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La fragua cero
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La fragua cero

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Bajo el título de La Fragua Cero detrae la autora su escritura y la conduce por el claroscuro de un taller en el que, a través de las Sombras, los Destellos y, finalmente, la Luz -manifestaciones propias de una fragua-, "se va abriendo el lenguaje para devolverlo a su incandescencia original, como considero que logra la experiencia poética."

De este modo se ha dividido el contenido de La Fragua Cero en tres secciones: Sombras, Destellos y La Luz. La sección de Sombras comprende un total de nueve relatos, dispuestos según su densidad y oscuridad. El capítulo de Destellos se compone de una serie de versos breves, en un lenguaje despojado y más resplandeciente, entendidos como las chispas que saltan anunciando la luz, que no es otra que la poesía. El capítulo final, La Luz, es un recorrido por algunos de sus poemas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento12 abr 2016
ISBN9788494522161
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    La fragua cero - Gabriela Amorós

    Trinidad

    Prólogo

    La poética del imaginario

    de Gabriela Amorós Seller

    Justo Sotelo

    (Doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada)

    1. Gabriela Amorós Seller, una escritora clásica y posmoderna a la vez

    Un texto debe ser expresivo, intenso y poético para que atrape desde el principio la atención del lector. Teóricamente suele admitirse que el lector dirige su mirada desde el fondo de la obra hacia la forma, así como que el escritor tiene que convencerle de la bondad de sus argumentos en el sentido contrario. La conjunción entre lo consciente y lo inconsciente es esencial para que se encuentren las miradas del escritor y el lector, la necesidad de que el furor poético de Platón y la poiein de Aristóteles se den la mano y transporten a otro mundo posible a la persona o personas que se han decidido a cruzar la puerta de la lectura. La obra que trasciende a las demás obras en su género se construye sobre las cualidades de sus niveles semióticos y los impulsos de la fantasía y la imaginación, que se concretan en los temas literarios universales del tiempo, el espacio y el otro.

    Las palabras expresividad, intensidad y poeticidad se encuentran en la base de la mirada creadora de Gabriela Amorós Seller. Amorós es una abogada alicantina de cuarenta años que lleva el sentido de la creatividad en su interior, quizá desde que era niña, algo que se desborda en el instante en que se pone a escribir poesía y narrativa, o simplemente a pintar (como ha hecho con la portada de este libro, que generosamente me ha dedicado), de tal forma que a veces no es fácil distinguir cuándo está haciendo una cosa o la otra.

    A partir de este razonamiento podría preguntarse de dónde le viene la inspiración al artista en general y a Amorós en particular. García Berrio se ha referido al principio generador de la inspiración, que no es otro que el impulso, es decir, el complejo psicológico de base (García Berrio, 2011). De ese inconsciente creador se pasa a su lado consciente, sin olvidar el momento histórico en que se vive, es decir, el espíritu imperante en la época. En unas ocasiones son los elementos fonoacústicos, como las asociaciones psicológico-fantásticas de imágenes y las sensaciones con ciertos sonidos, los que otorgan calidad a los textos de Amorós (sobre todo de poesía). En otras son los contenidos rítmico-sintácticos y temático-semánticos los que confieren el rasgo de universalidad a su escritura, dentro de una corriente estética que podría denominarse de la sentimentalidad, lo que la emparenta con una línea creativa que tiene su origen en la Grecia clásica, ya que nace con la Poética de Aristóteles y llega hasta Max Scheler, ya en el siglo XX, pasando por Horacio, Longino, los románticos ingleses y alemanes, y Hegel y Fichte, entre otros.

    Amorós es una escritora de raíces clásicas que ha leído y estudiado a los grandes autores de la literatura universal, pero que es consciente de que está elaborando su obra en el presente. El tiempo actual es el de la posmodernidad, que se caracteriza por un inevitable proceso de mundialización, algo que no es incompatible con el aislamiento de los individuos que leen o no, el papel decisivo de tales lectores, las historias con un final abierto, el carácter especular del discurso y el dominio de lo ecléctico y la nueva hiperrealidad (ver Sotelo, 2011). En ese sentido, Amorós es una escritora de su tiempo, posmoderna, a la que podría emparentarse con el mundo del barroco frío, con el realismo mimético lejos de sus postulados, a pesar de los intentos de muchos teóricos para recuperarlo como paradigma literario en el siglo XX. En la obra de Amorós se mezclan los géneros (lo que se pone claramente de manifiesto en los relatos), se confunden la fantasía y la realidad, se avanza hacia el presente del instante en los breves poemas de la segunda parte con la ayuda de la entropía y se concluye en una tercera parte donde lo místico se une a lo cotidiano, el tiempo se hace espacio y el yo narrativo y poético se convierte en una especie de otro que es tanto creado como creador, fundamento y fin de la propia obra. Es un otro que representa de la misma forma a los dioses que al amante, la reconstrucción del cuerpo y el espíritu en un único concepto e ideal. Él y ella se convierten en uno solo, vuelan como los pájaros en busca de su paraíso y se clavan, se zarandean, se crean y recrean gracias al lenguaje y el continuo movimiento hacia dentro y hacia fuera de sí mismos. De alguna manera adquiere sentido la famosa frase de Rimbaud, yo es otro, que se va apoderando, imperceptiblemente, de los poemas de esta parte de la obra, tan intensos como expresivos. Ahora la identidad se ha convertido en alteridad, y este hecho permite cerrar el ciclo que se iniciaba con el peculiar lenguaje de los relatos.

    2. El acierto estético de La Fragua Cero

    Este libro busca que la magia de la literatura se ponga en manos de los lectores con sinceridad y elegancia. Es pura literatura que no oculta su pretensión de intentar entender lo que representa el mundo, tanto interior como exterior. A veces brinda a los lectores una visión antropológica del ser humano, como conjunto de individuos que constituyen una sociedad que surgió en una época determinada, se construyó con relatos orales

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