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El mago de las tablas: El teatro y el legado de Carlos Tolentino
El mago de las tablas: El teatro y el legado de Carlos Tolentino
El mago de las tablas: El teatro y el legado de Carlos Tolentino
Libro electrónico257 páginas2 horas

El mago de las tablas: El teatro y el legado de Carlos Tolentino

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Este libro es un desmontaje de la vida de Carlos Tolentino como director, investigador y profesor de artes escénicas y audiovisuales, así como escritor, comunicador y crítico de la realidad. Sobre todo, representa un reconocimiento al profundo montaje que nos ofreció Carlos como ser humano a través de su visión poética, de su íntima relación con lo invisible, lo inexplicable, lo imperecedero. Sus creaciones trascienden los escenarios porque fue obrando en las personas que protagonizaron cada encuentro en las tablas, en los salones de clase o en los cafés. Además, es una coreografía de aquellas voces que, tras la partida del mago de las tablas, han querido seguir marcando los pasos que nos dejó. También, constituye un acercamiento íntimo a su propósito y búsqueda, a las personas que amó e inspiró, a su vasta obra y gran legado. Esperamos que, mediante este rotoscopio, las imágenes recogidas y las voces escuchadas resuenen con la magia de Carlos impregnada en cada recuerdo.

El mago de las tablas. El teatro y el legado de Carlos Tolentino incluye el registro de 46 de sus obras de teatro y más de 20 producciones audiovisuales dirigidas por él, frutos de su fértil obra creativa por la que hemos navegado hasta muchos horizontes estéticos, poéticos, psíquicos, espirituales, humanos. Vale recordar la frase de Carlos "perdón si me distraigo" por la irresistible tentación que sentirán los lectores de adentrarse en su bosque y quedarse inmersos en él, un bosque que respira posibilidades creativas, tan fructífero e inmenso como el mismo teatro peruano.
IdiomaEspañol
EditorialEditorial UPC
Fecha de lanzamiento1 abr 2024
ISBN9786123185084
El mago de las tablas: El teatro y el legado de Carlos Tolentino

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    El mago de las tablas - Attilia Boschetti

    Cover_El_mago_de_las_tablas.jpg

    Attilia Boschetti

    Actriz y comunicadora. Llegó al Perú de su natal Italia a los 20 años y, en Lima, ha desarrollado toda su carrera en teatro, cine, televisión y radio. Desde 1979, estableció con Carlos Tolentino una relación afectiva y profesional de muchas afinidades creativas. Realizaron juntos algunos cortometrajes y numerosas obras teatrales, entre las que destacan Mujer, modelo para armar de Marcela Robles; Los ojos abiertos de ella de Raquel Diana; Japón de Víctor Falcón; Todos eran mis hijos de Henry Miller; Un día muy particular, adaptación de la película de Ettore Scola; y La golondrina de Guillem Clua. Cabe mencionar, también, el musical El plebeyo, inspirado en la canción de Felipe Pinglo, presentado en el Teatro Municipal de Lima en julio de 2017, creado por Carlos Tolentino, y escrito y actuado por Boschetti.

    Liliana Galván

    Psicóloga educativa y pedagoga teatral. Ha sido artista y directora de teatro para niños y jóvenes. Directora de Calidad Educativa en Educación Superior y decana de la carrera de Psicología en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Especialista en diseño curricular y metodologías para el aprendizaje a través de las artes. Ha publicado Creatividad para el cambio. Innovación para la vida y la empresa (Editorial UPC); Huellas, un hito para transformar la educación artística en el Perú (Sineace); y Agenda de innovación para la danza escénica en Lima, Trujillo y Arequipa (Innóvate Perú). Actualmente, se desempeña como vicepresidenta del Comité Ejecutivo de la Asociación Internacional de Drama, Teatro y Educación (IDEA). Directora, consultora educativa y organizativa, y asesora en educación artística de ProAdalid Consultores. Presidenta de Arte de la Paz América Latina y Yogacharini de Kriya Yoga.

    Daniel Goya

    Periodista, director de teatro y dramaturgo. Es autor del libro Correo no deseado y profesor universitario. Ha sido editor adjunto de la revista Etiqueta Negra, editor general de la revista Regatas y editor de cierre de la revista G de Gestión. Ha sido becado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, ganador del Premio Etecom a la comunicación, finalista en tres ocasiones del Citi Journalistic Excellence Award (2012, 2013 y 2014) y ganador del Premio Latinoamericano de Periodismo Siemens. Ha escrito y dirigido las obras Verdades, El proceso (seleccionada para el Festival de Teatro On Screen Fest de Miami), Fronteras, Toxic, Cartas del bicentenario y Postales nikkéi. Ha dirigido las obras Perdidos en una noche sucia, La huelga, Apatara y Antígona (seleccionada para el Festival de Teatro de Chicago).

    Agradecimientos

    A Daniel Amaru y Sergio Vilela por el concepto del libro, y a todos los artistas, directores, productores, estudiantes y amigos que escribieron sobre sus experiencias con Carlos.

    Introducción

    Dicen que era un mago, que era un gran profesor, que tenía una gran sensibilidad, que conectaba con los demás como nadie. Que era valiente, arriesgado y loco. Que se atrevía a llegar a donde otros no se asomaban. Dicen que eran un músico que no estudió música, que era un director de teatro como pocos o como nadie. Que cambió vidas con una conversación o con un abrazo. Que su sonrisa era su sello. Que sus zapatillas y piernas flacas lo mantenían siempre con los pies en la tierra, pero que su mente siempre podía estar en las nubes, buscando respuestas donde nadie más las buscaba. La mitología detrás de la vida y obra de Carlos Tolentino se ha construido por escenas, como en una obra, a pulso, y con parlamentos y diálogos que sostienen la figura de un hombre talentoso que tocó a más de una vida.

    Este libro es tan experimental como las obras más delirantes de Tolentino. Se trata de reconstruir una vida a partir de los retazos que dejamos cuando partimos, desde recortes de periódicos, entrevistas, críticas, revistas, folletos, testimonios, recuerdos, anécdotas, declaraciones, escritos, apuntes de papeles viejos, libretas, libros, dedicatorias, fotografías, afiches, listas de canciones, poemas personales, cuentos sin publicar, guiones sin filmar, libretos, bocetos, publicaciones en redes, en fin. Es un rompecabezas que hemos armado con las piezas que decidimos utilizar.

    Esta arqueología de vida, esta exhumación de recuerdos es importante porque no se trata de escribir una biografía oficial, tampoco de un perfil periodístico bajo la mirada acuciosa de un cronista. Es más bien una convergencia de cotidianidades, de retazos del día a día de una vida; de objetos, símbolos y declaraciones que se quedan orbitando el vacío cuando dejamos de existir. Es fundamental reconstruir la vida de Carlos Tolentino a partir de estas pistas y elementos, pues en eso consistía, en parte, su forma de trabajar. Él creía más en la duda que en las verdades absolutas. Publicar un perfil o una biografía sería concluyente y cerrado, por eso preferimos la apertura y la libertad para recoger y rescatar partes en lugar de proclamar un todo.

    En ese sentido, el valor de este libro, para aquellos que se están formando en artes escénicas o medios audiovisuales, radica en el acercamiento íntimo a uno de los profesionales más prolíficos de su generación. En estas páginas, hallaremos sus apuntes previos a los montajes, sus indicaciones, sus ideas, su impacto en los actores con los que trabajó. Encontraremos muestras reales de su sensibilidad artística y personal, como director, padre y esposo. Descubriremos sus temores y fortalezas. Leeremos sus reflexiones y también las respuestas en entrevistas donde dejaba clara su manera de entender la dirección teatral. Y todo esto desde lo más íntimo y privado hasta lo más público y general. El solo hecho de saber que Carlos Tolentino guardaba cientos de recortes de diarios, críticas, boletos de avión, papeles minúsculos, breves poemas escritos al paso, cuadernos, blocs, con religioso cuidado, ya nos dice algo (y mucho) sobre él. Y es allí donde dirigimos el reflector.

    Carlos Tolentino era un hombre que quería ser querido y fue querido, que buscaba trascender y trascendió. Prueba de ello es que alrededor de 50 personas han participado directa e indirectamente en este libro, ya sea con una palabra amable, con un agradecimiento sincero, con una historia reveladora o con una anécdota emotiva y sensible.

    Es difícil imaginar, después de elaborar este libro, que Tolentino ya no esté. Está. No se ha ido. Es imposible irse cuando tanta gente recuerda el abrazo sostenido, la frase oportuna, la palabra precisa, la mirada distinta. Tolentino está en el recuerdo imborrable, en la memoria escénica, en el sonido profundo, en las luces mágicas, en los personajes inolvidables, en los montajes, en las escenas, en los videos, en los aplausos que nunca dejarán de escucharse cada vez que se mencione su nombre.

    Daniel Goya¹


    1 Periodista, dramaturgo y director.

    Primer acto, por Santiago Soberón

    ²

    Las obras lo buscaban

    Carlos Tolentino, como todo director de escena, desarrolló un estilo propio, un sello personal que es reconocible y por el cual se posicionó en el teatro peruano como un director innovador. No obstante, no se trataba de una determinada forma de dirigir a los actores ni de un manejo reiterativo de los signos de la escena dentro de una poética particular. Todo lo contrario, Tolentino trajinó por diversos cánones: realistas, simbólicos, experimentales, etcétera. En todos ellos, insertó su propia concepción del lenguaje escénico, mediante la cual revelaba sus inquietudes teóricas y estéticas respecto al teatro e, incluso, a su relación con otras artes como la literatura.

    En primer término, Tolentino solía decir: Soy un director que interpreta. Esta aparente obviedad, en el fondo, revelaba su actitud frente a la obra de teatro, en tanto no reconstruir su estructura de sentido desde una perspectiva particular, sino evidenciar sus propias cavilaciones sobre el hecho mismo de la dirección, sobre el teatro en todas sus magnitudes; a las que no eran ajenas la experiencia y las vivencias personales. En segundo término, su particular preocupación por las relaciones entre la literatura y el teatro también se plasma en su labor escénica. De ahí que aparentemente haya buscado textos (aunque él decía que las obras lo buscaban) que bordean los límites de los cánones estéticos del teatro contemporáneo.

    Tal como lo han planteado teóricos como Patrice Pavis, la relación existente entre texto dramático y puesta en escena ya no se rige por la preeminencia del primero sobre la segunda. Es decir, ya no se intenta plasmar en escena la configuración del mundo representado de la obra en el espacio escénico, sino una relación dialéctica y muchas veces tensa entre ambos componentes. Esta resulta en una perspectiva diferente que se termina de constituir en la recepción del espectáculo según circunstancias específicas, puesto que el espectador finaliza este proceso de resignificación de la obra. Sin embargo, la legibilidad de una puesta aún se sigue fundamentando en una relativa correspondencia entre lo que se escucha y lo que se ve en escena, incluso en poéticas teatrales simbólicas o alejadas del naturalismo. Quizá, según estos parámetros, estamos habituados a comprender la perspectiva personal de un director de teatro, quien recurre a un modo particular de utilizar los recursos expresivos de la escena, desde el propio trabajo del actor hasta la iluminación y la música.

    No obstante, la interpretación a la que aludía Tolentino trasciende las significaciones del texto o de las resignificaciones inmediatas que se puedan plantear de este. Al margen de las poéticas teatrales que debía abordar, desarrollaba un conjunto de imágenes escénicas a partir del movimiento de los actores, del desplazamiento en el espacio y de otros componentes del espectáculo que tomaban la condición de un discurso autónomo, con significaciones propias. Así, no se trataba de la interpretación particular

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