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Pack Ahorra al Comprar 2 (No 063): Atrae el dinero con la ley de la atracción & El Misterio de los Creadores de Sombras
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Libro electrónico579 páginas7 horas

Pack Ahorra al Comprar 2 (No 063): Atrae el dinero con la ley de la atracción & El Misterio de los Creadores de Sombras

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Atrae el dinero con la ley de la atracción

Ximo Despuig

En este libro, basado en los artículos de Steve Pavlina, (un hombre que levantó un negocio millonario de autosuperación de la nada por el método de la entrega de valor al lector) descubrirás que el verdadero motivo por el que nos cuesta tanto ganar mucho dinero es porque no nos creemos merecedores de ello. La buena noticia es que hay métodos para romper las costumbres arraigadas y atraer la abundancia a nuestras vidas. Uno de esos métodos es la Ley de la Atracción.

Descubre de qué manera Steve rompió sus propias barreras y después... hazlo tú.

+

El Misterio de los Creadores de Sombras

J. K. Vélez

El libro que estás a punto de comprar ha tardado veinticinco años en completarse. La historia transcurre en los años ochenta porque el escritor comenzó a escribirla en los ochenta, cuando aún era un niño. Si, como a él, te entusiasmaron Los Goonies, no deberías perderte esta novela.

Sinopsis: Un grupo de amigos empieza a darse cuenta de que a su alrededor están pasando cosas extrañas. Los animales parecen vigilar sus movimientos, hay terremotos cuyo epicentro es su instituto y reciben una carta del tío de uno de ellos, un espeleólogo que al parecer puede prever el futuro y que les pide que emprendan una arriesgada misión de rescate. Por si fuera poco hay un asesino en serie pululando por el condado y pronto empezarán a sospechar que algo aún más terrible e inimaginable acecha en las sombras...

580 páginas de pura delicia.

IdiomaEspañol
EditorialPROMeBOOK
Fecha de lanzamiento22 may 2015
ISBN9781311272645
Pack Ahorra al Comprar 2 (No 063): Atrae el dinero con la ley de la atracción & El Misterio de los Creadores de Sombras

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    Pack Ahorra al Comprar 2 (No 063) - Ximo Despuig

    ATRAE EL DINERO CON LA LEY DE LA ATRACCIÓN

    Ximo Despuig


    Basado en los artículos de Steve Pavlina


    Sin título:Users:jkvelez:Documents:Escritor:amazon:Pack ahorra al comprar 2:Pack ahorra al comprar 2 - 062:Atrae el dinero - Despuig.jpg

    LA RELATIVIDAD FINANCIERA

    ¿Cuánto dinero es una gran suma?

    Muchas veces no conseguimos aquello que deseamos porque lo que deseamos se encuentra muy alejado de nuestra zona de confort. Hazte esta pregunta. ¿Cuánto dinero es una gran suma? ¿500 dólares es una cantidad grande o pequeña? Depende de tu perspectiva.

    Si en la actualidad estás atrapado en una mentalidad de escasez, puede parecerte una suma enorme. Si, por el contrario, asumes la mentalidad de los ricos, puede representar una cantidad pequeña.

    Yo solía pensar que 500 dólares era mucho dinero. Ciertamente parecía serlo cuando terminaba el mes con menos de 100 dólares en total. Si ganaba o perdía un extra de 500, eso suponía una diferencia significativa en mis finanzas para los siguientes meses. Un extra de 500 dólares era una cantidad significativa de dinero.

    Pero después de cambiar mi forma de pensar sobre el dinero con el fin de atraer más abundancia a mi vida, 500 dólares comenzaron a parecer una cantidad pequeña. Hoy 500 dólares representa el dinero que puedo llevar en efectivo en la cartera. Ganar o perder 500 dólares no representa una diferencia real en mis finanzas. 500 dólares, pues, es una cantidad bastante insignificante.

    Una vez que conseguí acercar mi modo de pensar a ese punto (lo que hice a base de imaginar lo que se siente estando ya realmente allí), no pasó mucho tiempo antes de que mi realidad comenzara a reflejarlo. Me convertí en un imán para atraer grandes sumas de dinero. En un momento de mi vida tener 100.000 dólares en el banco me parecía ser muy rico. Ahora es algo natural y no lo siento como una cosa demasiado especial.


    Algunos ejemplos de relatividad financiera

    He aquí algunos ejemplos para ayudar a arrojar algo de luz sobre el concepto de la relatividad financiera.

    Un agente de bienes raíces piensa que tener 50.000 dólares en efectivo es normal.

    Poco después de mudarme a Las Vegas en 2004, estábamos mi mujer y yo charlando con un agente inmobiliario local que nos dijo que le gustaba tener al menos 50.000 dólares en efectivo a mano en todo momento (no para la inversión, sino como dinero personal). Erin y yo cruzamos una mirada burlona. Pensamos que debía ser muy estirado o elitista para sentirse así. ¿Para qué iba alguien a necesitar tanto dinero?

    Con el tiempo nos dimos cuenta de que nuestra reacción a su declaración era precisamente lo que nos impedía que pudiéramos ahorrar o ganar hasta llegar a tener 50.000 dólares en efectivo. Nos estábamos alejando de ese objetivo al suponer que era demasiado dinero para nosotros. Tener 5.000 dólares en efectivo era lo medianamente normal para nosotros; tener 10.000 significaba que estábamos haciendo algo increíblemente bien.

    Me di cuenta de que esas cifras eran arbitrarias por lo que podía ser capaz de levantar el tope de lo que consideraba correcto o bueno para mí a voluntad. Comencé a imaginar que tenía 50.000 dólares en efectivo y a considerar que era normal tener tanto. La segunda parte era realmente la parte crítica. Para llegar a ser el tipo de persona que podría tener 50.000 dólares en efectivo tenía que sentir que era algo normal para mí, ni fantástico ni increíble. Así que traté de visualizar esa suma en mi extracto bancario y reaccionar como si eso no me excitara lo más mínimo.

    Esto puede sonar contra intuitivo, pero funcionó. Hemos sido capaces de tener 50.000 dólares en efectivo sólo cuando hemos empezado a verlo como una cantidad normal para tener en el banco en lugar de un golpe de suerte.

    Hoy en día, si yo tuviera sólo 50.000 dólares en efectivo sentiría un poco de presión financiera.

    Ahora bien, si tu reacción al leerme decir esto es similar a como Erin y yo inicialmente reaccionamos ante ese agente de bienes raíces (algo así como: Steve, te has convertido en un hijo de puta elitista codicioso), está claro que te estás manteniendo a ti mismo en un tipo de resonancia que aleja tales sumas de dinero. La gran pregunta es: ¿Por qué te haces eso? ¿Por qué no invitar a que sumas más grandes lleguen a tu vida en lugar de sentirte poco merecedor de ello? ¿Es que sufres de baja autoestima o qué?

    Ahora mismo hay una buena probabilidad de que seas mucho más rico que la mayoría de personas de este planeta. Lo que consideras normal para ti puede que alguien en peor situación lo vea como un verdadero golpe de suerte. Pero, ¿quién eres tú para poder comer cuando tienes hambre o para tener acceso a atención médica cuando lo necesitas? ¿Acaso las expectativas de los demás, lo que pueda pensar de ti alguien más pobre, te obligan a vivir por debajo de tu potencial? Más bien, si tuvieras más dinero quizá lo usaras para ayudar también a esas personas a elevar su nivel de vida a un nivel que tú consideras normal. El punto es que no hay nada malo en querer mejorar, ni en querer tener más. No hay nada malo en que seas el tipo de persona que puede tener 50.000 dólares en efectivo. De verdad que no. Tienes que cambiar el chip.


    Un jugador de póker piensa que 60.000 dólares en efectivo no es nada.

    Hace unos años, cuando aprendí a jugar a póker (sólo por diversión), observé un torneo de póker en la televisión, donde Daniel Negreanu (uno de los jugadores con más suerte del planeta) fue noqueado en la mesa final. Su premio fue de 60.000 dólares. El primer premio para el que consiguió el primer lugar fue de alrededor de 1 millón de dólares.

    En la entrevista que se les hace nada más salir de la mesa se le preguntó qué iba a hacer con todo el dinero que había ganado. Negreanu se rió con sorpresa, como diciendo: ¿El dinero? ¿A quién le importa el dinero? Perdí el torneo.

    Luego dijo algo así como: "No lo sé. ¿60.000 dólares? ¿Qué puedo hacer con eso? ¿Comprar un coche, tal vez? [Suspiró].

    Él tenía claramente la actitud de que 60.000 dólares era una cantidad pequeña, casi insignificante de dinero. No era una suma grande.

    Era como si el entrevistador hubiera dicho: Daniel, acabas de ganar un dólar. ¿Qué vas a hacer con él?. Y Daniel hubiera respondido en tono de broma, No lo sé, comprar un refresco tal vez.

    Si bien algunas personas pueden ver la actitud de Negreanu como altiva, arrogante o elitista, creo que es un reflejo de la mentalidad del rico. Esto puede ayudar a explicar por qué sus ganancias en los torneos de póker superan los 10 millones de dólares a fecha de hoy. Como 60.000 dólares representa una cantidad pequeña para él, emite la vibración de que es capaz de ganar y mantener sumas mucho más grandes. Si 60.000 dólares fuera un montón de dinero para él probablemente no sería capaz de ganar ni siquiera eso, y aunque lo consiguiera ganar en un golpe de suerte, tendría dificultades para mantenerlo.


    Un hombre de negocios piensa que 24.000 dólares es un precio justo por una hora de su tiempo

    A principios de este año pasé un par de horas hablando con un hombre de negocios que cobra 24.000 dólares por una consulta de una hora. Y sí, la gente realmente le paga esa cantidad. En tan corto período de tiempo es capaz de ayudar a sus clientes a optimizar sus negocios de tal manera que se trata de un intercambio rentable para ellos.

    Si le dijera que estoy cobrando 500 dólares por una hora de consulta lo más seguro es que se riera de mí, como si yo tuviera baja la autoestima o algo así.

    ¿Una consulta de 30 minutos con este hombre realmente vale tanto como 24 horas de consulta conmigo? ¿Tiene 48 veces más conocimiento del negocio, experiencia y sabiduría que yo? Por supuesto que no. Le pagan esa cantidad porque es lo que espera recibir. Para él, eso es lo normal. Para mí todavía parece algo increíble y por eso no puedo sentirme cómodo pidiendo más, pero… ¿Ves como en realidad es sólo una cuestión de relatividad financiera? ¿De reequilibrar nuestras creencias acerca de lo que es mucho o poco dinero?


    Sentirse cómodo viviendo en una casa de más de un millón de dólares

    Hace muchos años, Erin y yo estábamos de vacaciones en San Diego. Fue en una época en que solíamos estar con el agua al cuello o directamente en quiebra.

    Dimos un paseo en coche alrededor de Rancho Santa Fe, un barrio rico de casas que cuestan unos pocos millones de dólares cada una. Mientras conducíamos pasamos por delante de una oficina de bienes raíces y se me ocurrió una idea. Le pregunté a Erin si le apetecía un poco de diversión. Ella asintió.

    Entré en la oficina de la inmobiliaria y con confianza proclamé que Erin y yo estábamos interesados en comprar una casa en Rancho Santa Fe, con un presupuesto de entre 2 y 4 millones de dólares. (Sabía que era un rango de precios razonable porque Erin y yo habíamos comprobado las listas pegadas a la ventana de la oficina antes de entrar.) En aquel entonces yo debía tener unos 25 años.

    Un agente de bienes raíces nos recibió y nos hizo algunas preguntas. Le respondí honestamente que tenía una empresa de software en Los Ángeles. Lo siguiente fue ver cómo el agente de la inmobiliaria nos daba una vuelta por los alrededores con su Jaguar. Allí estábamos Erin y yo sin creérnoslo, visitando varias casas en venta de la zona. Fue divertido pretender que en realidad podíamos permitirnos una casa allí mientras tratábamos de no mirar aquellas mansiones como idiotas totales.

     —Hmm... Parece que será necesario repavimentar la pista de tenis pronto.

    Dejábamos caer ese tipo de comentarios cada poco.

    En aquel momento pensé que este ejercicio nos ayudaría a adoptar una mentalidad de ricos. Inspirarnos en los hogares donde viven los ricos. Pero no funcionó en absoluto. Nosotros simplemente no estábamos a la altura de ese tipo de viviendas. Era demasiado emocionante para nosotros. No nos podíamos imaginar viviendo allí, hacer que nos resultara normal. Era un salto demasiado grande.

    Cerca de 12 años después, Erin y yo fuimos a comprar una casa nueva en Las Vegas, esta vez de verdad. Nuestra gama de precio estaba entre uno y dos millones. Habíamos pagado un poco más de 300.000 dólares por nuestra anterior casa, así que esto era un gran paso adelante. Pero esta vez, cuando la inmobiliaria nos llevó a visitar los alrededores, era totalmente diferente a cuando estábamos buscando las casas en Rancho Santa Fe. Esta vez en realidad podíamos imaginarnos viviendo allí, no era una idea alejada de nuestra zona de confort. Estábamos ligeramente emocionados pero no tan abrumados. Nos fijamos en muchas casas diferentes y acabamos comprando la que fue nuestra primera opción.

    Hace años esta casa nos hubiera parecido increíble o extravagante para nosotros. Pero ahora simplemente sentimos que es natural vivir aquí. En realidad me sorprende cuando la gente nos visita. Parecen abrumados o sorprendidos por nuestra nueva casa. Sin duda disfrutamos de vivir aquí, pero no es increíble ni abrumador para nosotros.

    ¿Alguna vez has comprado cosas para ti mismo que parecen compras normales, pero que otras personas podrían considerar un lujo extravagante o un despilfarro? Lo siguiente te va a sorprender. No me estoy refiriendo a una bufanda cara o a unas bonitas botas de montaña. ¿Alguna vez has comprado un café para llevar o una botella de agua? Si  compras esos artículos con regularidad, es probable que no los consideres lujos. Son compras simplemente normales. Pero muchas personas que no llegan a fin de mes no estarían de acuerdo y dirían que estás siendo increíblemente egoísta y derrochador. Tú no necesitas el café. Y podrías beber agua del grifo y gastar el dinero en cosas realmente importantes. ¡Eres un cerdo elitista! ;)

    Lo que intento demostrar es que si piensas que algo está fuera de tu alcance, lo está. Si piensas que es normal o entra dentro de lo previsto, se convierte en eso. Sólo tienes que darte cuenta de que tu zona de confort es totalmente arbitraria. Para muchas personas en el mundo, conseguir una nutrición adecuada es un lujo. Para algunas personas lo es una casa de un millón de dólares. Tú defines tu propia zona de confort.

    Imagina tener 10 veces el dinero en efectivo y los ingresos que tienes ahora. ¿Te haría sentir incómodo, al menos al principio, si de repente llegaras a esa situación? No en tu fantasía, en la realidad. ¿Te sentirías incómodo, inseguro, indigno, ansioso? ¿Qué haría falta para que pudieras abrazar la mentalidad de que ese mayor nivel de abundancia es perfectamente normal para ti?

    El hecho de que hayas sido condicionado para creer que un cierto nivel de riqueza es normal para ti no significa que tengas que vivir siempre en ese umbral. No tienes que pasar el resto de tu vida manteniéndote fiel a unas creencias heredadas tan arbitrarias.


    El Dinero y la Ley de la Atracción

    Sé que puede parecer contradictorio intentar sentirse normal en lugar de emocionado cuando se trata de ganar más dinero pero la verdad es que un exceso de entusiasmo te impedirá recibir grandes sumas de dinero.

    Si piensas que X es una gran suma, y esa cantidad te hace sentirte ansioso o emocionado, no serás capaz de atraer y retener esa cantidad.

    En este caso, la correcta aplicación de la ley de la atracción servirá en realidad para amortiguar - no para magnificar - tus emociones, de manera que el nuevo status que deseas alcanzar comience a sentirse natural y esperado, creíble. De lo contrario entrarás en una dinámica de incredulidad. Si alcanzar tu objetivo parece un milagro o un golpe de monstruosa suerte, en realidad lo que estás haciendo es expulsarlo lejos de ti. Esto es verdad no sólo con dinero, sino con cualquier otra cosa que desees atraer, incluyendo nuevas relaciones, ascender en tu trabajo, tu desarrollo espiritual, beneficios para la salud, etc.

    El entusiasmo general en relación con tus objetivos fijados está muy bien, pero si estás permanentemente en un estado de temor y asombro cuando  piensas en ellos, ten por seguro que nunca vas a alcanzarlos.

    Si quieres disfrutar de una mayor abundancia financiera debes aprender a sentirte cómodo con el tipo de cambios que actualmente te hacen sentir incómodo.


    La mentalidad de la abundancia

    La indignación ante el gasto, la mentalidad del que se resiste a ver a alguien pagar más de 10.000 dólares por su estancia en la habitación de un hotel, la mentalidad que nos hace etiquetar eso como un gasto extravagante o un despilfarro es lo que nos mantiene alejados del nuevo y deseado status. Sinceramente, creo que esa forma de pensar es un gran error.

    Si la habitación de hotel de 10.000 dólares te parece un gasto extravagante no estás alineado con la mentalidad de que eres capaz de producir 10.000 dólares de valor rápidamente. Lo que necesitas es preguntarte qué haría falta para convertirte en el tipo de persona que podría permitirse el lujo de quedarse en una habitación de hotel de 10.000 dólares la noche sin pensarlo dos veces, porque serías una persona capaz de generar valor masivo de manera muy eficiente.

    Piénsalo de esta manera. Imagina dos monedas, una de diez centavos y otra de un centavo. Son cantidades pequeñas, la diferencia no es particularmente significativa. Tú seguramente no te preocupas por una diferencia de precio de 9 centavos en una compra. Pero para algunas personas en este planeta, 9 centavos es una buena cantidad, y pagar diez centavos en lugar de uno por un bien de consumo puede ser considerado como algo extravagante y derrochador.

    Del mismo modo, en los niveles más altos de ingresos (y de la creación de valor), 10.000 dólares no es nada. Es sólo un centavo. Es insignificante. Es el cambio que podrías llevar en el bolsillo. Prácticamente en esos niveles no hay diferencia entre una habitación de 10.000 y una de 100. La diferencia de precio no es significativa. ¿Por qué no pagar ese extra de 9 centavos para tener más comodidad?

    La idea es que si practicas una mentalidad de indignación hacia las compras extravagantes, te estás manteniendo a ti mismo lejos del campo en el que deberías moverte para convertirte en el tipo de persona que podría generar mucho valor fácilmente. Por lo tanto, te estás limitando muy seriamente a ti mismo... y de una forma muy innecesaria.

    Si quieres verlo desde el ángulo opuesto, prueba a practicar la indignación con cantidades nimias. Cada vez que veas a alguien pagar unos pocos centavos de más por una compra que en otro sitio estaría más barata dile: ¿Estás loco? ¡Podrías haber comprado esa manzana por 5 centavos menos en el supermercado de enfrente. Debes tener mucho dinero para malgastarlo así!.

    Pensarán que has perdido la cabeza. Del mismo modo, así es como los muy ricos piensan acerca de la diferencia de precio entre una habitación de 10.000 dólares y una 100. Si te escuchan quejarte de que deberían permanecer en una habitación más barata para ahorrar 9.900 dólares lo más seguro es que te miren como si hubieras perdido la chaveta.

    Preocuparte por centavos probablemente te parecerá algo tonto. A los que son capaces de generar un valor enorme (y se pagan a sí mismos en consecuencia), preocuparse por 10.000 dólares es igualmente absurdo. La gente que puede gastar 10.000 dólares en una habitación de hotel sabe que 10.000 dólares no es un montón de dinero.

    Como digo, creo que la indignación ante el gasto es un gran error. Si piensas que cualquier cantidad de dinero es mucho o demasiado o extravagante, estás resonando en la escasez, no en la abundancia. Te estás impidiendo convertirte en el tipo de persona que puede generar ese nivel de valor. ¿Por qué hacerte eso?  ¿Por qué detenerte si eres capaz de aportar mucho más?

    Fue este descubrimiento lo que me ayudó a aumentar mis ingresos varias veces durante un año y no tuve que trabajar más duro o trabajar más para lograrlo. Me di cuenta de que si pienso en alguna cantidad arbitraria de dinero como grande o extravagante, ya sean 10.000 dólares o 10 millones, me desalíneo con la posibilidad de ganar mucho dinero y de ser capaz de generar mucho valor para los demás.

    Recuerda que el dinero es una deuda social. El tamaño de tu cuenta bancaria es la medida de cuánto te debe la sociedad por el valor que ya has aportado. Si piensas que 10.000 dólares es una gran suma probablemente no estás en condiciones de generar 10.000 dólares en valor para los demás con mucha facilidad. Si consigues erradicar esa mentalidad nada saludable podrás abrirte a generar mucho más valor en mucho menos tiempo. Cuando empecé a pensar en 10.000 dólares como en una pequeña suma, empezó a ser muy fácil ganar esos 10.000. Ganar 10.000 dólares era casi tan difícil como hacer un sandwich.

    Empieza ahora. Trata de dejar ir esas creencias limitantes que te detienen. Si piensas que es bastante fácil ganar 10 o 100 dólares, trata de abrir tu mente a la posibilidad de que tal vez, sólo tal vez, podría ser igualmente fácil (tal vez incluso más fácil) ganar 500 dólares en la misma cantidad de tiempo o menos. Una vez que hayas llegado a ese punto, sube a 1.000 y continua desde allí. Cuando adoptes esta nueva manera de pensar  encontrarás maneras para ganar mucho más, y eso significa que estarás contribuyendo con más valor para los demás. El dinero que recibirás no será más que la compensación de lo que entregas y nunca debería parecerte demasiado o sentirte indigno de él.


    Cuatro Lecciones de Riqueza

    A principios de 2006 me propuse seriamente el objetivo de convertirme en millonario, y en este capítulo voy a compartir contigo cuatro lecciones clave que aprendí que pueden ayudarte a aumentar tu abundancia financiera.

    Aunque había soñado durante mucho tiempo con convertirme en  millonario nunca hasta ese momento me lo había tomado en serio. Lo que me motivó no fue la idea de comprarme un montón de cosas o dejar mi trabajo y retirarme. En su lugar me inspiró la idea de que si podía encontrar la manera de ganar un millón de dólares, podría compartir lo aprendido y ayudar a un gran número de personas.

    Después de un año de trabajar en ello aún era un poco confuso decir si ya era o no millonario. Si sumaba mi efectivo y mis activos tangibles, mi patrimonio neto era de aproximadamente 200 mil dólares, así que ya llevaba un 20% del camino recorrido. Sin embargo, Erin y yo teníamos varios recursos en línea que podían valer mucho más que eso. Es muy posible que StevePavlina.com recibiera una valoración de más de 1 millón, debido a sus ingresos (alrededor de 40.000 al mes), su continuo crecimiento potencial, y sus muy bajos costos de operación. Una herramienta de valoración estimaba mi sitio en más de 1.6 millones. No tenía ninguna intención de vender ese negocio, así que me quedaba con mi 20% de etiqueta de millonario por el momento.

    Sugiero que dejemos las cuestiones de etiquetado para aquellos que disfruten obsesionándose con esos asuntos. Procedo mejor a compartir las lecciones de creación de riqueza que he encontrado más valiosas.


    1. Es condenadamente duro ganar un millón de dólares a partir de cero

    Esto es de sentido común, pero tengo que decirlo para hacer frente a los estafadores que predican que puedes ganar un millón de dólares a través de su método rápido, fácil, a toda prueba, por sólo 3 cómodos pagos de 19.95

    Tal vez se pueda ganar un millón de dólares mediante el uso de la manipulación emocional para vender a la gente productos o información caros e inútiles, pero suponiendo que no eres un artista de la estafa, vas a tener que ganar el dinero proporcionando un millón de dólares en valor real. Para la mayoría de la gente, incluyéndome a mí, eso es un enorme desafío.

    Respetar la magnitud de este reto sin embargo ayuda. Si te tomas en serio este objetivo, te darás cuenta de que debes hacer un compromiso enorme para tener una oportunidad real de llegar hasta allí.

    Las personas que dicen que quieren llegar a ser millonarias, pero no están dispuestas a respaldarlo con trabajo duro sólo se están engañando a sí mismas. No va a suceder por sí solo. Si el trabajo duro te solivianta, ni te molestes.

    Sin embargo, lo bueno de esta meta es que es alcanzable. Gente en posiciones mucho peores que tú ya lo ha hecho antes. Es difícil, pero definitivamente no es imposible. Si aceptas esto, se convierte en algo parecido a un juego. No tienes que temer al fracaso, la mayoría de los que están a tu alrededor esperan que falles y eso hace que el éxito sea aún más emocionante.


    2. Tu propio interés no es motivación suficiente

    Dada la magnitud de este reto, se requiere una motivación tremenda para mantenerse en el camino y perseverar a través de los inevitables obstáculos.

    Me di cuenta de que mi deseo de convertirme en millonario iba más allá del beneficio que supondría para mi familia o para mí. No necesitaba realmente más dinero o tener más cosas, no tanto como para justificar el esfuerzo. En una escala del 1 a 10, mi nivel de materialismo estaba cercano al 3. Para mí la felicidad está en lo que hago. Dame un PC rápido y una conexión a Internet de alta velocidad y soy feliz.

    Estoy seguro de que algunas personas se emocionan al pensar en ganar un millón de dólares por todas las cosas interesantes que podrían comprar... o tal vez por el status o el reconocimiento que da el dinero, pero eso no funcionaba conmigo.

    Esta meta requiere mucho más que una motivación mediocre. ¡Tienes que tomarlo realmente en serio! Cualquiera que te diga lo contrario es probable que esté a punto de venderte la moto por sólo 3 sencillos pagos de 19.95.

    Después de un examen de conciencia serio asumí que no quería convertirme en millonario sólo por mí.  Si ese hubiera sido mi deseo lo  hubiera hecho hace años con mi negocio de juegos de ordenador, el cual creo que era perfectamente capaz de llevarme hasta allí. Me sentí como un idiota por haber dejado aquel negocio pero también sentí una inmensa sensación de alivio. Dejarlo me permitió centrarme en prioridades más importantes, como servir y contribuir.

    Irónicamente, fue la decisión de poner la contribución por delante de la riqueza la que me dio la clave. Con el tiempo me di cuenta de que convertirme en millonario podría mejorar drásticamente mi capacidad de ayudar a otros.

    Al compartir lo que aprendí en el camino (como estoy haciendo ahora mismo), puedo inspirar a otros a generar ingresos con la entrega de valor. No se necesita estafar o engañar a la gente para salir adelante. Si simplemente una pequeña fracción de los 1,5 millones de visitantes mensuales de mi sitio web aumentan el valor que proporcionan a otros como resultado de la información que comparto, ya ha ocurrido algo verdaderamente maravilloso y me doy por satisfecho.

    También me puse a pensar en lo que podía hacer con un millón de dólares. Una idea que me pareció muy inspiradora fue fundar una organización de desarrollo personal sin fines de lucro, lo que en última instancia significa tener miles de grupos individuales de apoyo en todo el mundo. De hecho, el foro de grupos locales en mi sitio es un primer paso muy básico hacia la realización de esa visión a largo plazo. Los miembros del Foro ya están concertando reuniones locales en ciudades de todo el mundo. Estoy tan emocionado con esto... Y lo mejor es que es 100% gratis para todos.

    Tener en cuenta los aspectos de contribución a la sociedad de esta y otras ideas similares me ayudó a pasar mi meta de ser millonario de mi cabeza a mi corazón. Finalmente conseguí la suficiente influencia sobre mí mismo para comprometerse seriamente con ello. Me di cuenta de que este objetivo era potencialmente algo mucho más grande que yo y mi familia, y guiado por esa luz, yo sentía que tenía que darlo todo por mis ideales.

    A pesar de que parece que ganar un millón de dólares es un objetivo totalmente egoísta he descubierto que es todo lo contrario. Contribuir es una motivación mucho más poderosa que el interés personal.


    3. Céntrate en proporcionar valor a los demás, y el dinero llegará

    Me imaginé que ganar un millón de dólares debería ser bastante fácil si pudiera determinar cómo proporcionar al menos un millón de dólares en valor a los demás. Lamentablemente no sé cómo se puede proporcionar un millón de dólares en valor a una sola persona (y que te pague por ello), así que pensé que tendría que centrarme en un mayor volumen... tal vez proporcionando 1 dólar de valor a un millón de personas. Sé que puedo crear algo por lo que valga la pena pagar por lo menos 1 dólar -un buen artículo debe hacerlo- así que la clave es encontrar la manera de conseguir poner el valor creado en manos de tanta gente como sea posible.

    Creo que la mejor manera de proporcionar 1 dólar en valor a tantas personas como sea posible es regalarlo, darlo de forma gratuita. ¿Quién no va a aceptar un dólar gratis? Mientras que acabaría en la quiebra si hiciera esto con un producto tangible, esto se puede hacer con cordura con contenido digital. Y gracias a Internet, es posible llegar a una gran audiencia a muy bajo costo. En cuanto a los detalles de cómo crear valor en línea, echa un vistazo a cómo construir un sitio web de alto tráfico. Encontrarás muy buenos tutoriales gratuitos o de pago en Internet.

    Una vez que puedas generar valor y ponerlo en manos de la gente, la parte del ingreso es relativamente fácil en comparación. No es automático, claro está. Todavía hay que establecer sistemas para hacerlo bien, pero se puede lograr a través de ensayo y error, si es necesario.

    Considera esta analogía: Supongamos que eres dueño de un almacén vacío, y tienes miles de personas que transitan por él cada día. ¿Podrías generar algunos ingresos de esas visitas? Por supuesto que podrías.  Podrías vender limonada, poner vallas publicitarias patrocinadas en las paredes, vender seguros de coche, solicitar donaciones, etc.

    Algunos métodos son más intrusivos que otros pero en algunos casos pueden ser muy eficientes. A base de prueba y error, de prueba y refinamiento, finalmente podrías establecer un flujo de ingresos razonable. Generar tráfico en el mundo real es difícil, pero en el mundo en línea es mucho más fácil porque se puede ofrecer algo de valor de forma gratuita y a ti no te cuesta nada regalarlo. Bueno, claro, el tiempo invertido y lo que tengas que pagar por alojamiento web y ancho de banda.

    Mi sitio sólo genera alrededor de 3 centavos por visitante al mes en promedio, por lo que puedo decir sin temor a equivocarme que estoy dando mucho más de lo que recibo. Quiero creer que los más de 500 artículos de mi sitio web valen más de 3 centavos para prácticamente cualquier persona que sepa leer. La pregunta que he de hacerme es si cualquier lector que entre en mi sitio lo encontrará valioso. Si lo encuentra valioso pero no le doy la oportunidad de pagar por ello seguirá habiendo un desequilibrio entre lo que entrego y lo que percibo.

    La ventaja es que este desequilibrio de valor genera referencias masivas hacia mi sitio. Es la razón principal de mi sitio web haya llegado más lejos que el de los mejores autores en el campo del desarrollo personal, a pesar de que nunca he gastado un centavo en marketing. Mientras que otros ponen murallas a su valor con esos 3 sencillos pagos de 19,95 el contenido de mi sitio es gratuito. Es difícil competir con eso.

    Para generar un millón de dólares en esta situación hay que encontrar una manera de proporcionar aún más valor, o monetizar el valor existente.

    Así pues mi consejo es: Olvídate de tratar de conseguir un millón de dólares y enfoca tus energías en prestar a una aundiencia amplia un millón de dólares en VALOR. Si puedes hacer eso, el dinero vendrá.


    4. Convertirse en millonario requiere un cambio de identidad

    Lograr un gran objetivo requiere un cambio de identidad. Para llegar a ser millonario debes estar cómodo pensando y actuando como un millonario. Si no puedes colocar ahí tu mente en primer lugar, no llegarás allí en la realidad.

    Cuando empecé a plantearme que quería ser rico me di cuenta de que si me convertía en millonario tendría que estar cómodo manejando grandes sumas de dinero. En el momento en que empecé este camino, 10.000 dólares era mucho dinero para mí. Pero para un millonario es una suma relativamente insignificante, sólo el 1% o menos de su valor neto. Así que empecé a imaginar que 10.000 dólares eran sólo una pequeña cantidad de dinero y me pregunté lo que se sentiría pensando así. Con el tiempo empecé a creerlo realmente.

    En segundo lugar, me di cuenta de que si yo fuera millonario, llevaría más dinero en la cartera. En ese momento yo me sentía cómodo con 50 a 70 dólares en mi billetera. 100 dólares ya me parecía mucho. Así que fui al cajero automático, saqué 200 dólares y los puse en la cartera. Me sentía incómodo llevando tanto dinero pero me acostumbré a ello después de unas pocas semanas. Con el tiempo me acostumbré a llevar entre 300 y 500 dólares en la cartera. Ahora cuando tengo sólo 200, siento el acuciante deseo de ir a un cajero automático.

    En tercer lugar, me di cuenta de que para un millonario, una suma por debajo de 100 dólares es esencialmente irrelevante. Si ya eres un millonario, unos pocos dólares aquí o allá simplemente no te importarán. Preocuparse por ese tipo de sumas es como quejarse sobre peniques. Me empecé a decir a mí mismo que no hay diferencia económica alguna entre una cena de 20 dólares y una cena de 50. Ir al cine por 9 dólares es casi idéntico a ver un show por 90 en Las Vegas. Esas cantidades son sólo unos centavos de todos modos.

    Como integré gradualmente estos cambios en mi manera de pensar y sentirme acerca del dinero, mis ingresos comenzaron a elevarse. Durante un período de 12 meses, los ingresos mensuales de StevePavlina.com pasaron de 2.000 a 40.000 dólares. Como había hecho pequeños cambios para fingir que ya era millonario (de una manera segura y de bajo riesgo), comencé a atraer oportunidades de ganar más dinero.

    Que quede claro que yo no adopté de repente hábitos de gastos temerarios, ni siquiera en pequeñas cantidades, porque un millonario no se gastaría el dinero tontamente. Mantuve los gastos razonables, pero aprendí a dejar de quejarme sobre las cantidades que realmente no importan.

    Hoy en día cualquier gasto por debajo de 100 dólares es efectivamente insignificante para mí. 100 dólares no es ni el 10% de los ingresos de un día. Esto hace más fácil muchas decisiones de compra ya que si la diferencia de precio entre dos artículos es menos de 100 dólares (por ejemplo, la diferencia entre los dos modelos de iPad), ni siquiera me preocupo por ello. Compro el mejor modelo. La diferencia de precio es de sólo unos centavos, de todos modos.

    Me resulta fascinante que adoptara esta forma de pensar primero, y luego el dinero se manifestara para adaptarse a mi forma de pensar. Supongo que el siguiente paso es comenzar a pensar en cantidades aún mayores como si fueran irrelevantes. Podría parecer contradictorio que este método funcione, pero simplemente lo hace. Si quieres ser rico, empieza a pensar que ya lo eres.


    El mayor error que se comete al usar la Ley de la Atracción

    Cada intención (aquello en lo que te centras en conseguir), consta de dos componentes principales. El primer componente es el contenido de la intención. El contenido es la parte de información de tu deseo. Es lo que quieres. Puede ser una nueva carrera, una mejor relación, o un ingreso extra de $10.000. Esa parte es bastante sencilla.

    El segundo componente de la intención es la energía que aportas a tu intención. Algunas personas lo describen como una sensación, como la pasión o la gratitud, pero la sensación es en realidad el resultado de la energía, no la propia energía. Sin embargo, sabes que hay energía en tu intención porque diriges y conectas fuertes sentimientos con ella.

    Explicaré el componente energético de la intención en más detalle dentro de un momento, pero primero vamos a abordar las...


    Experiencias de fracaso con la Ley de la Atracción

    Oigo a menudo a gente que se queja de que han aplicado de forma exacta y correcta la ley de la atracción, pero sus intenciones no se están manifestando. Algunos de los más convencidos creyentes continuarán golpeándose la cabeza contra la pared, utilizando el mismo enfoque ineficaz a pesar de que no les genere resultados semana tras semana. (Por favor, no te hagas eso a ti mismo). Otros se dan por vencidos en cuestión de horas cuando su capuchino tamaño XXL no se ha manifestado llegando a la conclusión de que todo el concepto de la ley de la atracción es falso. (Por favor, no hagas eso a ti mismo tampoco.)

    Hace tiempo escribí un artículo titulado ¿Por qué las Intenciones tardan tanto tiempo en manifestarse? que cubre un poco los problemas que experimenta la gente común al intentar (sin éxito) aplicar la Ley de la Atracción. Vamos a abordar el error más común de todos.

    El Contenido por sí solo no es suficiente

    Aquí está el error n°1 que la gente hace: Confundir el contenido con las intenciones completas. El problema es que el contenido no es suficiente porque la energía es un componente esencial en toda intención.

    Un gran contenido sin energía es una intención que no va a manifestar otra cosa que frustración.

    Ten en cuenta todo el contenido que está disponible en Internet en estos días. ¿Ese contenido corre a lo largo y ancho del mundo por sí mismo? Por supuesto que no. Se requiere de electricidad para entregártelo. Sin electricidad el contenido pesa como un muerto en el agua.

    Supongamos que escribo un nuevo artículo para mi sitio web, y antes de poder publicarlo, la luz se va. Inicialmente me siento frustrado porque mi contenido no está siendo entregado a mis lectores. ¿Cómo puedo solucionar este problema? ¿Es

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