La madre serpiente de la selva: Experiencias con ayahuasca

Por Boris Gálvez Llantén

A partir de experiencias personales en el Amazonas peruano con un chamán de linaje de la comunidad shipibo-conibo, el autor explica didácticamente propiedades y usos de plantas maestras como también la dimensión espiritual de las ceremonias con ayahuasca.

• Idioma: Español
• Editorial: Mirada Maga ediciones
• Fecha de lanzamiento: 14 ago 2024
• ISBN: 9789563820249

Vista previa del libro

Índice

Prólogo

Introducción

I. Plantas Maestras en la selva peruana

II. Cultura Shipibo-conibo

III. El chamanismo y su arte

IV. Pasado, presente y futuro

V. Despertando el espíritu: Experiencia personal con plantas maestras

Enseñanzas 1

Enseñanzas 2

Enseñanzas 3

Enseñanzas 4

VI. Prácticas sanadoras

Epílogo

Agradecimientos

Prólogo

El calentamiento global, la extinción creciente de innumerables especies animales, la desaparición de lenguas y culturas originarias, guerras, hambrunas, ecosistemas contaminados, y un estilo de vida materialista, competitivo, cruel y deshumanizado, son solo algunas evidencias de la crisis que experimentamos a escala global.

Vivimos en un mundo virtual con televisión por cable, internet, teléfonos inteligentes; luchamos por sobrevivir, por ser mejores, ya sea ante los ojos de la sociedad o para alcanzar una felicidad futura que nunca llega.

Nuestros hábitos alimenticios no contribuyen a nuestra salud, nos divertimos con distracciones que no fomentan nuestra creatividad y necesidad de aprender jugando, y el trabajo en la mayoría de los casos es un medio para vivir. Así, nos adaptamos para funcionar y operar con normalidad en una sociedad, muchas veces, a costa de nuestra salud física y mental. Sobre todo, hemos perdido la conexión con el misterio de la vida. La gran mayoría de nosotros vivimos una vida a la que siempre le falta algo.

Por lo mismo, no es casualidad que soplen vientos de cambios en nuestro mundo, y veamos una creciente agitación social a través del planeta, esta se expresa en una disconformidad general con las políticas de los gobiernos; una búsqueda de tecnologías eficientes y verdes; nuevos emprendedores de negocios, con una ética nueva, donde el lucro está supeditado al aporte y al valor social de lo que se comercializa. Padres y madres de estas nuevas generaciones, en desacuerdo con la educación, la salud y la alimentación reinante, se reúnen para crear escuelas distintas donde prime el respeto a la naturaleza, a la individualidad de cada niño, optan por alimentos orgánicos e integrales y una salud holística alejada de los fármacos y las drogas legales.

Hombres y mujeres de todas las edades y orígenes, buscan en la medicina alternativa, una opción para tratar los problemas del cuerpo y la mente. Líderes espirituales son seguidos de manera masiva a través de sus libros, videos o conferencias. Líderes que hablan del poder del ahora, del silencio interno, que en el interior habitan todas las respuestas, o Maestros que no adhieren a ninguna religión y que hablan de una realidad más allá de la que conocemos. Específicamente, el libro que tienes en tus manos trata de una aventura por conocer esa otra realidad…, la de un muchacho chileno, de Rancagua, que inconforme con su vida y lo que veía a su alrededor, decidió partir a la selva en busca de respuestas. Con sólo 29 años, nos entrega su segundo libro, que es testimonio de coraje y amor por la verdad y la vida. Es la historia de uno que tomó el camino menos recorrido, enfrentó peligros, temores e incomprensión, pero no vaciló, pues lo animaba un profundo fuego interior. Lo que encontró y transformó ahora lo ofrece a los demás, convencido que es para ser conocido por todos.

A través de este libro, Boris comparte un viaje iniciático al misterio del chamanismo, pero lo hace de manera directa, mostrando que la medicina de plantas shipiba no es una práctica o medio de curación para algunos pocos temerarios. Este es un libro necesario y una oportunidad para todos los que andan en busca de sanación y sienten además curiosidad por el chamanismo.

Acá relata sus experiencias personales con la ayahuasca, mostrando sus virtudes y su enorme valor medicinal. Informa con objetividad y además contribuye a desmitificarla.

Describe con simplicidad y hondo respeto, el mundo de la medicina de plantas y del chamanismo amazónico, pues se adentró en él y sus misterios. Describe sus experiencias místicas, sus aprendizajes, que son verdaderas enseñanzas universales.

Boris Gálvez Llantén escuchó el llamado de la Tierra, un canto de amor a sus hijos por despertar y regresar a casa. A través de su valiente y generosa travesía hacia el interior, ha levantado un puente entre los lectores y la selva amazónica. Este mensajero y chamán, nos invita con La madre serpiente de la selva, a descubrir la medicina de plantas y encontrar un camino de regreso al alma, y al hacerlo, alimenta la esperanza de un nuevo mañana para la humanidad.

Andrés Selamé

Fundador Ani Nii Shobo Santiago, Marzo 2017

Introducción

La gran casa de la selva

En tiempos remotos la naturaleza y el ser humano eran uno. El hombre y la mujer vivían junto a los animales y plantas conociendo sus secretos y conocimientos. Se respetaba a los árboles, plantas, insectos, elementos vitales. La conexión y comunicación con el mundo natural era única y trascendental, una continuación de aprendizaje y amor.

Con el pasar del tiempo el ser humano ha perdido dicha conexión y espiritualidad. Cada vez se ha urbanizado más, limitando el contacto real con la esencia de la naturaleza que nos sostiene y cobija. Se ha explotado la energía de la Tierra, han cortado sus árboles, maltratado sus animales, se ha perdido el entendimiento del poder de las plantas, entre otras desgracias. A su vez, la respuesta de la naturaleza ha sido la de profundizar su potencial y conocimiento universal de la vida hacia la raza humana, separándose de esta conexión y escondiendo los secretos de la Tierra en una fuente vital, convirtiéndola en un gran misterio.

Se dice que el ser humano tiene incluido en su código genético toda la información de la existencia, ya que en su proceso evolutivo ha incorporado todos los regalos del Universo. Ha sido creado desde una perspectiva divina e iluminada, por ello en su ADN contiene la información de la existencia, el mundo de los animales, las plantas, el agua, el fuego, el viento, el éter, el cielo, la tierra, el universo, el cosmos, están dentro de él.

Sin embargo, debido a las características del mundo occidental, dicha información se ha guardado en lo más profundo del cerebro primitivo e inconsciente. Nuestra esencia, gustos, pensamientos y conocimientos, se han desenfocado y la vida nos ha dado la lección de entrar en una sociedad monótona y dormida, con la finalidad de que algún día podamos darnos cuenta de la importancia que tiene la naturaleza en nuestra existencia.

Por esto los brebajes maestros nos abren sus mundos, con la finalidad de volver a la Fuente universal, al éxtasis de la vida y así retornar al gran ho gar, a nuestro ser espiritual.

La gran misión: volver al hogar

La primera vez que mis papilas gustativas conocieron la ayahuasca fue en Chile, en una ceremonia dada por una pareja de curanderos shipibos, Justina y César. Esta experiencia de cambió mi vida en una to talidad inesperada. Estuve casi una semana cuestionándome y reflexionando sobre lo que había experimentado dicha noche. Todos los sueños y meditaciones me recordaban esa enorme serpiente fosforescente que subía por mi cráneo hacia afuera, avisándome que ya era momento de cambiar de piel. Los ecos de la selva resonaban en mi interior, parecía que la locura poco a poco se apoderaba de mi Ser.

Hasta ese momento, siempre pensé que mi hogar era el lugar donde yo vivía: una familia normal y estable, con comodidades terrenales y un estilo de vida moderno. No obstante, algo dentro de mí me hacía buscar aventuras imaginarias, descubriendo lugares dentro de algún sendero del código genético que pulsaba en el presente. Me sentía constantemente inquieto dentro de una sociedad establecida, con parámetros rígidos, con programas de televisión que apretaban mis intestinos y con una ansiedad interna que no paraba.

Siempre estaba volando en algún lado repleto de naturaleza, me veía como un animal que trepaba, saltaba y volaba. Pero debido a los miedos adquiridos en la infancia y en lo transfamiliar, algo me restringía a ir más allá, a buscar cosas nuevas o experimentar caminos que hicieran reales mis sueños. Siempre faltaba algo, quizás una pócima de magia en el diario vivir o un poco de fluidez en la vida que experimentaba.

Luego de varios sueños inentendibles y situaciones de vida especiales, decidí embarcarme en un viaje a la Amazonia peruana.

Cada vez que pensaba en la selva, mi