Toño es un claro ejemplo de cómo la conversión puede llegar en cualquier lugar y en cualquier momento. Él fue criado católico, sin embargo, las dudas espirituales empezaron a surgir mientras estudiaba la preparatoria y se hicieron aún más grandes en la universidad alejándolo mucho de su fe. A pesar de tenerlo todo en la vida el vacío que sentía era enorme. Cuando ya estaba decidido a declararse ateo, su mamá organizó un viaje a Medjugorje, un pueblito en Bosnia y Herzegovina donde son las apariciones de la Virgen María. Ahí vivió cosas inexplicables siendo esto el detonador para tratar de clarificar sus dudas y volver a su fe. Posteriormente les tocó como familia enfrentar una durísima prueba, pues su papá se enfermó gravemente de COVID permaneciendo meses en el hospital al borde de la muerte; esto afianzó aún más su fe, ya que sentía que Dios estaba ahí ayudándolos a pasar por los peores momentos. Hoy Toño sabe que Dios te encuentra y está decidido a servirlo. Una historia de conversión.

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