RECETAS RICAS EN HIERRO LA ENERGÍA EN TU MESA
Cuando se da una falta de hierro, fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo, pueden aparecer diversos síntomas: cansancio, decaimiento, tristeza, debilidad, irritabilidad, propensión a las infecciones, ojeras, caída del pelo, palidez y energía vital baja… La razón es que el hierro participa en la respiración celular (transporte del oxígeno a todo el cuerpo), imprescindible para formar los glóbulos rojos de la hemoglobina en la médula ósea y además funciona como catalizador (al estar presente en varios sistemas enzimáticos) de diversas reacciones químicas. No es de extrañar pues que al agotarse sus reservas naturales el cuerpo se resienta rápidamente.
Cuando se plantea cubrir con la dieta la carencia de hierro, lo importante no es tanto la cantidad como la disponibilidad y calidad de este. Por cada 10 mg de hierro consumido, se utiliza 1 mg como media, pero el cuerpo regula su absorción y aprovecha tanto más cuando más carencia hay. Esto implica que es difícil acumular excesos del hierro orgánico presente
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