Una lectora nada común

Por Alan Bennett

Si sus célebres perros hubieran respondido a su llamada, la reina no habría descubierto el vehículo de la biblioteca móvil del ayuntamiento aparcado junto a las puertas de las cocinas del palacio, en el lugar menos regio de los jardines. Y no habría conocido a Norman, el joven y pelirrojo pinche de cocina que estaba leyendo un libro de Cecil Beaton e iba a constituirse en su peculiar asesor literario. Pero ya que estaba allí, la reina decide llevarse un libro. ¿Y qué puede interesar a alguien cuyo único oficio es mostrarse interesada? Porque una reina nunca debe ser interesante, ni tener otros intereses que los de sus súbditos. Y jamás habla de sus gustos, sólo pregunta por los de ellos.

Isabel II de Inglaterra descubre en los estantes de la biblioteca el nombre de una escritora que conoce, lvy Compton-Burnett. Tiempo atrás le había concedido un título nobiliario menor, y recordaba su tan singular peinado. Y de Compton-Burnett a Proust, que leerá en una de sus estancias en Balmoral, y de Proust a Genet, cuya sola mención hará temblar al presidente de Francia, sólo median algunos libros. Así, azarosamente, ella, que hasta entonces sólo había sido una reina, una pura entelequia, un lugar vacío ocupado por una fuerte idea del «deber», descubrirá el vértigo de la lectura, del ser, del placer.

Alan Bennett, que desde 1960 se pasea de la televisión al teatro, del cine a los libros, de la alta a la baja cultura, continúa, para deleite de sus lectores, saltándose todos los límites con esta miniatura exquisita, mordiente y divertida.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Anagrama
• Fecha de lanzamiento: 1 abr 2008
• ISBN: 9788433932228

Alan Bennett

Alan Bennett has been one of England's leading dramatists since the success of Beyond the Fringe in the 1960s. His work includes the Talking Heads television series, and the stage plays Forty Years On, The Lady in the Van, A Question of Attribution, and The Madness of King George III. His play, The History Boys (now a major motion picture), won six Tony Awards, including best play, in 2006. In the same year his memoir, Untold Stories, was a number-one bestseller in the United Kingdom.

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Índice

Portada

Una lectora nada común

Créditos

Era la noche del banquete oficial en Windsor y cuando el presidente de Francia ocupó su puesto junto a Su Majestad, la familia real formó en fila detrás de ellos, la procesión se puso en marcha lentamente y entró en la Waterloo Chamber.

–Ahora que le tengo para mí sola –dijo la reina, sonriendo a derecha e izquierda según pasaban entre la multitud relumbrante–, me moría de ganas de preguntarle por el escritor Jean Genet.

–Ah –dijo el presidente–. Oui.

La Marsellesa y el himno nacional impusieron una pausa, pero cuando hubieron ocupado sus asientos, Su Majestad se volvió hacia el presidente y prosiguió.

–Homosexual y presidiario, ¿era, sin embargo, tan malo como lo pintan? O, más al grano –dijo, y empuñó la cuchara de la sopa–, ¿era tan bueno?

Poco informado acerca del glabro dramaturgo y novelista, el presidente miró ávidamente alrededor en busca de su ministra de Cultura. Pero ella estaba hablando con el arzobispo de Canterbury.

–Jean Genet –repitió la reina, esperanzada–. Vous le connaissez?

–Bien sûr –dijo el presidente.

–Il m’intéresse –dijo la reina.

–Vraiment?

El presidente posó la cuchara. La velada iba a ser larga.

Fue por culpa de los perros. Eran unos esnobs y, de ordinario, después de haber estado en el jardín subían los escalones delanteros, donde un lacayo les abría la puerta.

Pero aquel día, por algún motivo, pasaron como una exhalación por la terraza, ladrando como locos, bajaron otra vez los escalones y rodearon el extremo de la terraza, a lo largo del costado de la casa, donde ella les oyó ladrar a algo en uno de los patios.

Era la biblioteca ambulante del municipio de Westminster, una camioneta grande como un camión de mudanzas, aparcada junto a los cubos de basura, delante de una de las puertas de la cocina. No era una parte de palacio que ella visitase a menudo, y desde luego nunca había visto estacionada allí la biblioteca, y probablemente tampoco los perros, y de ahí el alboroto, y como no logró calmarlos subió la escalerilla de la camioneta para disculparse.

El conductor estaba sentado de espaldas y pegaba una etiqueta en un libro, y el único usuario aparente era un chico delgado y pelirrojo, con un mono blanco, que leía acuclillado en el pasillo. Como ninguno de los dos se percató de su presencia, ella tosió y dijo:

–Lamento este tremendo escándalo.

No bien lo hubo dicho, el conductor se levantó de golpe y se estampó la cabeza contra la sección de Diccionarios, y el chico del pasillo se puso de pie tan deprisa que volcó Fotografía y Moda.

Ella asomó la cabeza por la puerta.

–Callaos ahora mismo, animales idiotas.

Lo cual, como había sido la intención de este gesto, dio al conductor-bibliotecario tiempo para recobrar la compostura y al chico para recoger los libros.

–Es la primera vez que le vemos por aquí, señor...

–Hutchings, Majestad. Todos los miércoles, señora.

–¿De verdad? No lo sabía. ¿Viene de lejos?

–Sólo de Westminster, señora.

–¿Y tú eres...?

–Norman, señora. Seakins.

–¿Y dónde trabajas?

–En la cocina, señora.

–Oh. ¿Tienes mucho tiempo para leer?

–No mucho, señora.

–Yo tampoco. Aunque ya que estoy aquí supongo que tendré que pedir prestado un libro.

El señor Hutchings sonrió, servicial.

–¿Me recomendaría alguno?

–¿Qué le gusta a Su Majestad?

La reina vaciló, pues a decir verdad no estaba segura. Nunca le había interesado mucho la lectura. Leía, por supuesto, como todo el mundo, pero el gusto por los libros era algo que dejaba a los demás. Era un hobby, y la naturaleza de su trabajo entrañaba no tener hobbies. El jogging, cultivar rosas, el ajedrez o escalar, el aeromodelismo y decorar tartas. No. Las aficiones suponían preferencias y había que evitar las preferencias: excluían a gente. No tenía preferencias. Su trabajo consistía en mostrar interés, pero no en interesarse. Y además leer no era hacer algo. Ella hacía cosas. Así que paseó la mirada por la camioneta tapizada de libros y trató de ganar tiempo.

–¿Se puede pedir un libro sin ticket?

–No hay problema –dijo el señor Hutchings.

–Somos pensionistas –dijo la reina, sin estar segura de que eso cambiase algo.

–Señora, puede llevarse hasta seis libros prestados.

–¿Seis? ¡Santo cielo!

Entretanto el jovencito pelirrojo había elegido un libro y se lo había dado al bibliotecario para que le pusiera un sello. Todavía intentando ganar tiempo, la reina lo cogió.

–¿Qué has escogido, Seakins? –dijo, esperando que fuera..., bueno, no sabía lo que esperaba, pero no era aquello–. Oh, Cecil Beaton. ¿Le conoces?

–No, señora.

–No, claro que no. Eres demasiado joven. Siempre andaba por aquí, sacando fotos. Y era un poco cascarrabias. Ponte aquí, ponte allá. Clic, clic. ¿Y ahora hay un libro sobre él?

–Varios, señora.

–¿De verdad? Me figuro que tarde o temprano escriben sobre todo el mundo.

Hojeó el ejemplar.

–Seguramente en alguna página habrá una foto mía. Oh, sí. Ésta. Por supuesto, no sólo era fotógrafo. También hacía escenografías. Oklahoma, cosas así.

–Creo que fue My Fair Lady, señora.

–¿Ah, sí? –dijo la reina, que no estaba acostumbrada a que la contradijeran–. ¿Dónde has dicho que trabajabas?

Depositó el libro en las manazas rojas del chico.

–En la cocina, señora.

Ella aún no había resuelto su problema, porque sabía que si se marchaba con las manos vacías el señor Hutchings pensaría que la biblioteca era algo deficiente. Entonces, en un estante de volúmenes de aspecto bastante raído, vio un nombre que recordaba.

–¡Ivy Compton-Burnett! Puedo leer esto.

Sacó el libro y se lo dio al señor Hutchings para que lo sellara.

–¡Qué delicia! –Abrazó el libro, con un ademán poco convincente, antes de abrirlo–. Oh, la última vez que lo pidieron fue en 1989.

–No es una autora popular, señora.

–Vaya, me sorprende. Yo la hice Dame.

El señor Hutchings se abstuvo de decir que aquél no era necesariamente el camino para llegar al corazón del público.

La reina miró la foto en la contracubierta.

–Sí, recuerdo aquel pelo, era como la corteza de una empanada alrededor de la cabeza. –Sonrió y el señor Hutchings supo que la visita había concluido–. Adiós.

El bibliotecario inclinó la cabeza, como le habían dicho que debía hacer si alguna vez surgía la eventualidad, y la reina se fue en dirección al jardín, mientras los perros ladraban otra vez salvajemente. Norman, con su Cecil Beaton, sorteó a un cocinero que estaba fumando un cigarro junto a los cubos de basura y volvió a las cocinas.

Al cerrar la camioneta y arrancar, el señor Hutchings reflexionó que leer una novela de Ivy Compton-Burnett exigía su tiempo. Él nunca había llegado muy lejos en sus obras y pensó, con razón, que pedir prestado el libro había sido más bien un gesto, una gentileza que él agradecía. El ayuntamiento

Comentarios para Una lectora nada común

[bookomaniac-1 · Calificación: 2 de 5 estrellas]

Zeer geestig boekje over de koningin die een leesverslaving opdoet, met verregaande gevolgen. Het slot is wat flauw.

[bereanna · Calificación: 4 de 5 estrellas]

The queen is dutiful and enjoys her ceremonial tasks until she discovers the bookmobile parked at the palace. She becomes a voracious reader coming to understand other human beings not having first hand experience as queen. Suddenly she realizes that she needs to be a doer instead of simply a reader and she decides to write. A surprise ending has her abdicatingvyhe throne so she can write a book of her choosing, I chose to read this one twice. Very enjoyable.

[oscarwilde87_1 · Calificación: 3 de 5 estrellas]

Imagine the following scenario. The Queen of England haphazardly stumbles upon a traveling library at Buckingham Palace and borrows a book simply because she feels it is expected of her to please the librarian. The Queen reads the book, wants to return it and finds herself borrowing more. To her own surprise, she develops a liking for books, although she considers herself a 'doer' and does not see reading as 'doing'. Her new-found habit influences the way the Queen carries out her duties, the way she treats the people around her and the way she sees life. This, roughly, is the outset of The Uncommon Reader by Alan Bennett, a little novella of less than a hundred pages.First of all, I found the idea quite intriguing. Seeing the impact reading might have on the Queen makes for some interesting reading. Bennett explores this idea in a quite humorous way, although I have to say that all in all I found the book a little boring to read. And that is my major issue here, other than the idea of the book I found there was not much more to it. As the book is rather short it was easy to finish, but I believe that I would have struggled finishing it had it been longer. Reading until the end was, however, worth it, as the ending actually quite surprised me and struck upon an interesting issue to think about. Now spoilers here, though. All in all, 3 stars.

[literature_owl · Calificación: 4 de 5 estrellas]

This short story was very up-lifting and kept my attention. It follows the Queen of England in her quest of developing her love of reading. Obviously, as the Queen, she has read many books and tutored in various subjects, but was never raised that reading could be enjoyable or for pleasure. After finding that the palace has a traveling library that arrives every Wednesday. Here is where we meet Norman, her soon to be accomplice in her growing addiction.Over time the Queen finds that her love for reading expands beyond the normal interest and becomes an obsession. She is disregarding duties, hiding books in cars, and often finding a way to gain more time to read. This creates an issue with the Prime Minister and other members of the court, who find that her time is not being dedicated appropriately. The plot has a slight twist, with deceitful act by her court and an unpredictable Queen's reaction, leaving you wonder how her passion results in her place in the monarchy. I rate this 4 stars. The writing style is easy to comprehend and written with a modern twist. There is humor threaded throughout the story and the Queen is as entertaining as in real life. I would suggest this for 16 and up, because of some sexual innuendos hidden throughout the story.

[amanda4242_1 · Calificación: 4 de 5 estrellas]

This is a light, charming, and amusing little book that I breezed through in about an hour. It was just the thing I needed after having to plow through Paradise Lost for an English class!

[jenritchie · Calificación: 4 de 5 estrellas]

Delightful...

[maxernst11 · Calificación: 2 de 5 estrellas]

Zeer geestig boekje over de koningin die een leesverslaving opdoet, met verregaande gevolgen. Het slot is wat flauw.

[alexanderds · Calificación: 4 de 5 estrellas]

Cute book.

[solanum_1 · Calificación: 4 de 5 estrellas]

Sometimes "meta" books can get too tiring- you just want to enjoy the book without continually looking up and being mindful of your place in the book and vice versa. This book was not tiring in the least. It was a new genre for me, but I love to read, so I thought I'd give it a try.I enjoyed being privy to the personal routines and aspirations of England's queen, and watching them evolve along with her interests. A wonderful book for a short weekend.I received an advance reader's copy of this book from the LT Early Reviewer program. Tucked inside was a postcard from the publisher to submit comments and also to recommend a friend who would like the book- they'll send a copy to your friend. I don't want to take advantage of the publisher's generous offer, as I know many people who would like the book- I'll just have to lend mine out.

[lfamous_1 · Calificación: 3 de 5 estrellas]

Quick, fun read.

[bndancer23 · Calificación: 5 de 5 estrellas]

Love the ending. Charming.

[niquetteb · Calificación: 3 de 5 estrellas]

This book did not live up to my expectations. After having read Mrs. Queen Takes the Train, this novella came across as quite dry and boring. Thankfully it was a short read.

[bpompon_1 · Calificación: 5 de 5 estrellas]

Absolutely delightful!

[greeniezona · Calificación: 5 de 5 estrellas]

This book is such a lovely example of why I participate in book challenges. How would I have ever discovered this book if not for hanging out in Book Riot's Read Harder discussion for books written by an author over the age of 65? (Also the topic for one of the squares in my book bingo at work.)

I chose this book as the first book for the read-a-thon that Jefferson and I participated in, and it was fantastic for that purpose. At 120 pages, it was a good way to feel accomplished early in the day, plus, as a meditation on the transformative powers of reading, the subject matter made it a great kick-off as well.

In the hands of a lesser author, this easily could have been a fully, cute story, but bennett sneaks in all sorts of challenging thoughts about power, manners, and politics, thoughts that will slide quietly into your brain as you read contentedly away, then wiggle around in the days and weeks to come, raising questions and subtly reorganizing old assumptions.

Ah, the unexpected consequences of the queen wandering into a book-mobile!

[theidlewoman · Calificación: 4 de 5 estrellas]

Light-hearted, playful examination of the joys of reading and the perils of letting it take over one's life. Bennett's touch is, as always, deft and erudite. Definitely the kind of story that leaves you with a list of 'books I must now go and read'.

[veracite · Calificación: 5 de 5 estrellas]

What a treasure.

[brangwinn · Calificación: 4 de 5 estrellas]

Great story for people who love books. Turning Queen Elizabeth into a bookworm ignoring her other duties makes for a fun short book to read.

[mmoj_2 · Calificación: 4 de 5 estrellas]

I enjoyed this book, at only 120 pages it is a fast read. This is a book designed for a book lover. There are so many references to authors and books that you will need to do what the Queen did -start a notebook. (edited, never write in the middle of the night - wait till the next day)

An enjoyable book that I will be reading again.

[captainsgirl · Calificación: 2 de 5 estrellas]

A silly short book.

[ffortsa · Calificación: 3 de 5 estrellas]

This is a novella fantasy of Queen Elizabeth II developing a habit of reading that gradually increases her empathy and makes her restless in her role. Light and fun, probably more of a giggle for Brits than for me. But it does point out that reading, especially reading the classics, is a humanizing and creative act. But we knew that already, didn't we?

[booktothefuture · Calificación: 4 de 5 estrellas]

One was most amused.

[eaterofwords · Calificación: 4 de 5 estrellas]

I expected this concept to be trite but was delighted to find nuggets of ingenuity here and-- well, really, the entire book (it is quite short, a novella) is a nugget of ingenuity.

[clue_4 · Calificación: 4 de 5 estrellas]

A short novella, 120 pages. Queen Elizabeth becomes a reader after visiting a mobile library. All manner of things begin to happen once she is hooked on books, including a neglect of her duties according to some. Bennett has to be a true reader to have given the Queen the thoughts she has once she begins to read literature. You may recognize some of your own behavior in these pages!

[books_ofa_feather · Calificación: 5 de 5 estrellas]

"--a life, as Lady Bracknell says, crowded with incident."As my Gran's illness overtook her body this year my Mum encouraged me to find ways to spend more time with her. And so we embarked on reading The Uncommon Reader together. I read aloud in a sometimes cockney, sometimes proper British, accent depending upon the emotions of the day. My Gran has always had a soft spot for the Queen and I can only imagine her love of reading and time spent with me lent itself nicely to the experience of reading together. Sadly she passed away before we could finish it and I was hard pressed to want to pick it up and finish it without her, but I knew her bibliophile spirit would want me to proceed as necessary (insert wink).I thoroughly enjoy "name droppers" in fiction and non-fiction. The chore of keeping a pen and paper handy makes the experience that much more memorable. It was easy to imagine the characters acting just as Mr. Bennett described, all proper and ill behaved at times. This is a definite keeper and read-again someday.

[ladyofthelodge · Calificación: 5 de 5 estrellas]

Reading this again, still fun and very tongue in cheek. The Queen becomes a reader and a writer, with interesting effect upon her courtiers and a final surprising result! No spoilers!Read this one for the July Category Randomcat Challenge.

[leslie398 · Calificación: 5 de 5 estrellas]

I found this novella charming and humorous. It was a quick and easy read which has a lot more to it than first appears. The more I think about this book, the more it seems to say - about the nature of reading, the effects books have on people, and on government & democracy.

[rglossne · Calificación: 4 de 5 estrellas]

Charming novella about the Queen of England coming to serious reading late in life. I listened to it read by the author.

[naggedman · Calificación: 4 de 5 estrellas]

Short - and very, very sweet!

[librarycin · Calificación: 3 de 5 estrellas]

This is a novella. The Queen becomes interested in reading when a travelling library stops nearby. Unfortunately, this starts to affect her duties, so the people around her are concerned about it.It was ok. I'm not sure I was as enchanted by it as a lot of people. It only took a couple of hours to read.

[pool_boy · Calificación: 5 de 5 estrellas]

Delicious little story. Love the language, love the style, love the idea, and most especially love the ending. A real treat. You can read it in one sitting, but you will soon realize you want to drag the story out for as long as possible.