Patricia ha sabido transformar el dolor en esperanza. Hace 14 años fue víctima de una agresión con agente químico en Colombia que le provocó quemaduras, principalmente, en su cara. Asimismo, hace 10 años fue diagnosticada con cáncer logrando sobrevivir, sin embargo, en la actualidad se somete a diferentes tratamientos para esta enfermedad que nuevamente se presenta en su vida. También sufrió la pérdida de su hija mayor quien murió a causa de un accidente. A pesar de todos los retos que ha enfrentado, Patricia se sostiene gracias a su fe entendiendo que esas pruebas también le han traído grandes bendiciones. Hoy se dedica a acompañar, transformar y empoderar mujeres que han pasado por lo mismo que ella mediante su Fundación KINTSUGI. Patricia toca almas y demuestra la belleza de las cicatrices. Una historia de resiliencia.

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