El futuro de la Tierra

Por Alfredo Dammert

Este libro resume los principales desastres que afectaron a la Tierra en la Antigüedad y los últimos siglos: la era glaciar, los diluvios, los meteorito s, las grandes guerras, las pandemias, entre otros. Además, se pregunta qué futuro nos espera y ofrece recomendaciones sobre cómo afrontar estas catástrofes incluyendo medidas contra el efecto invernadero, el fortalecimiento de las instituciones, así como la prevención y el control de las adversidades que puedan ocurrir en los próximos años.

• Idioma: Español
• Editorial: Fondo Editorial de la PUCP
• Fecha de lanzamiento: 5 dic 2024
• ISBN: 9786123179953

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Alfredo Dammert es doctor en Economía por la Universidad de Texas y experto en análisis económico y financiero. Es profesor asociado de la PUCP y de la USMP, y enseña en UTEC, ESAN y la Universidad del Externado de Colombia. También es miembro del Consejo Directivo de Osinergmin. Ha sido funcionario del Banco Mundial, presidente de Osinergmin y vicepresidente de la Cámara Peruana del libro. Ha publicado los libros Regulación del sector eléctrico, Economía de la energía y Economía minera.

El futuro de la Tierra

Serie Zumbayllu 10

© Alfredo Dammert

© Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 2024

Av. Universitaria 1801, Lima 32, Perú

[e-mail]

www.fondoeditorial.pucp.edu.pe

Imagen de la portada: Ángela Nestárez Agustín

([e-mail])

Diseño de logo de serie: Augusto Patiño

Dirección de Comunicación Institucional (DCI) de la PUCP

Diseño, diagramación, corrección de estilo y cuidado de la edición: Fondo Editorial PUCP

Primera edición digital: noviembre de 2024

Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores.

Las opiniones vertidas en este libro son de entera responsabilidad de su autor.

Hecho el Deposito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 2024-12087

e-ISBN: 978-612-317-995-3

Contenido

Presentación

Introducción

:

¿Estamos preparados?

Visión del libro

I.

TIPOS DE CATÁSTROFES

1

.

Historia de las catástrofes: del pasado remoto a la actualidad

¿Cómo cambió la Tierra?

Principales azotes de la humanidad

2

.

Desastres naturales: algunos casos del pasado

Caída de meteoritos

Erupción de volcanes

Terremotos, maremotos y tsunamis

Corrientes marinas: la Corriente del Océano Atlántico Norte y El Niño

Reacción y ayuda para desastres en la Antigüedad

Las medidas de ayuda del Imperio romano

3

.

Plagas y pestes

4

.

Desastres causados por el hombre: el efecto invernadero y las catástrofes nucleares

La Revolución Industrial y el cambio climático

Situación actual y acciones para reducir los efectos del cambio climático

Catástrofes nucleares

5

.

Conflictos entre civilizaciones

Derrumbe de algunas civilizaciones

Reconstrucción de ciudades afectadas por las guerras

El nuevo orden mundial

¿Qué podría venir después?

II.

EFECTOS DE LAS CATÁSTROFES

6

.

¿Qué pasará con las ciudades?

Aludes

Ciudades sostenibles

7

.

Efectos sobre la agricultura y alimentación

¿Qué pasó en la Edad del Hielo?

El progreso de la civilización gracias al desarrollo de la agricultura

8

.

El futuro del agua. ¿Qué hacer?

Consumo y suministro de agua

Nuevas tecnologías para obtener agua: ¿son la solución?

9

.

¿Qué problemas de salud se pueden desarrollar en el futuro?

Falta de alimentos por el crecimiento de la población y el efecto invernadero

Plagas y enfermedades aumentan por mayor contacto entre la gente

10

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Migraciones

11

.

La caída de la civilización

Catástrofes de menor impacto

Catástrofes de mayor magnitud

Grandes catástrofes

III.

EL FUTURO QUE NOS ESPERA

12

.

¿Escenarios futuros?: efecto invernadero, eras glaciales, conflictos y pandemias

Proyecciones globales

13

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Construyendo el futuro

¿Cómo reducir la posibilidad de desastres?

Acciones ante la posibilidad de desastres

Anticipación de desastres

Preparación para desastres y asistencia a la población afectada

Evaluación del impacto de desastres

La reconstrucción y asistencia a la población

14

.

¿Cómo vamos? Evaluación de lo que se ha hecho en cada país

Terremotos

Caída de meteoritos

Inundaciones

Cambio climático

Pandemias

Conflagraciones

Reflexiones

15

.

Instituciones, tecnología y educación

Instituciones

Investigación y desarrollo

Educación

IV.

CONCLUSIONES

16

.

Resumen y perspectivas

Referencias

Presentación

El canto del zumbayllu se internaba en el oído, avivaba en la memoria la imagen de los ríos, de los árboles negros que cuelgan en las paredes de los abismos.

José María Arguedas, Los ríos profundos

¡¡¡Zumbayllu!!! ¡¡¡Zumbayllu!!!, resuenan los gritos alborotados que sacan al niño Ernesto de la desazón, la melancolía, la soledad, el aislamiento y la incertidumbre que lo agobian en el internado donde lo ha dejado abandonado su padre.

¡¡¡Zumbayllu!!! ¡¡¡Zumbayllu!!!

¿Qué podía ser el zumbayllu?

El zumbayllu da título a uno de los capítulos más hermosos de Los ríos profundos. Como explica la estudiosa Isabelle Tauzin-Castellanos: «es un trompo al que Ernesto atribuye poderes mágicos. La danza del juguete restablece la comunicación entre los alumnos mientras lo contemplan, alzando el vuelo y bañado por la luz del sol»1*.

Un trompo que da vueltas interminables sobre su eje. Y en su incesante movimiento, canta. Y en su incesante movimiento, brilla. Y en incesante movimiento, recoge la luz. Nos lleva del pasado al futuro, comunica, dialoga.

El Fondo Editorial PUCP presenta una nueva serie de ensayos cortos, en un formato de bolsillo y a un precio asequible, con el fin de que la voz de nuestra comunidad llegue a todas las personas que aman al Perú.

En el año del bicentenario les presentamos nuestra serie Zumbayllu.

Fondo Editorial PUCP

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1* El otro curso del tiempo. Una interpretación de Los ríos profundos. Lima: Instituto Francés de Estudios Andinos y Lluvia Editores, 2008, p. 34.

Introducción: ¿Estamos preparados?

Alicia: ¿Cuánto tiempo es para siempre?

Conejo Blanco: A veces, solo un segundo.

Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas

Este libro es una reflexión sobre el futuro del mundo y la humanidad. La pandemia que hemos atravesado y de la cual todavía no nos recuperamos, hace que muchos de nosotros nos demos cuenta de que nos habíamos acostumbrado a una vida sin sobresaltos. Claro está, a no ser que estemos en zonas donde se desarrollan feroces guerras, como Vietnam, Irak, Siria, Afganistán, partes de África, recientemente Ucrania; o en algún país donde ocurre un accidente, como en el Líbano, en el año 2020, con el estallido de un tanque de petróleo que destruyó parte de Beirut y más de 200 mil personas se quedaron sin casa. Pero los demás ignoramos dichos sucesos, fuera de enterarnos de ellos por los periódicos y tomarlos como si fueran una simple anécdota. Recordemos, por ejemplo, cómo nuestros padres en Sudamérica vivían una existencia cómoda de espaldas a lo que sucedía en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, mientras allá morían millones de personas y el continente quedaba destruido. Así ocurren muchas otras desgracias en el mundo, mientras aquí permanecemos felices e ignorantes.

Ahora tenemos un gran problema que sin duda afectará enormemente a la humanidad. Con la industrialización y la emisión de gases resultantes (CO2 y otros), la temperatura de la Tierra está subiendo y es casi seguro que ello llevará a inundaciones, desaparición de ciudades, problemas sociales, enfermedades y muertes. En este caso, debido a los efectos globales, una parte de la comunidad internacional reaccionó y está tomando medidas para contener el efecto invernadero. El problema es que, a pesar de ello, no todos los países están cooperando para afrontar estos efectos y la temperatura sigue subiendo, como habían previsto los científicos. Ahora no nos queda otra cosa sino hacer un máximo esfuerzo para disminuir el impacto de esta desgracia que se nos viene.

También tenemos casos de inundaciones en todo el mundo, las cuales serán cada vez más graves. Por ejemplo, en el Perú, el Fenómeno de El Niño nos afectó repetidas veces. En estos casos, los gobiernos reaccionaron con lentitud e ineficacia, dejando prácticamente abandonada a la población.

Nuestra reacción ante los problemas que no nos afectan directamente es mantenernos alejados y tratar de disfrutar de la vida con nuestros viajes de vacaciones a otros países, la adquisición de celulares cada vez más complejos, lujosas casas de playa y llamativos autos deportivos; es decir, todo aquello que nos proporciona una sensación superficial de placer. La mayoría de nosotros cierra los ojos a lo que está más allá. Consideramos que lo importante en la vida es prosperar materialmente y olvidar todo lo demás. Inclusive ignoramos lo que está a la vuelta de la esquina, como la pobreza y el sufrimiento de los más necesitados. Y respecto a la educación y la cultura, nos hemos limitado a aquel tipo de educación que nos permite ser más productivos en el trabajo y, si a algunos nos interesa la cultura, absorbemos aquella que nos imparten los medios, la cual es usualmente superficial y orientada a intereses particulares.

Sin embargo, algunos de nosotros, quizás muy pocos, sí nos damos cuenta de que hay algo que no está bien con nuestra forma de vivir. Sobre todo ahora que la pandemia del coronavirus o covid-19 (Coronavirus Disease 19) llegó a nuestras puertas y nos hizo ver que hay cosas que están más allá, obligándonos a cambiar nuestro estilo de vida, permaneciendo prisioneros en nuestras casas, perdiendo a muchos de nuestros seres queridos y afectando nuestra existencia de forma contundente. Es decir, la vida esta vez sí cambió y este cambio nos llegó de golpe, sorprendiéndonos, y muchos nos preguntamos ingenuamente cómo o por qué lo merecemos. Situaciones como esta se repetirán y, como siempre, si no aprendemos nada, nos volveremos a sorprender y otra vez no estaremos preparados para lo que se viene.

En algún momento de nuestra vida, puede aparecer además un «cisne negro», como si lo otro no fuera suficiente. Se llama «cisne negro» a eventos que ocurren inesperadamente y son raros (como lo son aquellas aves), pero cuyo impacto es muy grande². Por ejemplo, puede ocurrir un terremoto inesperado de grado 9; un tsunami que arrase las costas sin dejar nada a su paso, como ya sucedió antes; o eventos aún peores, como la caída de un meteorito.

Por eso, la pregunta principal es: ¿habremos aprendido algo? En particular, ¿seguiremos viviendo la misma vida que teníamos antes de la pandemia? Al menos, ¿empezaremos a valorar la vida y a tomarla en serio?, ¿descubriremos nuevas cosas que nos interesen? Y, sobre todo, ¿estaremos mejor preparados como sociedad para afrontar estos males?

¿Cómo fue la reacción en diversos países ante las catástrofes? En Estados Unidos, hubo algunas buenas experiencias, como la reconstrucción del área afectada de Nueva York después del 11 de setiembre, o la reparación de las tierras inundadas en Miami después del último huracán. Otro caso de éxito fue la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial con ayuda de Estados Unidos, bajo el Plan Marshall. Sin embargo, también hubo fracasos, como las obras de reconstrucción de Nueva Orleans después de la inundación de la ciudad, por lo que una parte de la población se mudó a otras ciudades y nunca más regresó; o la tardía y poca preparación al coronavirus que nos afecta, lo que resultó en millones de muertos. Otro caso emblemático es el de nuestro país, donde las iniciativas contra las catástrofes fueron insuficientes y con malos resultados. Hemos visto que, con el terremoto de Pisco, por diversos motivos (incluyendo hasta la falta de titulación de terrenos), los avances fueron escasos y hasta ahora una parte de la ciudad continúa en ruinas. Ni qué decir de las inundaciones por el fenómeno de la Corriente de El Niño: puentes que se quedaron años sin reparar, viviendas destrozadas que nunca se volvieron a erigir y gente sin hogar ni ayuda.

Si seguimos sin tomar las medidas necesarias, podemos llegar a un punto en que nuestra civilización se volverá insostenible. La teoría de las catástrofes de René Thom, del Instituto de Altos Estudios Científicos de Francia, postula que las sociedades expuestas a retos muy grandes pueden colapsar, aunque después de un cierto período de tiempo —a veces muy largo— se puede constituir un orden mundial diferente. Esto sucedió muchas veces: en la Edad de Bronce, debido a la explosión de un volcán que creó una miniedad de hielo y acabó con las civilizaciones de la época, la caída del Imperio romano, el desmembramiento de los imperios europeos y la disolución de la Unión Soviética, entre otros.

Es decir, con las catástrofes por venir, es posible que