Identificación de los productos y medios empleados para el control de plagas. SEAG0110

Por Jeremías Pinto Rodríguez

Libro especializado que se ajusta al desarrollo de la cualificación profesional y adquisición del certificado de profesionalidad "SEAG0110 - SERVICIOS PARA EL CONTROL DE PLAGAS". Manual imprescindible para la formación y la capacitación, que se basa en los principios de la cualificación y dinamización del conocimiento, como premisas para la mejora de la empleabilidad y eficacia para el desempeño del trabajo.

• Idioma: Español
• Editorial: IC Editorial
• Fecha de lanzamiento: 15 ene 2024
• ISBN: 9788411841672

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Capítulo 1

Identificación de plagas y métodos de control

Contenido

1. Introducción

2. Las plagas

3. Control integrado de plagas

4. Medidas de control de plagas

5. Los biocidas: concepto, grupos y tipos autorizados en los servicios para el control de plagas urbanas

6. Productos fitosanitarios autorizados en áreas ajardinadas. Concepto. Tipos

7. Diferencias existentes entre biocida y producto fitosanitario

8. Resumen

1. Introducción

El hombre interacciona constantemente con especies animales en hábitats rurales y urbanos, por los efectos benéficos que aportan: tanto desde el punto de vista agronómico (alimentación), como desde el punto de vista de la salud, del bienestar o del ocio (proporcionan compañía). Sin embargo, existen otras especies que, en determinadas circunstancias (altas poblaciones), pueden implicar situaciones que entrañen un efecto nocivo o de riesgo para la población, ya sea por enfermedades, insalubridad, pérdida del bienestar o pérdidas económicas por daños a los alimentos, materiales, infraestructuras urbanas, etc.

Actualmente, en un contexto mundial, los desplazamientos, el comercio internacional, el cambio climático, el vertido irresponsable de basura o la urbanización creciente no planificada están influyendo considerablemente en proliferación de plagas y la transmisión de enfermedades provocadas por ellas. Lejos queda aquella idea de que las plagas eran episodios del pasado, ya que todos estos factores hacen imprescindible el control de las mismas y su vigilancia. Por ello, es necesario emplear técnicas de control integrado de plagas, que es un método de control más avanzado que las estrategias tradicionales, basado en un proceso más tecnificado, selectivo y específico que limita el uso de productos químicos y, por ende, el impacto sobre la salud, el gasto económico y el deterioro medioambiental.

A lo largo de estos capítulos se van a tratar los aspectos fundamentales de las plagas, sus consecuencias sobre la salud, el manejo integrado de las mismas, así como los métodos tradicionales de control, haciendo especial hincapié en los métodos de control químico basados en la aplicación de biocidas y productos fitosanitarios.

2. Las plagas

La definición de plaga ha evolucionado a lo largo de los años, centrándose, en su acepción tradicional, en asimilar plaga a cualquier animal que producía daños a los cultivos. Poco a poco, se ha ido equiparando al concepto de enfermedad, de manera que se entienden las plagas como el exceso de organismos vivos que provocan enfermedades infecciosas para el hombre, deterioro del hábitat y del bienestar humano o que supongan pérdidas económicas para el mismo, cuando su existencia permanece en el tiempo y está por encima de los niveles considerados de normalidad.

Definición

Plagas

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) son organismos que causan un daño inaceptable a un cultivo o a productos almacenados, que amenaza la salud humana o animal, siendo objeto de tratamientos de protección vegetal, de salud pública o de productos domésticos.

Para la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación) las plagas son cualquier especie, raza o biotipo vegetal o animal o agente patógeno, dañina para las plantas o productos vegetales.

Ahondando más en estos conceptos de plaga, conviene puntualizar que no son dañinas per se, sino que producen daños económicos y/o físicos cuando se dan las circunstancias de abundancia de poblaciones que pongan en riesgo la producción, un hábitat o la salud humana, entre otros.

Así, se consigue separar la idea de plaga ligada a una misma especie animal que la produce, ya que la enfermedad no es el virus o bacteria en sí misma, sino la situación en la que un organismo vivo (patógeno) ocasiona alteraciones fisiológicas en otro, normalmente con síntomas visibles o daños económicos. De esta forma, se evitan los estereotipos de especies buenas y malas y se argumenta más fácilmente por qué una especie es beneficiosa en un hábitat y perjudicial en otro.

Las plagas pueden causar infecciones, transmitir enfermedades graves, alterar el medioambiente, provocar pérdidas económicas, causar problemas psicológicos, proliferando más fácilmente cuando consiguen el alimento, el agua o el refugio imprescindibles para la supervivencia y desarrollo biológico de la plaga.

Algunas plagas urbanas habituales

2.1. Umbral de tolerancia

El umbral de tolerancia es la densidad de población de una especie a partir de la cual su presencia se considera un riesgo para la higiene, la salud, el confort, la seguridad de las personas; en definitiva que provoquen implicaciones económicas, sanitarias o ambientales no aceptables. Si el número de individuos de una especie se encuentra por debajo del umbral de tolerancia significa que se puede permitir su existencia sin la obligatoriedad de aplicar medidas de control o exterminio de la plaga.

Este umbral dependerá de distintas variables como el lugar donde se localice, el número y la peligrosidad de la especie, entre otros factores del medio en el que se desarrollan. El umbral de tolerancia no es un parámetro absoluto aplicable a cualquier tipo de plaga e instalación. Por ejemplo: cuatro o cinco cucarachas en una nave no se considera plaga, sin embargo, una sola encontrada en un quirófano o un restaurante, sí lo es y habría que tomar medidas drásticas.

Importante

El umbral de tolerancia para las ratas, fuera de la red de alcantarillado, siempre tiene que ser cero. Sin embargo, en las cucarachas no siempre ocurre así.

Además del mencionado umbral de tolerancia existen otros tipos de niveles que informan de la gravedad de la situación:

Umbral de alerta: pone de manifiesto que la infestación podría considerarse problemática, y se hace necesario evaluar la situación más a fondo.

Umbral de acción: determina que se requieren medidas de control inmediatas y hay que mejorar la situación sanitaria, ordenando e higienizando el lugar e incluso aplicando alguna medida de control.

Para establecer el nivel de tolerancia apropiado se deben tener en cuenta algunas cuestiones como son: el uso destinado de las plantas infestadas o material afectado, la biología de la plaga, la sensibilidad del hospedante, la relación entre la plaga y la pérdida (económica o de otra índole) asociada, el clima, y las prácticas culturales y medidas de control llevadas a cabo.

A menudo, es poco común la aplicación de tolerancia cero, salvo que se justifique técnicamente en situaciones tales como:

1. Que cualquier nivel de infestación de plagas provocaría repercusiones económicas inaceptables.

2. Cuando se establezca un programa de control oficial que exige la ausencia de plagas (tolerancia cero).

Para determinar un nivel adecuado de tolerancia normalmente se llevan a cabo controles integrados de plagas (que se verán en un apartado posterior), el aislamiento del lugar, la aplicación de tratamientos o de prácticas culturales necesarias (raleo de frutos, control del vector, higiene, cultivo anterior, etc.).

2.2. Daños que pueden producir

En términos amplios y generales existen dos tipos de plaga en función del daño ocasionado y la parte vegetal afectada:

Plagas directas: son aquellas que dañan los órganos de la planta que van a ser cosechadas, como por ejemplo el pulgón.

Plagas indirectas: cuando dañan otras partes de la planta que no van a ser cosechadas, como los mosquitos minadores que dañan las hojas del tomate cuando lo que realmente se recolecta es el fruto en sí.

Adicionalmente, atendiendo al tipo de daño que ocasionan las plagas, se pueden distinguir:

Daños directos: provocados fundamentalmente por la alimentación de la plaga, ya que devoran partes o la totalidad de las plantas como son las raíces, tallos, hojas, yemas, flores, semillas, o succionan sus fluidos, con el consiguiente debilitamiento de la planta y de su capacidad de producción.

Daños indirectos: se producen cuando el insecto en cuestión o plaga transmite microorganismos a la planta, como podrían ser los virus y micoplasmas.

Actividades

1. ¿Qué es una plaga? Señale al menos cinco efectos negativos de las plagas sobre los seres humanos.

2. ¿Cuál es el umbral de tolerancia de cucarachas en un almacén? ¿Y en un restaurante? Explique las respuestas brevemente.

En cuanto a su clasificación biológica, las plagas pueden ser malezas, patógenos, artrópodos y vertebrados. Y los daños que causan son los que se describen a continuación:

Maleza: por su condición de planta invasora con capacidad de sobrevivir en condiciones extremas, provoca múltiples daños como:

Reducir los rendimientos de los cultivos por el efecto de la competencia por luz solar, el agua, los nutrientes y el oxígeno del aire.

Afectan a la calidad del producto.

Pueden intoxicar al ganado.

Obstruyen canales de riego.

Son hospedadores de insectos dañinos, nematodos y patógenos.

Dificultan la cosecha.

Etc.

Maleza invadiendo cultivo de soja

Patógenos (enfermedades): virus, bacterias y hongos son ejemplos de agentes infecciosos que necesitan dos condiciones para desarrollar enfermedades en árboles, arbustos, otras plantas o animales:

1. Susceptibilidad de la planta o animal a dicho patógeno.

2. Unas condiciones ambientales adecuadas en el período de tiempo correcto para infectar a la planta o animal. Los hongos son los más comunes, atacando a la planta a través del movimiento de sus estructuras reproductivas como son las esporas, las cuales se diseminan fácilmente en el viento y el agua. Las bacterias, por su parte, entran en la planta o animal por aberturas naturales como las heridas, permaneciendo por un tiempo de forma inactiva hasta que exista la cantidad de humedad suficiente para comenzar el proceso de infección y desarrollo de la enfermedad.

Artrópodos: (insectos, arácnidos, ácaros, crustáceos, etc.). De entre la multitud de especies de insectos que hay en el mundo las hay que producen importantes beneficios (como la abeja o el gusano de seda) y otras que son estéticamente agradables (como la mariposa o las luciérnagas); pero también existen otras que son destructivas y peligrosas para el hombre como cucarachas, moscas, termitas, langostas… Mediante la extracción de su savia o por interferir en su flujo natural, los insectos pueden retardar el crecimiento de las plantas y debilitar la estructura del árbol; algunos insectos además, pueden propagar algunas enfermedades vegetales.

Tomate afectado por plaga de la Tuta absoluta

Vertebrados: mamíferos, aves y reptiles. En este grupo se encuentran las ratas, roedores portadores de enfermedades por excelencia, tanto si muerden como si contaminan los alimentos a través de la orina o al roerlos; hantavirus, fiebre hemorrágica, toxoplasmosis y ántrax son algunas de ellas. Las aves urbanas como las palomas se agrupan en zonas donde defecan, provocando los hongos de sus heces unas esporas que son muy perjudiciales para la salud.

Actividades

3. Exponga un ejemplo de cada uno de estos términos: plaga directa, plaga indirecta, daño directo y daño indirecto.

4. Atendiendo a su clasificación biológica, ¿qué tipo de plagas es posible encontrar?

2.3. Efectos y consecuencias sobre la salud. Concepto de vector y diseminador

Un vector es cualquier agente que transporta y transmite un patógeno a otro organismo vivo. Puede transmitir enfermedades infecciosas entre personas, de animales a personas o entre plantas. Se distingue entre el vector epidemiológico (que transmite un agente infeccioso desde un individuo afectado a otro que aún no porta dicho agente) como son los mosquitos; y el vector génico (que se encarga de transferir información genética de un organismo a otro) como pueden ser los virus, ya que insertan información genética de unos individuos a otros. La mayor parte de los vectores son insectos que se nutren de sangre, en el caso de los humanos y animales, o de savia en el caso de los vegetales. En el caso de vectores humanos, los virus y bacterias se ingieren junto con la sangre de un portador infectado (persona o animal) y posteriormente los inoculan a un nuevo portador al ingerir su sangre, mientras que en el caso de los vegetales, cuando el insecto vector se alimenta de la savia de una planta