La plegaria de Josafat

Por Gabriel Agbo

¡Es posible ganar toda batalla en esta vida! Todas las batallas que enfrentamos ya sea como individuos o como grupos, son representadas en tres categorías-guerras, enfermedades y hambre.  Las guerras representan oposiciones ya sea físicas o espirituaes, batallas y conflictos que enfrentamos a diario. Las enfermedades ingluyen todos los malestares, infecciones, enfermedades curables e incurables. Luego, el hambre o la sequía comprenden todas las carencias económicas, financieras y otros desafíos. Y en este libro, efectivamente demostramos que siempre es posible pasar por estos desafíos  y salir victoriosos

Aquí encontrarás principios establecidos y probados que permanentemente te podrán del lado de la victoria. Son realmente probados, divinos, universales y eternos. ¡No pueden fallar! Aquí encontrarás diez capítulos bien cargados y poderosos: La Plegaria de Josafat, Dios del Cielo y de la Tierra, Esta es nuestra Herencia, La guerra, las enfermedades y el hambre, Ve cómo nos recompensan, ¿No los detendrás? No temas ni te desanimes: No es tu batalla,  Sal y toma tus posiciones y El Poder de la Alabanza. También hemos establecido una cantidad de puntos para la oración al final de cada capítulo que te traerán resultados inmediatos.  ¡Que Dios te bendiga abundantemente!

• Idioma: Español
• Editorial: Gabriel Agbo
• Fecha de lanzamiento: 6 abr 2019
• ISBN: 9781507112366

Vista previa del libro

Plegaria de Josafat

Oh, Dios nuestro, ¿no los detendrás?

Por  Gabriel Agbo

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Copyright – Gabriel Agbo (2014)

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ISBN-13:

978-1505438512  

ISBN-10:

1505438519 

Todos los derechos reservados: Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio sea este electrónico o mecánico, de fotocopia, de grabación ni de cualquier otra manera o por un sistema de almacenamiento o recuperación de información, sin la previa autorización por escrito del autor.

Todas las citas bíblicas usadas en esta obra corresponden a la Nueva Traducción Viviente (NLT) de la Santa Biblia, salvo indicación contraria.

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Del autor del bestseller El Poder de la Oración de Medianoche (Power of Midnight Prayer)

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Introducción

¡Puedes ganar toda batalla en esta vida! Todas las batallas que libramos  ya sea como individuos o como grupos, se representan en tres categorías- guerras, enfermedades y hambruna. Las guerras representan  enfrentamientos, batallas y conflictos  tanto físicos como espirituales, que  vivimos día a día.  Las enfermedades incluyen todo tipo de dolencias, infecciones, males curables e incurables.  Luego, la hambruna o la sequía extrema comprenden todo tipo de faltante económico o financiero y otros desafíos.  Y en este libro, mostramos efectivamente que es posible pasar por estos retos y salir victoriosos siempre.

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Aquí encontrarás principios establecidos y probados, que te colocarán  permanentemente del lado de la Victoria. Son completamente probados, divinos, universales y eternos.  ¡No pueden fallar! Aquí encontrarás diez capítulos poderosos de gran contenido: La Plegaria de Josafat, El Dios del Cielo y de la Tierra, Esta es Nuestra Herencia, La Guerra, Enfermedades y Hambre, Ve cómo nos Recompensan, ¿No los detendrás?, No Temas ni te Acobardes; No es tu  Batalla, Así dice el Señor, Marchen y Tomen sus Posiciones, y El Poder de la Alabanza. También hemos establecido puntos poderosos de oración que te otorgarán resultados inmediatos al final de cada capítulo. ¡Feliz lectura!

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Gabriel Agbo

www.authorsden.com/pastorgabrielnagbo

DEDICATORIA

Dedico este libro a Tinuola Afilakapor su amor hacia Dios y Su pueblo. Tus actos de total dedicación, lealtad, humildad tan poco común y benevolenciacontinuarán hablando por ti y los tuyos ante Dios por muchas generaciones futuras. Como Dorcas, continuará atrayendo  el poder de la resurrección sobre ti. Y así como Jesús le dijo a esa mujer, tus acciones seguirán siendo recordadas mientras se propague este mensaje. ¡Que Dios te bendiga!-¡Amén!

Contenido:

Introducción

Dedicatoria

Capítulos

Plegaria de Josafat

El Dios del Cielo y de la Tierra

Es Nuestra Herencia

Guerra, Enfermedades y Hambre

Ve Cómo nos Recompensan

¿No los Detendrás?

No Temas ni te Acobardes

¡Así Dice el SEÑOR!

Marchen y Tomen sus Posiciones

10.El Poder de la Alabanza

¡No temas! ¡Que no te acobarde este poderoso ejército, porque la batalla no es tuya, sino de Dios.

- Dios.

Plegaria de Josafat

Capítulo Uno

Plegaria de Josafat

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¡Puedes ganar toda batalla en esta vida! Puedes salir victorioso de cada desafío de la vida si comprendes y sigues los principios divinos que vamos a discutir aquí.  La vida es una guerra y como en toda guerra, debes esperar muchas batallas. En esta vida habrá batallas, problemas, desafíos, pruebas y tentaciones.  Se presentan de diferentes formas y en diferentes momentos; algunas son predecibles y otras inesperadas.  Algunas de ellas provienen de lugares conocidos y otras de orígenes inimaginables. Algunas de estas batallas serán espirituales, otras económicas y otras físicas. Mientras estés vivo se presentarán. Jesús tuvo tanta razón cuando dijo que en este mundo tendrás contrariedades, problemas y tribulaciones. Y Job también estuvo de acuerdo con Él al decir que esta vida está llena de problemas. ¡Verdad!

Sí, todo lo expresado arriba es correcto, pero Dios también nos dio los principios que nos guiarían a la victoria y, afortunadamente,  los puedes ver en el encuentro entre Judá y las tres naciones que se levantaron contra ellos. Los Amonitas, Moabitas y Edomitas de repente declararon la Guerra contra Josafat y su pueblo y antes de que el rey supiese lo que sucedía, este gran ejército ya estaba marchando en cercanías de Judá. La amenaza fue real, repentina, masiva e inminente.  En medio de esa desesperación, Josafat reunió a su gente, declaró el ayuno y se dirigió a la casa de Dios para buscar Su rostro: 

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Después, los ejércitos de los Moabitas, Amonitas y algunos de los Menitas declararon la guerra contra Josafat. Vinieron los mensajeros a decirle a Josafat: Un gran ejército de Edom viene marchando desde más allá del Mar Muerto.  Ya están en Hazazon-tamar. (Este era otro nombre para En-gedi.) Josafat se alarmó con esta noticia y buscó al SEÑOR para que lo guiara. También dio órdenes de que todos en Judá se pusieran a ayunar. Entonces la gente de todas las ciudades de Judá vinieron a Jerusalén a buscar al SEÑOR.

2 Crónicas20:1-4

Tu victoria en el tiempo de la prueba está determinada por tu relación con Dios antes del desafío y tu actitud durante ese período. Josafat siempre había mantenido una buena relación con Dios y ahora que tenía un gran desafío en sus manos, naturalmente, su primera reacción fue  también buscar el rostro de ese, su Dios, para que interviniera. ¿Cuál es tu relación con Dios? ¿Adónde acudes primero en el tiempo de la prueba? En otras palabras, ¿dónde están puestos tu corazón y tu confianza?  Los de Josafat estaban en el Dios de Israel y es por eso que sin pensarlo, corrió hacia Él inmediatamente por ayuda. Personalmente, he aprendido a ir corriendo hacia Dios para buscar Su ayuda en cualquier momento en que se me presenten desafíos. Y siempre salgo victorioso.

Mientras escribo recuerdo que hace algunos años, cuando era joven, trabajaba para una editorial. Tenía entonces apenas 20 años y acababa de entregar mi vida a Cristo. Mi jefe en la oficina permanentemente me amenazaba con echarme del trabajo.

Entonces un día, me envió una nota diciendo que el día siguiente sería mi último día de trabajo. Yo ya no sabía qué hacer porque él había comentado a todos su decisión. Hasta mi papá, quien me contó que una vez había ayudado a ese hombre, recibió el mensaje.

Ese buen día, al arrodillarme a orar, abrí mi Biblia, desdoblé la carta de citación, y coloqué mis manos sobre una parte de las escrituras que demostraban cómo Dios milagrosamente liberó al pueblo de Israel de una inminente amenaza de derrota y destrucción por parte de un rey pagano; quien había dicho con orgullo que ni el Dios de Israel sería capaz de liberarlos de su mano.

Después de la oración, me dirigí a la oficina. Entonces no sabía qué pasaría, y todo lo que hice fue pedir a Dios que intervenga y me salve de la amenaza de aquel hombre.  Pero recibí entonces el shock de mi vida. Cuando me acercaba a la entrada de la compañía, el personal de seguridad me preguntó si me había enterado de lo sucedido esa mañana, a lo que respondí que no.  Luego me dieron la noticia de que mi jefe estaba muerto. ¡Dios mío!  Les pregunté qué le había sucedido  ya que él en persona me había citado en