¿Si ves un acto de magia te dejas sorprender o buscas dónde está el truco?
Nos hace falta volver a la inocencia.
Estamos demasiado acostumbrados a lucir más inteligentes si descubrimos dónde está la intención del otro para engañarnos.
Le damos no una segunda vuelta, sino varias vueltas hasta pretender encontrar dónde está la trampa escondida.
Daniel Goleman en su libro de Inteligencia Emocional dice que a los ejecutivos de hoy les hace falta más jardín infantil. Tienen muchos MBA pero les faltó embarrarse más, jugar más, ser más tiempo niños...
Si quieres encantar debes sorprender constantemente a quienes te rodean. Tus clientes internos, externos, incluso a los clientes que están cautivos o rehenes.
Una buena forma de practicar esa forma de sorprender, que recomiendo siempre a mis alumnos, es hacer gestos inesperados para algún miembro de la familia, en positivo. 
Regalar flores a tu pareja sin que sea un día especial, leerle un cuento a tu hijo, salir a caminar con tu pareja, llevarle el desayuno a la cama, etc. 
La creatividad para esos gestos puede ser infinita y sin que cueste dinero...son sólo actos de amor, llevados a lo cotidiano, solo con la intención de demostrar cariño y aprecio.
Es posible que la otra persona sospeche de que algo te traes entre manos o que quieres pagar alguna culpa...
La invitación en este episodio 153 del podcast de Ventas B2B, es volver a la inocencia, ya que eso nos hace ser más felices y también más queridos.