Necesitas un core fuerte
ES UNO DE LOS MAYORES ACTIVOS del corredor. Tal y como explica Rachel Cosgrove, entrenadora de fuerza y acondicionamiento: “Sin un core fuerte, utilizamos mucha más energía porque no podemos estabilizar nuestro cuerpo mientras damos el siguiente paso”. Ese drenaje de energía puede ralentizarnos al correr, y hacer que el entrenamiento sea más difícil. Además, un core débil nos obliga a realizar movimientos antinaturales, lo que puede acabar provocando graves lesiones. Para evitarlo, haz ejercicios que te obliguen a estabilizar el core mientras mueves las extremidades. Cosgrove recomienda trabajar el core tres veces por semana. Este entrenamiento se puede realizar en cualquier espacio, incluido el salón de tu casa. Con él, fortalecerás el core
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