La crisis energética en Chile

Por Sergio Mancilla

¿El mundo entero atraviesa carencias de energía? ¿La situación de Chile es de crisis? ¿Cuáles son las causas de ella? ¿Es posible revertirlas o el futuro estará dominado por la escasez energética? Estas son algunas de las preguntas que son abordadas en esta obra. El propósito de este libro es iniciar una discusión informada hacia el lector en general sobre un tema de profunda actualidad, partiendo de la crisis energética producida en Chile en relación con el suministro de gas natural. El autor analiza la situación actual y futura de los combustibles no renovables en el mundo; las fuentes primarias de energías renovables; el ahorro y uso eficiente de energía; el consumo de energía y la crisis energética en Chile. Junto a ello, estudia las consecuencias de la privatización en las tarifas, la planificación nacional del sector eléctrico y elabora una propuesta de solución a la crisis de energía en Chile.

• Idioma: Español
• Editorial: RIL Editores
• Fecha de lanzamiento: 1 oct 2024
• ISBN: 9789562846608

Vista previa del libro

43921.png

Sergio Mancilla

La crisis energética en Chile

Ril%20-%202006%20-%20Logo%20general.tif

La crisis energética en Chile

Primera edición: mayo de 2009

© Sergio Mancilla, 2009

Registro de Propiedad Intelectual

Nº 179.155

© RIL® editores, 2009

Alférez Real 1464

750-0960 Providencia

Santiago de Chile

Tel. [phone] • Fax [phone]

[e-mail] • www.rileditores.com

Composición e impresión: RIL® editores

Diseño de portada: Meta-Group

Epub hecho en Chile • Epub made in Chile

ISBN 978-956-284-660-8

Derechos Reservados.

A la Educación Pública gratuita chilena, con la cual estoy vinculado y debo una carrera profesional, nacional e internacional, en mi condición de estudiante y de hijo de una profesora primaria y esposo de una profesora secundaria.

Introducción

El objetivo principal de este trabajo es demostrar que la causa real de la crisis energética en Chile y Argentina es la insuficiente producción de gas natural en Argentina, causada por la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (ypf). Esta crisis fue agravada por el consumo excesivo de gas natural de los sectores eléctricos en Chile y Argentina, los que también habían sido privatizados.

Además intentaremos demostrar la inconveniencia de entregar al sector privado la propiedad y el control de un sector tan estratégico para el desarrollo nacional como es el de energía.

La privatización ha dejado a este sector en manos de las empresas transnacionales que buscan permanentemente negocios lucrativos que les impliquen asegurar ganancias en el corto plazo y realizar la menor inversión posible de recursos propios; el Estado no solo entregó al sector privado la propiedad de las instalaciones del sector eléctrico, sino que un factor determinante de la crisis del suministro eléctrico, es la renuncia del Estado a su autoridad y control sobre la planificación que realizaba endesa, cuando pertenecía a la Nación, para atender la demanda en forma segura, a costo mínimo para la economía nacional y respetando el medio ambiente.

Si a lo anterior sumamos el desmantelamiento de la capacidad que tenía la empresa nacional de realizar estudios y construir obras de generación y transmisión cada vez más complejas técnicamente, quedando el Estado sin la capacidad de ejercer su «rol subsidiario» tan proclamado por los economistas neoliberales. No obstante, este Estado mutilado, sin control ni autoridad, no puede liberarse de su responsabilidad de mantener el servicio público de electricidad, lo cual ha quedado en evidencia en cada crisis, tanto la del año 2008 como la de los años 1998 y 1999, en que incluso aquellos que mutilaron al Estado y profitan o profitaron de la liquidación de los activos del sector eléctrico son los mayores críticos de este por su falta de previsión y de política energética.

Aprovechando además cada una de estas ocasiones y crisis provocadas por ellos mismos para chantajear al Estado exigiendo aún mayores ganancias para «promover la inversión» en el sector, con los correspondientes aumentos de tarifas al consumidor final indexando los precios a los costos marginales del sistema acumulando excedentes que en su mayoría son enviados como utilidades o invertidos en el extranjero.

Existe una estrecha relación, ampliamente reconocida, entre consumo de energía, crecimiento económico y desarrollo humano, lo que ha producido también una relación estrecha entre energía y política internacional, por lo cual ningún observador medianamente informado duda que las guerras del siglo xxi se deban al deseo de Estados Unidos de controlar fuentes y/o rutas de recursos energéticos (petróleo y gas natural). Todo esto le confiere al sector de energía su carácter de estratégico. Un segundo ejemplo, a otro nivel por cierto, es la reacción del gobierno español frente al intento de la firma alemana eon de comprar más del 51% de las acciones de la empresa eléctrica española endesa, a pesar que ambos países pertenecen a la Unión Europea, y durante años España recibió dos tercios del total de los recursos del Fondo Estructural de Cohesión de la Unión para mejorar su economía y elevar el nivel de vida de su población, dichos recursos provenían principalmente de Alemania.

Por otra parte, el gobierno de Chile publicó en el Diario Oficial el 31 de julio del 2007, el decreto firmado por los ministros de Trabajo, Economía y Defensa que contiene la lista de las empresas estratégicas cuyos trabajadores tienen prohibición de realizar huelgas, un total de 31, entre las cuales están las empresas de distribución de electricidad y gas.

Además esperamos contribuir al inicio de un debate nacional sobre un tema de tanta importancia para el desarrollo; el cual hasta ahora ha sido restringido a pocos expertos ubicados en su mayoría en las empresas eléctricas transnacionales del oligopolio de generación: una española, una estadounidense y el grupo económico chileno Matte y en algunas consultoras entre cuyos clientes están esas mismas firmas.

Para estudiar este tema debemos empezar necesariamente por analizar la situación de los recursos energéticos no renovables a nivel mundial, teniendo presente el efecto ambiental de cada uno de ellos, y también las perspectivas del uso de los recursos renovables. La energía es seguramente el sector en el cual la globalización actual es más evidente, los chilenos tenemos experiencias con las variaciones semanales del precio del litro de combustible según el precio del barril de petróleo en el mercado internacional.

La elaboración de este trabajo es una tesis para concluir un doctorado, sin embargo durante el largo proceso de búsqueda de información, lecturas, análisis y comparación de cifras empezó a adquirir vida propia trasformándose en un medio para contribuir a un debate que considero indispensable e impostergable sobre la crisis de las formas de energía que han hecho posible el desarrollo de la sociedad industrial y sustentan nuestra forma de vida actual.

Estimamos que, aunque no se compartan las conclusiones del autor, esta publicación presenta en forma resumida información que no está disponible en un solo trabajo y que esperamos facilite el debate.

En consideración a sus objetivos y a la gran extensión de su alcance este trabajo aspira a ser un documento de difusión, y no un texto para especialistas, aunque tanto las cifras como las referencias técnicas indispensables han sido analizadas, revisadas y comentadas con criterio estrictamente profesional.

Por último la actualidad del tema hace necesario citar frecuentemente diarios y publicaciones periódicas, y en los casos en que ha sido posible se ha verificado las fuentes citadas en las publicaciones.

Agradecimientos

Debo agradecimientos especiales al profesor guía don Héctor Vega, Doctor de Estado en Ciencias Económicas de la Universidad Aix-Marseille y Doctor de Tercer Ciclo en Ciencias Sociales del Desarrollo de la ehess de París.

También agradezco al Doctorado en Procesos Sociales y Políticos en América Latina, de la Universidad Arcis, cuyos seminarios y discusiones constituyeron una experiencia muy interesante, y a Jacques Chonchol, Doctor de Estado en Ciencias Sociales de la Universidad de París y ex director del Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Sorbonne; director en ese entonces del Doctorado de la Universidad Arcis, a quien recurrí con esta idea de ser alumno, siendo él quien me motivó a seguir adelante.

Agradezco también a mis colegas de la empresa endesa, cuando pertenecía a la Nación, que tuvieron la paciencia de leer y comentar una versión preliminar de este trabajo, entre los cuales incluiré sólo un nombre con el cual creo se sentirán representados todos ellos: el ingeniero don Enrique Fernández Aguirre, último gerente general de endesa designado en el período democrático.

Muchos agradecimientos debo a mi esposa y a nuestros cuatro hijos, cuya ayuda, estímulo y algún empujoncito fueron indispensables para la elaboración de este trabajo, y además para la decisión final de dedicar mi tiempo libre de jubilado a asistir nuevamente a clases, con seminarios, realización de trabajos y rendición de exámenes, a los setenta años.

Situación actual y futura

de los combustibles

no renovables en el mundo

Petróleo

Los griegos antiguos embetunaban las puntas de sus flechas y lanzas con petróleo. El imperio bizantino, alrededor del siglo vii a. de C., utilizaba un líquido combustible hecho con petróleo hervido que fue llamado «Fuego Griego», para luchar contra sus enemigos.

En la antigua ciudad persa de Bakú, actualmente la capital de Azerbaiján, subió a la superficie petróleo mezclado con gas que ardía permanentemente. Los persas reverenciaban este fuego que consideraban milagroso. El profeta Zoroastro creó una religión nueva que adoraba el fuego.

A partir de 1859 se empezó a extraer petróleo mediante perforaciones en Pennsylvania y en Bakú. Inicialmente del petróleo se utilizaba el kerosén para iluminación. En 1886 el ingeniero alemán Karl Benz agregó un motor a un triciclo iniciando el desarrollo del automóvil.

En 1902 Gran Bretaña convirtió las máquinas de los barcos de su flota de propulsión a carbón a petróleo, compró la Anglo Persian Oil Co., actualmente la British Petroleum.

Las principales reservas probadas de petróleo en los años 2004 y 2006, según la prestigiosa publicación especializada Oil and Gas Journal, serían las siguientes¹.

Gráfico 4.1. Reservas probadas de petróleo

43657.png

Ver Anexo I con las cifras correspondientes.

Al comparar ambas columnas observamos que siete de estos diez países aumentaron levemente sus reservas, mientras que los otros tres las mantuvieron iguales durante el período 2004-2006, no obstante que en ese mismo tiempo se extrajeron y consumieron alrededor de 54.000 millones de barriles en el mundo.

Al sumar ese consumo al aumento total de reservas de 17.500 millones de barriles en los países señalados en la tabla, obtendríamos una cifra muy superior a las reservas totales de Rusia y cercana a las reservas totales de Venezuela, lo que si correspondiera a nuevos descubrimientos habría constituido una noticia ampliamente difundida con regocijo.

Nuestra conclusión es que esto confirma lo difícil que es estimar las reservas probadas reales de petróleo y, por lo tanto, lo poco confiable que son las cifras correspondientes. Debemos destacar que los valores publicados por Oil and Gas Journal son tomados como base para las estimaciones que realiza periódicamente el Departamento de Energía de Estados Unidos.

Además, debemos precisar que las cantidades de barriles de las tablas corresponden a cifras oficiales entregadas por los gobiernos de cada país y no han sido verificadas por fuentes independientes. Tener esto presente es especialmente importante en el caso de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleos (opep), cuyo total de reservas comprobadas pasaron, en el papel, de 470.000 a 761.400 millones de barriles entre 1983 y 1988, época en la cual la opep aplicó topes de producción y cuotas nacionales que fueron establecidas en función de las reservas comprobadas de cada país.

El caso de Kuwait es otro ejemplo del origen de las dudas respecto a las cifras de reservas. Entre 1991 y 2002 no modificó la estimación de sus reservas, no obstante que en ese período produjo más de 8.400 millones de barriles. El semanario estadounidense Petroleum Intelligence Weekly indicó en enero de 2006 que las informaciones oficiales de Kuwait incluían el total de las reservas estimadas: comprobadas, probables y posibles, y que las reservas comprobadas no superaban 48.000 millones de barriles.

Reservas probadas significa que existe una probabilidad de 95% que las cantidades estén en los yacimientos y puedan ser extraídas, y en el caso que a las reservas probadas se le sumen las probables, significa que hay una probabilidad de 50% que la cantidad resultante sea recuperada. Si a la suma de reservas probadas más probables se agregan también las posibles, la probabilidad de extracción de la cantidad resultante alcanza a solo 10%².

Por su parte, las transnacionales petroleras también han contribuido a aumentar las dudas sobre las reservas comprobadas: a) la Shell se vio obligada a reconocer, en enero del 2004, que sus reservas comprobadas habían sido sobrestimadas en casi un tercio; b) la estadounidense El Paso anunció, pocos meses después, una disminución de cerca del 11% de sus reservas; c) Repsol-ypf, en enero de 2006, debió también reconocer una disminución de cerca de 25% en sus reservas mundiales³.

Al respecto, se debe destacar que para una empresa petrolera las reservas representan nada menos que el valor de la empresa y por lo tanto de sus acciones⁴.

Una información reciente, del 20 de abril del 2007, de importancia tanto para la geopolítica del petróleo como para el conocimiento de las reservas totales,