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Los estudiantes del 28. (El Desafío de la Historia. Vol. 4)
Los estudiantes del 28. (El Desafío de la Historia. Vol. 4)
Los estudiantes del 28. (El Desafío de la Historia. Vol. 4)
Libro electrónico197 páginas1 hora

Los estudiantes del 28. (El Desafío de la Historia. Vol. 4)

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En El Desafío de la Historia, Vol. 4, puedes leer un dossier que habla sobre la famosa Generación del 28, un grupo de muchachos que sacudió a Venezuela del sopor de una horrenda pesadilla que ya era interminable. Este número versa sobre ellos, sobre sus símbolos, su significación histórica, sus testimonios íntimos, sobre ese episodio coetáneo que gira en torno a un barco llamado Falke. El lector, así lo sabrá apreciar estamos seguros, tiene en sus manos unos textos de gran factura y contenido.

Pero aquí no termina este número de El Desafío de la Historia. La gran pluma de José Balza rescata unos “bohemios” de los siglos coloniales, y Manuel Donís Ríos hace lo suyo con un personaje, de esos tiempos, al que quisieron hacer rey.

La descripción de los ritos funerarios que nos entrega Rosalba Di Miele es notable, por decir lo menos, y qué no decir de lo que ahora adicionalmente sabemos acerca de don Vicente Salias, por causa de Juan Carlos Reyes. Pero los lectores también se van a encontrar con un personaje asombroso: Alberto Lutowski. Préstenle unos minutos y no se sorprendan si terminan diciendo que la palabra “asombroso” se queda corta. En fin, las secciones de siempre: música, cine, humor, deporte, además de un simpático relato sobre la sempiterna cuestión de “la adulancia” y otro sobre la buena mesa como el espacio ideal para buscar convencer y persuadir.

IdiomaEspañol
EditorialAdoro Leer
Fecha de lanzamiento25 ene 2016
ISBN9781311490810
Los estudiantes del 28. (El Desafío de la Historia. Vol. 4)
Autor

Macpecri Media

Somos Macpecri Media, un medio de comunicación especializado en transmitir contenido de alta calidad cultural, que llega a los segmentos del mercado que le gusta que le hablen con cultura, el cual estimamos que equivale a un 20% de la población.Nuestra Visión es ser un rentable Medio de comunicación de referencia de habla hispana, por difundir y consolidar el conocimiento de la historia y la cultura, a través de medios especializados, innovadores, impactantes y entretenidos.Nuestra Misión es evolucionar, de manera rentable, hacia la conversión de un medio de comunicación multicanal, novedoso e innovador, especializado en la producción, impresión, difusión y distribución de productos comunicacionales con alta calidad y credibilidad, de contenidos y materiales impresos o digitales, orientados a segmentos específicos del mercado que represente, para el publico objetivo, un gran interés por su relevancia en su compresión del mundo que se desenvuelve y para los anunciantes la mejor vía para enviar un mensaje, a su público objetivo, de la manera directa, precisa y con gran interés e impacto; representando para nuestros clientes una vía segura y atractiva de incrementar su rentabilidad.

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    Los estudiantes del 28. (El Desafío de la Historia. Vol. 4) - Macpecri Media

    Los estudiantes del 28; la generación del 28. Bella, ¡cómo dudarlo!, esta palabra generación. Pero entendámonos. Más que haber nacido unos años antes y tener, cuando corría 1928, los ojos y el espíritu muy abiertos; o que haberse nutrido de unas fuentes comunes por leer los mismos autores; o que creer, como grupo, en ciertas ideas inspiradoras, la generación del 28, en verdad, es lo que ese grupo de muchachos generó para el país que habría de venir. No nos despertaron de un sueño dogmático, como alguien dijo hace mucho tiempo. Más bien nos sacudieron del sopor de una horrenda pesadilla que era ya interminable.

    El dossier que se entrega versa precisamente sobre ellos, sobre sus símbolos, sobre su significación histórica, sobre sus testimonios íntimos, sobre ese episodio coetáneo que gira en torno a un barco llamado Falke. El lector, así lo sabrá apreciar estamos seguros, tiene en sus manos unos textos de gran factura y contenido.

    Pero aquí no termina este número de El Desafío de la Historia. La gran pluma de José Balza rescata unos bohemios de los siglos coloniales, y Manuel Donís Ríos hace lo suyo con un personaje, de esos tiempos, al que quisieron hacer rey.

    La descripción de los ritos funerarios que nos entrega Rosalba Di Miele es notable, por decir lo menos, y qué no decir de lo que ahora adicionalmente sabemos acerca de don Vicente Salias, por causa de Juan Carlos Reyes. Pero los lectores también se van a encontrar con un personaje asombroso: Alberto Lutowski. Préstenle unos minutos y no se sorprendan si terminan diciendo que la palabra asombroso se queda corta. En fin, las secciones de siempre: música, cine, humor, deporte, además de un simpático relato sobre la sempiterna cuestión de la adulancia y otro sobre la buena mesa como el espacio ideal para buscar convencer y persuadir.

    Breves nacionales

    La primera estrofa contra Bolívar

    Corre el año de 1814 y la República fracasa de nuevo en Venezuela. Los realistas salen de sus escondites para aclamar a los vencedores. También salen los versificadores a mostrar su antagonismo frente a la insurgencia. Entre ellos, el escritor del siguiente verso:

    "Bolívar, ¿do están tus tropas?

    —No preguntes zoquetadas

    Mis tropas son de mujeres

    Y andan hoy en retirada".

    El lector observará cómo utiliza el género femenino para sugerir la cobardía del héroe derrotado. Se trata de un texto anónimo, seguramente el primero que se compone en verso contra el Libertador. De allí su interés.

    Blanco White

    el canónigo liberal

    El español José María Blanco White fue tal vez el peninsular de mayor influencia entre los hombres que realizaron la independencia de América. Entre 1810 y 1840 redactó un periódico de gran prestigio, El Español, que de preferencia se ocupaba en la política de España e Hispanoamérica. Sus lectores fueron infinitos, así como sus imitadores. Departía con los masones en Granada y en Madrid. Fue compañero de andanzas y contertulio de Miranda. Conoció a Bolívar en 1810, durante su paso como diplomático en Londres, y estableció desde entonces una duradera relación con Andrés Bello. Era considerado como un oráculo por los jóvenes que viajaban desde ultramar, y gozó de gran reputación en el mundo británico de su tiempo. Había sido sacerdote católico y canónigo en Sevilla. Emigrado a Londres, abrazó el anglicanismo y llegó a ser canónigo de Westminster Abbey. No satisfecho en su angustiosa búsqueda de los caminos de Dios, adhirió a la fe unitaria de la que fue una figura de especial relieve. Ningún examen de la cultura y de la política hispanoamericanas de la primera mitad del siglo XIX queda completo sin referencias a la obra de este insólito personaje.

    BOLÍVAR Y BELLO

    discuten de literatura

    En 1806, el joven Andrés Bello leyó dos de sus traducciones en una recepción efectuada en la casa del joven Simón Bolívar: las versiones castellanas del quinto libro de la Eneida, y la Zulima, tragedia de Voltaire. El trabajo del texto de Voltaire fue criticado por el anfitrión. Consideró que la traducción no estaba mal, pero que el traductor había perdido el tiempo ocupándose de una obra mediocre. Sin embargo, Bello justificó su labor desde una perspectiva profesional que condujo al silencio del bisoño censor. Realmente no era Zulima digna de atención frente a otras creaciones de Voltaire, concedió al interlocutor, pero era la única de las tragedias del gran autor que no se había traducido del francés. De allí el aporte que ahora ofrecía y lo injustificado de la reacción. Los pormenores de esta anécdota fueron suministrados por el propio Bello a uno de sus biógrafos más calificados, Miguel Luis Amunátegui

    LA ORGANIZACIÓN DE LOS CABILDOS

    Entre los reinados del emperador Carlos I y de su hijo, Felipe II (1523-1630), las ordenanzas sobre poblaciones determinaron la estructuración de los cabildos en las ciudades metropolitanas, en las villas y lugares. En cada caso, la importancia de la fundación se expresaba a través del número de integrantes de la corporación municipal. Se fijó que las ciudades principales tuviesen doce regidores. Correspondían seis a las villas y pueblos, en las cuales el número de alcaldes no podía pasar de dos. Caracas, como urbe metropolitana, tuvo doce regidores, pero con el tiempo llegó a tener dieciséis. Los miembros principales del Cabildo eran los regidores y los alcaldes, pero la presidencia de la institución estaba reservada al Gobernador o a su lugarteniente. Los primeros regidores de la ciudad eran nombrados por el fundador, y se renovaban al año mediante elección efectuada por los vecinos principales. El oficio de regidor se proveyó más tarde por ventas en remate, en las cuales se prefería como postores a los pobladores de mayor antigüedad. Además del presidente, de los regidores y alcaldes, formaban parte del cabildo: el Alférez Real, el Procurador o Síndico, el Fiel Ejecutor el Alguacil Mayor y los escribanos de Cámara.

    EL TEATRO MUNICIPAL EN TIEMPOS DE CRESPO

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    Estampa

    La influencia del cine y de sus actrices marcaron las nuevas pautas del juego de la seducción y de las apariencias. Figuras como Mae West, Vivian Leigh, Greta Garbo y Claudet Colbert se transforman en el objeto de deseo y en el modelo a imitar. El cine glamoroso del Hollywood de los años 1930 dejará su impronta en la sociedad caraqueña.

    Margot Boulton Pietri Fotografía de Alfredo Boulton (cerca de 1935)

    Colección Archivo Fotográfico de la Fundación John Boulton. Caracas

    Historiadores

    Manuel Pérez Vila

    Nacido en Gerona el 3 de septiembre de 1922 y fallecido en Caracas el 8 de mayo de 1991, Manuel Pérez Vila es uno de los lúcidos historiadores que hacen de la investigación sobre el pasado un oficio profesional y convincente entre nosotros. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Burdeos y Profesor graduado en la Universidad de Tolosa, llega a Venezuela hacia finales de 1948 para comenzar una actividad de investigación, docencia y promoción cultural que lo convierten en pilar de la modernización de la historiografía nacional. Desde entonces mantiene una relación de amistad y trabajo con el maestro Pedro Grases, quien lo introduce en el medio intelectual y

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