con los que día a día nos hacen reír a carcajadas e indignación, su problema termina permeando a la política chilena en general, y como natural consecuencia, el proceso dialéctico de debate se empobrece y solo consigue rebajar el trabajo intelectual de sus oponentes naturales al momento de plantear argumentaciones serias para políticas públicas dignas.

    Este manual de auto ayuda, valga la redundancia, ayudará también al lector de derechas, conservador o derechamente momio, a enfrentar esos momentos difíciles por los que debe atravesar como votante y simpatizante de la ideología más reaccionaria del pensamiento político.

    Esperamos ayudarle en aquellas conversaciones distendidas de un verano en Cachagua o en Playa La Virgen, en que a veces salen a colación, temas que a usted realmente le chupan un huevo, como el Acuerdo de Paris, los derechos de los trans (¿de los trans qué? ¿los transgénicos de la familia de la Ena? ¿las grasas trans?), o debates sobre el verdadero rol de la mujer en la sociedad, (solo por nombrar algunos), con esa gente tan progre que tiende a reírse de usted y su atonal gama de valores familiares, tradicionales y de bien, y que son lamentablemente, tan mal representados y defendidos por la derecha política chilena, esa derecha encarnada en los monólogos vergonzosos de personajes como el Rojo Edwards o Felipe Ward, o a través de las respuestas primitivas del diputado Hasbún, las sedicentes interpretaciones académicas de Axl Kayser o los santiguados tweets de los tiernos suspensores de Henry Boys, o hasta el odio de clases que en 140 caracteres logra generar alguna de las hermanas Vacarezza, sin ni siquiera proponérselo. Ni hablar de la retórica de Sebastián Piñera, o de la estética interior de los postulados que esgrimen sus empoderadas voceras como antitéticas Ángeles de Charlie. (¿Y qué fue de la regalona? Nos preguntamos, y si usted sabe la respuesta, pues qué duda cabe, usted es de derecha pero de derecha, derecha).

    En momentos como ese, es cuando los amigos de la familia, esos que trabajan en la Academia o en el mundo de las artes, le hacen sentir que usted forma parte de una suerte de museo del horror, que es parte de esa derecha anacrónica y cada vez más atrincherada, que observa pavorosamente, como las hordas transexuales, animalistas, veganas, abortistas, izquierdizantes, y upelientas, se ciernen sobre su familia y sus tradiciones morales, con el exclusivo propósito de destruirlas, aprovechándose del mismo sistema económico que por tantos años ustedes mismos se han dedicado a proteger y respecto del cual, todos por igual en la punta más alta del gallinero, han profitado en digna acumulación de capitales.

    En estas páginas encontrará por fin, algunas técnicas y ejercicios retóricos, que le ayudarán a defender su visión conservadora, elitista, y capitalista del universo. Esto, por cierto, podrá hacerlo ahora de manera racional, sin tener que avergonzarse de ello, ni dejar expuestos al ridículo a sus hijos, ni a los hijos de sus hijos.

    Lo sé, no es una tarea fácil, tal vez estoy pecando de excesivo entusiasmo. Pero qué más da, arriba los corazones!!

    Al llegar al final de estas lecciones, confío en que usted podrá dominarse en cuestiones, que aunque le cueste expresarlas hoy, son básicas para la construcción de su confort y la mantención de la estabilidad social del país, como lo son la defensa del matrimonio heterosexual, la defensa de la vida del feto desde la mismísima y sagrada concepción, la sumisión de la mujer a las labores tradicionales del hogar y su satisfacción ante el rol histórico que le corresponde junto a la crianza de los niños. Esperamos convertirlo en un sabio filósofo que podrá argumentar con elegancia acerca de los beneficios sociales de la mano dura contra la delincuencia, repensar la pena de muerte como una institución necesaria, benéfica, y disuasiva ante el florecimiento del crimen por la indulgencia de los tribunales y su lamentable puerta giratoria, y podrá finalmente, volver a enaltecer aquellos añejos conceptos, tales como la soberanía nacional y la bondad del patriotismo. Podrá usted exigir y fomentar la discusión sobre una política clara y estricta sobre la inmigración, y hasta quedará dotado de herramientas para proponer la defensa del rodeo como deporte de recidumbre patriarcal y parte vital del folclor nacional, cuestiones todas que lo convertirán en un verdadero ídolo intelectual frente a los suyos y hasta quien sabe, podría recibir una invitación para hacer coaching en Punta Peuco.

    En definitiva, pretendemos ser la guía perfecta para sobrellevar ese sentimiento de culpa, que solo pueden soportar con desparpajo personalidades atrabiliarias y fascistas de la talla de Patricia Maldonado, el guatón Moreira, Evelyn Mathey, el General Cortés Villa, y otros tantos embalsamados próceres de la derecha más cáustica de la nación. Esperamos que al finalizar las páginas de este libro de autoayuda, usted logre dejar de lado ese escozor que percibe en las mejillas al asumir públicamente una posición política y una corriente de pensamiento moral, en un mundo que parece no comprenderlo, y sienta que puede, al fin, desenvolverse libremente y gritar: Soy un hombre liberado. Soy un hombre de derechas!!.

    Verá que se sentirá feliz y aliviado, volando por los aires, como Hermógenes Pérez de Arce, en un trance de LSD, el día 11 de septiembre del 73.

    Porque no hay nada de malo en ser una persona de derechas, no, absolutamente nada. Lo malo es parecer un perfecto idiota defendiendo las posturas de la derecha, con argumentos que poseen el mismo nivel intelectual de Gustavo Hasbún, Ena Von Baer, o el Rojo Edwards.

    Evítese malos ratos, apague el televisor y lea este libro. Saque a pasear, sin miedo, sin odio, sin temor, al momio que lleva en su interior.

    Sáquelo, sáquelo, pero sáquelo…

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