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La Búsqueda de la espada mágica: Historia real de un largo silencio
La Búsqueda de la espada mágica: Historia real de un largo silencio
La Búsqueda de la espada mágica: Historia real de un largo silencio
Libro electrónico265 páginas3 horas

La Búsqueda de la espada mágica: Historia real de un largo silencio

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Información de este libro electrónico

Desde la primera hasta la última sesión, este libro sigue el caso de abuso sexual infantil de dos hermanas de cinco y seis años, Juanita y Gina, que estaban siendo abusadas y a punto de ser violadas. Esta es una historia a partir de la cual se analiza el mundo de los niños; un mundo que parecería pertenecer tan solo a ellos.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento24 nov 2016
ISBN9789873615689
La Búsqueda de la espada mágica: Historia real de un largo silencio
Autor

María Cecilia López

Es licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Católica Argentina. Se especializó en Psicoanálisis de Niños en la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires. Desde hace 25 años, ejerce la práctica clínica con niñas, niños y adolescentes víctimas de abusos sexuales, violencias y maltratos. Es supervisora y capacitadora reconocida en Argentina y en el extranjero. Ha dictado cursos, seminarios, talleres y conferencias en diferentes ciudades de Argentina, Chile y México. También, ha colaborado en el curso de capacitación para profesionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México, por el Fondo de las Naciones Unidas y Unicef. Por su especialidad en la materia, es consultada, con frecuencia, por distintos medios de comunicación. Es autora de varios libros sobre la temática de abuso sexual en la infancia, entre ellos: Abuso sexual: cómo prevenirlo, cómo detectarlo, Los juegos en la detección del abuso sexual infantil, La búsqueda de la espada mágica. Historia real de un largo silencio. Además, es coautora de Madres de hierro. Las madres en el abuso sexual infantil y Los dibujos en el abuso sexual infantil.

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    Una lectura que despierta ese sentimiento que muchas veces tratamos de ocultar. La historia de dos niñas que ahora deben ser adultas y que como muchas deben callar un pasado que ellas nunca buscaron.
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    No sé puede descargar ,pesimo servicio ,necesito descargar para sacar en físico

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La Búsqueda de la espada mágica - María Cecilia López

La búsqueda de la espada mágica. Historia real de un largo silencio

María Cecilia López

© 2016 Editorial Maipue

Zufriategui 1153 (1714) Ituzaingó, Prov. de Buenos Aires

Tel./Fax 54-011-4458-0259

Contacto: promocion@maipue.com.ar / ventas@maipue.com.ar

www.maipue.com.ar

Facebook: Editorial Maipué

ISBN: 978-987-3615-68-9

Ilustración de tapa: Silvina Scotto

Diseño de tapa: Espacios de imaginación

Diagramación: Paihuen

Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723.

Libro de edición argentina.

No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por otro cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el consentimiento previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Índice

Prólogo

I - De eso no se habla

Introducción

II . El bicho pegajoso

Diagnóstico del abuso sexual

* 1 *

* 2 *

* 3 *

* 4 *

* 5 *

* 6 *

* 7 *

* 8 *

* 9 *

* 10 *

* 11 *

* 12 *

* 13 *

* 14 *

III - ¿Y los derechos del niño?

La denuncia penal

* 15 *

* 17 *

* 18 *

IV - El monstruo de las mil máscaras

Elaboración del trauma

* 20 *

* 21 *

* 22 *

* 23 *

* 25 *

* 26 *

* 27 *

* 28 *

* 29 *

* 30 *

V - Cartas al señor juez

El sobreseimiento del abusador

* 31 *

* 32 *

* 33 *

* 34 *

* 35 *

* 36 *

* 39 *

* 40 *

* 41 *

VI - Cartas a la bruja

De eso sí se habla

* 43 *

* 44 *

* 45 *

* 46 *

* 50*

* 51 *

* 52*

* 53*

* 54*

* 55*

VII - El reino ha sido hechizado, todos duermen

La medicación psiquiátrica

* 56*

* 57*

* 58*

* 59*

* 60 *

* 61 *

* 62 *

VIII - La búsqueda de la espada mágica

El último adiós

* 63 *

* 64 *

IX - El abuso de poder y el poder del abuso

La víctima somos todos

* 65 *

X - El poder del juego

Conclusiones finales

* 66 *

* 67 *

A todas las víctimas directas e indirectas del abuso sexual infantil

Detrás de cada juego, hay una pista

y quien la descubre gana un tesoro.

JUANITA Y GINA

Prólogo

Hace 20 años llegaron a mi consultorio dos pequeñas hermanitas, muy bellas, con hermosos vestiditos y grandes moños en el cabello. No se trataba de dos niñas cualesquiera, sino de unas de mis primeras pacientitas en el consultorio privado. Ingresaron de la mano de su mamá con caritas algo asustadas, con temor a pedir ayuda, para el problema que las aquejaba, a una desconocida como yo, a quien jamás habían visto. Sin embargo, a pesar de esto, muy pronto comenzaron a confiarme un secreto que guardaban desde hacía tiempo: alguien estaba abusando sexualmente de ellas. Si bien al principio no se animaron a decirlo de manera explícita porque estaban siendo amenazadas, con el trascurrir de las sesiones, poco a poco, fueron tomando valor para romper el pacto de secreto que tenían con su abusador. Así fue cómo estas dos temerosas hermanitas se terminaron convirtiendo en dos valientes heroínas, las protagonistas de este libro. Digo heroínas, porque ambas lucharon a capa y espada con mucha entereza, no sólo para contar su historia y ser oídas, sino, por sobre todas las cosas, para hacer que la gente pudiera creerles a pesar de su corta edad.

Por aquellas épocas yo era una psicóloga recién recibida, y jamás en toda mi carrera ni en mi formación de posgrado me habían enseñado acerca de algo llamado abuso sexual infantil, más que de manera absolutamente superficial. Cuando decidí tomar el caso de estas niñas debí formarme sola, ya que no existía en Buenos Aires ningún lugar académico en donde enseñasen a trabajar con este tipo de problemática. Si bien hoy ya han pasado dos décadas y por suerte las cosas han ido mejorando, no sólo a nivel académico, sino, incluso, en cuanto a difusión masiva en los medios de comunicación, lamentablemente, el abuso sexual infantil aún sigue siendo considerado uno de los mayores tabúes sociales, y no hay más que un puñado de buenos profesionales que trabajen a conciencia y con la debida formación con víctimas menores de edad. Ésta fue una de las razones que me motivó a escribir este libro, no sólo para alentar a mis colegas a involucrarse más con este tipo de casos, sino también para difundir este tema a todo aquel que aun sin ser profesional esté interesado en defender los derechos de niños y niñas.

Este libro, a pesar de estar novelizado, está basado en hechos reales y en los apuntes de más de cuatrocientas sesiones de psicoterapia que fui tomando durante los cuatro años que duró el tratamiento de estas dos pequeñas hermanitas. De esta manera, por primera vez se publica el seguimiento de un caso de abuso sexual infantil desde la primera hasta la última sesión. A diferencia de otros muchos escritos sobre esta temática, que son exclusivamente teóricos, aquí se establece un análisis desde la práctica cotidiana en el consultorio psicológico, en donde se echa luz acerca del significado más profundo de los dichos de estas niñas abusadas y de sus juegos. También se analizan los mensajes simbólicos de sus dibujos (algunos de los cuales han sido publicados por Editorial Maipue en el libro Los dibujos en el abuso sexual infantil), que no son más que una muestra cabal acerca de la capacidad que tienen los niños y las niñas de todas las edades para expresar un pedido de ayuda cuando sienten que a su lado hay un adulto que sabe cómo descifrar aquello que tanto los angustia.

I - De eso no se habla

Introducción

Juanita y Gina tenían un secreto. Habían hecho un pacto de silencio y estaban sumidas en el pánico que les provocaban las constantes amenazas de muerte por parte del abusador, ya que estaban a punto de ser violadas. Bajo esas condiciones, ambas hermanitas (en ese entonces de cinco y seis años de edad) llegaron a mi consultorio. Y bajo esas condiciones tuve que ir descubriendo la verdad de la historia que ocultaban a través de la decodificación de todo un lenguaje mudo y, no obstante, repleto de mensajes simbólicos.

Como solían ser amenazadas no sólo con gritos sino también con trompadas, ambas pequeñas se mantuvieron en silencio durante casi dos años; el terror que las embargaba les impedía pedir auxilio. Pero ellas fueron afortunadas y, a diferencia de miles de otros niños, tuvieron la oportunidad de iniciar una psicoterapia, en la cual pudieron ser escuchadas y comprendidas en un lenguaje que iba más allá de cualquier palabra, de cualquiera de sus miedos. Así, poco a poco, a través de símbolos, me fueron revelando su historia. Y, cuando finalmente no temieron gritar lo que nadie en su familia quería escuchar, estuvieron salvadas. No sé si curadas por completo porque hay huellas que no se borran jamás, pero sí salvadas.

La última vez que vi a Juanita y a Gina reían. Reían a pesar de todas las lágrimas que habían derramado durante los cuatro años que compartimos juntas. Reían pícaras y divertidas y riendo me pidieron, como si fuera un juego más, que escribiera la historia que habían estado jugando. Entre ambas decidieron llamarla La búsqueda de la espada mágica. Como particularmente no creo en las coincidencias y sí en las causalidades, me hice cargo del pedido de aquellas dos pequeñas y, por eso, nació la idea de este libro, el que lleva precisamente ese título.

Todo lo registrado en este texto está basado en hechos verídicos y en los apuntes que fui tomando durante nuestras sesiones (aunque, cabe aclarar, que con los cambios necesarios para que sea imposible identificar a alguien). Sin embargo, vale destacar algo: más que un relato sobre otro caso de abuso sexual, ésta es una historia a partir de la cual se analiza el mundo de los niños. Un mundo que parecería pertenecer tan sólo a ellos. Aquí intentamos develar muchos de los misterios que encierran sus juegos y sus berrinches, sus diálogos aparentemente inconexos y la infinidad de mensajes que constantemente nos están enviando a través de mamarrachos y dibujos. Pero ante todo, ésta es una historia que nos conmoverá hasta las lágrimas, aunque también nos hará reír y reflexionar.

Generalmente la gente adulta subestima a quienes aún no han superado el metro de estatura; sin embargo, paradójicamente, son los niños quienes jamás bajan los brazos en situaciones ante las que mucha de esa misma gente adulta se rinde. Realmente es una suerte que sean ellos quienes nunca dejen de buscar espadas mágicas y quienes siempre estén jugando a luchar contra el mundo hipócrita y repleto de egoísmos e intereses creados en el cual viven, en el cual todos vivimos. Porque los niños son la gran esperanza, y aunque todavía haya quienes desacrediten sus fantasías, todo estaría indicando que los únicos capaces de construir un mundo mejor podrán ser tan sólo aquellos que hoy están jugando a un mundo mejor.

II . El bicho pegajoso

Diagnóstico del abuso sexual

* 1 *

- Mi mamá me dijo que vengo con vos para jugar -Juanita me respondió en nuestro primer encuentro, cuando le pregunté si ella sabía para qué la gente necesitaba ir al psicólogo.

- Pero vos, Juani, ¿para qué pensás que venís? -volví a preguntarle, mientras observaba cómo, con su mirada, iba recorriendo cada uno de los rincones del consultorio, lleno de juegos y muñecos.

- A mí me gusta el colegio, pero me cuesta mucho contar. Es que no me salen las cuentas porque estuve faltando al colegio. Estuve con anginas y... -se llevó una de las manos al cuello e hizo un gesto algo exagerado, como para dejar en claro su dificultad para hablar- y todavía me duele la garganta.

- O sea que tu problema no es tanto el colegio sino que te cuesta hablar -prestando atención a lo que Juanita había dicho, me había dado cuenta de que la palabra contar tenía un doble significado. Aparentemente, su real motivo de consulta no era una incapacidad intelectual para la matemática sino una dificultad para contar algo que le estaba sucediendo.

Juanita era una hermosa niña de seis años: tenía ojos verdes y un largo cabello ondulado que le llegaba hasta la cintura. En aquel momento de su vida estaba allí, sentada frente a mí (es decir, frente a una desconocida) intentando decir algo que sentía que no podía contar a nadie. Yo sabía que estaba por repetir de grado, ésa era la razón por la que su madre la había traído a mi consulta. Aunque, en honor a la verdad, su madre no la había traído por voluntad propia, sino obligada por el colegio, uno de los más caros y exclusivos de la ciudad. La psicopedagoga de la escuela opinaba que, dado que Juanita tenía un muy alto coeficiente intelectual, era muy probable que su problema de base fuera otro. De ahí la necesidad de que se le realizara cuanto antes un psicodiagnóstico, para averiguar cuál era el verdadero motivo que estaba haciéndola distraer cada vez que la maestra intentaba enseñarle algo.

- Sí, a mí me cuesta hablar -Juanita se había hecho eco de mi observación-. En realidad a mí me gusta el colegio y, al final, termino aprendiendo todo en lo de la maestra particular. Lo que no me gusta de la escuela es que me cargan.

Al decir aquello su rostro se transfiguró. Se había puesto colorada y sus ojos se habían llenado de lágrimas.

- ¿Cómo es que te cargan? -le pregunté.

- Dany me carga todo el tiempo. Siempre que me ve, me canta la misma canción: Juani, cuando pueda te vacuno. A mí me da mucho asco esa canción. Me da mucho, mucho miedo y asco que me diga eso -me dijo mirándome fijamente a los ojos. Si bien se estaba esforzando por no llorar, comenzaron a caérsele las lágrimas-. María Cecilia, tengo miedo y necesito que me ayudes.

- ¿Vos qué pensás que significa esa canción? -le pregunté.

- Dany miente. Él es un mentiroso. Siempre que no me doy cuenta, aprovecha y me abre la cartuchera para robarme la goma. Yo no lo dejo; pero, siempre que puede, me la agarra. Con otros chicos hace lo mismo y después dice que no hizo nada. Le miente a la maestra y ella le cree -trató de explicarme mientras intentaba secarse las lágrimas con el volado de su vestidito floreado. Hizo una pausa y finalizó diciendo con enojo-. Pero algún día de estos lo van a agarrar porque siempre hace lo mismo. Lo van a ver y lo van a echar del colegio.

- Bueno, yo estoy de tu lado. Voy a tratar de ayudarte para que no te roben; para que no te saquen y no toquen lo que es tuyo -le dije seriamente.

Entonces, al ver mi reacción, Juanita demostró ponerse contenta y continuó contándome acerca de sus problemas y angustias.

- Mi hermana se toquete... -hizo un alto y me aclaró por si acaso-, porque yo tengo una hermana que se llama Gina y tiene cinco años. Ella me roba las muñecas y siempre me está sacando lo que es mío. Yo tengo muchas muñecas guardadas en una bolsa y ella me las agarra y me las tira detrás del armario. Me las esconde y después yo no las encuentro...

Pero en ese instante repentinamente cambió de tema.

- Mi hermana se toquetea la nariz. Se toquetea tanto la nariz, que la tiene toda lastimada y con sangre. Lo que pasa es que ella tiene las uñas largas como las de mi maestra. Son uñas largas que pinchan. Ayer me las clavó y me lastimó la mano. Mirá -Juanita me mostró una pequeña marca en su mano izquierda y continuó hablando.

Hablaba de un modo casi compulsivo, como si tuviera la necesidad de descargar sus problemas con alguien que la escuchase. Después de todo ella sabía que mi función consistía en ayudarla.

- Gina tendría que venir para que vos hables con ella; así te das cuenta de su problema. Ella me roba las muñecas y después las esconde. Ella tiene uñas y me lastima... -se detuvo y nuevamente cambió de tema-. ¿Sabés que voy a tener un hermanito de mi mamá postiza, la esposa nueva de mi papá? Quiero que sea un varón porque ya hay demasiadas mujeres en la familia. Yo, además de mi hermana, tengo otra hermana que es la hija de Pedro, mi papá postizo, el esposo de mi mamá. Y tal vez, pueda tener otro hermanito de mi otra mamá postiza, la que era esposa de Pedro.

- ¡Qué lío, cuántos problemas! Con razón te distraés en el colegio y después te va mal en las cuentas -observé.

- Sí. En el colegio hay una nena que tiene el corazón muy grande... -abrió una caja llena de juegos y tomó algunas hojas y lápices de colores-. Tengo una idea. Voy a dibujar una casa con un sol dado vuelta.

- ¿Por qué será que el sol está dado vuelta? -le pregunté sabiendo que el sol es un símbolo masculino.

Siguió hablando en voz alta, aparentando no haberme escuchado.

- Ahora voy a hacer mis tres firmas. Mis firmas están rodeadas por estos mariposones pesados. Por suerte yo tengo una firma fuerte, igual a la de mi papá -dijo mientras dibujaba mariposas grandes alrededor de su nombre escrito con distintas clases de letras.

Así fue la primera sesión de Juanita. No perdió el tiempo. A pesar de su dificultad para hablar por el hecho de tener anginas; a su modo, me habló de sus rabias, miedos y angustias. Así me dijo que un hombre de su familia (simbolizado por el sol) estaba comportándose al revés y que ella lo sentía como un mariposón molesto que la estaba rondando. También me explicó que su hermanita Gina estaba haciendo cosas que tan sólo suelen hacer las señoritas que usan uñas largas, o sea, las mujeres. Esas cosas estaban relacionadas con algo que, al igual que lo que ella hacía con sus muñecas, debía ocultarse o hacerse a escondidas; pero también, tal actitud estaba relacionada con sus dedos y con la nariz, símbolo fálico por excelencia. Juanita me habló de muchas cosas, pero lo que más me impactó fue el uso que hizo del término asco para referirse a las palabras de una canción: Juani, cuando pueda te vacuno.

¿Qué estaría tratando de decirme? ¿Por qué su rostro me transmitió una angustia terrible frente a una simple canción inofensiva de la que cualquier chico se hubiera reído? ¿Qué estaría representándole a Juanita la palabra vacunar y por qué le daba asco y no, en todo caso, sólo rabia?

* 2 *

- Sí, es verdad. Juanita siempre se ha rehusado a ser vacunada porque le tiene miedo a las inyecciones -trató de explicarme Greta cuando le comenté la preocupación de su hija.

Greta era la madre de Juanita. Se trataba de una joven de 22 años de edad. Era muy bella y tenía una mirada angelical. Daba la impresión de ser una mujer inteligente y dinámica.

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