Liderazgo. De la extenuación a la pasión

Por Miguel Ángel Acebal Riesco

Miles de líderes se hallan exhaustos. Llegados al límite de sus fuerzas, deciden abandonar el frente de batalla para situarse en la retaguardia o desertar. Otros ocultan su agotamiento y, lejos de avanzar, se arrastran por la senda del desánimo. Su visión inicial, aquella que los impulsaba a soñar en grande, se reduce a llegar al final del día como buenamente pueden.

• Idioma: Español
• Editorial: Miguel Ángel Acebal Riesco
• Fecha de lanzamiento: 1 may 2017
• ISBN: 9788461772957

Miguel Ángel Acebal Riesco

Nacido en Asturias (España), es Pastor, escritor y profesor de formación vial.

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Enero

Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Filipenses 4:6-8 RVR 1995.

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La lógica te llevará de A a B. La imaginación te llevará a todas partes.

Albert Einstein (1879-1955). Físico alemán, nacionalizado suizo y luego estadounidense.

Enero 1

El diseñador y creador

Lectura: Génesis 1:1,26,27.

No existe nadie mejor capacitado para explicar las frases de un libro que su autor. ¿Quién como el pintor de un cuadro proporcionará significado a cada trazo y color? El diseñador de un hardware conoce como pocos los entresijos de sus entrañas, y el experto que crea código fuente, es quien entiende las intimidades del sitio web que acaba de diseñar. Si aceptamos que Dios nos ha creado, concluiremos que nadie mejor que Él conocerá el interior del ser humano.

La complejidad de la criatura movió al creador a imprimir un manual de funcionamiento. Siguiendo sus instrucciones al pie de la letra, el hombre y la mujer alcanzarán una vida exitosa. Ese manual se conoce con el nombre de Biblia.

Al observar la vida concluimos que esta fue perfecta en su creación pero imperfecta en su administración. La razón principal de tanto dolor y adversidad no se halla en quien proporciona vida sino en aquellos que la administran. Ignorar al fabricante y su manual de instrucciones, provoca dolorosas aflicciones.

¡Dios no me importa! Esta fue la respuesta que un hombre ilustre esgrimió, cuando un periodista se interesó por sus creencias. Pasar de Dios es una de las principales razones de tanto sufrimiento. Desoyendo al Creador, muchos diseñan sus propios manuales de instrucciones y fabrican una religión a la carta. Luego sufren y se preguntan porqué.

Desde que descuidamos el manual de instrucciones divino muchas cosas dejaron de marchar bien. El humano empezó a comportarse como un animal, e incluso peor, matando, odiando y dejándose por el camino los afectos más elementales y naturales. Una de las primeras locuras que cometió el hombre alejado de Dios fue asesinar a su propio hermano (Génesis 4:8).

El cansancio y agotamiento de muchas personas tiene su raíz en el abandono, voluntario o involuntario, de las instrucciones dadas por el creador. La buena noticia es que aún estamos a tiempo de revertir la situación si nos volvemos a Él. Cuando algo no te funcione, revisa el manual de instrucciones.

Enero 2

Áreas susceptibles de sufrir agotamiento

Lectura: 1 Tesalonicenses 5:23.

Una de las mayores negligencias en que incurrió el ser humano fue ignorar a Dios. Al hacerlo se produjo un malfuncionamiento de sus alarmas internas. Quien se aleja de la deidad pierde sensibilidad. Prueba de ello son la corrupción, la injusticia y la violencia en sus múltiples manifestaciones.

Quien adquiere un automóvil no arroja a la basura su manual de instrucciones, pues sabe que de hacerlo, a su tiempo se encontrará con serios problemas. Ese pequeño libro lo mantiene conectado con el fabricante. ¡Cómo nos hemos alejado de nuestro creador! ¿Será esa la principal causa de los fallos en el sistema interno y de tantos incidentes a los que se ha dado en llamar accidentes? Se admita o no, resulta evidente que alejarse del creador genera dolor.

Por el hecho de ser tripartitos el cansancio puede darse:

En el área espiritual.

En el área almática (mente, emociones, voluntad).

En el área física.

Somos seres vivos complejos, una combinación de tres elementos básicos: espíritu, alma y cuerpo –por este orden–. No es casualidad que Pablo sitúe en primer lugar al área espiritual, la cual suele ser la más descuidada. Vivir una correcta espiritualidad es vital para la salud integral.

Te acabas agotando interiormente cuando el área espiritual:

Se ignora.

Se descuida.

Se menosprecia.

Se nutre de fuentes incorrectas.

Para mantenerte en forma debes cuidarte. Eso implica:

Alimentación correcta.

Ejercicio periódico.

Limpieza constante.

Protección permanente.

Enero 3

Síntomas de agotamiento en el área espiritual

Lectura: Isaías 28:12.

Algunos pueden encajar en otras categorías.

La lectura de la Biblia se vuelve un lastre.

Disminuye la calidad y la cantidad del tiempo empleado en la oración.

Escuchar prédicas y pensar en lo bien que le sentaría a tal persona esa palabra.

Buscar a Dios solo cuando tienes que compartir en la reunión y no para el disfrute suyo (de Dios) y tuyo.

Aceptar que las cosas no van a cambiar o, que de hacerlo, será para empeorar.

La incredulidad va ganando terreno en tu vida, aniquilando todo rastro de fe.

Aumentan tus pensamientos negativos o pecaminosos.

Comienzas a albergar ideas incorrectas respecto a Dios y a su amor.

Pragmatismo y hedonismo. Invertir más tiempo en placeres que en deberes.

Dedicación exclusiva a lo personal y descuido de lo grupal.

Reacciones desproporcionadas e irracionalidad.

Desgana. Hacer las cosas sin motivación o por temor a las consecuencias.

Enfocarse más en los problemas que en las soluciones.

Uso de un lenguaje negativo (no puedo, no sé hacerlo mejor, no lo soporto más, esto es imposible…).

Aislamiento.

Deterioro de las relaciones.

Discusiones constantes.

Mínima manifestación del humor.

Sentimientos de soledad.

Pérdida del propósito de vivir.

Desperdicio del tiempo.

Conformismo.

Cuando, sin causa justificada, comienzas a ser de los últimos en llegar y de los primeros en abandonar las reuniones.

Enero 4

Síntomas de agotamiento en el área del alma (mente, emociones, voluntad)

Lectura: Jeremías 31:25.

Algunos pueden encajar en otras categorías.

Disminución del tiempo y esfuerzo invertidos en tu formación y especialización.

Incremento del tiempo dedicado al ocio en detrimento de otras actividades que favorecen tu crecimiento personal.

Pensar que la vida es rutina y que nada asombroso llegará a suceder.

Problemas para conciliar el sueño.

Aparición de algunas enfermedades.

Incremento de la negatividad.

Las defectos de la gente parecen multiplicarse con la misma rapidez que tus virtudes.

Culpar a otros por tus adversidades.

Llegar tarde a las reuniones.

Pérdida de entusiasmo.

Aburrimiento.

Desinterés por los problemas ajenos.

Apatía.

Mediocridad en la ejecución de las tareas.

Actitud defensiva ante las personas.

Amargura y resentimiento.

Ausencia del gozo de la salvación y de la paz de Dios.

Impaciencia.

Aislamiento.

Pérdida o disminución del humor.

Enero 5

Síntomas de agotamiento en el área física

Lectura: Salmo 127:2.

Algunos pueden encajar en otras categorías.

Dificultad para levantarse en las mañanas. Madrugar se convierte en misión casi imposible.

Acumulación de tareas inconclusas. Tu agenda empieza a colapsarse.

Abandono de las labores del hogar.

Trabajos relativamente sencillos y que requieren poco esfuerzo, se visualizan como tareas extenuantes, lo que dificulta la realización de los mismos.

Descuidar la correcta alimentación. Uso y abuso de comida rápida.

Disminución de la fuerza física.

Mal carácter e irritabilidad.

Ansiedad.

Depresión.

Enfermedades permanentes.

Enero 6

Por la fe vivimos

Lectura: 2 Corintios 5:7.

La fe te sacará de la tierra para llevarte al cielo. Por el contrario, los sentidos naturales te devolverán al suelo, donde acabarás enterrado. Como expresa Malcolm Smith en su libro Agotamiento espiritual: El temor es fe en la realidad que perciben los cinco sentidos.

Caminar al amparo de la fe proporciona un alto nivel de efectividad. Fe es más que una proclamación mecánica y fría de los atributos divinos. Fe es una sincera y firme confianza. Es la seguridad que aporta conocer a Dios y el poder que posee para ayudarte, cualquiera que sea tu adversidad.

Es un fastidio perder el dinero o la salud, pero lo más terrible es perder la fe, pues quien perdió la fe lo ha perdido todo.

Es imposible hacer la obra de Dios amedrentado por la incredulidad. La Biblia enseña que fe es confiar que en verdad sucederá lo que se espera. Leemos en Hebreos 11:6 que sin fe es imposible agradar a Dios. En este libro, como en otros lugares de la Biblia, la fe se relaciona con acciones tales como entender, ofrendar, construir, concebir, bendecir, profetizar, sacrificar, renunciar a uno mismo, fortalecer, permanecer, avanzar, proteger, conquistar, alcanzar, descansar, justificar, salvar, vencer, confiar, obrar, o compartir, entre otros.

No es fácil alcanzar tus sueños cuando has perdido la fe.

Otro de los beneficios que aporta la fe es el descanso del alma. Con la fe viene la paz y con la incredulidad, la ansiedad. En Hebreos 4:3 leemos: Sólo los que creemos podemos entrar en su descanso. La incredulidad empujó al pueblo de Israel a la desobediencia y esta lo privó del reposo de la tierra prometida. Si vives guiado por la fe experimentarás el mejor de los descansos: el interior. Ninguna tormenta podrá arrebatar esa paz que Dios promete a todos aquellos que confían en Él. La fe es uno de los mejores complementos vitamínicos espirituales.

Culparte por tu falta de fe ante las pruebas no te ayudará en nada. Aunque la fe viene de Dios y no puedes crearla, podrás obtenerla frecuentando su presencia. Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo (Romanos 10:17 DHH).

Enero 7

El poder del ejemplo

Lectura: Juan 13:13-15.

Les di mi ejemplo para que lo sigan.

En cierta ocasión desarrollamos una encuesta anónima relacionada con las creencias de la gente. En opinión de un número no pequeño de encuestados, muchos abandonan la iglesia tradicional por el mal ejemplo de sus dirigentes.

Me explicaba un amigo que desde bien temprano había sentido el llamado al sacerdocio, pero debido a la mala conducta del cura, al cual tenía como un hombre de Dios, abandonó su propósito y sus proyectos iniciales acabaron perdiendo fuelle. Pocas cosas son tan destructivas como un mal modelo.

Jesús aceptó ser llamado Maestro y Señor, pero comprendió que ese rol estaba íntimamente ligado al ejemplo. Para Lucas, Jesús fue alguien que hacía y enseñaba (Hechos 1:1), en contraste con el líder que enseña y no hace conforme a lo que enseña.

Jesús instruía con la fuerza y pasión que aporta una vida ejemplar, y denunció a los maestros que pervertían el correcto proceder. En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; pero no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, pero no hacen. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas (Mateo 23:2-4 RVR 1995). ¡Cuántos buenos mensajes se echan a perder por causa de los malos mensajeros!

Benjamin Franklin decía: Nadie predica mejor que la hormiga, y no habla. La gente observa más tu proceder que tu proclamar. Una conducta ejemplar genera confianza en tus discípulos. Muchas personas han hecho tropezar a otras y por ello serán juzgadas. No seas de tropiezo a nadie. Sé un ejemplo en todo, lo cual no implica que no puedas cometer errores. Pero incluso, en tales circunstancias, tendrás la oportunidad de ser un referente mostrando como un líder sabe disculparse cuando corresponde.

Una conducta ejemplar no elimina la crítica, pero la reduce. Muchos te amarán al ver tu vida ejemplar, y sentirse amado siempre reconforta.

Enero 8

Vida en construcción. Disculpen las molestias

Lectura: Filipenses 1:6.

Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:6 RVR 1995).

La señal obras en la calzada se distingue por su forma triangular, orla roja, fondo amarillo y un pictograma donde se aprecia a un caballero trabajando arduamente. Al encontrársela, todo conductor deberá armarse de paciencia ante posibles aglomeraciones, ajustar la velocidad, extremar su atención y preveer posibles desvíos hacia itinerarios alternativos. Si el conductor es impaciente lo pasará mal cuando, en una vía de circulación rápida, se vea obligado a circular a una velocidad muy inferior a la habitual. En esos momentos la mayoría de enfurruñados conductores se centrarán en los impedimentos, sin caer en la cuenta de que, en un tiempo no muy lejano, existirán notables mejoras que ellos mismos podrán disfrutar.

Todos nos encontramos en obras. Dios trabaja en nuestro interior y eso, sin lugar a dudas, puede provocar algún que otro inconveniente a los demás usuarios de la vida.

Habrás de mostrarte paciente y disculpar todo error ajeno, así como esperas que otros disculpen los tuyos. Eres un proyecto de Dios y los proyectos requieren sus trayectos. Ten paciencia contigo mismo y con otros, pues tú te equivocas y los demás también. Evita los enfados fáciles. Cuando creas que la obra se ha acabado, una dificultad repentina revelará cuántos baches quedan por reparar en tu vida. Ármate de paciencia y valor.

Qué bueno sería poder llevar en el pecho y a la espalda una de esas señales, para recordarte a ti mismo y a otros, que estás en obras y que Dios, infatigable, continua trabajando en ti. Qué bendición es encontrarse con personas cuyo carácter ha sido procesado por Dios. Es como estrenar el asfalto de una vía. Siempre se agradece circular por allí.

Visto lo visto, aprovecho estas líneas para pedirte que observes mi señal, sí, esa que dice: vida en construcción, disculpen las molestias. Tranquilo amigo, Dios sigue trabajando. ¡No te agobies!

Enero 9

Yo primero

Lectura: Josué 24:15. Hechos 1:1.

Cuando mi abuelo me escuchaba decir: Yo y Antonio vamos a dar una vuelta, me corregía de inmediato: ¡El burro delante para que no se espante! ¡No se dice yo y Antonio, sino Antonio y yo!.

Cuando Josué afirmó: Yo y mi casa serviremos al Señor, no estaba incurriendo en una falta contra las normas fundamentales de urbanidad, simplemente expresaba un principio básico en el liderazgo: ¡el líder va delante! Siendo ejemplo, sus hechos hablan más alto que sus palabras.

Durante una convención internacional celebrada en Bogotá, John Maxwell describía dos tipos de liderazgo. El primero es comparable al trabajador de una agencia de viajes. Te dice dónde puedes viajar y te cautiva dibujando lugares y parajes extraordinarios que, curiosamente, ¡nunca ha visitado! Casi todos los detalles que describe a sus clientes los conoce por medio de revistas u otros canales de información que le suministran. Es el liderazgo tipo ¡vayan!.

El segundo es el liderazgo comparable a un guía turístico. Te describe los entresijos y rincones de la ciudad, no porque lo estudió en un catálogo, sino porque estuvo allí y recorrió cada una de esas zonas. Es el liderazgo de ejemplo, el liderazgo tipo ¡vamos!.

En Hechos 1:1 leemos de las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar. Él no ordenó hacer algo que no hubiese experimentado primero. Pudo enseñar a orar porque oraba y a amar porque amaba. Describió el amor del Padre porque lo sentía con intensidad. Es este uno de los principios más importantes en el liderazgo. El ejemplo es vital, pues al considerar tu comportamiento y escuchar tus palabras, las personas expresarán sin dudar: Este sabe de lo que habla. Siempre tiene más fuerza hablar de lo que se ha hecho que de lo que se piensa hacer.

Resultaría lamentable observar como alguien abandona tu iglesia exclamando: ¡Menudo templo, aquí nadie es ejemplo!, y lo peor del caso es que tuviera razón.

Enero 10

Todo el consejo de Dios

Lectura: Hechos 20:27,28.

Durante una clase me interesé por saber cómo leían su Biblia los estudiantes. Casi todos respondieron que, habitualmente, saltaban de un libro a otro según su estado de ánimo o preferencia. Vamos, que actuaban más como canguros que como ovejas. Algunos de esos creyentes acumulaban varios trienios de antigüedad en la profesión de su fe, pero reconocieron no haber completado aún la lectura de las Escrituras.

La Biblia es un libro compuesto por 66 tomos, 39 en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo. Por tratarse de un libro se ha de leer como tal, evitando saltar de un lugar a otro.

Si en la autoescuela dejas de estudiar el capítulo de las señales verticales porque te gustan más los semáforos o la mecánica del automóvil, no lograrás superar el examen teórico. Lo mismo sucede con muchos lectores de la Biblia y otros tantos líderes. Saltarse algunas enseñanzas básicas les impide superar los controles de calidad mínimos.

Del Antiguo Testamento me apasiona el libro de Job. Los enamorados de las citas célebres no se perderían por nada del mundo el libro de Proverbios. Daniel es uno de los preferidos por los amantes de la profecía bíblica, pero ¿qué hacemos con el resto de libros?

Hace unos años un joven efectuó un experimento. Durante un tiempo se alimentó de comida chatarra. Antes de iniciar la prueba se sometió a minuciosos análisis para valorar su estado físico. Tras la experiencia, los resultados mostraron como su salud había empeorado de un modo alarmante. Aunque ninguno de los libros de la Biblia es comida basura, resulta contraproducente nutrirse de unos y descuidar otros. Aliméntate equilibradamente y nutre a tu gente con cada libro que necesita el cuerpo, que es la iglesia.

Pablo enseñó todo el consejo de Dios. El Salmo 119:160 (RVR 1995) dice así: La suma de tu palabra es verdad. Si no escudriñas toda la Palabra de Dios correrás el riesgo de engañarte, ser engañado y engañar –aunque sea involuntariamente–, a quienes te oyeren.

Enero 11

La semillita

Lectura: Mateo 13:31,32.

Tú eras una pequeña semilla. El sembrador te tomó en sus manos y, pese a tu insignificante tamaño, decidió sembrarte en buena tierra, visionando lo que un día llegarías a ser. Bajo la presión de la tierra debiste morir, como toda semilla que desea dar fruto. Él no te abandonó en todo ese tiempo sino que envió su sol y su lluvia para ayudarte a crecer.

En el principio eras débil y frágil, vulnerable en extremo a las muchas aves que ansiaban devorarte. Pero el sembrador te había escondido bien. Aquella tierra que te apretaba, te protegía a la vez de la muerte.

Pasó el tiempo y sus cuidados seguían sobre ti. De la tierra oscura surgió un brote anunciando vida. Eras tú. Viviste y comenzaste a crecer. Mientras tanto, el sembrador no cesaba de mimarte. Aunque eras pequeña Él te adivinaba grande. Su rocío y su calor no dejaron de penetrarte.

Los días transcurrieron y por mantenerte en la humildad del entierro, creciste hasta llegar a ser la mayor planta del huerto; de hecho, te hiciste árbol. Curiosamente, aquellas aves que en un tiempo anhelaban devorarte, acabaron por hallar en ti un lugar de refugio.

Mientras escribo estas palabras pienso en el Dios que nos vio pequeños y grandes; nos tuvo por frágiles y fuertes y nos contempló empezados y completados.

Pienso también en todos aquellos que saben mirar a los pequeños como Dios lo hace: ¡a lo grande!

Dios empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo vuelva (Filipenses 1:6 TLA).

Nunca menosprecies lo pequeño, pues se hará grande con empeño.

Enero 12

Arder y no quemarse

Lectura: Éxodo 3:1-3.

Qué gran visión es esta.

Asombrose Moisés ante aquella extraña zarza. ¿Cómo podía arder sin consumirse? Descubrir a un líder que arde sin quemarse no deja de asombrar, en estos compulsivos días en los que muchos líderes exhaustos deciden abandonar el liderazgo.

Alumbrar, calentar y conservar; de eso trata el liderazgo.

Pablo, uno de los hombres más influyentes de la historia, escribió: Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día (2 Corintios 4:16).

Las arruguitas pueden hacer su aparición en el cuerpo, pero no necesariamente en el espíritu, el cual, como consecuencia de permanecer en intimidad con el Dios de la vida, se renueva constantemente. ¡Qué alegría para los que reciben su fuerza del Señor... ellos se harán cada vez más fuertes (Salmo 84:5-7). Así es, ¡cada vez más fuertes!

En la antigua Grecia se celebraban las carreras de antorchas. Los participantes provenían de distintas tribus y en la carrera cedían a otros una antorcha encendida. Eran similares a las pruebas de relevos de nuestros días. Quien cruzara la meta debía hacerlo con su antorcha prendida. Liderar no es correr de cualquier modo, es hacerlo manteniendo tu antorcha encendida, la cual, a su debido tiempo, deberás entregar a tus sucesores.

Nuestro Dios no es fuego consumido sino fuego consumidor (Hebreos 12:29). Así es el liderazgo cristiano: consume todo aquello que es malo sin ser extinguido por lo malo.

Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos (2 Timoteo 1:6).

Enero 13

Los otros nombres del amor I

Lectura: Juan 13:35.

El amor se manifiesta de muchas formas y posee más de un nombre. Estos son algunos:

Abrazo. Un abrazo en tiempo de dolor muestra mucho con pocas palabras.

Aceptación. El amor envía este recado: Te acepto a ti mas no a tu pecado.

Actitud. El amor muestra buenas actitudes.

Adaptación. El amor se adapta a las circunstancias adversas para volverse ayuda y no carga.

Adoración. El amor a Dios no puede faltar en tu adoración.

Aflicción. Quien ama sufre, y muchas veces lo hace en silencio.

Agradecimiento. El agradecimiento es la memoria del corazón. El amor tiene buena memoria.

Alabanza. El amor proclama lo bueno. Las relaciones se construyen sobre esta base: Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza (Filipenses 4:8).

Amabilidad. Delicadeza en el trato hacia los demás (Tito 3:2).

Amistad. Confianza y afecto desinteresado entre las personas. Un amigo es leal (Proverbios 17:17).

Amonestación. ¡Una reprensión franca es mejor que amar en secreto! (Proverbios 27:5).

Ánimo. ¿No es cierto que estás en pie por tu ánimo, por el que recibes de Dios y por el procedente de tus seres queridos? (2 Timoteo 1:16).

Aprendizaje. El amor es fruto y disciplina que debe cultivarse (Tito 2:4).

Bendición. La bendición es el lenguaje del amor. Implica hacer feliz a otros, rogar por la felicidad de alguna persona, y alabar a alguien.

Beso. Comunicador del amor cuando es sincero.

Bondad. Inclinación natural hacia el bien. Amabilidad, suavidad de carácter. Cortesía, favor. El amor es bondadoso.

Calidad. Dime cómo es tu amor y te diré cómo es tu carácter. El amor define la calidad de una persona o iglesia. Si no tengo amor nada soy (1 Corintios 13:2).

Calidez. El amor aporta calor a un mundo cuyos afectos se congelan por momentos.

Cambio. El amor te predispone a cambiar en favor de otros y para imitar a Jesús. Caridad aporta flexibilidad.

Enero 14

Los otros nombres del amor II

Lectura: Romanos 12:10.

Carga. El amor echa una mano (Gálatas 6:2). No sobrecarga a otros al abusar de su confianza.

Celo. No es lo mismo tener celos de alguien que celar a alguien (Juan 2:17).

Cercanía. El amor te acercó a Dios y te acercará a las personas (Salmo 34:18).

Cimiento. El amor es fundamento firme sobre el que edificar la vida.

Cobertura. El amor provee protección, pues no practica el mal.

Colaboración. El amor colabora, el odio compite (Filipenses 2:25).

Compañerismo. Vínculo que existe entre compañeros. Armonía y buena correspondencia entre ellos (Filipenses 4:3).

Compasión. Jesús actuó a favor de los necesitados movido por su compasión (Mateo 9:36).

Complemento. El amor es complemento y pegamento.

Comportamiento. El amor actúa de tal forma que deja una imborrable firma (Filipenses 1:27).

Comprensión. Capacidad, facultad y actitud para entender las cosas en su profundidad, evitando juicios superfluos. Cuando el amor no comprende, ¡perdona!

Compromiso. ¿Amor sin compromiso? ¡Idea extraña y mera patraña!

Comunicación. Comunicar es transmitir una idea, pensamiento o sentimiento. El amor habla y escucha.

Comunión. Unión o contacto entre personas o cosas (Hechos 2:42).

Conducta. El amor es real, más que un ideal.

Confianza. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo. El amor confía en la otra persona. Amor y celos son incompatibles.

Conocimiento. El amor facilita el ambiente preciso para darte a conocer sin máscaras ni artificios.

Consejo. El amor se amaga entre algunos consejos. Los mejores regalos de Dios vienen envueltos en papeles toscos.

Consideración. El amor considera el trabajo del otro, lo anima y estimula (Hebreos 10:24).

Consuelo. Alivio que siente una persona de una pena, dolor o disgusto. El amor consuela a otros, pues llora con los que lloran.

Consulta. Por ser humilde, el amor pide ayuda y no vacila a la hora de consultar (Isaías 8:19).

Enero 15

Los otros nombres del amor III

Lectura: Colosenses 3:14.

Contentamiento. El amor manifiesta una actitud de contentamiento (Proverbios 15:15).

Convenio. El amor no depende de los sentimientos. Es un pacto, un convenio. Decido amarte sin importar las circunstancias.

Cordura. ¡Que corazón y razón caminen juntos!

Cuidado. El amor sabe aportar y recibir cuidados.

Cura. La caridad genera sanidad.

Dadivosidad. Pues ama al pueblo judío y hasta construyó una sinagoga para nosotros (Lucas 7:5). El amor de aquel oficial romano se hizo patente en la generosidad.

Deber. El buen querer es sentir y deber. Un mandamiento nuevo os doy… que os améis unos a otros como yo os he amado (Juan 13:34).

Defensa. El amor defiende la causa de los inocentes y desfavorecidos. Es sensible, justo y compasivo.

Deleite. El amor es un eficaz ambientador para hogares, iglesias, aulas y oficinas.

Demostración. El amor se da a conocer a través de pequeños detalles: una palabra, un abrazo, una sonrisa o una flor.

Descanso. El amor es reconfortante colchón, cálida manta y suave almohada para cuerpo y alma.

Descendencia. El amor provee el ambiente propicio para criar hijos sanos. Si ellos reciben cariño podrán entregarlo a sus vástagos.

Dignidad. El amor dignifica al ser humano. Napoleón decía que Jesús había conquistado el mundo con su amor. Hoy muchos quieren hacerlo con el terror.

Disciplina. Pues el Señor corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite (Proverbios 3:12). ¡Cuánto cuesta ver al amor tras la disciplina!

Discipulado. Quien ama se entrega a la labor de hacer discípulos.

Disfrute. Qué bueno es estar los hermanos juntos en armonía (Salmo 133:1). El gozo es el efecto del afecto.

Dones. En un ambiente de cordialidad es más probable que se manifiesten los dones del Espíritu Santo.

Edificación. El amor construye, el odio destruye (Romanos 14:19).

Enero 16

Los otros nombres del amor IV

Lectura: Judas 1:2.

Ejército. El amor fortalece relaciones y forma batallones. Uno para todos y todos para uno.

Entrega. Se entrega el amante y se aleja el farsante. Muéstrame tu dedicación y te mostraré tu compasión.

Equilibrio. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Enseñaba el pastor Gerardo de Ávila: La medida de tu amor hacia los demás viene determinada por la medida de tu amor hacia ti.

Esfuerzo. Añadir leña al fuego del amor no requiere de un gran esfuerzo. Todos podemos añadir pequeños actos de amor para mantener vivas las buenas lumbres.

Espiritualidad. El amor a Dios y al prójimo es el cumplimiento de la ley y reflejo de una correcta espiritualidad (Romanos 13:10). Bien se llevan dos cuando en medio se halla Dios.

Estima. Consideración que se siente hacia otra persona.

Evaluación. El amor no es ambiguo, sino evaluable y definible (1 Juan 5:2). Es Dios quien define qué es y qué no es el amor. El pecado añadió al amor muchas acepciones.

Extranjero. Así que tú también tienes que demostrar amor a los extranjeros porque tú mismo una vez fuiste extranjero en la tierra de Egipto (Deuteronomio 10:19).

Familia. No todo el que tiene buena casa tiene buen hogar. El amor mantiene unida a la familia.

Fe. Decía un viejo pastor: Se requiere más fe para amar a una persona difícil de soportar, que para resucitar a un muerto.

Fidelidad. Firme caridad, sólida fidelidad.

Fruto. Mirad cómo se aman, murmuraban envidiosos los incrédulos, observando la actitud fraternal de los primeros cristianos.

Honra. Demostración de aprecio que se hace a una persona reconociendo su virtud y su mérito. El amor aporta valor.

Hospitalidad. Algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles (Hebreos 13:2). Hospitalidad y hospital se parecen mucho. El amor provee paternidad ante la orfandad.

Identificación. El amor es fácilmente detectable (Juan 11:36) y a su vez se identifica con las desgracias del prójimo.

Iglesia. No es gran congregación la de escasa compasión.

Lealtad. Fidelidad: exactitud con que se cumple la obligación contraída. El amor ejercita la lealtad.

Luz. Quien ama a su hermano permanece en luz. Quien aborrece a su hermano anda en tinieblas (1 Juan 2:11).

Enero 17

Los otros nombres del amor V

Lectura: Apocalipsis 2:4.

Madurez. La persona madura ama en toda circunstancia. El amor te vuelve maduro y el rencor más duro.

Mirada. Dicen que la mirada es el espejo del alma. ¿Has notado cómo observa una madre a sus hijos?

Misericordia. Poner corazón donde hay miseria.

Motivación. Amar es motivar no desalentar. Bien hecho constituye una frase poderosa. Valora el trabajo de tu prójimo.

Negación. El amor crucifica el yo. Alguien dijo que un misionero no es quien sale de su país sino quien sale de sí mismo.

Obediencia. Quien bien ama, bien obedece. Quien bien obedece, bien ama (Juan 14:21).

Ofrenda. Cuando el amor cuesta, cuenta. El amor es buena ofrenda.

Oración. La compasión se revitaliza en la oración. Cuando oro hallo oro (que mayor riqueza que el amor).

Paciencia. Amar hasta la última consecuencia (Juan 13:1). Quien trabaja con personas se las ve con sus hormonas. Sea, pues paciente.

Palabra. La palabra de una persona muestra su personalidad, su ser interior. Séneca decía: Habla para que yo te conozca. El amor y el rencor se manifiestan en el lenguaje.

Pérdida. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo (Filipenses 3:7 RVR 1995).

Perdón. La calidad de tu perdón a los hombres revela la intensidad de tu amor por quien los creó.

Preocupación. Jesús le dijo a Pedro que mostrara su amor apacentando sus ovejas (Juan 21:15). Antes de ser pastor debes tener amor.

Prudente. El amor abre la mente antes de abrir la boca.

Sacrificio. De tal manera amó Dios… que dio a Jesús (Juan 3:16). Sacrificio proviene del latín sacro y facere (hacer las cosas sagradas, honrarlas).

Santidad. Amar a Dios es aborrecer el mal (Salmo 97:10).

Semilla. El amor es buena semilla que produce buena gavilla.

Sensibilidad. El alto amor manifiesta una alta sensibilidad.

Servicio. El servicio es el amor llevado a la práctica.

Silencio. El amor está presente en las palabras y en los silencios (Sofonías 3:17).

Trabajo. Las malas hierbas (actitudes incorrectas) crecen sin ayuda, pero mantener el jardín en buen estado requiere trabajo.

Verdad. El amor prefiere herirte con la verdad antes que matarte con la mentira.

Vida. La presencia del amor es la manifestación de la vida, sobre todo de la espiritual.

Enero 18

El amor en frases

Lectura: Efesios 5:2.

Como culminación a estos días, en los que estudiamos los otros nombres del amor, deseo compartir contigo algunas suculentas frases, tomadas de la Enciclopedia de citas morales y religiosas, compilada por Samuel Vila.

Que amor que pierde el honor y el respeto, es vil deseo; y siendo apetito feo, no puede llamarse amor. Lope de Vega.

Desgraciado el que no haya amado más que cuerpos, formas, apariencias. La muerte se lo arrebatará todo. Amad a las almas, y las volveréis a encontrar. Víctor Hugo.

Que quien no ama los defectos no puede decir que ama. Calderón de la barca.

El amor vive más de lo que da que de lo que recibe. Concepción Arenal.

Donde no hay amor, poned amor y encontraréis amor. Santa Teresa de Jesús.

Sustituir el amor propio con el amor a los demás, es cambiar un insufrible tirano por un buen amigo. Concepción Arenal.

El más peligroso de nuestros consejeros es el amor propio. Napoleón.

El heroísmo del amor está en agradecer perfectamente el beneficio recibido y dejar el beneficio otorgado, en el mismo olvido que las injurias y los agravios. O. S. Marden.

Morir por falta de amor es horrible. ¡Es la asfixia del alma!. Víctor Hugo.

Enero 19

Adaptación

Lectura: 1 Corintios 2:4-7.

Como excelente comunicador, Jesús adaptó su mensaje a sus oyentes para que la labor pedagógica resultara efectiva. Con el objetivo de hacer más inteligibles sus enseñanzas, empleó parábolas y ejemplos de situaciones cotidianas que, para agricultores, ganaderos o pescadores, resultaban familiares.

Considera las palabras de Pablo:

Mi mensaje y mi predicación fueron muy sencillos…. La Biblia TLA (Traducción en Lenguaje Actual) dice así: No fui a ustedes como un sabelotodo, ni usé palabras elegantes.

Sólo dejé que el Espíritu de Dios mostrara su poder y los convenciera. Y así, ustedes creyeron en Dios, no por medio de la sabiduría humana sino por el poder de Dios (TLA).

Sin embargo, cuando estoy con creyentes maduros, sí hablo con palabras de sabiduría….

En Lucas 18:11 (RVR 1995) Jesús mencionó a un fariseo quien, puesto en pie, ¡oraba consigo mismo! Así son algunos oradores. Les da igual que su mensaje no llegue a los legos mientras llegue a sus egos. Cuando acaban su plática se sienten satisfechos aunque el público se pregunte: ¿De qué iba el mensaje? ¡No entendí nada!.

Para ver incrementada tu capacidad comunicadora:

Conoce a tus oyentes. Averigua lo que puedas acerca de ellos.

Emplea un lenguaje sencillo ante personas sencillas y uno más profundo ante personas experimentadas.

No te creas un sabelotodo. Miguel de Unamuno decía: Lo sabe todo, absolutamente todo. Figúrense lo tonto que será. No tengas temor ni vergüenza de admitir tu desconocimiento acerca de algún tema. Si te hacen una pregunta para la que no tienes respuesta, siempre podrás contestar con sinceridad: Ahora no tengo la respuesta, pero si me lo permites, investigaré y te responderé.

No olvides al Espíritu Santo, el maestro de maestros. Confía en su influencia y concédele el lugar que le corresponde en la enseñanza. El mejor profesor es el Señor.

Enero 20

Bien discipulados y maleducados

Lectura: Colosenses 4:6.

Bien discipulado ¿y maleducado? ¡Qué terrible incongruencia! Un discípulo de Jesús sabe comportarse, es sabio y prudente.

Vive una vida ordenada conforme a la Palabra de Dios.

No critica a otros ni es tenido por chismoso.

Emplea su tiempo provechosamente.

Usa su cabeza antes de abrir su boca.

Respeta a los ancianos.

Honra a sus padres biológicos y espirituales.

Es conocido como buen estudiante o trabajador ejemplar.

Respeta a las autoridades (maestros, policía, líderes).

Usa el sentido común y no se deja llevar por la opinión popular. Se muestra firme en sus creencias y principios.

Es agradecido por lo que tiene y lo manifiesta por medio de sus palabras.

Es responsable.

Es íntegro.

Presta atención a las personas cuando hablan. Durante las clases permanece concentrado en la enseñanza.

Al iniciar una conversación telefónica, se interesa por la disponibilidad de su interlocutor: Puedes hablar ahora, o te llamo más tarde.

Salvo por causa de fuerza mayor, no se presenta en casa ajena sin previo aviso.

Cuando desea hablar con alguien a quien ve ocupado, solicita permiso para interrumpirlo.

Mantiene la compostura y los buenos modales.

Su modo de vestir es el adecuado en cada situación.

No abusa de la bondad o confianza recibidas.

Admite sus errores y no busca excusarse.

Cumple su palabra y valora la puntualidad.

Es como la hormiga, no espera a que le ordenen hacer lo correcto.

Manifiesta un espíritu de servicio.

Usa palabras adecuadas en sus conversaciones, con las cuales crea un ambiente agradable.

No proclama a los cuatro vientos su saber.

No se alaba a sí mismo; son otros quienes hablan bien de él.

Enero 21

Miedo del pueblo

Lectura: 1 Samuel 15:24.

Mientras el pueblo grita, el Espíritu susurra. Tal vez sea esta una de las razones por las que, en ocasiones, el líder se inclina a seguir los dictados de la congregación y relega a un segundo plano la voluntad de Dios.

Saúl apuntó al temor como el origen de su pecado. Se negó a llevar la contraria al pueblo y acabó contrariando a Dios. Algo semejante sucedió con Aarón (Éxodo 32:19-25). Moisés lo reprendió por permitir que el pueblo se descontrolara. Para colmo, Aarón evadió su responsabilidad: No te disgustes tanto... tú sabes bien qué mala es esta gente. Esa situación me recuerda la anécdota de la madre que regañó a su hijo por haber roto una ventana de la casa cuando jugaba al fútbol. El pequeño se defendió inmediatamente: ¡Fue culpa del loro que se apartó!.

El líder que otorga todo tipo de concesiones sin tener en cuenta si son acertadas, no llegará muy lejos y conducirá a sus seguidores a una catástrofe segura.

Es imposible complacer al mundo entero. No siempre la mayoría posee la razón. Servir a Dios y temer a las personas es un cóctel mortal. Antes de ceder ante las peticiones del grupo, busca la guía de Dios. Es menester recordar que eres un encargado, un colaborador de Dios, no el propietario del rebaño. La iglesia pertenece a Dios y es Él quien posee la última palabra.

No siempre quien más grita, insiste o empuja, está en posesión de la verdad. ¡No siempre la sabiduría reside en la mayoría! Diez contra dos fue el resultado de la encuesta que se llevó a cabo en Israel, antes de entrar a tomar posesión de la tierra prometida. Las encuestas arrojaron una conclusión: la mayoría puede estar en lo incierto y contagiar su error al resto de la congregación.

Recuerda lo que sabiamente enseña el Proverbio: El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová está a salvo (Proverbios 29:25 RVR 1995).

No es malo escuchar las peticiones de la gente, lo malo es diluir la voz de Dios ante las peticiones de la gente.

Enero 22

Caminando juntos

Lectura: Amós 3:3.

La Biblia asocia cualidades –buenas y malas–, a la expresión camino, como indicando que es un sendero que se recorre. Encontramos la senda de la vida, el camino de la justicia, el camino de rectitud, una calzada llamada santidad, o a Jesús presentándose como el camino.

Según el diccionario de la RAE, el término camino presenta varias