Salir a comer fuera es cada vez más fácil para las personas vegetarianas. Tanto porque la oferta de restaurantes vegetarianos no deja de crecer como porque cada vez hay más locales que ofrecen opciones e incluso las señalan en la carta.
Aun así, para un vegetariano, lo habitual es que salir a comer fuera no se traduzca en un «Qué me apetece comer», sino en un «A ver qué opciones me quedan». Lucía recrea con detalle los tres casos más comunes a la hora de comer fuera: salir de tapas o a picar algo, ir a cadenas de restaurantes (muy típico cuando toca comer en aeropuertos o en centros comerciales) y comer en restaurantes tradicionales. Y un cuarto caso un poco diferente: comer sano en un restaurante vegetariano. Os ofrecemos un resumen:
BAR DE TAPAS O PICOTEOS
Salir de tapas, de cañas o picar algo y hacerlo de manera saludable es un reto incluso para un nutricionista no vegetariano. Así que ¡imaginaos para una persona vegana! De hecho, en según qué zonas, casi os diría que, si queréis picar algo, mejor os lleváis un paquete de frutos secos en el bolsillo, porque va a estar complicado.
Es cierto que hay tapas tradicionales que son veganas: las setas al ajillo, la escalibada, las patatas bravas (ojo con la salsa, hay que preguntar, porque, aunque no debería, puede que lleve huevo), las patatas chips de bolsa, los cacahuetes, los encurtidos (pepinillos, cebolletas…), las aceitunas (si no van rellenas de anchoa), los pimientos de Padrón y alguna tosta que hagan con verduras asadas o similar. En algunas zonas son habituales las berenjenas fritas con miel