Yayo es un joven que le gustan los retos. La disciplina que le dio el fútbol americano le enseñó a no rendirse y a siempre dar más, algo que sin duda tendría que poner en práctica para afrontar lo que vendría. El 5 de diciembre del 2019 la vida de Yayo cambió para siempre; un accidente en el mar lo dejó cuadripléjico. A sus 19 años se le presentaba el reto más importante de su vida. Sin embargo, con el apoyo incondicional de su familia y con una voluntad de acero, él está siendo ejemplo de superación. Su primer desafío consistió en permanecer con vida; una vez logrado esto continuó demostrando que su mente y su corazón eran más fuertes que los pronósticos médicos los cuales aseguraban que jamás se podría mover y que nunca volvería a hablar. Hoy Yayo ha recobrado movilidad en sus brazos y habla con una sabiduría impactante, y aunque sabe que le queda mucho camino por recorrer, está dispuesto a hacer todo lo necesario para seguir mejorando y alcanzar sus sueños. Él afirma que ninguna batalla es más grande que la de otra persona y nos invita a nunca rendirnos para entre todos generar una cadena de inspiración. Una historia de persistencia, disciplina y esperanza.

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